viernes, 23 de mayo de 2025

DE LAS VIÑETAS DEL BLOG DE HOY VIERNES, 23 DE MAYO DE 2025

 




































jueves, 22 de mayo de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY JUEVES, 22 DE MAYO DE 2025

 





Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz jueves, 22 de mayo de 2025. Entre los males de nuestra democracia, afirma la politóloga Estefanía Molina en la primera de las entradas del blog de hoy, está el auge del cesarismo en los partidos, de cualquier color. La segunda es hoy un archivo del blog de mayo de 2008 en la que HArendt hablaba sobre el partido popular y comentaba que la crisis por la que estaba pasando el PP se le antojaba un tanto ficticia, pues los únicos que estaban hablando eran los que habían sido desalojados del poder interno del partido. El poema del día, en la tercera se titula Una cosa menos que adorar, es del poeta portugués, y cardenal de la Iglesia Católica, Jose Tolentino de Mendonça, y comienza con estos versos: Ya vi matar a un hombre/es terrible la desolación que un cuerpo deja/sobre la tierra. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt












DE LA LEY DE HIERRO DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

 








Entre los males de nuestra democracia, afirma la politóloga Estefanía Molina en El País [Pedro Sánchez contra el PSOE ‘disidente’, 16/05/2025],  está el auge del cesarismo en los partidos, de cualquier color. Pedro Sánchez, comienza diciendo Molina, mandó a José Luis Ábalos a leerle la cartilla a sus barones. Sorpresa: ningún líder quiere que haya disidentes criticándole en los medios. Distinto es que entre los males de nuestra democracia esté el auge del cesarismo en los partidos. Y aún más preocupante, la forma en que el señalamiento político está contaminando incluso a muchos ciudadanos.

En España hubo una gran sed de cambio tras el 15-M de la que empezamos a acusar nuestro desengaño. Podemos y Ciudadanos surgieron hablándonos de las bondades de la pluralidad interna o de los liderazgos menos jerárquicos para acabar haciendo todo lo contrario. Albert Rivera espetó a sus críticos en 2019 que “si algunos piensan que el sanchismo tiene que campar a sus anchas, que presenten un partido político y se sumen a Sánchez”, al tiempo que llenaba la cúpula de riveristas. Íñigo Errejón montó otro partido —Más País— porque no tenía cabida fraterna en Podemos tras la afrenta que le acababa de plantar a Pablo Iglesias.

Hoy nos sentimos decepcionados porque una vez creímos que otro modelo de partido político era posible. Nada de eso. El cesarismo explica en parte la autodestrucción de las formaciones nacidas desde 2015. Los contrapesos —quienes piensan distinto— siempre han sido positivos para tomar decisiones más moderadas, o para no hacer apuestas tan personalistas. De haberles escuchado, quizás Ciudadanos habría acabado tendiendo la mano a Sánchez desde la misma noche electoral en vez de acabar hundido de 57 a 10 escaños en 2019.

Ese cierre de filas generalizado se nota en el aburrimiento que tienden a provocar hoy las entrevistas a cualquier político. El llamado “argumentario” ha arruinado la espontaneidad y la conversación pública. ¿Qué debate cabe sobre unas líneas que ha escrito y distribuido previamente el mismo partido para que sus portavoces repitan una y otra vez ante cualquier suceso, con exactamente las mismas palabras o expresiones? A menudo es una cuestión de supervivencia. Con la multiplicación de canales informativos, las organizaciones necesitan unificar sus mensajes ante la sociedad para que calen. Los propios analistas tendemos a ser críticos cuando alguien se sale de la línea oficialista.

En este caso, los WhatsApp publicados estos días son llamativos porque el PSOE era el partido que más se preciaba de su encarnizado debate interno. Ahora bien, el presidente del Gobierno tampoco necesitaba darles un toque a sus barones: había anulado ya su poder interno años atrás. El hiperliderazgo tiene más de generacional y de contexto de lo que parece. Tras ganar las primarias en 2017, Sánchez rebajó las atribuciones del Comité Federal —para que no pudieran echarle otra vez— mientras que daba mayor poder a la militancia. Es decir, se dotaba de más poder a sí mismo, porque las bases raramente cuestionan las decisiones de la cúpula. A diferencia de a Rivera, no le salió mal la jugada: ¿De qué otra forma habría logrado Sánchez llegar a ser presidente, si no hubiera aceptado ir de la mano con Podemos y los independentistas, en la moción de censura contra Rajoy en 2018? Los barones le habían prohibido cualquier entendimiento con esos mismos socios en 2015. La centralidad tampoco se premia en contextos de polarización política.

