Comienzo un nuevo capítulo de entradas de la sección Clásicos de siempre del blog subiendo al mismo los Diálogos de Platón. Lo continúo con el titulado Eutifron o de la santidad, que pueden leer en el enlace anterior, y los sucesivos los iré subiendo con la periodicidad habitual de uno al mes, esperando que merezcan su interés.
Platón (427-347 a.C.) fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. Su nombre original parece haber sido Aristocles, y nace en el seno de una familia aristocrática ateniense que por línea paterna se decía descendiente del mítico rey Codro, y por línea materna estaba emparentada con Solón, el gran reformador político de la ciudad y poeta. En 387 fundó la Academia de Atenas, institución que continuaría a lo largo de más de novecientos años, a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro.
Participó activamente en las enseñanzas de la Academia y escribió sus obras, siempre en forma de diálogos sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación. A diferencia de sus contemporáneos, casi todo el trabajo de Platón ha sobrevivido intacto.
Mediante mitos y alegorías Platón desarrolló sus doctrinas filosóficas. En su teoría de las formas o ideas, sostuvo que la realidad sensible es solo una "sombra" de otra más real, perfecta e inmutable. De ese mundo proviene el alma humana y todos los conceptos universales (formas), los cuales son innatos en ella. El alma es inmortal, pero ésta se encuentra "encarcelada" en el cuerpo. Platón es considerado como uno de los fundadores de la filosofía política al considerar que la ciudad justa estaría gobernada por filósofos reyes. Intentó también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores.
Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos. Sus ideas fueron la base del llamado neoplatonismo de filósofos como Plotino y Porfirio, que influyeron en San Agustín y, por lo tanto, en el cristianismo.
Eutifrón (Ευθύφρων) o Sobre la santidad es un diálogo perteneciente a la serie llamada Primeros diálogos, escritos en la época en que el autor era aún joven. La fecha exacta permanece, sin embargo, incierta: sus comentaristas la hacen variar entre desde el 399 y el 395 a. C., justo antes del proceso de Sócrates y unos pocos años después de su muerte.
Se supone que se desarrolla hacia el 399 a. C.: más precisamente entre la acusación de Meleto y el proceso de Sócrates. Eutifrón es un personaje oscuro, pero que parece realmente haber existido, como es regla en los personajes puestos en escena por Platón. Los hechos relatados en el diálogo son probablemente exactos y bien conocidos por los atenienses de la época. Por otra parte, es difícil precisar si este Eutifrón corresponde al personaje del mismo nombre nombrado en el Crátilo, aunque, a priori, nada parece objetarlo.
Eutifrón trata sobre la naturaleza de la santidad, pero no aporta al tema conclusión alguna. En la escena introductoria Sócrates acaba de descubrir que fue objeto de una acusación por parte de un tal Meleto, un joven oportunista que le reprocha corromper a la juventud con sus discursos y sus ideas, especialmente en materia de religión. Cuando se dirigía hacia el Pórtico del rey, en Atenas, para comparecer ante el arconte rey, se cruza con Eutifrón, que se sorprende de verlo allí. Después de haberle contado su desgracia adornándola con halagos irónicos a la sensatez de Meleto, Sócrates pregunta a su vez la razón por la cual Eutifrón se encuentra en el mismo lugar que él. Eutifrón le responde que se apresta a cometer un acto de gran piedad. Acaba, en efecto, de presentar una acusación contra su propio padre. Uno de los jornaleros de su familia, que trabajaba en sus tierras en Naxos, había una tarde bebido demasiado y degolló a uno de los criados de la familia. El padre de Eutifrón ordenó, entonces, atar de pies y manos al criminal y arrojarlo a una fosa, al mismo tiempo que envió a un hombre a consultar al exégeta sobre qué debía hacer. El padre se olvidó del hombre atado que, antes de que regresara el enviado, había muerto de frío y de hambre. Sócrates se alegra de esas circunstancias: si Eutifrón procede con tanta determinación, es seguramente porque tiene una visión clara y precisa de lo que es pío y de lo que no lo es. De lo contrario, no se animaría a presentar una acusación tan grave contra su padre. Le ruega encarecidamente, entonces, que lo ilumine sobre la naturaleza de la piedad, a fin de que Meleto no pueda acusarlo de carecer de ella.
Participó activamente en las enseñanzas de la Academia y escribió sus obras, siempre en forma de diálogos sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación. A diferencia de sus contemporáneos, casi todo el trabajo de Platón ha sobrevivido intacto.
Mediante mitos y alegorías Platón desarrolló sus doctrinas filosóficas. En su teoría de las formas o ideas, sostuvo que la realidad sensible es solo una "sombra" de otra más real, perfecta e inmutable. De ese mundo proviene el alma humana y todos los conceptos universales (formas), los cuales son innatos en ella. El alma es inmortal, pero ésta se encuentra "encarcelada" en el cuerpo. Platón es considerado como uno de los fundadores de la filosofía política al considerar que la ciudad justa estaría gobernada por filósofos reyes. Intentó también plasmar en un Estado real su original teoría política, razón por la cual viajó dos veces a Siracusa, Sicilia, con intenciones de poner en práctica allí su proyecto, pero fracasó en ambas ocasiones y logró escapar penosamente y corriendo peligro su vida debido a las persecuciones que sufrió por parte de sus opositores.
Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos. Sus ideas fueron la base del llamado neoplatonismo de filósofos como Plotino y Porfirio, que influyeron en San Agustín y, por lo tanto, en el cristianismo.
La Escuela de Atenas, Rafael (1512). Museos Vaticanos
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)