miércoles, 7 de mayo de 2025

De las viñetas del blog de hoy miércoles, 7 de mayo de 2025

 






































martes, 6 de mayo de 2025

De las entradas del blog de hoy martes, 6 de mayo de 2025

 






Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz martes, 6 de mayo de 2025. En España, dice en la primera de las entradas del blog de hoy el editor Pablo Blázquez, a la hora de gobernar los grandes partidos prefieren ponerse en manos de nacionalistas, separatistas y extremistas de todo pelaje, otorgándoles a esos clanes un poder desproporcionado que desde luego no atiende a su verdadero respaldo social y político. En la segunda, un archivo del blog de junio de 2019, el ensayista Pablo Ruiz Soroa, comentaba que en 1787, el colectivo "Publius" (Alexander Hamilton, James Madison y John Jay) publicó en Nueva York una serie de artículos para convencer a sus conciudadanos de ratificar la Constitución aprobada poco antes por la Convención en Filadelfia. Los escritos fueron reunidos después bajo el título de El federalista ("The Federalist Papers") y constituyen hoy todavía uno de los más perspicaces análisis del fundamento y el esqueleto de una república moderna y específicamente de una de naturaleza federal. El poema del día en la tercera, del poeta ucraniano Lesyk Paniasuk, se titula "Prometeo" y comienza con estos versos: "Ayer vi una foto de un soldado ruso muerto/con dos vibradores robados en las manos/los sujetaba como si fueran dos relevos,/cual antorchas olímpicas". Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt











De los duelos a garrotazos

 






En España, dice en la revista Ethic [Duelo a garrotazos, 28/04/2025] su editor, Pablo Blázquez, a la hora de gobernar los grandes partidos prefieren ponerse en manos de nacionalistas, separatistas y extremistas de todo pelaje, otorgándoles a esos clanes un poder desproporcionado, que desde luego no atiende a su verdadero respaldo social y político. Y, mientras, ellos siguen, como en el mítico cuadro de Goya, liándose a mandobles y a garrotazos. Como si esa fuera, manda huevos, la misión que desde la ciudadanía les hemos encomendado. La política es hoy para el espectador, comienza diciendo Blázquez, una interminable sucesión de astracanadas. No importa que uno caiga en las páginas de nacional o en la sección de internacional. Cuando se abre el telón, Muñoz Seca es el guionista de todos nuestros telediarios. Los paladines del populismo embisten contra esas instituciones que, con todos sus defectos, sirven para equilibrar y proteger nuestras democracias, especialmente, claro, contra las que más aprietos pueden causarles: los medios de comunicación y los jueces. Vemos así cómo la Ley Gascón se cumple escrupulosamente: «Toda sátira es profecía. Toda parodia es eufemismo».

En su último libro, Adela Cortina se pregunta si la revolución tecnológica está favoreciendo el eclipse de la democracia liberal. La pensadora, que abarrota todos los auditorios donde la invitan a hablar de filosofía, ensaya cómo se está malogrando en nuestras sociedades eso que Habermas llamó la acción comunicativa. Una de las grandes paradojas de nuestra época es que estamos más y mejor conectados que nunca, pero la comunicación se está rompiendo. Los espacios de diálogo, nos advierte la gran filósofa de la ética y de la democracia en España, son cada vez más reducidos.

Para el profesor Arias Maldonado, que ha defendido en esta revista esa tercera vía que puede ser el ecologismo ilustrado, era inevitable que el cambio climático y la transición energética se politizasen una vez que ganaron visibilidad pública. En los últimos años, hemos visto avances y consensos decisivos en esa agenda para el crecimiento verde, especialmente en Europa, que quiere dar carpetazo a los combustibles fósiles en el año 2050. Sin olvidarse de esos objetivos medioambientales, Bruselas reivindica ahora certeramente esa competitividad sin la cual los estados del bienestar simplemente no hubiesen sido posibles. En el fondo, nos pasa un poco como al personaje de esa canción de Nacho Vegas que declara: «Tracé un ambicioso plan, consiste en sobrevivir». Es evidente, en cualquier caso, que Europa no puede seguir languideciendo en una decadencia perfectamente regulada. Tampoco va esto de claudicar ante esa retórica decrecentista que convierte el cambio climático en una suerte de experiencia primitiva, cuasi religiosa, que nos aleja de la ciencia para adentrarnos en el pensamiento mágico. Y mucho menos, claro, de dejarnos embaucar por los negacionistas del calentamiento global. Como un animal herido, Trump ha vuelto más agresivo e impredecible a la Casa Blanca, y así es como nos enfrentamos a la primera gran ola de contestación populista contra la agenda verde. «Drill, baby, drill» es ya uno de los lemas del mandatario más punki que jamás habría podido soñar el partido republicano.

No se puede desmentir a quienes sostienen que la del green deal es una hoja de ruta perfectible y algo elitista, pero tampoco podremos refutar que este proyecto dispone de un potencial titánico que descansa sobre un basamento de ilustración y ciencia, marca de la casa de una Europa, cuyos valores —como nos recuerda el Premio Princesa de Asturias Michael Ignatieff en la magnífica entrevista que en estas páginas le ha hecho Diego S. Garrocho— son más necesarios que nunca. Contra el green deal y su forma de abordar los zigzags del progreso, encontramos una extraña alianza entre la vieja oligarquía de los petrodólares y los nuevos enemigos de la razón y el progreso: terraplanistas, antivacunas, negacionistas… Una apoteosis marciana del oscurantismo. «Europa es un estorbo para el repliegue autárquico de la tribu y para el regreso a la dialéctica bilateral entre naciones que proponen (la ley del más fuerte), porque ejemplifica todo lo contrario: un espacio único de convivencia multilateral», ha escrito en un artículo el periodista Iñaki Ellakuria.

Hace unas semanas, seguimos con inquietud las elecciones en Alemania y el ascenso de esa extrema derecha posmoderna y pro-Putin que por allí campa tratando de darle la vuelta a la memoria sobre el holocausto. En apenas unos días, la locomotora de Europa anunciaba que ya estaba encarrilada una coalición de fuerzas moderadas —democristianos y socialdemócratas— con el apoyo de los verdes, que allí son también un partido con sentido de Estado. Por el contrario, aquí, en España, a la hora de gobernar los grandes partidos prefieren ponerse en manos de nacionalistas, separatistas y extremistas de todo pelaje, otorgándoles a esos clanes un poder desproporcionado, que desde luego no atiende a su verdadero respaldo social y político. Y, mientras, ellos siguen, como en el mítico cuadro de Goya, liándose a mandobles y a garrotazos. Como si esa fuera, manda huevos, la misión que desde la ciudadanía les hemos encomendado.













