El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos.
Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros... Espero que los disfruten.
Hoy continúo la serie con "El pirata de la costa", del novelista estadounidense Francis Scott Key Fitzgerald (1896-1940). Su obra es el reflejo, desde una elevada óptica literaria, de los problemas de la juventud de su país en los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial. En sus novelas expresa el desencanto de los privilegiados jóvenes de su generación que arrastraban su lasitud entre el jazz y la ginebra: "A este lado del paraíso" (1920); en Europa en la Costa Azul: "Suave es la noche" (1934), o en el fascinante decorado de las ciudades estadounidenses: "El gran Gatsby" (1925). Se le ha considerado uno de los más agudos retratistas de la alta sociedad estadounidense de la primera mitad del siglo XX. Miembro destacado de la «Generación Perdida», junto a John Dos Passos, E. E. Cummings y Ernest Hemingway. Escribió cinco novelas y numerosas historias breves que abordan temas como la juventud o la desesperación con la experiencia que le dio su personalidad de alcohólico rico, inteligente y sensible. Sus héroes, atractivos, confiados y, finalmente, condenados, simulan estrellas fugaces antes de estrellarse contra la atmósfera terrestre. "Muéstrame un héroe —desafió Fitzgerald en una ocasión— y te escribiré una tragedia". Sus heroínas, a imagen y semejanza de su compañera Zelda, son bellas y de personalidad compleja.
Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
F.S. Fitzgerald
Entrada 2352
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)