lunes, 24 de abril de 2023

De la clase media






Hola, buenas tardes de nuevo a todos y feliz lunes. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy, de la politóloga Estefanía Molina, va de la clase media. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com







¿Quién abandona a la clase media?
ESTEFANÍA MOLINA
20 ABR 2023 - El País
harendt.blogspot.com

¿Quién abandona a la clase media? No hay sentimiento que atormente más en una democracia que la sensación de que la política es para otros y que a nosotros nadie nos atiende. La clase media estará precarizada, pero sigue poniendo gobiernos. Por eso, combatir la idea de abandono será una de las claves de este año electoral, desde Doñana hasta la ley de vivienda, con primera parada el 28-M.
Y es que el temor a ser ignorado por la política rinde cuenta del momento político actual. En una economía donde muchos ciudadanos llegan con apuros a final de mes, la sed de que “alguien haga algo”, de que los poderes públicos intervengan, cotiza al alza. Su punto álgido se produjo ante la excepcionalidad de la pandemia y redobló con la crisis de inflación abriendo el grifo del gasto ante las necesidades del contexto. Culmina ahora que el Gobierno ha abierto la mano para limitar precios de los alquileres, como símbolo de un Estado cada vez más presente.
Si bien, la sed intervencionista corre el riesgo de volverse una especie de nuevo “opio del pueblo” si acaba provocando efectos indeseados. La ley de vivienda necesitará tiempo para ser valorada —también en sus aspectos positivos—, aunque algunos expertos como J. García Montalvo han advertido del riesgo de que el control acabe expulsando oferta y subiendo los precios. La izquierda debería saber que la frustración puede volverse la emoción más cercana al abandono, si el compromiso de seguir construyendo más parque público no se mantiene firme en el tiempo.
Aunque ni el propio Partido Popular puede sustraerse ya de la ola expansiva que llama a implicarse en ciertos mercados. Nadie quiere aparecer como el culpable de abandonar a las familias a su suerte: hasta Alberto Núñez Feijóo propone avales públicos a los jóvenes compradores de viviendas. La ley estatal también supone un desafío a los barones del PP si, más allá de cuestionar la norma, tampoco dan salida a un problema transversal como alquilar un techo asequible.
El caso es que la noción de abandono es uno de los arietes más sutiles de la derecha liberal contra Pedro Sánchez. Es la estrategia de echar a pelear al penúltimo contra el último de la sociedad. Acusando a la izquierda de legislar para “ganar votos” entre las rentas humildes, Isabel Díaz Ayuso venía espoleando una sensación de agravio frente a esos trabajadores que no están al nivel del ingreso mínimo vital o el salario mínimo, pero siguen teniendo sueldos muy bajos.
Parte de esa crítica debe ser recogida por la izquierda. La percepción de estancamiento entre la clase media —que por grueso existe, aunque esté empobrecida— es una constante desde hace años, y de ello solo se sale apostando por la transformación económica y el crecimiento de la productividad. Se percibe una relación entre los bajos salarios y esa demanda creciente de un Estado cada vez más protector o asistencial.
Sin embargo, hay parte de falacia en la idea del liberal abandono. Los servicios públicos siguen siendo de facto la principal política que el Estado destina para aliviar los bolsillos ciudadanos. Desde la sanidad, pasando por el colegio o la universidad hasta transporte, un contribuyente común goza de esas prestaciones gracias a un Estado de bienestar que se nutre de impuestos. No es de extrañar que quienes menos creen en lo público obvien ese detalle de sus discursos.
Y quizás uno de los ejemplos más paradigmáticos del sentimiento de abandono irrumpe con la sequía. La política apoyada por el PP y Vox en Andalucía para ampliar terrenos de regadío busca presentarse ante los agricultores de Huelva como salvadores de su pesar económico. El hecho es que la Junta se ha lavado las manos al obviar que la autorización del acceso al agua depende del Gobierno: el malestar pasa de administración, con apariencia de culpa.
¿Quién abandona a la clase media? Las comunidades autónomas siguen siendo el principal eje de las políticas sociales en España, cubriendo desde la salud hasta la educación y ahora también con el reto de la vivienda. Los ciudadanos darán una primera opinión este 28-M en las urnas, en medio de un clima de recelo ante el crecimiento del coste de la vida. Pero a la larga, los problemas estructurales de nuestra economía volverán a llamar a la puerta. Peor que sentirse abandonado sería acabar desconectando de la esperanza en la política.



























