PEQUEÑITA
Si alguna vez me miras a los ojos
y no me ves
ni tan siquiera al fondo,
no te asustes.
Si alguna vez me das la mano
y el tacto se hace incómodo,
frío y caliente a la vez,
como ausente,
por favor
no te asustes.
Si alguna vez notas
que las lágrimas se me están
quedando encerradas dentro
y en mi sonrisa sabes que estoy
llorando mares invisibles,
no te asustes,
por favor.
Si me ves, alguna vez,
más pequeñita de lo que suelo,
más cerca del suelo,
sólo… no te vayas.
Quédate como permanece el árbol esperando
sus flores caducas.
Quédate porque voy a volver
como las mariposas que siguen su ruta.
Quédate porque no me he ido
a ninguna parte.
Es sólo que es difícil existir
tanto tiempo en mi cuerpo,
en mi manera de sentir;
la vida desaparece a
veces,
pero tu presencia tira
de mis océanos hacia fuera.
Sé volver,
y encontrarte no es el lugar ni el destino,
es tener la brújula que da la calma
a quien está perdido,
cuando todo y nada
parece lo mismo.
Sara Búho (1991). Poetisa española
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