Sin embargo, sería naíf pensar que antes de 2017 no había en el PSOE mecanismos de control interno. Las organizaciones partidistas siempre han bailado al son de su dirigente, ya fuera por el carisma de este, por adhesión acrítica, por miedo a quedarse arrinconado o porque antes de que la militancia eligiera a sus líderes lo hacían unos delegados —personas designadas— que no caían del cielo. Como diría Alfonso Guerra, “el que se mueve, no sale en la foto”. El partido de Felipe González pasó de no apoyar la entrada en la OTAN, a hacerlo.

Precisamente, el drama de la democracia española hoy no es que nuestros partidos traten de acallar la crítica interna, sino cómo ese señalamiento permea ya entre ciertos ciudadanos. Se ha vuelto imposible dudar de lo que hace el líder de turno sin ser acusado de ser poco de derechas, o poco de izquierdas, incluso, de traidor que buscar derribar a la organización entera pese a haber militado en ella o apoyarla en silencio. ¿Desde cuándo convertirse en un palmero ha mejorado a ningún país o partido? Los políticos no tienen el monopolio de los valores, sino de su estrategia. Las redes sociales amplifican ese fenómeno peligroso que, por suerte, aún no es tan común en la calle.

Habrán ido cambiando las formas, pero tampoco cabe idealizar un pasado anárquico o asambleario en los partidos. Ya en el siglo XX Robert Michels teorizaba sobre la ley de hierro de la oligarquía: el poder tiende a concentrarse. Los partidos reproducen estructuras a su alrededor, sea vía cuadros propios o vía altavoces externos. Asumamos nuestro cinismo: la delgada línea entre si nos parece bien o mal apartar a las voces discrepantes también tiene que ver con que un líder llegue o no al Gobierno. En eso son parecidos rojos y azules. No es únicamente una cosa de Pedro Sánchez contra el PSOE disidente. Estefanía Molina es politóloga.