[ARCHIVO DEL BLOG] Esther Tusquets: "In memoriam". [Publicada el 23/07/2012]










No se si es una pasión o un vicio, pero aunque desconfío y detesto a partes iguales las secciones de libros de las grandes superficies comerciales, colocadas normalmente al lado de los embutidos o los electrodomésticos para el hogar, lo primero que hago en cuanto entro a una de ellas es pararme a echar una ojeada por los estantes y mirar por encima los títulos y novedades que en ellos se exponen.
Con un poco de práctica el cerebro se educa para reconocer aquellos títulos que en uno u otro momento han llamado nuestra atención, y como si de un código de barras se tratara nuestro escáner cerebral emite un chasquido especial cuando la vista, aun abarcando unas docenas de libros simultáneamente, tropieza con el titulo previamente grabado en nuestra mente.
Me pasó ayer tarde, en el Carrefour de Hoya de la Plata, junto a nuestra casa en Las Palmas. Fue como un “piii, piii, piii”…, intenso y sonoro, aunque evidentemente sólo lo oía yo. Allí estaba; sin buscarlo, en un estante a media altura, escondido junto a otros muchos libros sin sustancia (la mayoría de lo que se ponen a la venta en estos lugares) el objeto de la inconsciente respuesta automatizada de mi cerebro: "Habíamos ganado la guerra" (Ediciones B, Noviembre de 2007, Barcelona), de Esther Tusquets, justo el libro y la autora de la que trataba la entrada de mi blog del pasado día 6. Una hora más tarde estaba sentado en el sofá de casa leyéndolo, y unas horas después lo terminaba transido de emociones y sentimientos contradictorios, casi al borde del llanto.
Hasta yo mismo me preguntaba el porqué. ¿Qué podía tener de especial un libro de memorias de una joven burguesa. de buena familia, ahora escritora famosa y editora de prestigio, que relata sus vivencias de infancia y juventud entre 1936, el año de su nacimiento, y el de 1956, en que lo finaliza, para despertar en mi ese cúmulo de sensaciones?
Una de las razones es que, nacido diez años después que ella, y en ambientes, no solo sociales, completamente distintos y diferentes, muchas de las vivencias de juventud que Esther Tusquets relata en sus memorias las he vivido y experimentado personalmente.
Sólo una primera coincidencia: el desfile de las tropas de Franco entrando en Barcelona en marzo de 1939. Me faltaban siete años para nacer, pero mi madre y mis dos hermanos mayores, niños aún como ella, también estaban ese día en las calles de Barcelona, es probable que a su mismo lado, celebrando la entrada de los “nacionales” en la Ciudad Condal y con ella, el práctico final de la guerra civil. Mientras mi padre, desaparecido hacía meses, esperaba su repatriación en un campo de prisioneros cercano a Lyon (Francia).
Hay más coincidencias, claro está: Un temprano fervor religioso y su posterior conversión en desprecio por la iglesia; su agnosticismo casi militante; un inquieto estado de perplejidad ante la flagrante injusticia social imperante en la época; un volcarse en la organización oficial del régimen (el Movimiento) como instrumento de realización y vocación política personal, defraudada finalmente; una decidida y latente ubicación en la izquierda, pero incapaz a la larga, de sujetarse a los trágalas de todas y cualesquiera organizaciones políticas existentes; el cambio radical de forma de pensar que supuso el paso por la universidad; nuestra común licenciatura en Historia; la pasión por el mar… Todo muy difuso, pero muy real, en el recuerdo y en los sentimientos. Me mereció la pena leerlas y rememorar una época no tan lejana en el tiempo. 
Esta entrada es una reedición, corregida, de la publicada en "Desde el trópico de Cáncer" el día 10 de diciembre de 2011, con el título de "Sobre libros y lecturas. Memorias de juventud de Esther Tusquets", que a su vez lo era de otra del 9 de diciembre de 2007. Incapaz de añadir algo más a lo que el mundo literario está diciendo hoy de ella, es mi personal homenaje de admiración y respeto a Esther Tusquets, la gran dama de la edición española, fallecida hoy en su amada ciudad de Barcelona. 
Como complemente de la entrada he subido un vídeo de la entrevista que TV3 la realizó el pasado año titulada "Se han perdido las maneras". Seguro que les resulta interesante. 
Descanse en paz. Que la tierra le sea leve, como decían los clásicos que ella tanto prodigó y amó. Y a ustedes, les ruego que intenten ser felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt













domingo, 23 de abril de 2023

De cómo la familia, nada

 






