El casado
Un casado se cayó
en un hondo lodazal
y tendido se quedó;
pero otro que lo vio
lo fue al punto a levantar.
-Agárrese usted de mí
si se puede sostener…
-Déjeme, mi amigo, aquí,
que mejor estoy así
que en casa, con mi mujer…
Agustina González y Romero (La Perejila), 1820-1897
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