La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial.
Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos.
Continúo la serie de Píldoras literarias con el relato titulado Fábula, del escritor colombiano Jairo Aníbal Niño (1941-2010). Publicó obras de teatro, cuentos y libros de poemas. Sus primeros pasos los dio como artista en el campo de la pintura para dedicarse más tarde a la dramaturgia. En el campo de las letras, su mayor contribución la hizo al género de la literatura infantil y juvenil a la que dedicó la mayoría de sus publicaciones y gran parte de su carrera como escritor. Fue profesor universitario, director de la Biblioteca Nacional de Colombia, guionista, director de dramaturgia del Teatro Libre de Bogotá y director del teatro de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
Les dejo con su minirrelato Fábula, editado por Henry González Martínez en la obra La minificción en Colombia. Tiene diecisiete palabras y dice así:
FÁBULA
por
Jairo Aníbal Niño
Y los ratones hicieron una alianza,
y la serpiente de cascabel
le puso el cascabel al gato.