martes, 15 de noviembre de 2022

Del fundamentalismo nacionalista

 






Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz martes. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy va del fundamentalismo nacionalista, porque como dice en ella el filósofo Slavoj Zizek, cuando 15.000 ucranios están a favor de una fiesta sexual en caso de ataque nuclear en mitad de una guerra, qué es más enfermizo: una celebración masiva o los ataques indiscriminados contra civiles y el uso de la violación como táctica militar? Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Nada más por mi parte salvo desearles que sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.







La orgía del fin del mundo.
SLAVOJ ZIZEK
10 NOV 2022 - El País


Mientras las fuerzas ucranias recuperan territorio y obligan a los desmoralizados ocupantes rusos a huir en retirada, el presidente ruso Vladímir Putin ha escalado su amenaza de usar armas nucleares. Diversos políticos enviaron severas advertencias al Kremlin y algunos comentaristas compararon el momento actual con la crisis de los misiles cubanos de 1962 y otros episodios de alta tensión que hubieran podido terminar en un apocalipsis nuclear. Pero parece que unos 15.000 ucranios han respondido a la perspectiva de la aniquilación en forma menos abstracta: apuntándose a una fiesta sexual masiva.
A quienes participen en la “orgía de Shchekavitsia: oficial”, a las afueras de Kiev, se les pedirá que “se hagan marcas en las manos para expresar sus preferencias sexuales. Las personas interesadas en tener sexo anal deben pintarse tres marcas; quienes estén interesados en el sexo oral, cuatro marcas”. Grupos similares han aparecido en otras partes, incluso uno que anuncia una orgía en la calle Deribasivska en Odesa.
¿Por qué, tras ocho meses de bombardeos rusos y combates brutales, podría alguien tener interés en un evento semejante? Según una ucrania entusiasta con la propuesta: “Es lo opuesto a la desesperación. La gente buscará algo bueno incluso en el peor escenario. Ese es el megaoptimismo de los ucranios”.
Este testimonio hay que aceptarlo de forma literal. En un tiempo de angustia extrema, una orgía puede ser un proyecto de afirmación vital. No hace falta ninguna explicación pseudofreudiana más “profunda”, en la que el trauma colectivo precipite la desintegración de las inhibiciones individuales y de las normas sociales convencionales. Aquí los únicos actos sexuales incivilizados son los que están cometiendo los soldados rusos y sus líderes. Pramila Patten, representante especial de las Naciones Unidas sobre violencia sexual, dijo a Agence France Presse que los comandantes rusos están distribuyendo viagra entre sus tropas, y agregó que los ataques sexuales contra mujeres ucranias son una “táctica deliberada para deshumanizar a las víctimas”.
Lamentablemente, hay otros observadores externos que en la práctica se han puesto del lado ruso. Para vergüenza de mi país, Matjaž Gams, miembro del Consejo de Estado esloveno, reaccionó a la noticia de la orgía sugiriendo que cuando una civilización entra en su periodo de decadencia, aparecen “ideas extrañas, enfermizas”. Pero, insisto, ¿qué es más extraño y más enfermizo: una fiesta sexual (donde todo lo que se haga será voluntario y consensuado) o los ataques indiscriminados de Rusia contra infraestructuras civiles y contra la población civil (incluido el uso sistemático de la violación como táctica militar)?
Las últimas amenazas nucleares de Putin fueron acompañadas por la anexión ilegal de cuatro territorios ucranios de los que no tiene control total, pero que, según insiste el Kremlin, “son parte inalienable de la Federación Rusa (…) Las previsiones para su seguridad son del mismo nivel que las del resto del territorio ruso”. Lo que se da a entender, por supuesto, es que Ucrania ya se ha hecho merecedora de un ataque nuclear, porque está haciendo avances en territorios que supuestamente están dentro del paraguas nuclear ruso. No extraña que los sitios de apuestas en internet pregunten por la probabilidad de que Rusia lance un ataque nuclear este año, y que miles de internautas estén jugando dinero a que sí.
Para dar más credibilidad a la amenaza, las autoridades rusas ordenaron evacuar Jersón, que ya se encuentra casi totalmente rodeada por fuerzas ucranias. El mensaje que se pretende enviar es claro: si los ucranios recuperan la ciudad, serán blanco perfecto para una bomba nuclear. En la lucha contra el “satanismo” (según palabras recientes de Putin), todo está permitido.
Pero igual de enfermizo es el argumento pacifista occidental según el cual Europa debe enviar una gran delegación a Rusia para empezar a negociar condiciones de paz. Es obvio que debemos hacer todo lo posible para evitar una nueva guerra mundial; pero el primer paso para lograrlo es tener una visión realista de aquello en lo que Rusia se ha convertido. Esto implica abandonar la idea de la unidad eurasiática y rechazar el argumento de que Europa debe formar un bloque de poder con Rusia para no convertirse en socio menor de Estados Unidos en su conflicto con China. Ahora mismo, la mayor amenaza contra Europa es Rusia, no China.
Además, para negociar con Rusia, Europa también tendría que presionar a Ucrania para que acepte un acuerdo. Que es exactamente lo que quiere el Kremlin: reforzaría el argumento de Putin según el cual Ucrania es un mero peón de Occidente y no un país real autónomo.
¿Qué hay que hacer? Es obvio que no se puede ignorar a Rusia, de modo que la mejor opción es apelar a quienes en Rusia y en sus satélites se oponen a la guerra. Como señaló hace poco Sławomir Sierakowski, el Gobierno del presidente ucranio Volodímir Zelenski tiene un aliado natural en la oposición bielorrusa, que discretamente ha estado haciendo lo que puede para frustrar el esfuerzo bélico ruso. Pero la alianza no se ha formado. En vez de eso, los funcionarios ucranios han expresado un desprecio público por los bielorrusos, a quienes describen como “cobardes y conformistas”. Como señala Sierakowski, eso no sólo es inmoral, sino también “políticamente estúpido”.
Los rusos que se oponen a la guerra se encuentran en la misma incómoda posición: el establishment putinista los critica por traidores y Ucrania los critica por rusos. Pero esto oscurece el significado de la guerra en Ucrania: no es una lucha entre una “verdad europea” y una “verdad rusa”, como dicen tanto el ideólogo de Putin Aleksandr Duguin como algunos ucranios. Ucrania es un frente en la lucha global contra el nuevo fundamentalismo nacionalista que está haciéndose cada vez más fuerte en todas partes, incluidos Estados Unidos, India y China.
Si en algún lugar los ucranios han cedido un milímetro de su superioridad moral es aquí, en el hecho de no universalizar su lucha, y no en alguna disipación dionisiaca a las afueras de Kiev.






















