domingo, 30 de junio de 2024

Las viñetas de humor de cada día

 





















sábado, 29 de junio de 2024

De Mbappé como Zola

 






Hola, buenos días a todos y feliz sábado. Todos estamos llamados a participar en los asuntos políticos porque nos conciernen, comenta la escritora Irene Lozano en la primera de las entradas del blog de hoy: Tenía que ser en Francia donde naciera la nueva estirpe de los intelectuales, dice en ella allí Émile Zola publicó su célebre ¡Yo acuso…!, y yo aplaudo hoy a Kylian Mbappé por ocupar ese lugar, añade. La segunda reproduce un lejano ya Archivo del blog de noviembre de 2009, casi en el pleistoceno, en el que HArendt fantaseaba sobre la inminente sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. En la tercera de hoy se publica un poema de la poetisa Safo de Lesbos, una Oda a Afrodita, escrita hace ya más de 2650 años, que conserva toda su belleza imperecedera. Y para terminar, como siempre, las viñetas de humor del día. Espero que todas les resulten interesantes. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com











Mbappé acusa como Zola
IRENE LOZANO
25 JUN 2024 - El País - harendt.blogspot.com

Tenía que ser en Francia donde naciera la nueva estirpe de los intelectuales. Allí Émile Zola publicó su célebre ¡Yo acuso…! y enmarcó el título de su artículo entre signos de exclamación que eran más bien de indignación. Corría el año 1898 y el escritor —ya en la cumbre de su carrera literaria— se atrevió a denunciar el antisemitismo que había llevado a la injusta condena de Dreyfus. Zola tomó partido, señaló a los responsables y arrostró las consecuencias en forma de juicio y exilio. Además inauguró una categoría: los intelectuales, un cuerpo de personas interesadas en la búsqueda de la verdad, con voluntad de influir en el debate público.
Yo aplaudo a Kylian Mbappé por ocupar ese lugar. Ya iba siendo hora de revitalizar la función de los intelectuales, que fueron muriendo sin reemplazo en el siglo XX. Las sociedades europeas del siglo XXI no han encontrado la forma de hacerles sitio, probablemente porque son gente de matices. Los intelectuales carecían de otro interés distinto del conocimiento y la defensa de sus ideas, a veces equivocadas; podían no tener la pericia técnica del experto ni la sapiencia de la academia; toda su autoridad se asentaba en la defensa de los valores; casi nunca eran pragmáticos. Demasiado complejo para un perfil de TikTok.
Mbappé se ha pronunciado contra los extremos y no se refería a los que corren por la banda. Sólo oír a un futbolista hablar de cosas distintas al fútbol ya es extraordinario. Mbappé tiene ideas, la materia prima con la que trabajaban los viejos intelectuales, desde Albert Camus a Bertrand Russell. Pero además tiene fama, imprescindible para hacerse escuchar en la economía de la atención. Claro que futbolistas con visibilidad hay muchos, aunque lo más frecuente es que la despilfarren en una marca de coches, un local de moda o un fijador de pelo. Casi siempre cobran por ello, hasta el punto de que les resulta engorroso hacerse una foto con algo o alguien si no suena el cling-cling de la caja registradora.
No tiene nada que ganar Mbappé con sus palabras, si acaso enemigos. Y tal vez esa sea la razón de que muchos no se atrevan, pues sólo asumen el riesgo inherente a la lesión del ligamento cruzado. Ha medido con precisión el mensaje que quería transmitir y a quién se lo dirigía. No ha abogado expresamente por el voto a un partido y, sin embargo, su mensaje ha sido netamente político: “Estoy en contra de los extremos, los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen, quiero hacerles llegar este mensaje. Su voz sí cambia las cosas”. A esa generación cuyos índices de abstención en Francia rozan el 70% les anima a ejercer de ciudadanos, a creer en su capacidad de decidir el futuro con el voto.
La madre de Mbappé es argelina y su padre, camerunés. Él se crio en una de las banlieues donde a menudo la República sólo reparte desesperación y juegas con máscara si te rompen la nariz. Sin embargo, ha hablado como un francés: “Quiero estar orgulloso de defender a un país que representa mis valores”. Todo intelectual que se precie descubre una paradoja. La que él señala consiste en que el nacionalismo fanático antiinmigración traiciona los valores de Francia, aunque no deje de invocar el patriotismo. Él es francés de pura cepa porque defiende “la mezcla, la tolerancia y el respeto”. No lo es por sus raíces ni por el color de su piel, sino porque quiere serlo. Si hay que ponerle una pega es no haber dicho que parafraseaba a Simone de Beauvoir: no se nace francés, llega uno a serlo. Se identifica y se enorgullece de esos valores que están amenazados en este crítico momento en Francia.
La legitimidad de los intelectuales para implicarse en el debate público reside en esa apelación a la ciudadanía y los valores. Mbappé interviene en calidad de ciudadano, como podría hacerlo cualquier futbolista: todos estamos llamados a participar de los asuntos políticos porque nos conciernen. Por eso resulta más llamativo que aquí, sin ahorrar patetismo en el regate, algunos aún esgriman falta de conocimiento político para eludir pronunciarse.
Se ve que en muchos campos de fútbol españoles aún resuena el viejo consejo de Franco: “Haga usted como yo, no se meta en política”. Pero el rumor se vuelve tenue hasta apagarse cuando en esos mismos campos juegan las mujeres. Nuestras futbolistas, además de ser las mejores del mundo, saben utilizar la atención que reciben para ejercer una influencia positiva en la sociedad. Lo contrario de lo que hacen muchos de ellos, que tienen al mundo entero mirándoles y se concentran para decir una simpleza. Aitana Bonmatí se sirvió de su discurso al recibir el balón de oro de FIFA para reivindicar la igualdad, entre otras muchas cosas. Eso tras ganar un Mundial, cambiarse de ropa, defenestrar a un presidente de la Federación de fútbol, quitarse las botas de tacos y desencadenar un movimiento mundial contra la desigualdad en el deporte. No está mal. Fue un trabajo de equipo, como nos ha recordado Mbappé. Porque uno solo no puede con la selección reaccionaria global. Irene Lozano es escritora. 