[ARCHIVO DEL BLOG] EL DESGARRO. PUBLICADO EL 24/05/2008










Aun viéndolo desde la izquierda política donde me ubico, la crisis por la que está pasando el PP se me antoja un tanto ficticia. Hasta ahora, los únicos que están hablando son los que se han visto desalojados del poder interno del partido. Y unos cientos de mamelucos vociferantes que ni pesan ni influyen, aunque ellos piensen que sí... Yo veo más una lucha interna por el poder que una discrepancia ideológica profunda. Y lo de María San Gil me parece puro oportunismo político de una persona que ha perdido todas las elecciones a las que se ha presentado, y cada vez peor... Lo disfrace de lo que lo disfrace.
Entre ayer y hoy le leído tres artículos de opinión muy ponderados sobre la "crisis" del PP. Son periodistas de ideología diversa y de tres medios de comunicación distintos de Canarias (Federico Utrera, Canarias Ahora), Galicia (Xosé Luis Barreiro, La Voz de Galicia) y Madrid (Soledad Gallego-Díaz, El País). Leídos en conjunto pienso que aportan algunas claves interesantes. Disfrútenlos. Les dejo con ellos. 
"Crisis en el Partido Popular. Una búsqueda desesperada", por Soledad Gallego-Díaz: La campaña desatada en torno al congreso del PP tiene un aspecto cada vez más despiadado. Cada día se nota más la desesperación de quienes intentan forzar, como sea, una candidatura alternativa a la de Mariano Rajoy, que corte el paso al nuevo equipo y que vuelva a colocar al PP bajo la influencia de los dos medios de comunicación, la emisora de la jerarquía católica Cope y el diario El Mundo, que desempeñaron un papel fundamental en la pasada legislatura y que no renuncian ahora a tejer una poderosa alianza a la americana.
Todos ellos temen que si la candidatura de Rajoy es la única que compite, el actual líder del partido se garantice, al menos, otros tres años de protagonismo, con una anunciada, e inesperada, autonomía personal. Encontrar una alternativa a Rajoy es, sin embargo, difícil. Primero, porque los posibles herederos, algunos de los actuales barones (Francisco Camps y Esperanza Aguirre incluidos), no son diputados en el Congreso y éste es un país donde la oposición se ha hecho siempre vía parlamentaria, con los debates sobre el estado de la nación y las preguntas de control como elementos políticos básicos.
El candidato del PP a las elecciones de 2012 puede no ser parlamentario, pero sólo si se lanza ya en víspera de la nueva campaña electoral. Nadie puede resistir cuatro años enteros como jefe de la oposición y candidato a presidente del Gobierno fuera del Parlamento. Por eso algunos tratan de convencer a Juan Costa o a Gustavo Arístegui, que tienen escaño, para que se lancen a la aventura.
La cuestión es quién ejerce el mando en el PP hasta 2011. Camps y muchos otros barones prefieren que sea Rajoy, porque piensan que es un candidato debilitado y que, en cualquier caso, es mejor que dar paso a uno de sus auténticos enemigos, es decir, otro barón que se ponga al frente del extenso aparato del partido. Pero una cosa es que hayan dado su respaldo a Rajoy y otra, que estén dispuestos a asumir parte del desgaste que sufre en estos días el presidente del partido.
Camps, Arenas o Núñez Feijóo están contemplando la batalla desde la barrera: Rajoy se las tiene que arreglar solo, o con el exclusivo apoyo de Ruiz-Gallardón, que no tiene mucho que perder y sí algo que ganar, para salir vivo de esta ofensiva. Por eso los enemigos de Rajoy intentan desesperadamente echar toda la carne en el asador en estos días y se felicitan por el nuevo flanco abierto por una persona tan apreciada como María San Gil, quien parece haber aprovechado la situación para retirar su candidatura en las próximas, y pesimistas, elecciones vascas. La operación no ha salido del todo bien, porque el PP vasco está más alejado del pensamiento apocalíptico de Mayor Oreja de lo que ellos creían, pero aun así perjudica a Rajoy, porque oponerse a San Gil no da réditos entre los militantes del PP.
Esperanza Aguirre y su entorno son otra cosa: la poderosa presidenta de la Comunidad de Madrid puede preferir, quizás, a cualquiera menos a Mariano Rajoy, pero tampoco puede unir su destino al de otro barón ni, desde luego, a un candidato poco sólido o disparatado, algo que sí están dispuestos a contemplar Jiménez Losantos, la jerarquía de la Iglesia católica o Pedro J. Ramírez, en su feroz intento por cortocircuitar a Rajoy. Todos ellos están empeñados en ofrecer a Aguirre su apoyo a cambio de arrastrarla a su campo. La presidenta, que nunca ha sido una militante religiosa, ha entregado la enseñanza de Educación para la Ciudadanía a los representantes más agresivos del pensamiento católico, y está jugando en ese campo de manera muy activa, pero no ha decidido aún arriesgarse y lanzar una candidatura alternativa, propia o encubierta, como le apremian. Si no hay tiempo ni capacidad para organizar otra candidatura potente, Aguirre necesita asegurarse que Rajoy no utiliza los tres próximos años para abrirle una guerra interna que le reste poder. Para eso, al menos, cuenta con el apoyo de Aznar, quien ya advirtió seriamente a Rajoy que en esta nueva etapa no debe modificar la actual relación de fuerzas dentro del partido.
¿Y Mariano Rajoy? El presidente del PP debe pensar que tres años es mucho tiempo. Su objetivo es simplemente llegar al congreso de junio sin ninguna candidatura alternativa creíble. Es decir, sin que los otros barones le hagan frente. Quizás dentro de tres años haya rehecho su poder interno y pueda realmente cumplir su deseo de volver a presentarse a las elecciones generales. Pero si no es así, si los barones reclaman su papel y tiene que dejar paso a otro candidato presidencial, por lo menos habrá dado un empujón al PP hacia una cierta modernidad. Hasta el momento, Rajoy ha cometido muchos errores, pero a trancas y barrancas va consiguiendo lo fundamental: arañar días sin que surja una alternativa creíble. A corto plazo, eso sería suficiente para el.
