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martes, 20 de septiembre de 2016

[Poesía y música] Hoy, con José Cadalso y Giuseppe Verdi




Apolo y las Musas, de Bertel Thorvaldsen



Como afirmo en una de las entradas más leídas del blog soy capaz de recordar y reconocer casi cualquier fragmento de texto literario o película que haya leído o visto, aunque solo haya sido una vez en la vida. Por el contrario, ni el Azar ni la Naturaleza, mis divinidades paganas preferidas, me han dotado del mismo talento para la música. La diosa Terpsícore me ha negado sus favores, salvo en aquellas piezas que ya forman parte, por la amplitud de su difusión, del imaginario colectivo de la humanidad. Y esa incapacidad para recordar y reconocer piezas musicales, es una de las circunstancias que más dolor me producen, porque en contraste con ellas la música es de todas las Bellas Artes la que más profundas emociones me provoca.

George Steiner, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, dice en su libro Errata. El examen de una vida, uno de los más hermosos textos que he leído nunca, lo siguiente: "El canto (y la música) es, simultáneamente la más carnal y la más espiritual de las realidades. Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia". Estoy en completo acuerdo con él.

La UNESCO instituyó el año 2000 el Día Mundial de la Poesía, que se celebra cada 21 de marzo, entendiendo que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir. Así pues, continúo con esta entrada de hoy la nueva sección del blog, Poesía y música, aunando algunos de los más bellos poemas en español con algunas de las más hermosas arias operísticas de la historia.


Continúo hoy la serie dedicada a "Poesía y música" con el poema A la muerte de Filis, de José Cadalso y la bellísima aria Celeste Aida (Divina Aida) de la ópera Aida, de Giuseppe Verdi, cantada por el tenor Luciano Pavarotti. Pueden verla en el vídeo de más abajo. 



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José Cadalso


José Cadalso y Vázquez de Andrade (1741-1782), que usó el pseudónimo literario de Dalmiro, fue un militar y literato español. Sus poesías pertenecen a los distintos géneros típicos del momento: anacreónticas, pastoriles, amatorias, filosóficas y satíricas. Los modelos abarcan desde Anacreonte y Ovidio hasta Tasso y Garcilaso. De manera póstuma fueron publicados sus dos textos más conocidos: Noches lúgubres y Cartas marruecas, que vieron la luz por vez primera, en entregas, a lo largo del año 1789. En éste, tomando como pretexto un viaje por España del árabe Gazel, hace una crítica de las costumbres y defectos nacionales (a la vez que defiende el sentido reformador del despotismo ilustrado), siguiendo el modelo de las Cartas Persas (1721) del barón de Montesquieu. Les dejo con su poema A la muerte de Filis.



***



A LA MUERTE DE FILIS

En lúgubres cipreses
he visto convertidos
los pámpanos de Baco
y de Venus los mirtos;
cual ronca voz del cuervo
hiere mi triste oído
el siempre dulce tono
del tierno jilguerillo;
ni murmura el arroyo
con delicioso trino;
resuena cual peñasco
con olas combatido.
En vez de los corderos
de los montes vecinos
rebaños de leones
bajar con furia he visto;
del sol y de la luna
los carros fugitivos
esparcen negras sombras
mientras dura su giro;
las pastoriles flautas,
que tañen mis amigos,
resuenan como truenos
del que reina en Olimpo.
Pues Baco, Venus, aves,
arroyos, pastorcillos,
sol, luna, todos juntos
miradme compasivos,
y a la ninfa que amaba
al infeliz Narciso,
mandad que diga al orbe
la pena de Dalmiro.


***



Giuseppe Verdi



Giuseppe Fortunino Francesco Verdi (Le Roncole, Busseto, 10 de octubre de 1813-Milán, 27 de enero de 1901) fue un compositor romántico italiano de ópera del siglo XIX, el más notable e influyente compositor de ópera italiana y puente entre el belcanto de Rossini, Donizetti y Bellini y la corriente del verismo y Puccini. Fue autor de algunos de los títulos más populares del repertorio lírico, como los que componen su trilogía popular o romántica: Rigoletto, La Traviata e Il Trovatore y las obras maestras de la madurez como Aida, Don Carlo, Otello y Falstaff. Sus primeros éxitos estuvieron relacionados con la situación política que se vivía en Italia. Aparte de su calidad artística, sus óperas servían para exaltar el carácter nacionalista del pueblo italiano. Quizás el Va pensiero, coro de los esclavos de la ópera Nabucco, es uno de los más conocidos de Italia por esta razón. 