[ARCHIVO DEL BLOG] La música y la letra del federalismo. Publicado el 09/06/2019











En 1787, el colectivo "Publius" (Alexander Hamilton, James Madison y John Jay) publicó en Nueva York una serie de artículos para convencer a sus conciudadanos de ratificar la Constitución aprobada poco antes por la Convención en Filadelfia. Los escritos fueron reunidos después bajo el título de El federalista ("The Federalist Papers") y constituyen hoy todavía uno de los más perspicaces análisis del fundamento y el esqueleto de una república moderna y específicamente de una de naturaleza federal. Lúcidos, realistas y discutibles, como lo prueba que sigan siendo debatidos en la actualidad, pero como comenta en El País el abogado y ensayista José María Ruiz Soroa, en España tendemos a fijarnos en la música del termino federalismo y olvidarnos de su letra, que no es otra que la igualdad de los ciudadanos como personas concretas, no como territorios. 
Pues bien, comienza diciendo Ruiz Soroa, no parece sino que en nuestra actualidad hispana todo el que es alguien en el mundo progresista ha decidido emular a "Publius" en lo de titularse “federalista”. Trátese de practicones o de teóricos, todo el espectro político de izquierdas coincide en que lo suyo es ser y defender el federalismo como futuro inevitable de organización del país. La diferencia, ¡ay!, es que entre nosotros nadie explica nada, nadie concreta en que consistirá ese federalismo (más allá de una huera palabrería sobre plurinacionalidad y asimetría), nadie propone un texto articulado: lo de federalista suena tan bien que coloca al que tal se declara más allá de la necesidad de elaborar su pensamiento. Un eslogan o tuit pasa por ello.
Decía el profesor Francisco Sosa Wagner, en su intervención ante aquella mesa del Congreso que trató de la reforma constitucional hace un par de años, que lo mínimo que se puede hoy pedir a quien proponga una reforma en la Constitución es que presente para poder hablar un texto concreto alternativo. Que ponga en un texto a doble columna la redacción actual y la que propone. Es la única forma de saber de qué hablamos. Como hicieron los fundadores, se trata de defender un texto, no de tararear una música.
Por ejemplo, se trata de concretar (y concretar quiere decir descender a las cifras) qué va a ser de la igualdad en ese federalismo reclamado. Sí, ya sabemos que este se funda sobre el respeto a la diferencia de las partes federadas, es decir, en la desigualdad del régimen de inserción de los territorios en lo común. Pero hay otro ámbito de la igualdad que se olvida en esa música, y es la igualdad de los ciudadanos como personas concretas, no como territorios. ¿Será el mismo el estatus de ciudadanía en toda España? ¿A qué aspectos alcanzará esa igualdad y a cuáles la diferencia? ¿Serán los derechos relativos a los servicios del Estado de bienestar iguales? ¿Gozarán de la misma financiación por parte de la Administración? Hoy en España la brecha de la financiación foral respecto a la común es ya del 100%; el ciudadano foral es el doble de ciudadano que el corriente. Pero incluso entre las comunidades autónomas del régimen común la dispersión en la financiación llega también al 100%: Cantabria recibe el doble de financiación por habitante ponderado que Valencia. La redistribución de rentas ¿funcionará a nivel de Estado o solo de territorios? ¿Y con qué intensidad? ¿Qué propones en concreto, "Publius"?
Se trata de plasmar (y también bajando a la realidad del día a día) qué va a ser de la libertad personal en ese federalismo que se silba tan bonito. De nuevo, anticipamos que cada territorio, nación, Estado o región regulará la enseñanza, la cultura, la identidad y la lengua. Claro, pero ¿cómo se protegerá a las personas concretas de la discriminación o de la imposición, del afán por educarlas y hablarlas a gusto de la mayoría local? Porque la regla democrática de la mayoría no basta para proteger a los ciudadanos de, precisamente, las mayorías democráticas; para eso hacen falta reglas y contrapoderes. ¿Cuáles propones, Publius moderno? ¿O lo abandonas… a lo que salga?
Y no dejemos de lado algo que muy sensatamente advirtió Juan José Linz hace ya años (el profesor de Yale debe ser colocado en el linaje de los empíricos, lejos de los músicos): aunque suene sorprendente a algunos, por ejemplo a nuestro Publius, resulta que el federalismo y sus instituciones trabajan directamente en contra de la unión, es decir, a favor de la disgregación de un Estado, si y cuando las élites gobernantes en las subunidades federadas no hacen un uso de él deliberadamente dirigido a promover la unión en un clima de concordia nacional. Si usan los poderes federativos para crear un clima de hostilidad, el Estado será inviable a corto plazo. Pronóstico cuyo acierto ha quedado ya demostrado por estos lares, ¿no?
El "Publius" original proponía el federalismo para unir a unas colonias hasta entonces separadas en una laxa confederación inconexa ("to go together"). Nuestro "Publius" redivivo propone el federalismo para ver si así el invento no se rompe del todo, para ver de pegar lo que los separatistas desean romper y van rompiendo desde hace años ("to keep together"). Pero ¿es que vale el federalismo para eso cuando no se queda en mera música y se propone con detalle y precisión? Haga nuestro "Publius" el esfuerzo de concretar, y entonces veremos. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 
















Del poema de cada día. Hoy, "PROMETEO" / "ПРОМЕТЕЙ", de Lesyk Panasiuk

 