lunes, 14 de noviembre de 2022

[ARCHIVO DEL BLOG] Políticos. [Publicada el 14/11/2008]








Político: Del latín "politĭcus", y este del griego "πολιτικός". En la quinta acepción del diccionario de la Real Academia Española, "persona que interviene en las cosas del gobierno y negocios del Estado"...
Hace unas semanas vi por televisión una película del director francés Claude Chabrol. Se titulaba "Le fleur du mal" (2002). La protagonista es una aún joven mujer, esposa de un destacado miembro de la alta burguesía provinciana francesa. Es concejala en el Ayuntamiento de su localidad y se presenta como candidata independiente a la alcaldía del mismo. En un momento de la película, su marido le pregunta por qué ha decidido presentarse si a ella nunca le ha gustado la política; la respuesta de la esposa es: "lo que yo hago, no es política"...
Esta mañana volvía de llevar a mi nieto al colegio y oigo por la radio las declaraciones de un concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que anuncia que van a promover la creación de un "Metro", de ocho líneas, en la capital insular. Le pregunta el locutor, supongo que con ingenuidad: "¿Con la financiación del Estado, no?". Y la respuesta es: "Sí, claro". Sin comentarios. ¿Políticos o imbéciles?...
Y esta misma mañana también, publica en El País el profesor Ramón Vargas-Machuca, catedrático de Filosofía Política y ex-diputado socialista durante cuatro legislaturas, un artículo titulado "Decálogo del buen político", que reproduzco más adelante y cuya lectura les recomiendo por su indudable interés. Dice en él, que al buen político cabe exigirle profesionalidad, talento, información, eficiencia, innovación, decisión, prudencia, astucia, responsabilidad y persuasión... Creo que son cualidades necesarias, pero no suficientes, porque a ellas habría que añadirle dos supuestos externos a él mismo: primero, una retribución justa, equilibrada y suficiente, establecida con carácter previo por un organismo supervisor e independiente de la Administración Pública, gracias a la cual el ejercicio de la actividad política no le resulte lesivo a sus intereses personales y profesionales; y segundo, una taxativa limitación en el número de mandatos en el ejercicio del cargo. A lo mejor así se animarían a dedicarse a la política buenos profesionales ajenos a ella, reticentes a hacer del "servicio público" una forma de vida o de vivir... Haberlos, haylos; como las meigas y las brujas en mi tierra, aunque no crea en ellas... Sean felices, buen fin de semana. Tamaragua. HArendt








"Decálogo del buen político"
por Ramón Vargas-Machuca Ortega

La democracia no puede cumplir todas sus promesas. Cabe pedir a los ciudadanos que moderen sus demandas y a los líderes que reconozcan sus limitaciones. Lo importante es que el control esté garantizado.
Las sensaciones sobre los políticos suelen ser ambivalentes. Se les considera a la vez imprescindibles e inevitables, una necesidad y un obstáculo. Y aunque para muchos sea una evidencia su descrédito, la animosidad hacia ellos conforma una mezcla indiscriminada de prejuicios y buenas razones. Empezaremos por descartar un argumentario averiado y señalaremos, después, ciertas circunstancias de la política cuya ignorancia convierten las recomendaciones sobre buenas prácticas en otro brindis al sol.
La misma expresión "clase política" denota que el ejercicio de ciertas funciones encomendadas a los políticos los iguala a la baja en condición y estilo moral, en intereses y comportamientos. Sin embargo, la expresión no resulta más precisa que la otrora tan socorrida de "clase dirigente". Muchas de las prácticas que se imputan al ámbito de la política -sistemas negativos de reclutamiento, entornos clientelares o flujos de información distorsionada- no son privativas de ese mundo; cunden en cualquier esfera social donde se abusa de las asimetrías de información y poder. Hay quienes circunscriben su ojeriza sólo a los políticos patrios con ese castizo prurito de mirar con derrotismo a lo de dentro y papanatismo a lo de fuera. Las "clases pasivas" de la política aportan también su granito de arena insistiendo en que en su tiempo (al comienzo de la democracia) sí que había políticos de raza. Pero nada más efectivo para desacreditar el oficio que esa renovada afición a jalear las pulsiones sectarias y su temible claridad moral, para la cual los de nuestro bando resultan ángeles y los de enfrente demonios.
Cabe otro horizonte para ejercer la política, pero sin escamotear sus circunstancias e identificando sus obstáculos casi insalvables y sus tensiones irresolubles. El político mejor intencionado está forzado a oficiar la representación política en un marco institucional contradictorio, con reglas pensadas unas para la figura (irreal) del representante como mandatario individual y otras para blindar una democracia de partidos. Se exige a los políticos comportarse responsablemente, velar por el interés general, pensar a lo grande y en el medio plazo. Pero la democracia, que requiere competir periódicamente, anima a satisfacer las demandas de una clientela que, ante todo, quiere "pan para hoy" sin importarle el mañana. Me pregunto, finalmente, cómo eludir las condiciones de nuestra comunicación política, cómo sobreponerse a una hegemonía mediática que, al primar la propaganda, el escándalo y una información contaminada, resulta factor principal de la crispación. ¿Cabe dar la vuelta a una democracia punto menos que cesarista, que fomenta liderazgos personales fuertes mediante un "poder de prerrogativa", que desactiva los controles y habilita para ello una "clase (política) de tropa"?
La democracia, decían los viejos maestros, no puede cumplir todas sus promesas. La brecha entre aquello a lo que aspira y lo que obtiene aboca al descontento y a la insatisfacción. De ahí que pidieran a los ciudadanos moderar sus demandas y a los políticos reconocer el alcance limitado de sus posibilidades. Que las democracias decepcionen es, pues, natural. Pero que defrauden, no, porque mina sus fundamentos. Y resultan fraudulentas cuando las trampas al Estado de derecho dejan de escandalizar y la legalidad pierde capacidad constrictiva, puesto que toda regla resulta sumamente interpretable. Defraudan cuando en la comunicación política prevalece la charlatanería y las palabras, a fuerza de significar cualquier cosa, terminan por no significar nada: sólo sirven como munición para confundir o manipular. Pero el fraude más dañino se produce cuando los ciudadanos estiman irrelevante su capacidad de control. Constatan tal asimetría de recursos de poder a disposición de quienes les mandan o representan que los perciben como invulnerables, mientras se ven a sí mismos impotentes. Entonces se apodera de ellos el descreimiento en el sistema: una suerte de rabia sorda o pasotismo insano. Y cunde la desafección.
Es cierto que nuestras democracias no tienen sólo un problema de actores. Pero un mejor desempeño aliviaría el malestar de los desafectos que, aun decepcionados con los resultados de la política, no se sentirían defraudados por la ejecutoria de sus políticos. A estos últimos me atrevo a recomendar el siguiente decálogo de buenas prácticas:
1. No hay que contraponer políticos de profesión y de vocación. Para ejercer bien este oficio se requieren profesionales con fibra política. Promuévanse estímulos para atraer y retener a los apasionados de la política y no a quienes se acercan a ella porque no han encontrado nada mejor.
2. Un buen político no debe ser fantástico ni fanático, sino tener talento político, una mezcla de espíritu de justicia y sentido estratégico. Alguien con unos cuantos principios y contención moral para no encandilarse con ilusiones cegadoras, pero que demuestra agudeza, sentido de la anticipación y adaptabilidad. La inteligencia política se templa bregando con las tensiones insuperables de la política (la "herida maquiaveliana" rememorada por Rafael del Águila) y sabiendo operar en un campo de recursos escasos y opciones limitadas.
3. El político necesita información solvente. La complejidad casa mal con la retórica simplista y empuja a asesorarse por expertos imparciales. No para suplir ni para confirmar las decisiones del político, sino para reconocer los riesgos y evitar caminos vedados por el conocimiento.
4. El político trata de ser eficiente. Procura una relación consistente entre la decisión de realizar un propósito plausible y los medios para alcanzarlo. Nunca se propone objetivos para los que no dispone de medios adecuados.
5. El buen político no teme innovar. Pero innova para recuperar o preservar lo esencial del modelo, los componentes y funciones que dan valor a las propiedades distintivas de su proyecto. Por eso no desprecia la experiencia.
6. El buen político es decidido. Frente al irresoluto y el pusilánime, demuestra carácter. Desafía la fatalidad con el "grams-ciano" optimismo de la voluntad. Sabe también que optar es a menudo un drama; que conlleva costes y pérdidas o tener que decir a los correligionarios: ¡basta ya! o ¡hasta aquí he llegado!
7. El político tenderá a ser prudente. Ejercerá en lo concreto, consciente de que aplicar criterios de justicia en lo particular no disuelve los conflictos, sino que a lo sumo los atenúa con arreglos a medias y logros con fecha de caducidad.
8. Un político no debe ser ni cruel ni cínico, pero sí astuto. Ante la malicia que asoma en las relaciones humanas, el político necesita cautela y sagacidad. Está obligado a domeñar la espontaneidad, demostrar cierto cálculo; a no dar un paso sin decidir previamente dónde quiere poner el pie. La astucia no implica faltar a la verdad, sino contarla cuando procede; no engañar, pero no ser engañado.
9. El político debe siempre responder ante alguien y de algo (de sus acciones y omisiones así como de sus consecuencias). Las responsabilidades se diluyen cuando no hay o están desactivados los mecanismos institucionales para exigir (y tener que dar) cuentas. Ocurre, entre otras razones, porque cierta organización del poder difumina al titular de la competencia (los nacionalistas, grandes beneficiarios de un Estado "borroso"), la mezcla de poder y buena conciencia tiende a exonerar de responder (el caso de los neocons y ciertos doctrinarios de izquierda) y la independencia e imparcialidad del tribunal de la opinión pública muestran un muy mejorable rendimiento.
10. Impelido a responder, el político debe explicarse; pero no con trucos publicitarios ni propaganda infantilizada y cargada de obviedades. Al contrario, ha de persuadir de modo razonable, es decir, con razones confesables y fundadas en valores, huyendo de ese sectarismo incapaz de ver en los argumentos del adversario ni una brizna de verdad ni la menor posibilidad de convencerle en algo.
Cultivando estas disposiciones el político no obtendrá necesariamente éxitos, pero sí al menos el reconocimiento de que sus logros han sido fruto de proyectos valiosos y acciones bien hechas. (El País, 14/11/08)






De la influencia de los intelectuales

 





Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz lunes. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy va de la influencia de los intelectuales en el sistema capitalista de producción, porque como dice en ella el filósofo Javier López Alós, el imperativo de producir sin parar y ser relevante constantemente impone un tipo de creación presa del miedo a los posibles ataques, en vez de un pensamiento libre que favorezca el encuentro con los otros. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Nada más por mi parte salvo desearles que sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.








El intelectual precario
JAVIER LÓPEZ ALÓS
08 NOV 2022 - 05:00 CET


Bajo el modelo social del capitalismo, la posibilidad de una vida intelectual parece hoy irremisiblemente atravesada por elementos como la productividad, la proyección pública y algún grado de institucionalización. La combinación de estos tres componentes somete a los sujetos a demandas que no pueden nunca dar por satisfechas y tiene efectos precarizadores que van más allá de sus aspectos contractuales, que tanto agravan el sufrimiento. De este modo, la sensación de no producir nunca lo suficiente (ni en cantidad ni en calidad), de no recibir la atención adecuada y de no ocupar el espacio que se merecería, acompañan también a personas con una posición objetivamente consolidada en el sistema. O sea, son malestares inherentes al mismo. Tales exigencias de rendimiento podrían sintetizarse en el imperativo de la presencia, es decir, la necesidad de hacerse y permanecer visibles. No importan las condiciones en que se trabaje, no importan las consecuencias en uno mismo o en los otros. No importa, en suma, qué cosa se quiso entender un día ni por estudio ni por vocación ni por vida. Hay que hacer mucho, pero, sobre todo, hay que hacer que se vea mucho lo mucho que se hace. Porque —se asume— nada existe en realidad hasta que puede medirse.
Frente a la inseguridad, la búsqueda de la influencia apunta cada vez más a una suerte de garantía de continuidad antes que al despliegue de ideas concretas. Según este imperativo de la presencia, el proyecto intelectual es uno mismo. Pues bien, cabe plantearse qué ocurre con nuestra forma de hablar cuando se impone la percepción de que la posibilidad de vida intelectual pasa por estar siempre a la vista o por el miedo a desaparecer.
Cómo hablar es una pregunta que no se responde sola, pero sobre todo que no se pregunta sola y arrastra consigo al menos otras como por qué, para quién, para qué, desde dónde, pues se habla siempre en un contexto y, es de suponer, con alguna intención. Además, hablar a alguien implica —si es que nos importa ese alguien y si es que nos importa aquello que le estamos diciendo y lo que quiera decirnos— una mínima expectativa acerca de sus capacidades y disposición a comprendernos, una idea lo suficientemente favorable como para justificarnos la tarea de trasladarle eso que tenemos en mente y romper el silencio.
Concibo el pensar alegre del intelectual plebeyo como un ejercicio de libertad que reclama también condiciones de interlocución: no se dirige a asegurar la posición individual del que habla, las condiciones del decir propio, sino que entiende que este sólo tiene sentido en la apelación a los otros. Dichas condiciones aluden, claro, a componentes materiales, pero afectan también a otros formales. La posibilidad de una escritura gozosa y de un pensar liberado de la servidumbre de las pasiones tristes se halla en relación directa con la respuesta que nos demos acerca de quién es el otro, quién nos gustaría que fuese el otro. ¿Alguien de quien es mejor precaverse y con quien competir, o alguien en quien confiar? ¿Alguien a quien iluminar con el brillo de nuestra opinión o alguien a quien persuadir para buscar en común la verdad de las cosas? ¿Alguien a quien recordarle que no sabe con quién está hablando y la suerte que tiene de escucharnos, alguien a quien pedirle permiso para hablar o alguien que está a ras de nuestra voz?
El miedo y la precariedad son afines a un tipo de escritura que llamo inmunitaria, en la que prima la voluntad de salir indemne de los potenciales ataques que acaso se recibirán por lo que se dice. En esa reducción de los riesgos, se ciega también la posibilidad de un encuentro grato con los otros. Entonces, aunque el discurso pueda ser productivo en lo curricular, difícilmente será fértil en lo intelectual y la soledad pasará a ocupar el horizonte de nuestros afectos.
La cuestión, cada vez para más gente, es si las formas dominantes de producción cultural que hoy padecemos, sus requisitos y objetivos —tan afines a la desconfianza—, son las nuestras, si corresponden al tipo de elaboraciones que queremos hacer con aquello que sabemos y podemos. En definitiva, si es posible otra experiencia de vida intelectual y cómo hablar para, en lugar de distinguirnos de los otros para poder ser, llegar a eso común que se comparte y, bajo ciertas condiciones, también los otros podrían decir.
Por supuesto, la defensa del pensar alegre y de la recuperación del goce en la escritura no libra del miedo, pero trata de rebelarse contra él. Y aunque tampoco salva de la precariedad, sí expresa la negativa a someterse a la idea de que no hay alternativa y se abre a una búsqueda no individualista de la libertad. Porque es lo justo y vale para cualquiera.























domingo, 13 de noviembre de 2022

[ARCHIVO DEL BLOG] Paul A Samuelson en el recuerdo. [Publicada el 14 de diciembre de 2009]




El profesor Paul A. Samuelson


No seré yo quien discuta a Joaquín Estefanía, economista, periodista y exdirector de El País, el calificativo de "El mejor economista de la historia" que en un artículo de hoy en el que fuera su periódico dedica a la memoria y honra del profesor Paul Anthony Samuelson (1915-2009), Premio Nobel de Economía en 1970 y profesor emérito del Instituto Tecnológico de Massachussetts, fallecido ayer a los 94 años en su casa de Belmont. Al contrario, pienso que se lo merece con creces.

Nunca se me han dado bien los "números", y a pesar de tener un currículum académico bastante variado, reconozco que soy de "Letras" no sólo por vocación sino, también, por incapacidad manifiesta hacia lo que yo denomino "Ciencias-Ciencias". ¿Es la Economía una de esas "ciencias-ciencias"? Pues no lo se. Pero lo poco que entiendo de Economía lo aprendí a finales de los años 70, cuando cursaba la Licenciatura de Derecho en la UNED y tuve que lidiar con una de las asignaturas de la misma que llevaba el nombre de "Economía Política," una de las más temidas entre los estudiantes. La aprobé a la primera, con un Notable que me supo a gloria celestial. Y encima me gustó estudiarla, la comprendí, la entendí, y la disfruté... Sobre todo gracias a un libro, el "Curso de Economía Moderna" (Aguilar, Madrid, 1973) de Paul A. Samuelson, y a un profesor-tutor del Centro Asociado de la UNED en Gran Canaria, Leopoldo Santana, que la enseñaba como se debe enseñar en la universidad, es decir poniendo corazón, sabiduría y entrega en ello. Treinta-y-muchos años después, sólo palabras de agradecimiento tengo para ambos.

No voy a realizar un panegírico de Paul A. Samuelson, Doctor Honoris Causa por la UNED en 1989, innecesario por mi parte ante la avalancha de notas laudatorias que recaen sobre el mismo. Si acaso, recordar el enfrentamiento frontal que mantuvo toda su vida con la Escuela "Neo-Liberal" dirigida por Milton Friedman y Friedrich Hayek, y con uno de sus más conspicuos discípulos, el ex-presidente de los Estados Unidos, George W. Bush (hijo).


Cuenta Estefanía en su artículo que cuando Samuelson leyó su tesis doctoral en la Universidad de Harvard, ante un tribunal en el que estaba nada menos que Joseph Schumpeter, el gran economista austriaco, quedó éste tan impresionado por la capacidad científica del joven Samuelson, que comentó abrumado: "Con nuestros conocimientos en relación con los de este chico, ¿podríamos haber aprobado nosotros?".

Más adelante pueden leer el artículo citado de Joaquín Estefanía [El mejor economista de la historia. El País, 13/12/2020] y también dos recientes del profesor Samuelson que publicó la revista "Negocios", de El País, los pasados 26 de octubre y 29 de noviembre, respectivamente, con los títulos de "Adios al capitalismo de Friedman y Hayek"  y "Comienzo de una nueva era mundial". Y si lo desean, en esta dirección electrónica pueden acceder a los 14 artículos publicados por el profesor Samuelson en El País entre enero de 2008 y noviembre de 2009. Seguro que los disfrutan... HArendt






La reproducción de artículos firmados por otras personas en este blog no implica compartir su contenido. Sí, en todo caso, su  interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




HArendt





Entrada núm. 6044
https://harendt.blogspot.com
elblogdeharendt@gmail.com
La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

De la hipocresía en las relaciones internacionales

 






Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz domingo. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy va de la hipocresía en las relaciones internacionales, porque como dice en ella el analista político y director de EuroIntelligence, Wolfgang Münchau, la visita de Olaf Scholz a China es un acto de hipocresía política, pero también un signo de desesperación de un líder deseoso de aferrarse al pasado. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Nada más por mi parte salvo desearles que sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.






¿Se puede confiar en este hombre?
WOLFGANG MÜNCHAU
07 NOV 2022 - El País

Olaf Scholz pertenece a la tradición de dirigentes alemanes a los que les encanta hacer negocios con dictadores. Estrechar la mano de un líder chino está en el ADN del Partido Socialdemócrata de Alemania. “Hemos perdido a Rusia, hemos perdido el dividendo de la paz. No cabe esperar que perdamos también a China”. Ese es el mensaje que se recibe en Berlín estos días. Todavía hay algunos periodistas ingenuos que lo pregonan, pero los vientos están cambiando. Nos encontramos ante la verdadera Zeitenwende, por utilizar una expresión que ha empleado el propio Scholz, ante un cambio de era. Menos los consejeros delegados que acompañaron al primer ministro en su visita a Pekín, los líderes empresariales alemanes son mucho más escépticos. La mayoría —exceptuando a los leviatanes del Dax30— son partidarios de una versión de la globalización más descentralizada que el capitalismo de amiguetes de Gerhard Schröder, Angela Merkel y Scholz.
Alemania es un país en transición hacia un nuevo modelo económico cuyo perfil todavía no está claro. Como en cualquier transición, hay una vieja guardia que intenta frenar el proceso. Scholz pertenece sin lugar a dudas a esa categoría de políticos para los que el éxito económico es sinónimo de exportación industrial y superávits por cuenta corriente. Los cancilleres alemanes, empezando por Helmut Schmidt, llevan desde la década de 1970 viajando al este de Asia acompañados por consejeros delegados sentados en las filas traseras del avión, listos para firmar contratos acordados previamente. No recuerdo a ningún primer ministro de Reino Unido que haya hecho algo así. O a un presidente francés. Francia es todo lo corporativista que se puede ser. Sin embargo, ningún presidente querría que se le viera como subordinado a los intereses comerciales.
Los delirios industriales de Alemania alcanzaron su punto álgido hace unos años, cuando el entonces ministro de Economía, Peter Altmaier, prometió aumentar la participación de la industria en el PIB incluso por encima del 20% actual, que ya es el doble de la de Francia o Reino Unido. La pandemia y la guerra han acabado con esas fantasías. En mi opinión, los símbolos de aquella era eran el coche de gasolina y la planta química de 10 kilómetros cuadrados de BASF en Ludwigshafen, la más grande del mundo.
Scholz y su partido siguen viviendo en esa época. El canciller saca su inteligencia económica de personas como Martin Brudermüller, consejero delegado de BASF. Cuando, a principios de este año, un grupo de economistas predijo que un embargo alemán del gas ruso sería perfectamente gestionable, Scholz salió en televisión para acusarlos de irresponsables. Sus amigos empresarios le habían dicho que evitara tal embargo a toda costa. Cuando Vladímir Putin insistió en que las entregas de gas se pagaran en rublos, el canciller dijo que no cedería al chantaje, pero acto seguido permitió que las empresas alemanas aplicaran un truco de doble contabilidad con Gazprombank para permitir los pagos. Cuando Gazprom afirmó que el gasoducto Nord Stream 1 no podía volver a funcionar sin una turbina retenida en Canadá y sujeta a las sanciones económicas, Scholz hizo todo cuanto estuvo en su mano para que la turbina fuera eliminada de la lista de sanciones. Más recientemente permitió que Cosco, el operador portuario chino, comprara una participación en una terminal del puerto de Hamburgo, y actualmente está presionando para ayudar a una empresa china a comprar una fábrica de semiconductores en Dortmund a pesar de las objeciones de los servicios de seguridad alemanes.
Pero antes de que nos dé un ataque de ansiedad al ver la hipocresía del canciller alemán, deberíamos reconocer que todos estos ejemplos tienen algo más en común. La mayoría de las maniobras de Scholz han fracasado. El embargo del gas se produjo de todas maneras. El modelo empresarial de BASF está muerto. China no es el gran mercado de crecimiento para Alemania. Muchas empresas se están diversificando fuera del país asiático. Como nos recuerda el economista estadounidense Brad Setser, las exportaciones alemanas a China se dispararon en el periodo 2009-2012 debido al aumento de la demanda china de bienes de equipo alemanes, pero desde entonces la participación de estas ventas en el PIB alemán ha permanecido prácticamente estable. El nivel de exportaciones de Alemania a China es mayor que el de otros países de la Unión Europea, y Scholz tiene muchas ganas de proteger esa parte del sector exportador, pero el país asiático no va a ser una fuente de futuro crecimiento para Alemania.
Lo que ocurre en Alemania es que todo el modelo económico, basado en la energía barata y las exportaciones de instalaciones y maquinaria a países como China, ha llegado al límite. Alemania va a tener que diversificarse en una dirección que Scholz y sus amigos de la industria desconocen en gran medida. Esta es la razón por la cual me preocupa menos que Alemania establezca una alianza estratégica con China similar a la que estableció con Rusia. Lo que más me preocupa es que Alemania se quede atascada en el viejo mundo, no se adapte al siglo XXI, y arrastre consigo al resto de Europa.
Veo a Scholz como una figura de transición que llegó al poder tras un accidente electoral. Por ahora, ahí está, y tiene otros tres años por delante. Pero el verdadero cambio de era todavía no ha tenido lugar.



















sábado, 12 de noviembre de 2022

[ARCHIVO DEL BLOG] Historias de la UNED. Año 1987: Sus alumnos reivindican una universidad mejor. [Publicada el 3/11/2014]



Emblema de la UNED


A los alumnos pasados, presente y futuros de la UNED.
A la mejor generación de representantes de los alumnos:
mis compañeros y amigos de los años 80

En una fecha que me resulta imposible de precisar de comienzos de 1987, el Consejo General de Alumnos de la UNED, compuesto por los sesenta representantes del alumnado de las distintas facultades y escuelas en el Claustro General de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), se reunió durante dos días en el Pazo de Mariñán (Galicia). 

De allí salió un borrador de lo que unos meses más tarde se convertiría en la famosa Tabla Reivindicativa de los alumnos de la UNED, como "programa que de forma permanente recogía sus aspiraciones en orden a la adecuación del mandato del artículo tercero de los Estatutos de la universidad a la realidad social, económica, cultural y académica de su entorno". La reunión de Mariñan la organizaron con singular eficiencia varios alumnos gallegos de la UNED, miembros de su Consejo General, entre los que creo recordar estaban Antonio M. Díaz, Andrés Vázquez, Milagros Ezquerro y Luisa María Martínez, todos ellos de La Coruña. 

Los estudiantes universitarios de 1987 ya no eran los alborotadores que entre los 60 y 70 del pasado siglo pusieron en jaque al régimen franquista y fueron perseguidos en los campus por la policía montada de los "grises". Eran ya por fortuna otros tiempos, de democracia incipiente pero consolidada, aunque las carencias de la vida universitaria eran prácticamente las mismas, carencias que en la UNED su suplían como se podía gracias al entusiasmo de sus profesores, tutores y alumnos. Alumnos la mayor de los cuales eran cuarentañeros que no habían podido acceder en su momento a los estudios universitarios; aunque también los había mucho más jóvenes, jóvenes que por razones varias: trabajo, domicilio, familia... habían optado por los estudios a distancia para poder acceder a la universidad.  

Creada en 1973 la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) es hoy la mayor universidad pública española por el número de sus estudiantes, más de 260.000, que se reparten entre 27 títulos de grado, 65 de másteres, 18 de doctorado y más de 600 de formación permanente, impartidos desde su sede central en Madrid y con la inestimable colaboración de sus 62 centros asociados en España y 15 en el extranjero, repartidos por Europa, África y América.

De la UNED, mi alma máter, no puedo hablar sino bien. A pesar de sus muchas carencias en aquellos años nos dió la oportunidad a miles de españoles que en su momento no pudimos hacerlo, por las circunstancias que fueran, de acceder a los estudios superiores. ¿En qué medida las reivindicaciones de sus alumnos de hace casi treinta años influyeron en el desarrollo posterior de la UNED?. No tengo manera de saberlo, pero en todo caso me satisface enormemente poder haber participado junto a otros muchos alumnos pasados, presentes y futuros en el ilusionante proyecto de desarrollo y consolidación de la UNED.

Les dejo más abajo la Tabla Reivindicativa (1987) elaborada por los representantes de los alumnos en el claustro general de la universidad, tabla que alcanzó justa fama en su seno. 

Una anécdota final. En 1985, en la primera sesión del claustro constituyente que debatiría y aprobaría finalmente el proyecto de estatutos de la UNED, la primera enmienda que se discutió fue una de los representantes de los alumnos que pedían que la universidad tuviera un nombre propio y `personal, no genérico, que la reconociera y en que se reconociese como tal. Para ello, proponían que la UNED pasara a denominarse "Universidad Nacional Miguel de Cervantes". Perdieron esa primera votación, pero luego ganaron muchas otras... Por eso, la UNED de hoy es nuestra indiscutible alma máter, pero también nuestra hija.  

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt







Pazo de Mariñán (La Coruña, Galicia)




TABLA REIVINDICATIVA DEL ALUMNADO DE LA UNED


El Consejo General de Alumnos, reunido en Madrid los días 4 y 5 de julio de 1987, se ha planteado la elaboración prioritaria de un Programa reivindicativo que de forma permanente recoja sus aspiraciones en orden a la adecuación del mandato del art. 3 de los Estatutos de la Universidad a la realidad social, económica, cultural y académica de su entorno.

A tal fin, el Consejo General acuerda:

1.º Exigir del Estado, en base a la responsabilidad contraida por el mismo a través de la Disposición Adicional 1.ª de la Ley de Reforma Universitaria, la adecuación inmediata de los presupuestos de la UNED, como única universidad estatal, para que pueda desarrollar de forma eficaz los finesy objetivos para los que fue creada y que se explicitan en el art. 3 de los Estatutos.

2.º Exigir de la Universidad el cumplimiento de los requisitos de eficacia, economía y celeridad porpios de toda administración pública, y en concreto, la agilización de los trámites de matriculación, concesión o denegación de becas, remisión del material didáctico a los centros asociados y notificación de los resultados de los exámenes a los alumnos.

3.º Exigir de la universidad el pronunciamiento definitivo de la misma sobre el límite de permanencia del alumnado que establece el artículo 27, 13 de los estatutos.

4.º Exigir de la Junta de Gobierno de la universidad la creación de la comisión de metodología y medios de la educación a distancia que establece el artículo 87 de los estatutos.

5.º Exigir de la Junta de Gobierno la concreción de un calendario que garantice en el seno de la universidad la discusión por todos los estamentos de la misma y a todos los niveles de las propuestas de directrices propias elaboradas por el Consejo de Universidades.

6.º Exigir de la Junta de Gobierno, con carácter de urgencia, la elaboración del reglamento que determina el artículo 44, 7 de los estatutos sobre corrección de las irregularidades que se detecten en la docencia y en los éxamenes.

7.º Solicitar la modificación de los actuales criterios de subvención por parte de la universidad a los centros asociados de la misma de forma que repercuta en estos, al menos, el 50 por ciento de la totalidad de lo recaudado por los mismos en concepto de tasas.

8.º Exigir de la Junta de Gobierno el desarrollo de los artículos 70 y 80 de los estatutos, determinando la dotación mínima presupuestaria material y personal conque deben contar los centros asociados para autorizar su funcionamiento, supliendo la propia universidad las situaciones deficitarias que no alcancen ese nivel mínimo.

9.º Demandar la ceación de las condiciones presupuestarias que permitan la progresiva transformación de los centros asociados en centros propios de la universidad, de acuerdo con lo establecido en el artículo 71 de los estatutos.

10.º Demandar el establecimiento inmediato por parte de la Junta de Gobierno de los instrumentos de control de las actividades académicas de los centros asociados que garanticen la calidad de sus enseñanzas y la tutorización de las asignaturas por parte de sus profesores tutores.

11.º Demandar el establecimiento de las dotaciones presupuestarias necesarias para el eficaz funcionamiento de la representación de los alumnos en los centros asociados, garantizando su participación paritaria con los demás estamentos universitarios en el desarrollo de sus actividades académicas.

Para la consecución de estos objetivos el Consejo General de Alumnos acuerda desarrollar con carácter inmediato las siguientes actuaciones:

1.º Instar la efectiva descentralización económica y funcional a efectos presupuestarios de facultades, escuelas y departamentos.

2.º Demandar el aumento significativo de las subvenciones de la universidad a los centros asociados.

3.º Solicitar la revisión del actual sistemas de becas mediante la aplicaci´pon de criterios que respondan a la diversidad característica del alumnado de la UNED y a su situación social.

4.º Demandar el aumento sustancial de los fondos destinados a subvencionar la celebración de talleres, seminarios, convivencias, etc..., tanto entre profesores como entre alumnos y de unos con otros.

5.º Rebajar los precios del material didáctico y exigir la gratuidad de los sobres de matrícula y los programas de las asignaturas.

6.º Solicitar la creación de un colegio mayor por parte de la UNED que centralice las reuniones y estancias del alumnado y de los profesores tutores en sus actividades y desplazamientos a la sede central de la universidad con criterios de economía y racionalidad.

7.º Elaboración de una propuesta de reforma del actual sistema de evaluación del alumnado que determina el artículo 92 de los estatutos.

8.º Exigir el cumplimiento de las actividades académicas mínimas que determina el artículo 88 de los estatutos.

9.º Exigir de los departamentos de la universidad la regulación de:

9.a) Establecimiento de reglamentos de régimen interior (artículo 10 de los estatutos).

9.b) Regulación de la participación de los alumnos en las tareas de investigación (artículo 11 de los estatutos).

9.c) Regulación de las normas para la concesión de la "venia docendi" a los profesores tutores, garantizando la ratificación anual de los mismos por los consejos de departamento respectivos.

9.d) Exigencia de la elaboración de los planes anuales de actividades, asi como de las memorias, que para los departamentos establecen los artículos 12 y 13 de los estatutos.

9.e) Exigir de las juntas de facultades la elaboración de los planes anuales de actividades que recoge el artículo 30, 4, así como para los departamentos el artículo 88, 1,  de los estatutos. 

10.º Exigir que la tramitación de matrículas, con su correspondiente confirmación o anulación, sea conocida por los alumnos como más tarde en el mes de enero de cada año, así como que la recepción de los respectivos carnets de facultad se produzca antes del 30 de noviembre de cada año.

11.º Exigir la dotación material y personal que resulte necesaria para el negociado de becas, procediendo a su informatización total, de manera que el alumno conozca dentro de un plazo prudencial si su solcitud ha sido aceptada o denegada.

12.º Exigir que el material didáctico se encuentre en los centros asociados a disposición de los alumnos antes del primero de octubre de cada año.

13.º Exigir la existencia en todos y cada uno de los centros asociados del fondo editorial de la UNED en libros y medios audiovisuales, al menos de dos ejemplares por título, y de toda la bibliografía básica recomendada por los respectivos departamentos de la universidad.

14.º  Exigir la dotación material, técnica y humana precisa para agilizar la intercomunicación alumno-centro asociado-sede central, imprescindible en una universidad como la UNED.

15.º Solicitar la definición concreta de las funciones y competencias del nuevo virrectorado de alumnos en lo referente a la convocatoria y asistencia de los representantes del alumnado en cualquiera de los órganos de la universidad.

16.º Demandar la posibilidad de acceso de la delegación de alumnos, a través única y exclusivamente del delegado nacional de alumnos de la UNED a la asesoría jurídica de la universidad en solicitud de infomación o dictámenes sobre asuntos de su competencia.

17.º Determinar los procedimientos por los cuales la custodia y transporte de las valijas de exámenes sea competencia exclusiva de los respectivos tribunales, compensando económicamente a sus miembros en las condiciones que se estimen idóneas.

18.º Instar el traslado y establecimiento de las facultades y departamentos en sus nuevos edificios como más tarde para el mes de septiembre de este año.

Declaración final:

La incorporación de España a las Comunidades Europeas va a suponer a medio y largo plazo la transformación radical de la enseñanza universitaria, de las titulaciones profesionales e incluso de los hábitos culturales de nuestro pueblo. Una universidad como la UNED debe y puede garantizar a todos los ciudadanos el acceso en condiciones de igualdad a los estudios superiores y a las nuevas titulaciones que la sociedad futura demandará. Consciente este Consejo General de Alumnos de lasgeneralizadas carencias de la universidad española, y en concreto, de la insuficiente utilización de las técnicas y experiencias más idóneas de la enseñanza a distancia específicas de esta universidad, ha elaborado los criterios de actuación que anteceden -revisables de acuerdo con las circunstancias- para que sirvan de guía y línea de actuación de los representantes de los alumnos en su empeño de transformar las estructuras de la UNED y conseguir que nuestra universidad responda a las necesidades reales que demanda la sociedad de nuestro tiempo.

En Madrid, a 5 de julio de 1987.




  Los Reyes de España presiden la apertura del Curso 2012-2013 en la UNED



Entrada núm. 2188
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