A largo, el problema está en el pensamiento de quienes, dentro del PP, creen que la alianza entre el PSOE y los nacionalismos se llevará por delante al Partido Popular y obligará a refundar la derecha española, que nunca ha perdido sus dos almas, la más abierta, aunque errática, de UCD, y la conservadora y católica de Alianza Popular. Aznar las unió pero no está escrito que tengan que permanecer siempre así. (El País, 23/05/08)
"La crisis del PP vista desde fuera", por Xosé Luis Barreiro. En el PP se juntan dos crisis, que, aunque relacionadas entre sí, son netamente diferentes. La primera, la que está en todos los periódicos, es una crisis interna, cuya descripción podría reducirse a la lucha por el poder que se desata cuando un líder enseña sus debilidades. Y la segunda, de la que casi nadie habla, es una crisis de discurso, o de proyecto, de cuyo análisis podrían derivarse los remedios que hay que aplicar a tan peliaguda situación. A la primera le llamo «interna» porque, a pesar de la algarada mediática, solo tiene interés para los que pelean en ella. Y a la segunda le llamo «de proyecto» porque, aunque condiciona las estrategias de los que se disputan el poder, compromete sobre todo a un cuerpo electoral que se está quedando sin un discurso que oponer a la euforia socialista.
Si usted quiere ir a la realidad de las cosas, y conocer la verdadera dimensión de esta segunda crisis, basta con que se plantee dos cuestiones muy sencillas y trate después de contestarlas. La primera de las preguntas es: ¿qué decisión ha tomado Mariano Rajoy desde que perdió las elecciones? Y la segunda podría formularla así: ¿En qué consiste el centro político y qué proyecto tiene el PP para cambiar y mejorar el país?
A la primera de las cuestiones debe responder que ninguna. Porque, además de haber consentido que la crisis del aznarismo se traslade a la sociedad como el derrumbe de su propio liderazgo, y de presentar sus tenues rectificaciones estratégicas como una cesión oportunista de los principios fundacionales del PP, está dejando que todas las piedras que le sirvieron de lastre -como Acebes y Zaplana- se vayan de rositas, convertidos en crítica viviente contra la autoridad del líder. Y la respuesta a la segunda pregunta basta con entresacarla de los propios discursos de Rajoy, de los que claramente se deduce que la acción de gobierno consiste en hacer lo que le interesa a la gente, y en dar a entender que a la gente solo le interesa lo suyo.
Valores ciudadanos, por lo que se intuye, no hay. Necesidad de gobernantes que abran caminos de futuro, incluso contra corriente, tampoco. Cambios sociales que aquilatar y normalizar, no se mencionan. Y del talismán del centro solo se sabe que es, siguiendo la definición expuesta en la Universidad de Comillas, «la capacidad de hablar con todos». De donde se deduce que centrista, centrista, solo es Zapatero, y que, fuera del presidente victorioso, solo nos queda la obsesión de ETA, motivo y guía de toda la política española.
Ahí está la verdadera crisis. Porque las aspiraciones y ambiciones de Esperanza Aguirre y de Ruiz-Gallardón solo son un episodio sin importancia en la larga lucha por el poder. (La Voz de Galicia, 24/05/08)
"PP: Rumbo a lo conocido", por Federico Utrera. “Rumbo a lo desconocido (Historia secreta de los años más convulsos del PP)” es el nuevo libro de Graciano Palomo, quizás el analista más documentado de la derecha española y desde luego, sin discusión alguna, el más prolífico. Ha visto pasar por las filas conservadoras a Fraga, Mancha, Aznar y ahora Rajoy cuando por las bancadas socialistas pasaron Felipe, Almunia, Borrell y Zapatero. ¿Qué ocurrirá el 20 21 y 22 de junio en Valencia durante el XVI Congreso del PP? Palomo no lo sabe y lo admite, pero en su libro se vislumbra el “target” de los líderes de opinión del PP que van a mover el voto de los delegados, independientemente de su jerarquía orgánica, y entre los que él cree que no hay ningún canario, por más que el duelo entre Soria y San Gil en la ponencia política prometa mucho. Pero mas allá de si continuará Rajoy, surgirá un “tapado” de consenso forzado por Esperanza Aguirre o se impondrá Gallardón en unas primarias abiertas, lo que parece claro es que nada será igual que antes.
La pregunta, sin embargo, no es obscena en una democracia de masas donde el elemento mediático juega tanto de forma fáctica como el financiero y antes el sindical o el eclesial. ¿Se puede liderar el PP con la manifiesta hostilidad de la Cope y El Mundo? Para descifrarlo, háganse la pregunta a la inversa: ¿Se podría liderar el PSOE con la animadversión unánime de la SER, El País, la Sexta y Público? Poder se puede, pero otra cosa es lo que dure. El guerrismo no desapareció pese al pulso Guerra-Cebrián (muy parecido a éste de Pedro Jota-Rajoy) pero Borrell sólo duró unos minutos frente a El País y Zapatero ha logrado lo que parecía imposible: sortear las zancadillas de todos aquellos que tenían mucha prisa por desbancarlo. Y aún así, los que se han sentido perjudicados aguardan su momento para ajustar cuentas. ¿Podrá conseguir Mariano lo mismo? Si leen el libro de Graciano Palomo, podrán encontrar una respuesta, porque lo más útil para desentrañar lo desconocido es analizar lo conocido. Y eso, Palomo lo hace a las mil maravillas, porque como gusta él mismo decir y encontramos esparcido por el libro: la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. (Canarias Ahora, 24/05/08).  Y sean felices a pesar de todo. HArendt
.















