Pues La Luna, cuarenta años después, sigue donde estaba: en el firmamento... Igual de solitaria aunque con un poco más de basura terrestre... Igual de hermosa en su pleniluinio... Igual de enigmática para el común de los mortales, aunque haya perdido un cierto aura... Me remito a lo escrito hace un año en este Blog en la entrada correspondiente al 20 de julio de 2008. Hoy, igual de emocionado que entonces ante el recuerdo de lo ocurrido aquel día de hace cuarenta años, me lo tomo con un poco más de humor y les dejo con la viñeta que Erlich publica en El País. Sean felices. Tamaragua, amigos. (HArendt)
Entrada núm. 1191 (.../...)
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