***


Luciano Pavarotti



Luciano Pavarotti (1935-2007) fue un tenor lírico italiano, uno de los cantantes contemporáneos más famosos de todos los tiempos, tanto en el mundo de la ópera como en otros múltiples géneros musicales. Muy conocido por sus conciertos televisados y como uno de Los Tres Tenores, junto con Plácido Domingo y José Carreras. Reconocido por su filantropía, reunió dinero para refugiados y para la Cruz Roja y fue premiado en varias ocasiones por ello.



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La ópera Aida, nombre femenino que significa 'visitante' o 'que regresa') es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Antonio Ghislanzoni, basada en la versión francesa de Camille du Locle de la historia propuesta por el egiptólogo francés Auguste Mariette. Fue estrenada en el Teatro de Ópera del Jedive en El Cairo el 24 de diciembre de 1871, dirigida por Giovanni Bottesini. En contra de la creencia popular, la ópera no se escribió para conmemorar la inauguración del Canal de Suez en 1869. A Verdi le pidieron componer una oda para la apertura del Canal, aunque declino la petición comenzó a barajar la idea de componer una ópera de ambiente egipcio. Cuando Verdi leyó el argumento escrito por Auguste Mariette lo consideró como una buena opción y finalmente aceptó el encargo el 2 de junio de 1870.




 Teatro La Scalla (Milán, 1986)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt






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martes, 24 de noviembre de 2015

[Humor y Poesía] Hoy, "Mientras vivió la dulce prenda mía", de José Cadalso




José Cadalso


Es muy posible que a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos?  Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado. 

El soneto es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica, que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. En el primer cuarteto suele presentarse el tema de la composición, tema que el segundo cuarteto amplifica. El primer terceto reflexiona sobre la idea central expresada en los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo desatado por los versos anteriores. De Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue también cultivado por los poetas del "dolce stil nuovo" (siglo XIII). A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.

Continúo hoy la serie de sonetos de amor con el titulado "Mientras vivió la dulce prenda mía", de José Cadalso y Vázquez de Andrade (1741-1782). Literato y militar español, caballero de la Orden de Santiago. Su vida se puede seguir por referencias y testimonios de sus contemporáneos y, como documento más personal, a través de la visión que de sí mismo dejó en "Memoria de los acontecimientos más particulares de mi vida y de su correspondencia". Su madre murió a consecuencia del parto, y el padre, ausente por negocios en América, tardaría casi trece años en conocer al niño, a su regreso de las Indias. Se encargó de su educación un tío jesuita, el padre Mateo Vázquez, que le envió a estudiar a Francia, Inglaterra, Italia y Alemania, ampliando su conocimientos de lenguas vivas, además del latín. El choque con la rancia y atrasada sociedad española quedaría luego reflejado en sus "Cartas marruecas". Sus poesías pertenecen a los géneros típicos del momento: anacreónticas, pastoriles, amatorias, filosóficas y satíricas. Los modelos abarcan desde Anacreonte y Ovidio hasta Tasso y Garcilaso. De manera póstuma fueron publicados sus dos textos más conocidos: "Noches lúgubres" y "Cartas marruecas". En este, tomando como pretexto un viaje por España del árabe Gazel, hace una crítica de las costumbres y defectos nacionales (a la vez que defiende el sentido reformador del despotismo ilustrado). El modelo que sigue es el de las "Cartas Persas" del barón de Montesquieu.

Acompaño el soneto de Cadalso con las pacíficas viñetas de Ros, publicadas todas ellas recientemente en El País. Disfruten de uno y de otras.

Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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MIENTRAS VIVIÓ LA DULCE PRENDA MÍA

Mientras vivió la dulce prenda mía,
Amor, sonoros versos me inspiraste;
obedecí la ley que me dictaste
y sus fuerzas me dio la poesía.

Mas, ¡ay!, que desde aquel aciago día
que me privó del bien que tú admiraste
al punto sin imperio en mí te hallaste
y hallé falta de ardor a mi Talía.

Puesno borra su ley la Parca dura
-a quien el mismo Jove no resiste-
olvido el Pindo y dejo la hermosura.

Y tú también de tu ambición desiste
y junto a Filis tengan sepultura
tu flecha inútil y mi lira triste.

José Cadalso.


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VIÑETAS DE ROS





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