Delmira Agustini
Es muy posible que a algún purista la parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y la sonrisa, así pues, ¿por qué no juntarlas?
Continúo la serie con el soneto "La cita" de la poetisa modernista uruguaya Delmira Agustini (1886-1914). Niña precoz, compuso versos desde los diez años y estudió francés, música y pintura. Su obra se caracteriza por una fuerte carga erótica. Sus poemas están llenos de feminismo, simbolismo, sensualidad y sexo, expresando el erotismo femenino en una época en la que el mundo estaba dominado por el hombre. Rubén Darío llegó a compararla con Santa Teresa, diciendo de ella que era la única, desde la santa, en expresarse como mujer. Divorciada a los pocos meses de su matrimonio, murió asesinada por su exmarido, que se suicidó después.
Las viñetas son las habituales de Morgan, en Canarias7; Padylla y Montecruz, en La Provincia; Forges, Peridis y Ros, en El País; y Ricardo y Litus y Puñales, en El Mundo. Todas del día de hoy.
Espero que disfruten de unos y otras. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
Las viñetas son las habituales de Morgan, en Canarias7; Padylla y Montecruz, en La Provincia; Forges, Peridis y Ros, en El País; y Ricardo y Litus y Puñales, en El Mundo. Todas del día de hoy.
Espero que disfruten de unos y otras. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
LA CITA
En tu alcoba techada de ensueños, haz derroche
De flores y de luces de espíritu; mi alma,
Calzada de silencio y vestida de calma,
Irá a ti por la senda más negra de esta noche.
Apaga las bujías para ver cosas bellas;
Cierra todas las puertas para entrar la Ilusión;
Arranca del Misterio un manojo de estrellas
Y enflora como vaso triunfal tu corazón.
¡Y esperarás sonriendo, y esperarás llorando...!
Cuando llegue mi alma, tal vez reces pensando
Que el cielo dulcemente se derrama en tu pecho...
Para el amor divino ten un diván de calma,
O con el lirio místico que es su arma, mi alma
Apagará una a una las rosas de tu lecho!
En tu alcoba techada de ensueños, haz derroche
De flores y de luces de espíritu; mi alma,
Calzada de silencio y vestida de calma,
Irá a ti por la senda más negra de esta noche.
Apaga las bujías para ver cosas bellas;
Cierra todas las puertas para entrar la Ilusión;
Arranca del Misterio un manojo de estrellas
Y enflora como vaso triunfal tu corazón.
¡Y esperarás sonriendo, y esperarás llorando...!
Cuando llegue mi alma, tal vez reces pensando
Que el cielo dulcemente se derrama en tu pecho...
Para el amor divino ten un diván de calma,
O con el lirio místico que es su arma, mi alma
Apagará una a una las rosas de tu lecho!
"La cita", de Delmira Agustini
Entrada 2411
elblogdeharendt@gmail.com
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)
Todo poder corrompe y el poder absoluto, de forma absoluta (Lord Acton)