[ARCHIVO DEL BLOG] Estatuto, Cataluña , España. [Publicado el 30/11/2009]









A estas alturas de la cuestión me imagino que el que más y el que menos tiene ya opinión formada sobre el follón del Estatuto de Cataluña a su paso por el Tribunal Constitucional. Así pues, ni una palabra más por mi parte; yo también la tengo formada, pero es la mía, y como no va a influir para nada en la resolución del contencioso me la guardo para mí. En todo caso, me gustaría recordar la anécdota que Julia Roberts protagoniza en la película "El Informe Pelícano" (Alan J. Pakula, 1993; basada en una novela de John Grisham) y que leí en un periódico de hace unos días. Julia Roberts, la protagonista, es una aventajada estudiante de Derecho. Su profesor (y amante), en una de sus clases, plantea a los alumnos un caso real en el que fue impugnada ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos una ley estatal que recortaba derechos reflejados en la Constitución Federal, pidiéndoles que argumentasen cual creían que fue la resolución del Supremo. La Roberts hace una exposición muy elaborada jurídicamente, argumentando que los derechos reconocidos en la Constitución están por encima y prevalecen sobre cualquier ley estatal que los conculque. Su profesor la felicita por su argumentación, pero la dice, que no, que el Tribunal Supremo falló a favor de la ley estatal. Y la respuesta de la protagonista, jurista en ciernes es: "Pues el Supremo se equivocó"... (Los puntos suspensivos son míos).
Hace treinta años que conozco a la magistrada del Tribunal Constitucional y ponente de la sentencia sobre el Estatuto de Cataluña, Elisa Pérez Vera. Fue mi profesora de Derecho Internacional Privado en la Facultad de Derecho de la UNED, y compartí con ella asiento en la Junta de Gobierno de la Universidad y en su Consejo Social, ella como Rectora y yo como representante de los alumnos. La admiro profundamente como jurista y como persona y estoy seguro de que sea cual sea la sentencia final será jurídicamente impecable.
Dicho esto, reconozco que me duele profundamente la animadversión de buena parte de los españoles, y por supuesto de la dirección del partido Popular, hacia Cataluña y los catalanes. Lo disfracen de lo que lo disfracen y por mucho que Rajoy se quiera poner de perfil para no salir pringado, él, y el partido Popular, son responsables en gran medida del distanciamiento, perceptible, y cada vez mayor, entre Cataluña y el resto de España.
Aunque sólo fuera por eso, por la necesidad de tender y no cortar puentes entre catalanes y españoles me parece acertado y sumamente interesante el artículo que el pasado día 28 de noviembre publicó en El País ("Estrategia del reencuentro") el profesor Pablo Salvador Coderch, catedrático de Derecho Civil en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Les recomiendo su lectura.
Se cuenta en la república checa que la mayor parte de sus conciudadanos se sintieron encantados y aliviados cuando los eslovacos decidieron por su cuenta y riesgo la desaparición del estado federal checoslovaco y optaron por la separación de checos y eslovacos en dos estados independientes... Estoy seguro de que algunos españoles y algunos catalanes también celebrarían el divorcio entre Cataluña y España. Con sinceridad, yo no entendería nunca una España sin Cataluña, pero tampoco una Cataluña sin España. Sean felices, por favor, aunque no corran buenos tiempos para la lírica. Tamaragua, amigos. HArendt











El poema de casa día. Hoy, Oda a Afrodita, de Safo de Lesbos (650-610) a. C.

 





ODA A AFRODITA

Hija de Jove, sempiterna Cipria,
varia y artera, veneranda diosa,
oye mi ruego: con letales ansias
no me atormentes.
Antes desciende como en otro tiempo
ya descendiste, la mansión del padre
por mí dejando, mis amantes votos
plácida oyendo.
Tú al áureo carro presurosa uncías
tus aves bellas, y a traerte luego,
de sus alitas con batir frecuente,
prestas tiraban.
Ellas del cielo por el éter vago
raudas llegaban a la tierra oscura;
y tú, bañando tu inmortal semblante
dulce sonrisa,
«¿Cuál es tu pena? ¿Tu mayor deseo
cuál?», preguntabas: «¿Para qué me invocas?
¿A quién tus redes, oh, mi Safo, buscan?
¿Quién te desprecia?»
«¿Húyete alguno? Seguirate presto.
¿Dones desdeña? Te dará sus dones.
¿Besos no quiere? Cuando tú le esquives
ha de besarte».
Ve, y me libra del afán penoso;
ven, cuanto el alma conseguir anhela
tú se lo alcanza, y a mi lado siempre,
siempre combate.

Safo de Lesbos , 650-610 a.C.










Las viñetas de humor de cada día

 
























viernes, 28 de junio de 2024

De la fascinación del horror

 





Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz viernes. Nuestra proximidad a la guerra es escasa, dice en la primera de las entradas de hoy del blog la escritora Marta Peirano, aunque la veamos cada día; y todos queremos lo mismo: identidad, pertenencia, comunidad. La segunda, continuación de la de ayer, un Archivo del blog de junio de 2015 sobre la crisis financiera de Grecia, muestra las divergencias que hubo en ese momento sobre la situación del país entre solventes comentaristas que mostraban como la Economía no era ni es ni fue nunca una ciencia exacta. El poema de hoy, en la tercera de las entradas, es de la poetisa estadounidense Sylvia Plath y lleva por título Carta de amor. Y para finalizar, como todos los días, las viñetas de humor. Espero que todo ello sea de su interés. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com








Identidad, pertenencia, comunidad
MARTA PEIRANO
24 JUN 2024 - El País - harendt.blogspot.com

