La danza de las Musas en el Helicón, de Bertel Thorvaldsen (1819)
Decía Walt Whitman que la poesía es el instrumento por medio del cual la voces largamente mudas de los excluidos dejan caer el velo y son alcanzados por la luz; Gabriel Celaya, que era un arma cargada de futuro; Harold Bloom, que si la poesía no podía sanar la violencia organizada de la sociedad, al menos podía realizar la tarea de sanar al yo; y George Steiner añadía que el canto y la música son simultáneamente, la más carnal y la más espiritual de las realidades porque aúnan alma y diafragma y pueden, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis, ya que la voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia. Por su parte, Johann Wolfgang von Goethe afirmaba que cada día un hombre debe oír un poco de música, leer una buena poesía, contemplar un cuadro hermoso y si es posible, decir algunas palabras sensatas, a fin de que los cuidados mundanos no puedan borrar el sentido de la belleza que Dios ha implantado en el alma humana.
Subo hoy al blog al poeta Julián Andúgar y su poema "Recado a Celestina", al pintor Tintoretto y su cuadro "Venus, Vulcano y Marte", y al compositor Gaetano Dinozetti y su dueto "Cheti, cheti, immantinente", de la ópera "Don Pasquale", cantado por los tenores Thomas Hampson y Luca Pisaroni, que pueden ver en vídeo desde este enlace.
Celestina, de Pablo Picasso (1904)
Julián Andúgar Ruiz (1917-1977) fue un poeta y político español. Nació en el seno de una humilde familia de agricultores. Estudió en el seminario menor de Cehegín (Murcia), así como en Lorca y Orihuela (Alicante). Sus convicciones republicanas lo conducen a militar en el PSOE desde 1935. Luchó en la Guerra Civil como capitán en el ejército republicano y en 1938 fue herido en el Peñón de la Mata (provincia de Granada) quedando minusválido de la pierna izquierda de por vida. Terminada la guerra quedó en prisión un año y medio y a su salida tuvo que exiliarse a Francia hasta su regreso en 1940. Residió en Madrid, Barcelona y definitivamente en Alicante. Compaginó la literatura con el magisterio, colaborando en las revistas Sigüenza (1945), Estilo (1947) e Ifach (1949), y consiguió licenciarse en derecho y obtener una plaza de oficial en la administración de justicia. La llegada de la democracia a España reactiva su actividad política siendo elegido senador en las Elecciones generales de 1977 por Alicante en las listas del PSOE. Murió tres meses después. Andúgar, seguidor del poeta Miguel Hernández, cultivó la poesía social donde refleja sus vivencias y reivindicaciones de la guerra, la cárcel y el exilio sufrido. Aunque no posee una extensa obra, es reconocida por su calidad. Les dejo con su poema "Recado a Celestina".
RECADO A CELESTINA
Por fin te encuentro, Celestina, vieja
maestra en amoríos, oye,
escucha mi recado. Madre,
por Talavera
bien que me hirieron en mitad del pecho
mirando como estaba yo estas tierras.
Y aquí, llagadao en firme, rondo
tapias que dan al Pirineo, huertas
que se abren a la mar caliente
y, dónde ella, madre, Melibea.
Ponte tu manto,
échate a la calle,
soy de este pueblo, de tu clientela,
y sabes cómo quema nuestra sangre.
Sayas y un cuero
de buen vino no han de faltarte, perla
de dueña, si la encontramos. Por Dios,
no caigas, no se te enrede la lengua.
Mira, le andan al retortero
gentes de fuera, vanas, llenas de soberbia.
Boba no eres; en su jerga,
mucho te ofrecerán: tú, a tu camino,
a tu falsa sordera, abuela.
Gira; escapa a la añagaza, a la trampa
y vuelve con la tórtola
de nuestra patria,
antes que ceda,
caiga, caigamos todos,
en la más lastimosa pena.