 PROMETEO



Ayer vi una foto de un soldado ruso muerto

con dos vibradores robados en las manos

los sujetaba como si fueran dos relevos,

cual antorchas olímpicas,

en las que en lugar de la llama ardía una alegría

que no llegó ni a la frontera no llegó a brillar

en todo su esplendor ni en Vorkutá ni en Múrmansk

no la llegaron a ver sus paisanos

no pudieron ser testigos de tal hazaña

Pero nunca nos han faltado prometeos rusos

solo que antes robaban la historia y el arte

de Ucrania y todo lo demás

no hace falta que os lo cuente

ahora nos han usurpado hasta la alegría

Sería consciente el soldadito de la magnitud de su heroicidad

esperaría que en su honor se erigiera un monumento

y que pusieran su nombre a unos caramelos

o a un nuevo sistema de misiles rusos

Dos vibradores

algo por lo que vale la pena luchar

algo por lo que vale la pena morir

quizás pensara eso



***



ПРОМЕТЕЙ



Вчора я бачив фото мертвого російського солдата

з двома краденими вібраторами в руках

він тримав їх як дві естафетні палички,

мов олімпійські смолоскипи,

в яких замість полум’я палала радість

що не дійшла до кордону не засяяла

на повну силу ні у Воркуті ні в Мурманську

не побачили її земляки

не змогли стати свідками такого подвигу

Але прометеїв руських нам ніколи не бракувало

тільки раніше вони крали історію і мистецтво

в України і все інше

не буду вам про це розповідати

тепер вони в нас вкрали навіть радість

Чи усвідомлював солдатик велич свого геройства

чи сподівався що на його честь поставлять пам’ятник

і назвуть його іменем цукерки

або нову російську ракетну систему

Два вібратори

те, за що варто боротися

те, за що варто вмирати

можливо він так думав



***



LESYK PANASIUK (1991)

poeta ucraniano























De las viñetas el blog de hoy martes, 6 de mayo de 2025

 

































lunes, 5 de mayo de 2025

De las entradas del blog de hoy lunes, 5 de mayo de 2025

 





Hola, buenos días de nuevo y feliz lunes, 5 de mayo de 2025. Desde que Montaigne publicase el primer volumen de sus ‘Ensayos’, en 1580, comenta en la primera de las entradas del blog de hoy el escritor Pablo Cerezal, este género literario se ha convertido en pieza clave del pensamiento occidental, pero el ensayo nació mucho antes, con la antigua filosofía griega. En la segunda, un archivo del blog de mayo de 2014 en el que se comentaba que el próximo 9 de mayo se cumplían 63 años de la Declaración emitida por el ministro de asuntos exteriores francés Robert Schuman que puso en marcha el proceso de unificación europeo, algo impensable tan solo cinco años después de finalizada la más sangrienta y atroz de las guerras civiles europeas. El poema del día, en la tercera, del poeta ruso Vladímir Mayakovski, se titula "Verlaine y Cézanne" y comienza con estos versos: "La poesía/es la misma extracción de radio./Un solo gramo de extracción,/un año de trabajo./Agotas una sola palabra por la palabra/miles de toneladas/de mena verbal". Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor, pero ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν" (toca marchar); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt













Del ensayo como género literario

 






Desde que Montaigne publicase el primer volumen de sus ‘Ensayos’, en 1580, comenta en la revista Ethic [Los ensayos más importantes de la historia, 29/04/2025] el escritor Pablo Cerezal, este género literario se ha convertido en pieza clave del pensamiento occidental, pero el ensayo nació mucho antes, con la antigua filosofía griega. Por ensayo, comienza diciendo Cerezal, entendemos ese género literario dedicado a analizar en profundidad temas concretos, añadiendo a dicho análisis la interpretación del autor. Son innumerables los ensayos que, a lo largo de la historia, han abordado las más variadas temáticas. Pero si algo hace destacar algunos de ellos suele ser, además del análisis del tema abordado, su calidad literaria.

Si bien el término ensayo se considera acuñado por el humanista francés Michel de Montaigne (1533-1592), cuando publicó la obra a que dedicó cuerpo y alma durante gran parte de su vida, hay numerosos ejemplos del género ya en la cultura clásica. De hecho, podrían considerarse ensayos primigenios los Diálogos de Platón. En dicha obra, el filósofo griego (427 a.C.-347 a.C) inventó una serie de conversaciones con personajes reales que le sirvieron para exponer sus ideas acerca de temas tan diversos y profundos como la naturaleza del hombre, la justicia, el placer o la belleza. El resultado fue una obra total muy cercana a su intención de abarcar el máximo de inquietudes humanas.