He visto docenas de veces Lo que el viento se llevó, y hay una escena que desde niña me causa estupefacción. Es durante la barbacoa de Twelve Oaks, en mitad de la fiesta en la que Escarlata O’Hara tortura pretendientes, duerme la siesta en pololos, acosa al novio de su prima Melita y conoce a Rhett Butler. Cuando llega la noticia de que ha estallado la guerra y los muchachos saltan y se abrazan como si les hubiese tocado la lotería.
Miramos la escena con ojos llenos de ironía retrospectiva. Los jóvenes terratenientes creen que les espera una victoria gloriosa porque el honor, el heroísmo y los grandes valores del Viejo Sur son más poderosos que los cañones del norte. También creen que un gobierno corrupto atenta contra su libertad tratando de abolir la esclavitud. Sabemos que la historia no les da la razón. Pero yo no entendía que la guerra misma podía ser celebrada como un acontecimiento feliz por gente rica y relativamente civilizada. Hasta que leí el Equivalente moral de la guerra, la conferencia que William James leyó en la Universidad de Stanford en 1906.
“La guerra moderna es tan costosa que consideramos el comercio como una mejor vía para saquear”, observa James. “Pero el hombre moderno hereda toda la belicosidad innata y todo el amor por la gloria de sus antepasados. Mostrar la irracionalidad y el horror de la guerra no tiene ningún efecto sobre él. Los horrores son lo que lo fascina”. Esa fascinación es inversamente proporcional a la experiencia directa con la guerra de una muchachada sureña intoxicada por la gloria de los héroes de la Revolución Americana y las gestas medievales. Pero también a la existencia de espacios donde un hombre puede demostrar lo que tiene dentro y aprende a ser útil a su comunidad.
“Todas las cualidades de un hombre adquieren dignidad cuando sabe que el servicio de la colectividad que lo posee las necesita”, escribe James. “Si se enorgullece de la colectividad, su propio orgullo aumenta en proporción”. Lo vemos en los deportes de equipo, en los programas de Alcohólicos Anónimos. Lo dicen los neurobiólogos, los filósofos y los académicos del bienestar. Necesitamos lugares donde construir los tres pilares de una vida plena: identidad, pertenencia, comunidad. A ser posible sin perseguir a nadie, sin matar o morir.
La guerra siempre tiene profetas. “Las naciones nunca son estacionarias”, decía el general Homer Lea. “Necesariamente deben expandirse o encogerse, según su vitalidad o decrepitud”. “Es la forma esencial del Estado”, decía el sociólogo S. R. Steinmetz. El economista Simon Patten decía que “la humanidad fue criada en dolor y miedo, y que la transición a una ‘economía del placer’ podría ser fatal para un ser que no tiene poderes de defensa contra sus influencias desintegradoras”. Patten fue el primero en observar el advenimiento de la sociedad del consumo y augurar algunas de las complicaciones. Pero el capitalismo no es equivalente a la paz.
No conocemos la clase de guerra que definió la primera mitad del siglo XX. Ni siquiera hacemos el servicio militar. Nuestra proximidad a la guerra es escasa, aunque la veamos cada día. Unos nos buscamos en manifestaciones que John Berger llamaba ensayos para la revolución. Otros se buscan en la manosfera, qAnon, la brigada antivacunas, MAGA y Alvise. Todos queremos lo mismo: identidad, pertenencia, comunidad. Marta Peirano es escritora.

 








[ARCHIVO DEL BLOG] Grecia en la encrucijada, II. [Publicada el 30/06/2015]











La prueba de que la economía no es una ciencia exacta -en realidad ninguna ciencia que se tenga por tal debería serlo- la encontramos hoy en el diario El País con la clara confrontación entre dos opiniones absolutamente divergentes sobre la salida de la crisis del euro que la situación en Grecia ha provocado. Por un lado, las de los premios Nobel de Economía, Paul Krugman, decidido partidario de la salida de Grecia del euro, no como mal menor sino como mejor solución para ellos, en su artículo Grecia al borde, y Joseph E. Stiglitz, en el suyo Obligar a Grecia a ceder. En el lado contrario, la del que fuera economista jefe del FMI, el español Fernando Fernández Méndez de Andés, con el suyo Grecia: ahora más Europa, que asegura que esta crisis es lo mejor que le ha podido pasar al euro y a la Unión Monetaria y Fiscal europea, porque gracias a ella se van a adelantar y comenzar a funcionar todos los mecanismos previstos para convertir esa unión fiscal y monetaria en ciernes en el auténtico gobierno fiscal europeo, y el Informe del Real Instituto Elcano, titulado Euro: dudas sobre mañana, plan para 2025, no tan confiado en que todo va a ir bien para el euro, pero razonando que hay expectativas suficientes para que no todo salga mal. No se dejen llevar por sus simpatías o antipatías previas. La verdad es que de las crisis se suele salir fortalecidos, y el euro, Grecia y la Unión pueden salir fortalecidos de esta. Y entonces, quizá, habrá merecido la pena tanto sacrificio. Esperemos un poco de cordura por parte de todos y conservemos la esperanza en la racionalidad de nuestros dirigentes políticos, por difícil de asumir que resulte en estos momentos. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt













El poema de cada día. Hoy, Carta de amor, de Sylvia Plath (1932-1963)

 






CARTA DE AMOR

No es fácil expresar lo que has cambiado.
Si ahora estoy viva entonces muerta he estado,
aunque, como una piedra, sin saberlo,
quieta en mi sitio, mi hábito siguiendo.
No me moviste un ápice, tampoco
me dejaste hacia el cielo alzar los ojos
en paz, sin esperanza, por supuesto,
de asir los astros o el azul con ellos.
No fue eso. Dormí: una serpiente
como una roca entre las rocas hiende
el intervalo del invierno blanco,
cual mis vecinos, nunca disfrutando
del millón de mejillas cinceladas
que a cada instante para fundir se alzan
las mías de basalto. Como ángeles
que lloran por la gente tonta hacen
lágrimas que se congelan. Los muertos
tenían yelmos helados. No les creo.
Me dormí como un dedo curvo yace.
Lo primero que vi fue puro aire
y gotas que se alzaban de un rocío
límpidas como espíritus. y miro
densas y mudas piedras en tomo a mí,
sin comprender. Reluzco y me deshojo
como mica que a sí misma se escancie,
igual que un líquido entre patas de ave,
entre tallos de planta. Mas no pienses
que me engañaste, eras transparente.
Árbol y piedra nítidos, sin sombras.
Mi dedo, cual cristal de luz sonora.
Yo florecía como rama en marzo:
una pierna y un brazo y otro brazo.
De piedra a nube iba yo ascendiendo.
A una especie de dios ya me asemejo,
hiende el aire la veste de mi alma
cual pura hoja de hielo. Es una dádiva.