Hola, buenas tardes de nuevo a todos y feliz domingo. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy, del escritor Manuel Jabois, va de cómo la familia, nada. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.
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Que no pase frío, que no pase hambre, que no se moje cuando llueve
MANUEL JABOIS
19 ABR 2023 - El País
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Este martes mi amigo Rafa Cabeleira estuvo en la SER contando cómo se ha adaptado a vivir tras un infarto. La noticia de ese infarto cayó en la pandilla como una bomba; por él, por supuesto, pero también por lo que suponía para el resto: desde entonces, cuando tenemos gases, nos encontramos todos en Urgencias. Nacho Carretero, presente en el programa, contó cómo nos lo comunicó: “Amigos, ya ocurrió”, que me recordó a cómo Eduardo Haro Tecglen recibió la noticia de la muerte de su hijo, Haro Ibars, de esta forma escueta: “Ya está”. Por supuesto, Cabeleira exageraba: nadie se esperaba su infarto. Pero al mismo tiempo, la forma de comunicarlo tranquilizaba: se entendía que estaba ya fuera de peligro.
“Amigos, ya ocurrió” es una frase fantástica, de la clase de frases que construyen mundos, o los describen, o los delatan. En Léxico Familiar, Natalia Ginzburg cuenta cómo su hermano fue detenido en la frontera italiana cargado de propaganda antifascista y, en un momento de despiste de los guardias, escapó de ellos, se tiró al río y nadó hacia la frontera suiza. Su madre, al enterarse de semejante aventura, juntó las manos “entre feliz, admirada y asustada”, y lo primero que hizo fue exclamar con asombro: “¡Al agua con el abrigo!”. A mí me parece que huir de los nazis tirándote a un río y que tu madre diga, pasando muchísimo de Hitler y Mussolini y llevándose la mano a la frente, “¡al agua con el abrigo!”, demuestra un amor más puro que la madre que elogia sólo la heroicidad: es una madre que está en todo porque no hay madre, aunque esté el Holocausto de por medio, que no esté en todo.
Cuando Amador, el protagonista de O que arde, sale de la cárcel después de varios años y llega a casa, se encuentra a su madre trabajando en la huerta y lo primero que ella dice al verlo es: “¿Tes fame?”.
A mi amigo Rafa Cabeleira, cuando lo subieron a planta, le tocó en la habitación a Claudio Jabois, un hombre de unos setentaypico años de una parroquia de Sanxenxo al que yo no conocía, primo o tío tercero mío, a saber (el apellido Jabois, Javois en el original francés, sufrió una mutación en el registro de la iglesia siglos atrás y el pueblo es cuna de cuanto Jabois haya repartido por el mundo, muchos de ellos emigrantes en América). Llamé a Rafa para ver cómo iba el corazón y me pasó el teléfono para ver cómo iba mi familia. Le pregunté a Claudio Jabois por su infarto y me lo describió de manera genial: “Un arrechucho, unha arritmia rara”. Luego me preguntó él a mí dónde estaba y le dije que en Madrid, y entonces preguntó por lo único que pregunta un viejo gallego cuando descubre que su interlocutor está fuera de Galicia: “¿E que tempo fai aí?”.
Pensé automáticamente en mi padre, en mi abuelo, y en los padres y en los abuelos de mis amigos que, si un día cualquier hijo les llama desde Estocolmo para decirles que ha recogido el Nobel, lo primero que harán será preguntar por el tiempo que hace allí, mientras se escucha a alguien al fondo: “Que se abrigue”. Y eso es lo único que le importa a una familia de una hija o un hijo, así escape de los nazis: que no pase frío, que no pase hambre, que no se moje cuando llueva. Y así tiene que ser siempre.






















[ARCHIVO DEL BLOG] "Think tank", a la española. [Publicada el 09/03/2009]











Hace unos días mi amiga Ana me envió desde Ámsterdam un artículo sobre los "Think tank" españoles más influyentes según una encuesta realizada en febrero pasado por Iberglobal, un portal de internet especializado en estudios sobre la internacionalización de la empresa y la economía. Tenía una cierta idea de lo que era un "Think tank", pero la verdad es que he tenido que dedicarle un tiempo al asunto para hacerme una comprensión más exacta de su finalidad. De entrada, he buscado una expresión en español que lo definiera y no la he encontrado: Ni el Diccionario de la Real Academia Española ni el Panhispánico de Dudas hacen referencia a ese término. De momento, siguiendo la norma culta, pondré su nombre entre comillas. Personalmente, creo que "Grupos de Pensamiento" o "Grupos de Reflexión", cuadrarían mejor como versión en español de la expresión inglesa, y así voy a nombrarlos a partir de ahora.
La enciclopedia electrónica Wikipedia define un "think tank" como una institución investigadora que ofrece consejos e ideas sobre asuntos de política, comercio e intereses militares, estando relacionados a menudo con laboratorios militares, empresas privadas, instituciones académicas o de otro tipo, en las que trabajan teóricos e intelectuales multidisciplinares que elaboran análisis o recomendaciones políticas. Son instituciónes privadas (normalmente fundaciones sin ánimo de lucro) que defienden diversas ideas. Sus trabajos tienen habitualmente un peso importante en la política, particularmente en Estados Unidos. En Europa tienen un peso mucho menor pero están comenzando a ganar influencia. A mi, por deformación académica, su papel social me ha recordado (salvando las distancias) a los "arbitristas" que pululaban por las cortes europeas, y en especial por la española, durante los siglos XVI y XVII. Está claro que unos y otros están a distancias siderales, no sólo en el tiempo, pero no he podido evitar la asociación de ideas. Perdónenme la licencia.
La encuesta de Iberglobal a que me refería al comienzo, elaborada entre sus asociados, colaboradores y lectores, establece la relación de los 10 "Think thank" más influyentes de España. Pueden ustedes verla en el enlace de más arriba. Los tres primeros puestos de la lista, a bastante distancia de los demás, lo ocupan el Real Instituto Elcano, la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior-FRIDE, y el Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona-FUNDACIÓN CIDOB.
El Real Instituto Elcano es una fundación privada, independiente de la administración pública y de las empresas que mayoritariamente la financian. Se constituyó, bajo la Presidencia de Honor de S.A.R. el Príncipe de Asturias, el 27 de diciembre 2001, con una tarea fundamental: realizar un estudio exhaustivo de los intereses de España y de los españoles en la sociedad internacional, para ponerlo al servicio de la comunidad. Desde su nacimiento, el Instituto se define como una institución apartidista aunque no neutral, ya que busca hacer posible los valores que la inspiran; que mediante métodos y aproximaciones científicas multidisciplinares trata de desarrollar una perspectiva estratégica y global, con vocación prospectiva, con el fin de generar propuestas políticas y sociales que puedan ser aplicadas en la práctica. La misión esencial del Real Instituto Elcano es servir de foco de pensamiento y de generación de ideas que resulten útiles para los responsables políticos, los dirigentes de las instituciones públicas y privadas interesadas y la formación de la opinión pública. Esta tarea se basa en un compromiso de sus miembros con unos valores compartidos: La consecución de la paz en las relaciones internacionales, la cooperación económica y la solidaridad entre los Estados y los pueblos, el respeto a los derechos humanos, la promoción de procesos de transición y consolidación de las democracias y de los valores democráticos, y la concordia y tolerancia, entre Estados, pueblos y, eventualmente, civilizaciones. Entre sus objetivos preferentes de estudio está el escenario internacional, a fin de elaborar y producir análisis, documentos de trabajo e informes con los que contribuir a la toma de decisiones; la difusión de los mismos para conformar y participar en el debate público y social, tanto nacional como global; servir de foro de encuentro y debate, garantizando así una mayor y mejor comunicación entre agentes públicos y privados en el ámbito de las relaciones internacionales y de seguridad; y tratar de aglutinar a su alrededor los programas, proyectos e ideas de la comunidad estratégica española y, en la medida de la posible, de la internacional.
La Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE) es un "think tank" europeo, con sede en Madrid, que busca influir en las políticas y prácticas de actores estatales y no estatales en Europa y otros ámbitos internacionales sobre paz y seguridad, democratización y derechos humanos, desarrollo y acción humanitaria, mediante la investigación aplicada y la promoción de un debate informado y basado en valores de justicia e igualdad. FRIDE aspira a proporcionar, como actor políticamente independiente, ideas innovadoras que contribuyan a reforzar y mejorar el papel de Europa en la escena internacional. Para ello, cuenta con un equipo internacional cuya diversidad multidisciplinar es un valor añadido, y concentra sus actividades en áreas como democratización; paz, seguridad y derechos humanos; y acción humanitaria y desarrollo. FRIDE es también la editora española de la prestigiosa revista de ámbito internacional "Foreing Policy".
La Fundación CIDOB fue creada en su origen como Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona, y tiene por vocación ser un marco de referencia, en el ámbito de los estudios internacionales y del desarrollo, para generar ideas y realizar actividades que concurran a consolidar la conciencia de pertenencia a una comunidad global y a fomentar un mejor entendimiento de y entre las sociedades. El trabajo de la Fundación CIDOB se articula a través de varios programas -temáticos y geográficos- que se enriquecen de las aportaciones sistemáticas de distintos sectores sociales (académico, político, empresarial, sindical, etc.) y de diversos socios internacionales y pretende contribuir también a la proyección internacional de Barcelona, de Cataluña y de España. Sus áreas geográficas prioritárias de estudio son América Latina, Mediterráneo y Mundo Árabe, Europa y Asia, y sus campos temáticos la política internacional y la seguridad, la cooperación y el desarrollo, las dinámicas interculturales y las migraciones. Los usuarios de la Fundación son principalmente organismos públicos nacionales e internacionales, ONG de cooperación al desarrollo, empresas exportadoras, financieras y editoriales, medios de comunicacion, expertos y profesionales y estudiantes universitarios.
Dado mi interés académico por la "teoría política" me he suscrito a los boletines electrónicos (gratuitos) de las tres Fundaciones citadas. Les recomiendo que visiten los enlaces respectivos y "ojeen" los mismos; seguro que encuentran algo de su particular interés. Por mi parte, me han llamado especialmente cuatro artículos, de los que les dejo los enlaces a continuación. El primero de Iberglobal, con un mapa exhaustivo de datos estadísticos sobre los países del continente africano, uno de mis campos de interés preferente; el segundo, del Real Instituo Elcano, titulado "Una herramienta para la crisis: El Tesoro Único Europeo", del profesor Juan Ignacio Crespo; el tercero, de la Fundación Fride, titulado "Los derechos humanos y la lucha contra el terrorismo en España", de la profesora Luisa Barrenechea; y el cuarto, de la Fundación CIDOB, con el título de "La cruzada de "il cavalieri" contra la inmigración ilegal", de la también profesora Pamela Urrutia. Espero que les resulten interesantes. Sean felices. Tamaragua, amigos. HArendt












sábado, 22 de abril de 2023

De la necesidad de una nueva política para la UE

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz domingo. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy, del economista Thomas Piketty, va de la necesidad de una nueva política para la UE. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.
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Del cerrojo a la palanca
THOMAS PIKETTY 
18 ABR 2023 - El País
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El proyecto de reforma de pensiones y las fuertes movilizaciones en su contra que han surgido desde hace varios meses han aparecido, para muchos, como un nuevo episodio de la eterna “excepción francesa”. Error: confirman, por el contrario, que la batalla política y social para salir de la crisis pandémica y volver a la “normalidad austera” está en marcha en Europa. Al volver a la obsesión paramétrica de un aplazamiento de la edad de jubilación y a la única antífona financiera de equilibrar el presupuesto del sistema, en realidad, la inmensidad de las necesidades colectivas insatisfechas y la urgencia de un nuevo pacto social y ecológico es lo que se está ocultando por completo. Las crisis de la última década han demostrado que las mismas políticas aplicadas por los gobiernos nacionales y la propia Unión Europea han contribuido al desmantelamiento de los sistemas sanitarios, de los servicios públicos, del Estado social, del medio ambiente y de la soberanía en toda Europa.
Sin embargo, estas crisis europeas están creando una situación sin precedentes, un impulso político crucial, del que las elecciones europeas del próximo año serán un resultado esencial. En efecto, la sociedad civil y las fuerzas políticas progresistas conseguirán aprovechar las lagunas abiertas en el “consenso de Maastricht” para reorientar a la Unión Europea hacia una transición climática justa y democrática o, por el contrario, las fuerzas conservadoras lograrán reanudar las políticas desreguladoras y de austeridad y agravarán las actuales desigualdades ecológicas y sociales y las tensiones democráticas. A pesar de la comunicación, la tecnocracia europea, aliada, ahora, con las consultoras y que toma prestadas las herramientas de gestión cortoplacista, no está a la altura de este impulso. Las promesas de una nueva planificación, preconizadas por una Administración proempresarial, no iniciarán el giro de 180 grados que exige la crisis climática. Por lo tanto, es hora de recuperar la mano democrática sobre este “consenso de Maastricht”.
Al abogar por un presupuesto europeo real y sostenible para la transición climática y social, un impuesto europeo sobre la riqueza, un impuesto sobre los beneficios de las multinacionales y una democratización de la Unión, este manifiesto pretende federar las fuerzas del progreso en torno a una perspectiva política transnacional e imponer una agenda ecológica, social y democrática en la próxima legislatura europea (2024-2029).
La acumulación de crisis sanitarias, climáticas y geopolíticas ha obligado a la Unión Europea, en los últimos tres años, a desarrollar medidas anticrisis urgentes y sin precedentes para abrir brechas en el “consenso de Maastricht”:
Un préstamo común ha demostrado, por primera vez en la historia, lo que puede prometer la solidaridad europea. Un plan de recuperación de 750.000 millones de euros (NextGenerationEU) le ha devuelto la capacidad de acción a una Europa que llevaba demasiado tiempo encerrada en la austeridad; debemos luchar para que sea permanente, para que aumente su cuantía, para que se reoriente de forma seria y sistemática hacia la lucha contra el cambio climático y para que todo este gasto se someta a un control democrático mediante una transparencia radical.
El Pacto de Estabilidad, ley neoliberal europea que pesaba sobre las políticas presupuestarias de los Estados miembros, ha quedado en suspenso y se abrió un debate sobre su revisión con el objetivo de devolverles margen de maniobra a los Estados e integrar en él objetivos medioambientales y sociales; las inversiones sociales y medioambientales europeas deben salir de los balances presupuestarios contables.
El Semestre Europeo, dispositivo central del Pacto que, desde hace 10 años, les impone una “condicionalidad” a los Estados miembros y limita su margen de maniobra política, también fue objeto de debate: los eurodiputados defendieron una cuantificación diferente del gasto europeo en materia de salud, educativa, social y cultural. El Semestre Europeo podría convertirse, así, en un instrumento social de pleno derecho, con indicadores relacionados con la aplicación de los principios de la base europea de derechos sociales, con la calidad del empleo, con la convergencia social, con la igualdad de oportunidades, con la protección social, con la educación y con la inversión en la infancia y la juventud.
La sacrosanta y destructiva política de competencia europea fue descartada y cuestionada por primera vez en 40 años. La crisis ha demostrado que las ayudas estatales y el dinero público son necesarios para la supervivencia del tejido económico. Los nuevos “proyectos importantes de interés común europeo”, que, ahora, permiten subvencionar todo tipo de grandes proyectos innovadores, validan un punto de inflexión. Cuando los “fallos del mercado” y los retos sociales requieren financiación pública, una nueva capacidad de intervención debe satisfacer la exigencia. Hay que sistematizarlos e imponer opciones audaces, cosa que sólo los poderes públicos pueden asumir.
Se creó un mecanismo de seguro de desempleo (SURE), en forma de préstamo social europeo garantizado por todos los Estados miembros, que sienta las bases de un sistema europeo de Seguridad Social y muestra el camino hacia políticas sociales ambiciosas, cuando los Estados son los únicos que se empeñan en desbaratarlas a nivel interno. También, en este caso, han surgido, a raíz de la crisis, soluciones inéditas, antes condenadas por la TINA (siglas en inglés de There is no alternative, no hay alternativa, como expresión del liberalismo de Margaret Thatcher): estas medidas abren la brecha hacia una Europa social protectora y ambiciosa y hacia el establecimiento de una auténtica “garantía europea de empleo”.
La guerra en Ucrania ha evidenciado lo absurdo de nuestras redes de suministro energético y el plan europeo Repower EU trata de reconducirlas urgentemente. Hay unanimidad en cuanto a que, ahora, hay margen para financiar masivamente energías limpias y renovables, por razones medioambientales, por supuesto, pero también para recuperar nuestra soberanía y sacarnos de la dependencia estratégica de Rusia y de todas las autocracias productoras de combustibles fósiles.
Hay que volver a poner en la agenda el Nuevo Pacto Verde que se lanzó en 2019, aunque se haya visto socavado por la crisis de la covid y por la guerra en Ucrania: en la agricultura, en la industria europea, en el transporte… En manos de la agroindustria, de las multinacionales y de las finanzas greenbash (negacionistas climáticos) no será posible alcanzar el objetivo de neutralidad en carbono en 2050. La Agencia Europea de Medio Ambiente ya advierte que la Unión tendrá dificultades para cumplir sus compromisos de reducción del 55% de gases de efecto invernadero para 2030.
Estas medidas anticrisis, por muy interesantes que sean, no son permanentes ni sistemáticas ni están asociadas con un control democrático a profundidad. Se las han arrancado a los gobiernos de los Estados miembros en medio de tormentas y temores, pero con la condición de que sean unos one shot, respuestas puntuales y temporales ante la crisis. Sin duda, sientan precedentes al abrir el abanico de posibilidades, pero están lejos de estar a la altura del desafío. Su volumen no deja de ser limitado. El plan de recuperación estadounidense incluía 1,9 billones de dólares: el 10% del PIB estadounidense. Para Francia, las ayudas europeas sólo representan el 1,6% de su PIB en cuatro o cinco años; para Alemania, el 0,8%; para España e Italia, los mayores beneficiarios, alcanzan el 5,6% y el 3,8% del PIB en cinco años.
Para salir de este excepcionalismo y de las puertas cerradas de las burocracias europeas, la Unión Europea debe dotarse de un presupuesto real. Para ello, debe renovar sus instituciones democráticas. No taxation without representation (no a los impuestos sin representación).
A la par del Parlamento Europeo, debe crearse una Asamblea Europea de Parlamentos nacionales. Pues solo la alianza de los parlamentarios europeos y nacionales puede arrancar la solidaridad europea de los caprichos de las poderosas burocracias nacionales. Solo esta alianza parlamentaria puede anclar la democracia europea en todas las fuerzas sociales y políticas, partidos políticos, sindicatos, autoridades locales y regionales, ONG y asociaciones, nacionales y europeas, que componen la sociedad europea. El Parlamento Europeo ha demostrado, en múltiples ocasiones, que no es capaz de hacerlo frente a la legitimidad del Ejecutivo, ¡como tampoco lo son los Parlamentos nacionales, confinados en sus espacios políticos nacionales!
Solo esta alianza entre el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales será capaz de establecer nuevos recursos propios. Debe establecer un impuesto serio sobre los beneficios de las multinacionales, basado en los trabajos de la OCDE. También, debe establecer un impuesto europeo progresivo sobre las grandes fortunas, es decir, los patrimonios superiores a dos millones de euros, lo que aportaría entre el 1% y el 1,5% del PIB europeo (con tipos marginales relativamente modestos, que oscilarían entre el 0,5% y el 3% del patrimonio neto de las personas físicas). Ello permitiría financiar un plan permanente de transición ecológica y social.
Se necesita un nuevo método para seguir este camino. Por un lado, dicha reforma debe contar con el apoyo de una corriente democrática de los propios ciudadanos. Por ello, paralelamente a la alianza transparlamentaria, debe reforzarse considerablemente el acceso directo de los ciudadanos a las decisiones europeas. Esto incluirá la obligación de los Estados miembros de publicar la lista de beneficiarios de los fondos europeos. También, será necesario reforzar la viabilidad de las Iniciativas Ciudadanas Europeas, establecer una Carta de Ciudadanía Europea y otorgar un estatus europeo a las organizaciones de la sociedad civil. Será necesario crear un ecosistema deliberativo a nivel europeo tras la conferencia sobre el futuro de Europa y el panel establecido por la Comisión Europea mediante la creación de una asamblea ciudadana permanente a nivel europeo, interconectada con las asambleas nacionales y locales.
Por otra parte, las normas habituales de unanimidad no deberían ser un obstáculo. La cooperación reforzada podría comenzar inmediatamente entre los Estados interesados, a los que podrían sumarse, después, los demás Estados miembros. Estos Estados pioneros podrían firmar, a corto plazo, un tratado para crear un presupuesto real para la transición climática y social, que se financiaría con un impuesto europeo sobre el patrimonio y un impuesto sobre los beneficios de las multinacionales, y una asamblea europea de parlamentos nacionales para debatirlos, elaborarlos y votarlos. Avanzar con los países que lo deseen: éste es el principio que le permitirá a la Unión Europea realizar sus mayores avances y que les dará a los Estados miembros la posibilidad de estar a la altura del periodo histórico en el que estamos viviendo.
























[ARCHIVO DEL BLOG] Morir con dignidad. [Publicada el 11/12/2010]












Permítanme abrir esta entrada del blog con una nueva cita de Michel de Montaigne sobre la vida y la muerte: "A mi parecer, es el vivir con acierto, y no como decía Antístenes, el morir con acierto, aquello en lo que consiste la humana felicidad (Ensayos. III: Cátedra, Madrid, 1987)". No es mi intención perorar sobre el derecho a una muerte digna ante la enfermedad, un derecho que comparto personalmente, pero me produce una profunda desazón cada vez que me entero de alguien que lo ha llevado a cabo a través de un suicidio asistido porque me sigue costando trabajo reconocerle dignidad a ayudar en un suicidio...
¿Es el suicidio una salida digna ante una enfermedad incurable y dolorosa? Pienso que sí, pero yo no estoy hablando de la dignidad o indignidad que hay en el hecho de decidir sobre nuestra propia muerte. Como Montaigne, pienso que la dignidad se reconoce en la vida de cada persona, no en su muerte; que ésta, la muerte, es un hecho que sólo a él incumbe, mientras que la vida es algo que si ha de merecer tal nombre, es porque se ha compartido con otros. 
El pasado 5 de diciembre el escritor Juan José Millás publicaba en El País Semanal un estremecedor reportaje titulado "Son 15 minutos. Dejas de respirar. Y fuera", en el que relataba la entrevista que unas semanas antes, el 9 de noviembre, mantuvo con Carlos Santos, un malagueño de 66 años, antiguo guía turístico, que padecía un quiste radicular incurable e inoperable, y que al día siguiente pondría fin a su vida en un hotel madrileño mediante un suicidio asistido gracias a la ayuda de la Asociación "Derecho a morir dignamente".
Tampoco quiero entrar en la moralidad o inmoralidad, algo estrictamente personal, de literaturizar un hecho real como el relatado por Millás. En algunas ocasiones literaturizar la eutanasia queda excesivamente lírico como para resultar creíble, por ejemplo, la muerte de Donald, el protagonista de la novela Regreso a la tierra (RBA, Barcelona, 2010), del escritor norteamericano Jim Harrison, pero comprendo, como dice el escritor, que la muerte de Carlos Santos Velicia de no ser porque él quiso que quedara testimonio de ella, sólo habría servido para engordar el cajón de sastre de las estadísticas sobre el suicidio. Pero saber eso tampoco sosiega mi ánimo. 
Ni la idea de la muerte, ni la de mi muerte en sí, me afectan gravemente. Pienso, como mi siempre admirada Hannah Arendt, que la muerte es el precio que pagamos por la vida, por el hecho de haber vivido (Diario filosófico, 1950-1973: Herder, Barcelona, 2006), y que es un precio pequeño por la satisfacción de haber compartido nuestra vida con los seres amados. Aunque, de nuevo citando a Montaigne (ibídem), la muerte nos pesa a menudo más porque pesa a los demás, y nos importa por ellos casi tanto como por nosotros mismos, y a veces más y sólo por ellos. Sean felices, et Fortunae caetera mando... Tamaragua, amigos. HArendt