Aunque no oficialmente es evidente que vivimos inmersos en una ininterrumpida campaña electoral que dura ya siete meses y que tiene su segunda cita consecutiva con las urnas en apenas tres semanas. En campaña electoral, ya se sabe, casi todo vale, aunque no todo sirva... Sobre la diferencia sibilina entre los conceptos de valer y servir prefiero no entrar.
Uno de los mantras de más recurso por los partidos políticos -por todos ellos- es el de prometer el oro y el moro a la ciudadanía sin explicar nunca de donde va a salir el dinero para cumplir esas promesas y satisfacer las más que justas reivindicaciones de sus votantes. Y la cuestión, claro está, es que esa es la madre del cordero de las promesas, y por supuesto, un trapo al que ninguno va a entrar voluntariamente...
Un periodista, Antonio Fernández, lo acaba de hacer, entrar al trapo de la cuestión, en un reciente artículo en Revista de Libros titulado "Pancartas del populismo leninista, chavista… o lo que sea. Comparto pocas cosas de lo que en el artículo se dice ni el tono en que lo hace, si acaso, con matices, lo de la inclusión de nuevos derechos sociales y económicos en la Constitución (pancarta 1) y sobre los sueldos de los políticos (pancarta 2), pero desde luego sí que creo que el artículo invita a reflexionar y ponerse en guardia ante muchas promesas electorales que todos intuimos, al menos eso, de difícil, por no decir de imposible cumplimiento.
Esas "pancartas" a las que se alude en el título son: 1. Detallar en la Constitución los derechos sociales; 2. Endurecer al máximo las incompatibilidades de los políticos y bloquear las puertas giratorias; 3. Para pagar las pensiones, subir impuestos y cotizaciones; 4. Combatir la intolerable y creciente desigualdad que existe en España; y 5. Para crear empleo, subir salarios.
Les invito a leerlo con detenimiento, y luego, quien esté libre de pecado, que le lance el primer pedrusco. A lo peor cojo yo el siguiente...
1 comentario:
Muy bueno...
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