Menos ambicioso, pero igualmente incisivo, fue Cicerón (106 a.C.-43 a.C.), que introdujo la filosofía helénica en el pensamiento romano antiguo. Utilizando también el diálogo, Cicerón escribió obras ensayísticas temáticas. Sobre la amistad, Sobre las obligaciones, Sobre la naturaleza de los dioses o Sobre las leyes son solo algunos de los que nos legó uno de los más grandes pensadores y estilistas de la prosa que ha dado la antigüedad.

El testigo de Cicerón lo tomó el intelectual y político Séneca (4 a.C.-65 d.C.), con una serie de volúmenes de Diálogos en que abordó temas de gran calado moral como la felicidad, la clemencia o la ira, y que supusieron el sustrato fundamental de la filosofía estoica. Su estilo literario, abiertamente accesible para cualquier lector, impulsó la popularidad de su pensamiento.

Pero, como comentábamos al inicio, fue Michel de Montaigne quién regaló el término ensayo a un género que comenzaría a alcanzar una importancia capital en nuestra historia. Admirador de diversos filósofos antiguos, entre los que se encontraba el propio Séneca, de quien tomó su querencia por la filosofía estoica, Montagine comenzó a trabajar en los tres volúmenes de Ensayos a los 38 años. Continuaría escribiéndolos hasta el día de su muerte, en 1592. Más de veinte años dedicados a apuntalar el pensamiento occidental con la redacción de una obra que recorre de manera escrupulosa todos los recovecos de su experiencia vital para, de forma miscelánea y cercana al lector, dinamitar también las férreas estructuras de los géneros literarios. En los Ensayos de Montaigne caben los relatos, los arrebatos líricos, la crónica histórica o de actualidad y, por supuesto, la filosofía. Sin duda, una obra capital.

Igualmente capital fue, para el feminismo de la segunda mitad del siglo pasado, El segundo sexo, de Simone de Beauvoir (1908-1986). Esta filósofa, escritora y activista fue una de las figuras clave en el desarrollo humanista de la sociedad occidental. Su ensayo feminista ha sido, desde entonces, referencia obligada para toda obra que abogue por la necesaria igualdad de las mujeres. Beauvoir despliega un estudio totalizador de la condición femenina que utiliza desde el punto de vista científico al psicológico, pasando por el cultural y el histórico.

Apenas veinte años después de publicarse El segundo sexo, occidente viviría la conmoción social de mayo del 68. Y uno de sus principales ideólogos fue el filósofo y cineasta Guy Debord (1931-1994). Fundador de la Internacional Situacionista, que pretendía acabar con la sociedad de clases por considerarla opresiva, sentó las bases de una pretendida revolución en La sociedad del espectáculo. En este breve tratado, denunció la explotación del individuo, propugnando su emancipación mediante la superación del modelo materialista. Un ensayo cuya actualidad, aun a día de hoy, no deja de sorprender.

En idéntica línea combativa se puede considerar No-Logo, que catapultó a la fama a la periodista canadiense Naomi Klein, nacida en 1970. Su ensayo supone una lucha frontal contra el poder que diversas prácticas empresariales ejercen sobre la libertad de decisión de los ciudadanos, y un lúcido desenmascaramiento de lo que, a finales del pasado siglo, se dio en llamar la «nueva economía».

Aún más cercano en el tiempo figura una obra que es superventas desde su publicación en 2011. Lo que el historiador israelí Yuval Noah Harari, nacido en 1976, logró con Sapiens (subtitulado Breve historia de la humanidad), fue aportar un nuevo punto de vista a los procesos que, a lo largo de la historia, nos han conformado como individuos y como sociedad. Mezclando perspectivas históricas, filosóficas, biológicas e incluso económicas, Harari expone que el homo sapiens gobierna el mundo por ser el único animal capaz de creer en cuestiones que no existen más que en su propia imaginación, y especifica que entre dichas cuestiones se encuentran los dioses, los estados, el dinero y los derechos humanos. Estos y otros muchos ensayos demuestran que un profundo análisis del mundo en que vivimos nos permite, aparte su grata lectura, prosperar como individuos y como sociedad.










[ARCHIVO DEL BLOG] Por Europa. Publicado el 07/05/2014










Cuenta la mitología griega que Europa era una joven doncella fenicia, hija del rey de Tiro, de la que el lascivo Zeus se enamoró prendidamente. Para conseguirla, Zeus se transformó en un hermoso toro blanco y se puso a pastar en la playa de Tiro donde Europa y su séquito recogían flores. Ante la belleza y mansedumbre del animal la joven princesa se acercó hasta él para acariciar su lomo. El toro se agachó como invitando a Europa a subirse en él, y cuando así lo hizo la doncella, Zeus se echó a volar y la llevó hasta la isla de Creta donde la hizo suya convirtiéndola en la primera reina de la isla. El momento de emprender el vuelo con Europa en su lomo es la imagen que recoge el cuadro de Rubens que encabeza esta entrada.
El próximo jueves 9 de mayo se cumplen 63 años de la Declaración emitida por el ministro de asuntos exteriores francés Robert Schuman que puso en marcha el proceso de unificación europeo. Algo impensable tan solo cinco años después de finalizada la más sangrienta y atroz de las guerras civiles europeas. Dicha declaración se considera históricamente como el primer paso dado para la constitución de lo que hoy es la Unión Europea. De ahí la razón de que el 9 de mayo se conmemore y celebre como el Día de Europa. Y entre el 22 y el 25 de mayo tendrán lugar las elecciones del Parlamento europeo, su octava legislatura, que por vez primera será el que elija al próximo presidente de la Comisión Europea, o lo que es lo mismo, al gobierno de la Unión.
¿Interesa Europa a los ciudadanos europeos? ¿Existe algo real llamado Europa? ¿Queda algo de la idea de Europa que se alumbró en la Declaración Schuman de 1950? ¿Está secuestrada Europa aun hoy como ayer? ¿Es Bruselas el moderno y lascivo Zeus que seduce con engaños a la virginal doncella Europa? ¿O más bien los secuestradores de Europa son los gobiernos de los Estados-nación que bloquean con su autismo, cortedad de miras e intereses exclusivamente nacionales toda posibilidad de convergencia real hacia una Europa unida, solidaria y fuerte no solo en lo económico y financiero sino también en lo político y lo social? 
Les invito a reflexionar sobre esas preguntas. Y que acudan a votar a pesar del desánimo que les invada, no pensando en castigar al gobierno regional o nacional de turno. No pensando en los intereses de Canarias o de España (en mi caso), sino en los intereses comunes que tenemos como europeos. Se que resulta difícil afrontarlo así, pero es que es así como debemos hacerlo porque lisa y llanamente nos estamos jugando nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos.
El diario El País de hoy publica un "especial" dedicado a Europa, que lleva por título: "Un continente antes las elecciones", en el que se recoge, entre otras muchas cosas, el encuentro celebrado entre los candidatos de las dos grandes formaciones europeas a presidir la Comisión, el conservador Jean-Claude Juncker y el socialista Martin Schulz, expresidente del Parlamento europeo, con representantes de los cinco medios de prensa más importantes de Europa.
En enero de 2005, con motivo del referéndum a celebrar en España sobre el proyecto de Constitución Europea, tuve el honor de pronunciar una conferencia la sede regional del sindicato Unión General de Trabajadores, en Las Palmas, en defensa del voto afirmativo a la misma, que terminaba con estas premonitorios palabras pronunciadas por Víctor Hugo en 1848: "Llegará un día que todas las naciones del continente, sin perder su idiosincrasia o su gloriosa individualidad, se fundirán estrechamente en una unidad superior y constituirán la fraternidad europea. Llegará un día que no habrá otros campos de batalla que los mercados abriéndose a las ideas. Llegará un día en que las balas serán sustituidas por los votos". 
No dejemos que ese sueño perezca entre los europeos que duermen y los europeos que bostezan. Europa sí merece la pena. Sean felices, por favor. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt