Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz viernes, 31 de enero de 2025. Mientras al otro lado del Atlántico, a estas horas, en Washington, la Historia se yergue con la configuración de un espectro, se dice en la primera de las entradas del blog de hoy, titulada De que hacer mientras la Historia ruge, a este lado, en una aldea, arrecian los preparativos para celebrar su elevación a la categoría de villa, y deberían sonar las campanas y nacer un poema de laudatio en nuestras venas. La segunda del día es un archivo del blog de diciembre de 2012 que lleva el título de Play, y va de la mala costumbre de dejar pasar la vida ante nosotros sin darnos cuenta de que la vida no tiene botón de rebobinado. El poema del día, en la tercera entrada, se titula El muro de las sonrisas y comienza con estos versos: Cuando el amor se aja/se marchita/se te vuelve amarillo/no hay remedio/sólo te queda/la sonrisa. Y la cuarta, como siempre, son las viñetas de humor. Pero ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Nos vemos mañana si la Fortuna lo permite. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos míos.
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