Representación de la ópera Don Pasquale
Gaetano Donizetti (1797-1848) fue un compositor dramático italiano muy prolífico, conocido por sus óperas L'elisir d'amore, que contiene la famosa aria Una furtiva lagrima; Lucia di Lammermoor, inspirada en la novela de Walter Scott; Don Pasquale; La favorita; y La hija del regimiento.
Don Pasquale (Don Pascual) es una ópera bufa en tres actos con música de Donizetti y libreto de G. Ruffini y el propio compositor, adaptado del texto de la ópera italiana Ser Marco Antonio, escrito por Angelo Anelli para Ser Marcantonio (1810) de Stefano Pavesi. Don Pasquale se estrenó en el Teatro de los Italianos de París el 3 de enero de 1843. Fue compuesta cuando Donizetti acababa de ser nombrado director musical de la corte del emperador Fernando I de Austria, y Don Pasquale fue su ópera número 64 de las 66 que compuso.
La ópera, en la tradición de la ópera bufa, está inspirada en la Comedia del arte y los personajes de la pieza hacen eco directamente a los generalmente presentados en este tipo de comedia. Así, Don Pasquale se compara a Pantaleón, Ernesto al enamorado Pierrot, Malatesta al listo Scapino, en tanto que Norina representa a Colombina. El falso Notario tiene eco de una larga línea de falsos funcionarios como recurso operístico. Aquí el doctor Malatesta que sería como uno de los sirvientes de la Comedia, a veces estúpidos y otras astutos o insolentes, representa el papel de intermediario, como en El barbero de Sevilla de Rossini lo había sido Fígaro (representante, también, de una nueva clase social y de hombre nuevo).
Venus, Vulcano y Marte, de Tintoretto (1555). Alte Pinakothek, Múnich.
Tintoretto, cuyo nombre es Jacopo Comin (Venecia, 29 de septiembre de 1518-Venecia, 31 de mayo de 1594), fue uno de los grandes pintores de la escuela veneciana y representante del estilo manierista. En su juventud también recibió el apodo de Jacopo Robusti, pues su padre defendió las puertas de Padua frente a las tropas imperiales de una manera bastante vigorosa. Su verdadero apellido, 'Comin', fue descubierto por Miguel Falomir, jefe del departamento de Pintura italiana del Museo del Prado de Madrid, y se hizo público a raíz de la retrospectiva de Tintoretto en dicho museo en 2007. Por su fenomenal energía y ahínco a la hora de pintar fue apodado Il Furioso, y su dramático uso de la perspectiva y los especiales efectos de luz hacen de él un precursor del arte barroco. Sus trabajos más famosos son una serie de pinturas sobre la vida de Jesús y la Virgen María en la Scuola Grande di San Rocco de Venecia.
El cuadro Venus, Vulcano y Marte está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 135 cm de alto y 198 cm de ancho. Fue pintado hacia 1555, y actualmente se conserva en la Alte Pinakothek de Múnich (Alemania). Los amores entre los dioses de la mitología griega Venus y Marte habían sido objeto de tratamiento ya por autores renacentistas como Botticelli, en su Venus y Marte. Pero lo que allí era idealismo neoplatónico se convierte en manos de Tintoretto en una escena doméstica de carácter erótico. Venus está reclinada y su marido, el viejo Vulcano, se acerca y descubre el pubis de su esposa. En una cuna, detrás, Cupido duerme. Y bajo la cama se oculta el amante de Venus, Marte. Hay en este cuadro una gran asimetría. El pintor lleva la mirada hacia el fondo, a la derecha, a través de la perspectiva de las baldosas. La figura de Vulcano se refleja en el espejo del fondo; su vigoroso moldeado demuestra la influencia de Miguel Ángel. Por su parte, Venus extendida en una marcada diagonal desde la parte superior izquierda hacia la zona central del borde inferior, parece un poco masculina. Se apunta a que Tintoretto pudo tomar como modelo la Andrómeda de Tiziano. Un estudio previo a este cuadro se guarda en el gabinete de calcografías de Berlín, si bien faltan las figuras de Marte y del amorcillo.
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