Sede central de Standard & Poor's, Nueva York
La noticia de la tarde: "La agencia de calificaciones Standard & Poor's (S&P) ha rebajado un escalón la nota de la deuda española a largo plazo. La calificación ha pasado de AA+ a AA con perspectiva negativa, lo que deja abierta la posibilidad de nuevos recortes de rating a medio plazo. La noticia ha caído como una bomba en la Bolsa de Madrid, que cuando se conoció caía en torno al 1,5%. La sesión ha terminado con un descenso del 2,99%, que se suma a la caída del 4,19% de ayer".
Salvando las distancias, pienso que no se puede decir con mayor claridad. Las instituciones públicas nacionales, europeas e internacionales no pueden estar a merced de las opiniones de unos señores y entidades privadas que han demostrado que no merecen credibilidad. La Bolsa, como decía Larra hace 180 años no puede ser el termómetro de la vida pública. Y si funciona mal, habrá que arreglarla, o cambiar las reglas de su juego, pero lo que no puede consentir una sociedad madura y democrática es que los intereses privados de unos especuladores arruinen la economía y la solvencia de un Estado y la vida de sus ciudadanos. Y si los gobiernos no saben afrontar la situación, cámbieselos. HArendt
El escritor Mariano José de Larra
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)