Sylvia Plath, 1932-1963 













Las viñetas de humor de cada día

 




















jueves, 27 de junio de 2024

De la ética de los políticos

 






Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz jueves.  Los miembros de un gobierno cargan sobre sus hombros una invisible y frágil urna de cristal que aloja una parte notable de la ejemplaridad pública del país, dice en la primera de las entradas de hoy el politólogo Víctor Lapuente, y por infundadas que sean unas acusaciones de corrupción, por malintencionadas que sean las sombras de sospecha que se vierten sobre un presidente del gobierno o su inmediato círculo familiar, es imperioso salir a rebatirlas. En la segunda de ellas, un Archivo del blog de junio de 2015, el escritor Julio Llamazares nos hablaba, en un momento en que muchos clamaban por la que parece, a algunos, insostenible deuda financiera de Grecia, de la inmensa e inabarcable deuda que la civilización europea mantienes con Grecia desde hace más de veinticinco siglos. El poema de hoy, en la tercera del blog, viene firmado por la poetisa satírica grancanaria Agustina González y Romero, apodada La Perejila, que vivió entre 1820 y 1897. Y para terminar, como todos los días, las viñetas de humor. Espero que todo ello sea de su interés. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com








Ética para el político amador
VÍCTOR LAPUENTE
13 JUN 2024 - Ethic - harendt.blogspot.com

La vida es un ejercicio continuo de confianza. Cuando compras el pan, dejas a tus hijos en el colegio, llenas el depósito en la gasolinera de la esquina o das tu tarjeta de crédito a una web del otro rincón del mundo. Y ¿en qué te basas para confiar? ¿En la ausencia de historial delictivo de la persona o empresa con la que interactúas? Si fuera así, no te fiarías de nadie.
No, la confianza se construye en algo más etéreo y, a la vez, fundacional: las expectativas que se derivan de las apariencias. Lo mismo se aplica a la confianza en los políticos –que, por cierto, está en bajos históricos en un país como el nuestro donde, además, hay poca tradición de confiar en nuestros representantes–. Estos no solo deben comportarse de manera legal y ética, sino que debe parecer que es así. Los políticos tienen una doble obligación de ser ejemplares en su conducta. Primero, por el efecto directo que tiene la falta de ejemplaridad sobre la confianza que la ciudadanía tiene en las instituciones políticas. Y, segundo y más importante todavía, porque quien se sienta en la cúpula de la pirámide social (las élites políticas, así como las económicas, culturales o deportivas), sienta ejemplo por él y por todos los demás. Piensa, cuando visitas un territorio, en qué fundamentas tu juicio sobre las gentes del lugar: en lo que has leído sobre sus celebridades y en las interacciones con las personas que ejercen la autoridad, del presidente al agente de policía.
Así que, los miembros de un gobierno cargan sobre sus hombros una invisible y frágil urna de cristal que aloja una parte notable de la ejemplaridad pública del país. Es un peso delicado y hay que cuidarlo con mimo. Por eso, por infundadas que sean unas acusaciones de corrupción, por malintencionadas que sean las sombras de sospecha que se vierten sobre un presidente del gobierno o su inmediato círculo familiar, es imperioso salir a rebatirlas.
Frente a las tenues o delirantes impugnaciones a su honor y el de su cónyuge, un presidente tiene dos opciones. La primera es mantener silencio y un escrupuloso respeto a las actuaciones judiciales, aun cuando el presidente crea que son insidiosas o incluso prevaricadoras. En ese caso, todavía es más valioso ser flemático. Porque, si estás seguro de que una denuncia contra ti se deshará como un azucarillo y que será archivada en breve, aceptar con serena resignación tu destino permitirá que tu reputación quede incólume. Es, por ejemplo, lo que parece deducirse de los intentos de conectar delictivamente a Begoña Gómez con Globalia. La historia del marido presidente que rescata a la empresa que ha beneficiado profesionalmente a su esposa no es más que una simple conjetura, según diversas y sólidas opiniones jurídicas. Vamos, no hay por donde cogerlo.
La segunda, y a mi juicio preferible, alternativa para el presidente del gobierno es salir a la ofensiva, que no al contraataque. Es decir, saltar al ruedo o la rueda de prensa, que es el equivalente democrático a la tauromaquia. El presidente o Begoña Gómez deberían ofrecer un catálogo detallado de explicaciones: qué hizo, qué firmó, con quién se reunió, por qué y cómo. Obviamente, revelar información siempre implica riesgos a corto plazo, pero callar es más caro a la larga. Recuerda las veces que te ha dado pereza justificar tu comportamiento a una persona decepcionada contigo y cómo siempre te habría ido mejor si lo hubieras dicho todo de un tirón en el primer momento.
Si Sánchez o Gómez hubieran aportado un cronograma lo más detallado posible de las actividades privadas de la esposa del presidente, se habrían evaporado muchas de las neblinas que, en estos momentos, persisten. Porque, de nuevo según el juicio preliminar de los expertos, no es plausible la existencia de tráfico de influencias o corrupción. Estamos, al menos de momento, a años luz de encontrar evidencias de que hubo «una presión moral eficiente» por parte de Gómez sobre la voluntad de las personas que debían resolver la adjudicación al conglomerado de empresas entre las que se hallaba la del empresario Carlos Barrabés. Razón de más para dejar clara esa distancia entre la especulación de delito y los hechos publicados, aportando a su vez más datos. De momento, en el debate público solo «hablan» las noticias (que no se pueden simplificar como bulos) que han aparecido en la prensa.
Pero, también de momento, Sánchez no ha elegido ninguna de estas dos opciones, el silencio o la explicación, sino una tercera vía: contraatacar. Frente a las supuestas especulaciones sobre su esposa, lancemos especulaciones sobre la prensa (que ha publicado las noticias) y la oposición (que las ha explotado). De forma que, en su segunda misiva a la ciudadanía, en vez de dar detalles despejando las dudas sobre la honorabilidad en las actuaciones de su esposa, Sánchez habla del ruido y la furia que se desata en las tertulias televisivas y radiofónicas.
Hay quien considera que esta respuesta del presidente es propia del populismo iliberal. Yo no iré tan lejos, pero no por ello pienso que su actuación, aunque esté parcialmente justificada por el contexto electoral, no tiene consecuencias serias. Las palabras de Sánchez no socavan la separación de poderes, que seguirán operando, aun con heridas, de forma razonablemente normal, sino que minan algo más sutil pero decisivo para una democracia: la confianza de la ciudadanía. Víctor Lapuente es politólogo












[ARCHIVO DEL BLOG] Grecia en la encrucijada, I. [Publicada el 29/06/2015]












Tiene razón el escritor Julio Llamazares en recordarnos hoy, en El País, lo que Europa le debe a Grecia. Lo hace en un hermoso artículo titulado Amor a Grecia que comienza así: De acuerdo: Grecia nos debe a los europeos (a mí no me debe nada, que conste) no sé cuántos miles de millones de euros, pero ¿cuánto les debe Europa a los griegos? ¿Alguien en el Parlamento de Bruselas, o en el Banco Central Europeo, o en cualquiera de los Gobiernos de los países que integran Europa, se ha parado a pensar un momento en la deuda que los europeos tenemos con Grecia desde tiempo inmemorial y sin saldar?". 
Pero el que desbarra de principio a fin, con alevosía, premeditación, nocturnidad y desprecio de sexo, producto sin duda de su ignorancia supina y estúpida, es nuestro ínclito presidente del gobierno, don Mariano Rajoy, cuando afirma, sin que se le altere un solo cabello, que el PSOE le ha dado el poder a Syriza-Podemos. Ahí no se ha pasado dos pueblos, como le decía su amigo Camps, se ha pasado media galaxia... 
Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt













El poema de cada día. Hoy, El casado, de Agustina González y Romero, La Perejila (1820-1897)

 








El casado

Un casado se cayó
en un hondo lodazal
y tendido se quedó;
pero otro que lo vio
lo fue al punto a levantar.
-Agárrese usted de mí
si se puede sostener…
-Déjeme, mi amigo, aquí,
que mejor estoy así
que en casa, con mi mujer…

Agustina González y Romero (La Perejila), 1820-1897