Decía Walt Whitman que la poesía es el instrumento por medio del cual la voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz; Gabriel Celaya, que era un arma cargada de futuro; Harold Bloom, que si la poesía no podía sanar la violencia organizada de la sociedad, al menos podía realizar la tarea de sanar al yo; y George Steiner añadía que el canto y la música son simultáneamente, la más carnal y la más espiritual de las realidades porque aúnan alma y diafragma y pueden, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis, ya que la voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia. Por su parte, Johann Wolfgang von Goethe afirmaba que cada día un hombre debe oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas, a fin de que los cuidados mundanos no puedan borrar el sentido de la belleza que Dios ha implantado en el alma humana.
Retomo, pues, con un formato diferente la serie de entradas dedicadas al tema de España en la poesía española contemporánea que tan buena acogida de los lectores tuvo hace ya unos años. Poemas de poetas contemporáneos españoles, poetas del exilio exterior e interior, pero españoles todos hasta la médula, que cantaron a su patria común, España, desde el corazón y la añoranza. Poemas a los que acompaño con algunas de las más bellas arias y duetos de la historia de la ópera y de los desnudos más hermosos de la pintura universal.
Subo hoy al blog al poeta José Manuel Caballero Bonald y su poema Con tan furioso amor, al pintor Paolo Veronés y su cuadro Venus y Adonis y profano, y al compositor Giuseppe Verdi y su dueto E il sol dell'anima, de su ópera Rigoletto, que pueden ver y escuchar desde este enlace intepretado por la soprano Christine Schaefer y el tenor Marcelo Alvarez en el The Royal Opera House, de Londres, en 2001.
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José Manuel Cabellero Bonald
CON TAN FURIOSO AMOR
por
José Manuel Caballero Bonald
Bendita seas, España,
porque no
me has dejado
quererte, bendita
seas también
porque te odio
con tan furioso
amor
como un hijo
a su madre,
porque te llevo
a cuestas
de mis años, igual
que el asesino
a su víctima.
(Y entonces
fui y me vine, alcé
los ojos secos
y te dejé, me vine
del otro lado
de tu vida, puse
por medio un chorro
de memoria
y tan filialmente
junto, que todas
las mañanas
me pregunto lo mismo:
¿qué hago yo aquí
sin que pueda
asediarte, quererte
a costa
de mi ira?).
LLévame
contigo, España,
dame
una piedra, un río,
un pedazo de pueblo,
un muro tinto
en lágrimas acércame
tu boca, dime
que no te olvidas
de mi odio, pónme
una cicatriz
en la mirada, déjame
repudiarte
con tanto amor
como te grito
ahora: bendita
seas porque no
me has dejado quererte.
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Paolo Veronés
Venus y Adonis, 1580. Óleo sobre lienzo, 162 × 191 cm. Museo del Prado
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Giuseppe Verdi
Christine Schaefer y Marcelo Alvarez, en E il sol dell'anima, de Rigoletto
Paolo Veronés
Paolo Veronés (1528-1588) recibió su primera formación en su Verona natal junto al pintor local Antonio Badile (1518-60), y posteriormente de Giovanni Caroto (1488-1563/66). La influencia de ambos maestros queda patente en sus obras iniciales como pintor independiente, realizadas hacia 1546, para patronos e instituciones locales. Sus primeros encargos fuera de Verona le llegaron a principios de la década de 1550, de parte de varias importantes familias venecianas. Posteriormente, Veronés se instaló permanentemente en Venecia, tomando parte en la decoración del techo de varias salas gubernamentales del Palazzo Ducale (1553-4); su última obra en el techo de la biblioteca Marciana le valió la concesión de la cadena de oro de caballero en 1557. A Veronés se le conoce sobre todo por sus escenas de banquetes de gran formato, como "Las bodas de Caná" (1562-63) para el refectorio de S. Giorgio Maggiore (París, Louvre). Sin embargo, la "Última Cena" para SS. Giovanni e Paolo le acarreó la acusación de irreverencia y su comparecencia en 1573 ante la Inquisición; como consecuencia, el nombre del cuadro fue cambiado a "Fiesta en casa de Leví" (Venecia, Accademia).
Venus y Adonis, 1580. Óleo sobre lienzo, 162 × 191 cm. Museo del Prado
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Giuseppe Verdi
Giuseppe Verdi (1813-1901) fue un compositor romántico italiano de ópera del siglo XIX, el más notable e influyente compositor de ópera italiana y puente entre el bel canto de Rossini, Bellini y Donizetti y la corriente del verismo de Puccini. Fue autor de algunos de los títulos más populares del repertorio lírico, como los que componen su trilogía popular o romántica: Rigoletto, Il trovatore y La traviata y las obras maestras de la madurez como Don Carlos, Aida, Otello y Falstaff.
Los artículos con firma reproducidos en este blog no implica que se comparta su contenido, pero sí, y en todo caso, su interés y relevancia. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt