El blog de HArendt - Pensar para comprender, comprender para actuar - Primera etapa: 2006-2008 # Segunda etapa: 2008-2020 # Tercera etapa: 2022-2024
viernes, 26 de julio de 2024
jueves, 25 de julio de 2024
De las entradas del blog de hoy jueves, 25 de julio. Presentación
Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz jueves. Antes la autoridad se emparentaba con la experiencia, dice en la primera de las entradas del blog de hoy el cineasta David Trueba, pero ahora vivimos tiempos de renovación tecnológica y parece que hay que sustituir a las personas al primer signo de obsolescencia. En la segunda, un archivo del blog de julio de 2018, el escritor y exministro socialista César Antonio Molina nos hablaba de la poesía como reconciliación y de la esperanza que siempre nos ofrece. En la tercera va el poema Nerviosismo en las ciudades, del poeta eslovaco Ivan Strpka (1944), que nos habla de la soledad. En la cuarta, como siempre, para terminar, van las viñetas del blog. Espero que todas ellas sean de su agrado. Y ahora, como decía Sócrates, nos vamos. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico; al menos inténtenlo. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com
Del odio a los viejos
[ARCHIVO DEL BLOG] La poesía como reconciliación. [Publicada el 28/07/2018]
Especialmente, el segundo Congreso de Poesía de Salamanca incidió en abrir una vía de diálogo, conocimiento y admiración mutua entre la lengua española y la catalana. No en vano el número de poetas catalanes asistentes, así como su importancia y simbolismo fue muy significativa: Carles Riba, Foix, Perucho, Clementina Arderíu, Tomás Garcés, Permanyer, Teixidor o Rafael Santos Torreoella, casado con una inolvidable salmantina, Mayte Bermejo. Siempre la herida de Cataluña. Ya antes de la Guerra Civil, durante la República, se habían llevado a cabo este tipo de reuniones y de acercamientos, algunos de los cuales fueron suscitados por Ernesto Giménez Caballero y su excelente publicación La Gaceta Literaria, o la propia Revista de Occidente de Ortega.
Aquellos esforzados intelectuales, dentro del propio Régimen, eran, entre otros, el ministro de Educación Ruiz-Giménez, el rector de la Universidad de Madrid, Laín Entralgo, el de la de Salamanca, Antonio Tovar, o el director general de Enseñanza Universitaria, Pérez Villanueva. También estaban con ellos Dionisio Ridruejo, Vivanco y Rosales. El propio Ridruejo, en el colofón, en su discurso de cierre del congreso, habló de "la tragedia de España, que quiere ser una y universal, diversa y conviviente, compendiadora de todas sus múltiples diversidades culturales, geográficas y políticas". ¡La tragedia de España! Si todos ellos vieran lo que ha hecho la democracia española en estos 40 años estarían más que satisfechos y, probablemente, sorprendidos. España cambió radicalmente en todo y, sin embargo, ese espíritu de conciliación y convivencia entre quienes habían ganado y perdido, todos ellos españoles dispuestos a colaborar para que la confrontación no volviera a producirse nunca más, parece ahora haberse detenido, roto, involucionado. En medio de las libertades recobradas como jamás las hubo, en medio de las lenguas y culturas respetadas (yo lo afirmo porque vengo de una de ellas) y reconocidas constitucionalmente, en medio de una economía que se cuenta entre las mejores de Europa y el mundo (¡quién nos lo iba a decir!), en medio del prestigio internacional de nuestros escritores, artistas, científicos o deportistas, vuelven a surgir los antiguos fantasmas. Por eso, el nuevo Congreso Internacional de Poesía ha adquirido un valor simbólico excepcional en un momento también excepcional: volver a reflexionar sobre nosotros mismos y ayudar a la pacificación de nuestras pasiones políticas mediante la convivencia cultural y lingüística. Aquel espíritu de 1953 hoy está si cabe más vivo, aunque, curiosamente, las dificultades actuales sean diferentes pero de semejante complejidad. Sí, vivimos en un país contradictorio, inconformista, amnésico, peligrosamente amnésico y mal educado o maleducado. Y la poesía vuelve a ser no la cura sino un bálsamo, un camino de acercamiento y de concordia familiar.
Los sucesos universitarios del año 1956 barrerían aquel espíritu abierto llevándose por delante a sus protagonistas que hoy homenajeamos recordándolos como precursores. Las mismas acusaciones que los regímenes absolutistas vertieron sobre la Ilustración y aquellos otros años de gloria, los finales del siglo XVIII, serían de nuevo recriminados por el franquismo. Si la Ilustración y la liberalidad, según la reacción, habían traído la Revolución francesa, igualmente el régimen franquista se veía en peligro y acusaba a aquellos intelectuales excesivamente tolerantes por las manifestaciones juveniles en su contra. Hoy, también, nos cabe recordar al presidente del II Congreso, Azorín, y a los vicepresidentes: Tovar, Ungaretti (uno de los más grandes poetas, no solo italiano, del siglo XX, recordado por Ángel Crespo), Dulce María Loynaz (la futura Premio Cervantes, cubana), Eduardo Carranza, Gerardo Diego, Carles Riba y Santos Torroella. Y entre los participantes, física o espiritualmente, a través de su presencia en la Antología que se publicó posteriormente: Bonald, Carmen Conde, Leopoldo de Luis, Morales, Otero, Panero, Valente, Valverde o Vivanco, entre otros muchos. Entre los extranjeros, además de Ungaretti, estaban Aubert, Campbell, Figueiredo, David Ley, Ponge, así como los hispanoamericanos: Urtecho, Mejía Sánchez o Fernández Spencer.
Si, 65 años después, volvemos a Fray Luis, volvemos a Unamuno, volvemos a Salamanca. Ellos nos dieron rienda suelta para que viéramos mundo y comprobáramos que lo que allí fuera buscábamos lo habíamos dejado aquí. Fray Luis, un compañero fiel en cualquier tiempo y condición. Su moral estoico-epicúrea, un paso más allá de la moral cristiana tradicional. Fray Luis, un secularizador de la ética. Fray Luis, un desesperanzado de la esperanza. La esperanza, un vicio estoico. Pero Fray Luis la convirtió en virtud como Santo Tomás. Fray Luis, perseguido y olvidado, recuperado por la Ilustración. Fray Luis, crítico de la sociedad de su tiempo, contra la Inquisición y la falta de libertad. Fray Luis y el ensueño humanista de la tolerancia, el buen hacer, el saber, el conocimiento, la valoración por los méritos y no por el linaje, el horror de las guerras y las desigualdades provocadas por el lucro de unos cuantos. Fray Luis, desconfiado ante el poder de la ciencia, ¿qué diría hoy de las nuevas tecnologías, del mundo de Internet? Fray Luis, visto desde hoy mismo, un pre-demócrata, un pacifista, un ecologista, un antirracista. Y la culpa de tantos males: la intransigencia, el sectarismo, el fanatismo. Fray Luis de Granada como Fray Luis de León, erasmistas a su manera. La interesada confusión entre erasmismo y luteranismo llevó a los primeros a la persecución. En el año 1558 se prohibieron toda clase de libros, excepto los litúrgicos, y así la universidad fue vigilada y entró en decadencia. Fray Luis y Gaspar de Grajal (también de ascendencia judía) y Martín Martínez (es de justicia también lanzar al aire sus nombres) todos fueron presos por la falta de libertad. Gaspar de Grajal falleció en prisión y Fray Luis y Martín Martínez fueron, tiempo después, liberados. Y una vez hecho el mal, ¿quién repone el honor? España siempre en conflicto con su inteligencia e incluso con sus santos: contra Santa Teresa, contra San Juan. Y luego contra Molinos.
La lista sería inmensa. Todos estos sucesos han sido el símbolo de la desgraciadamente tradicional intransigencia española. Fray Luis, un gran poeta, un poeta de la gran poesía culta española, también permanentemente perseguida, poesía clásica latina en la gran tradición de Horacio o Virgilio. Una poesía de la existencia, una poesía filosófica y de pensamiento, una poesía metafísica que pone en entredicho a la ciencia porque ella sola no puede ni podrá nunca llegar a explicar todas las dudas de la vida. Volver A Fray Luis, alumno de Francisco de Vitoria, y a su lucha por un mundo mejor. Volver a Unamuno. María Zambrano, citando a Antonio Machado, calificaba a Unamuno como "antisenequista", es decir, antiestoico, porque nunca habló de resignarse ante la muerte, jamás la aceptó y, por el contrario, la quiso vencer. Volvemos a Fray Luis, volvemos a Unamuno, volvemos a Salamanca. ¿Valió la pena nuestro viaje por el mundo? Creo que sí. Valió para volver. Ahora ya somos contemporáneos de todos los estilos y de todos los géneros, ahora ya somos contemporáneos de nosotros mismos, ahora ya somos contemporáneos de Fray Luis, de Unamuno, de todas las salamancas. El lenguaje poético es aquel que es capaz de generar mundo. Un verso, un poema, crea un mundo. ¿En el futuro alguien podrá destruir todo esto? ¿Vaciarán nuestras conciencias para, supuestamente, hacernos inmortales? ¿Derrotarán a la muerte y el amor será una vieja reliquia? ¿Llenarán estas estancias de robots más sabios que los actuales alumnos y profesores? ¿Esculpirán sobre el pórtico de la catedral, junto al astronauta al robot? ¿Ya no habrá comercios abiertos en las calles de Salamanca y solo volarán los drones? ¿Habremos sucumbido a la ciencia, o mejor a la tecnología, desmintiendo así los juicios de nuestro fraile agustino que no creía que solamente una investigación científica pudiera responder a los interrogantes más profundos de la naturaleza humana, pues esos saberes solo se podrían alcanzar cuando el alma vuelva al origen? Al abolirse la muerte, y la posibilidad de la resurrección: ni Dios ni alma tendrán sentido ya. Y la esperanza, ¿aún quedará y de qué? Fray Luis, a través de Cátulo, nos ofrece una última: siempre habrá, a pesar de todo "amor y besos sin cuento". Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
El poema de cada día. Hoy, Nerviosismo en las ciudades, de Ivan Strpka (1944)
NERVIOSISMO EN LAS CIUDADES
En la fotografía desenfocada por el movimiento
puedes ser cualquiera. La serenidad hueca
sacude nerviosamente el follaje verde de la copa
indefinible en medio del estacionamiento. Y el aire está lleno.
¿Quién busca tus ojos? Una rubia de pelo corto,
por la repentina falla de una doble exposición
se descubre pelilarga, y tienta su indefinible pelo fantasmagórico
y las caras nebulosas de los transeúntes, que pasan con indiferencia.
Casi llegarás a creer que justo ese algo ambiguo y tenso entre
las extremas posibilidades del hacinamiento de una figura que baja
las escaleras (sin una idea clara) podrías ser (la verdadera) tú.
Los frenos en el cruce (hacia la angustia de la realidad) chillan.
¿Qué se nos escapa? Algo mecánico como un retumbo difuminado
sube todas las entradas del metro de la tarde sin salida.
Los movimientos se mueven solos, casi fuera
de cada objeto: solo un dibujo apresurado en el vacío sin la mano.
Algo chispa. Anda en el vacío.
Se corre. Se habla. En tu cabeza haces llamadas telefónicas.
Pero tu teléfono no tiene con quién.
Ivan Strpka (1944). Poeta eslovaco.
miércoles, 24 de julio de 2024
De las entradas del blog de hoy miércoles, 24 de julio. Presentación
De los monocultivos digitales
[ARCHIVO DEL BOG] Lo que va de Góngora a Rajoy, sin ánimo de ofender a Góngora con la comparación... [Publicada el 01/08/2013]
En fin, no tengo muchas ganas de escribir más de lo dicho y sentido. Les dejo, pues, con un magnífico artículo en El País de ayer, titulado "La España de Luis de Góngora, 400 años después", escrito por José Manuel Martos, director de la editorial Gredos. Disfrútenlo, que va más o menos de lo mismo.
Dice en él que de aquel imperio inepto -el de la época de Góngora, Felipe III y su valido, el duque de Lerma- pero robusto en la literatura, queda ahora un páramo de ínfima categoría moral e intelectual, esquilmado por los trapicheos e influencias de los políticos y sus secuaces... ¿Se referirá por casualidad en "eso" de secuaces, a los banqueros? No lo dice así, pero podría entenderse.
Del duque de Lerma, de quien sus contemporáneos decían que se vistió de colorado (con el capelo cardenalicio) para no morir ahorcado, comenta que fue un arribista de la peor estofa, pero que impulsó las artes y las letras de su época. Comparando con la situación actual, se pregunta: "¿Qué están haciendo los que nos gobiernan hoy, de qué cohorte artística se han rodeado?" Les bastará con Leticia Sabater, supongo, su Musa preferida... Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt
El poema de cada día. Hoy, Soneto XVIII, de William Shakespeare (1565-1616)
martes, 23 de julio de 2024
De las entradas del blog de hoy martes, 23 de julio. Presentación