lunes, 24 de abril de 2023

[ARCHIVO DEL BLOG] Esther Tusquets: "In memoriam". [Publicada el 23/07/2012]










No se si es una pasión o un vicio, pero aunque desconfío y detesto a partes iguales las secciones de libros de las grandes superficies comerciales, colocadas normalmente al lado de los embutidos o los electrodomésticos para el hogar, lo primero que hago en cuanto entro a una de ellas es pararme a echar una ojeada por los estantes y mirar por encima los títulos y novedades que en ellos se exponen.
Con un poco de práctica el cerebro se educa para reconocer aquellos títulos que en uno u otro momento han llamado nuestra atención, y como si de un código de barras se tratara nuestro escáner cerebral emite un chasquido especial cuando la vista, aun abarcando unas docenas de libros simultáneamente, tropieza con el titulo previamente grabado en nuestra mente.
Me pasó ayer tarde, en el Carrefour de Hoya de la Plata, junto a nuestra casa en Las Palmas. Fue como un “piii, piii, piii”…, intenso y sonoro, aunque evidentemente sólo lo oía yo. Allí estaba; sin buscarlo, en un estante a media altura, escondido junto a otros muchos libros sin sustancia (la mayoría de lo que se ponen a la venta en estos lugares) el objeto de la inconsciente respuesta automatizada de mi cerebro: "Habíamos ganado la guerra" (Ediciones B, Noviembre de 2007, Barcelona), de Esther Tusquets, justo el libro y la autora de la que trataba la entrada de mi blog del pasado día 6. Una hora más tarde estaba sentado en el sofá de casa leyéndolo, y unas horas después lo terminaba transido de emociones y sentimientos contradictorios, casi al borde del llanto.
Hasta yo mismo me preguntaba el porqué. ¿Qué podía tener de especial un libro de memorias de una joven burguesa. de buena familia, ahora escritora famosa y editora de prestigio, que relata sus vivencias de infancia y juventud entre 1936, el año de su nacimiento, y el de 1956, en que lo finaliza, para despertar en mi ese cúmulo de sensaciones?
Una de las razones es que, nacido diez años después que ella, y en ambientes, no solo sociales, completamente distintos y diferentes, muchas de las vivencias de juventud que Esther Tusquets relata en sus memorias las he vivido y experimentado personalmente.
Sólo una primera coincidencia: el desfile de las tropas de Franco entrando en Barcelona en marzo de 1939. Me faltaban siete años para nacer, pero mi madre y mis dos hermanos mayores, niños aún como ella, también estaban ese día en las calles de Barcelona, es probable que a su mismo lado, celebrando la entrada de los “nacionales” en la Ciudad Condal y con ella, el práctico final de la guerra civil. Mientras mi padre, desaparecido hacía meses, esperaba su repatriación en un campo de prisioneros cercano a Lyon (Francia).
Hay más coincidencias, claro está: Un temprano fervor religioso y su posterior conversión en desprecio por la iglesia; su agnosticismo casi militante; un inquieto estado de perplejidad ante la flagrante injusticia social imperante en la época; un volcarse en la organización oficial del régimen (el Movimiento) como instrumento de realización y vocación política personal, defraudada finalmente; una decidida y latente ubicación en la izquierda, pero incapaz a la larga, de sujetarse a los trágalas de todas y cualesquiera organizaciones políticas existentes; el cambio radical de forma de pensar que supuso el paso por la universidad; nuestra común licenciatura en Historia; la pasión por el mar… Todo muy difuso, pero muy real, en el recuerdo y en los sentimientos. Me mereció la pena leerlas y rememorar una época no tan lejana en el tiempo. 
Esta entrada es una reedición, corregida, de la publicada en "Desde el trópico de Cáncer" el día 10 de diciembre de 2011, con el título de "Sobre libros y lecturas. Memorias de juventud de Esther Tusquets", que a su vez lo era de otra del 9 de diciembre de 2007. Incapaz de añadir algo más a lo que el mundo literario está diciendo hoy de ella, es mi personal homenaje de admiración y respeto a Esther Tusquets, la gran dama de la edición española, fallecida hoy en su amada ciudad de Barcelona. 
Como complemente de la entrada he subido un vídeo de la entrevista que TV3 la realizó el pasado año titulada "Se han perdido las maneras". Seguro que les resulta interesante. 
Descanse en paz. Que la tierra le sea leve, como decían los clásicos que ella tanto prodigó y amó. Y a ustedes, les ruego que intenten ser felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt













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