DEL POEMA DE CADA DÍA. HOY, UNA COSA MENOS QUE ADORAR, DE JOSE TOLENTINO DE MENDONÇA

 







UNA COSA MENOS QUE ADORAR

 

Ya vi matar a un hombre

es terrible la desolación que un cuerpo deja

sobre la tierra

una cosa menos que adorar

cuando todo se extingue

los paisajes se revelan perdidos

irreconciliables

 

entenderás ahora mi pánico

en las noches cuando vuelvo sin razón alguna

corriendo por el puente de madera

donde un hombre fue asesinado

 

arranco como un atleta al son de un disparo seco

pero solo soy alguien que de noche

grita por la casa

 

hay quienes digan

que la vida es una cerilla

demasiado escasa

para el milagro del fuego

 

hoy estuve tan triste

que encendí centenares de fósforos

toda la tarde

mientras pensaba en el hombre que vi matar

del que nunca supe nada

ni su nombre.





***



UMA COISA A MENOS PARA ADORAR



Já vi matarem um homem

é terrível a desolação que um corpo deixa

sobre a terra

uma coisa a menos para adorar

quando tudo se extingue

as paisagens revelam-se perdidas

irreconciliáveis


entenderás agora o meu pânico

nas noites quando volto sem razão alguma

correndo pela ponte de madeira

onde um homem foi assassinado


arranco como um atleta ao som de um tiro seco

mas sou apenas alguém que à noite

grite pela casa


há quem diga

que a vida é um fósforo

demasiado escasso

para o milagre do fogo


hoje estive tão triste

que acendi centenas de fósforos

a tarde toda

enquanto pensava no homem que vi matarem

de quem nunca soube nada

nem o seu nome




***




JOSE TOLENTINO DE MENDONÇA (1965)

poeta portugués






















DE LAS VIÑETAS DE HUMOR DEL BLOG DE HOY JUEVES, 22 DE MAYO DE 2025

 

































miércoles, 21 de mayo de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY MIÉRCOLES, 21 DE MAYO DE 2025

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz miércoles, 21 de mayo de 2025. La idea de que la vida es un teatro se remonta a la antigüedad, dice en la primera de las entradas del blog de hoy el periodista José Manuel Grau Navarro, algo que ya declaró el poeta romano Juvenal en el siglo I de nuestra era cuando dijo que «toda Grecia es un escenario y todos los griegos son actores». En la segunda, un archivo del blog de agosto de 2013, HArendt manifestaba su desconocimiento absoluto sobre la ciencia económica y subía al blog dos artículos de muy similar calado, el primero de un historiador y el segundo de un economista, centrados en la crisis española y europea, desde la perspectiva política y desde la económica y financiera. El poema del día, en la tercera, titulado A lo largo del muro, del poeta portugués Mário Cesariny, comienza con estos versos: A lo largo del muro que habitamos/Hay palabras de vida, hay palabras de muerte/Hay palabras inmensas que nos esperan/Y otras, frágiles, que han dejado de esperar. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt