Con la ironía que le caracteriza, y que ya dejó de manifiesto en su discurso de recepción del Premio Cervantes de este año, el escritor Juan Goytisolo reflexionaba ayer en El País sobre los virajes ideológicos de unas creencias a otras en lo religioso y lo político citando los ejemplos de Roger Garaudy, un histórico dirigente del partido comunista francés, que pasó sin apenas solución de continuidad de preconizar el diálogo entre cristianismo y marxismo a la conversión al islam; del ultraizquierdista Federico Jiménez Losantos de 1976 al agitador radiofónico actual, o del exetarra Jon Juaristi al núcleo duro de la FAES aznarista. "Quien abandona una fe y avanza en la vida a pecho descubierto, sin la cúpula protectora de un credo o ideología, dice al final del mismo, tiende con bastante frecuencia a refugiarse en otro y a vengarse de su propio pasado. El movimiento pendular no se detiene en su trayecto: elude el centro. Quienes atacaban desde la izquierda pasan a hacerlo desde la derecha y el atacado es el mismo. Los ejemplos abundan y los dejo a la consideración del lector". Y es que ya se sabe, la fe del converso es terrible... Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
2 comentarios:
Carlos: efectivamente hay que intentar reírse lo máximo posible para poder llevar lo que nos está cayendo. Cuidado con la nueva "Ley mordaza", que entró ya en vigor. Preciosa Vegueta...me gustó mucho la Plaza Mayor de Santa Ana, con la catedral. Un beso y feliz mes de julio
Muchas gracias, Águeda. Espero que tú también lo pases muy bien. Un beso grande.
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