lunes, 10 de marzo de 2025

Del poema de cada día. Hoy, Blues del refugiado, de W. H. Auden

 






BLUES DEL REFUGIADO



Digamos que esta ciudad tiene un millón de almas,

algunas viven en mansiones, otras en agujeros:

pero no hay lugar para nosotros, mi amor, no hay lugar para nosotros.


Una vez tuvimos un país y creímos que era justo,

mira en el atlas y lo encontrarás:

no podemos ir ahí ahora, mi amor, no podemos ir ahí.


En el patio de la parroquia del pueblo hay un tejo añoso,

que vuelve a florecer cada primavera:

los pasaportes viejos no pueden hacer eso, mi amor, no pueden hacer eso.


El cónsul golpeó la mesa y dijo,

‘Si no tienen pasaporte, oficialmente están muertos’:

Pero aún estamos vivos, mi amor, aún estamos vivos.


Fui a un comité; me ofrecieron una silla;

me dijeron gentilmente que volviera al año siguiente:

¿Pero a dónde iremos hoy, mi amor, a dónde iremos hoy?


Fui a un acto público; el orador se paró y dijo:

‘Si los dejamos entrar, nos robarán el pan de cada día’;

Estaba hablando de nosotros, mi amor, hablaba de nosotros.


Creí escuchar un trueno retumbar en el cielo;

era Hitler sobre Europa, diciendo: ‘Ellos deben morir’,

él pensaba en nosotros, mi amor, pensaba en nosotros.


Vi un caniche abrigado con una mantita,

Vi una puerta abierta y entró un gato:

Pero no eran judíos alemanes, mi amor, no eran judíos alemanes.


Fui hasta el puerto y me detuve en el muelle,

vi los peces nadando como si fueran libres:

a solo diez pies, mi amor, a solo a diez pies.


Caminé por un bosque, vi los pájaros en los árboles;

no tenían políticos y cantaban libremente:

no eran hombres, mi amor, no eran hombres.


Soñé que había un edificio de mil pisos,

mil ventanas y mil puertas:

ninguna era nuestra, mi amor, ninguna era nuestra.


Me detuve en una planicie bajo la nevada;

diez mil soldados marchaban de un lado a otro:

buscándonos, mi amor, a ti y a mí.



W. H. AUDEN (1907-1973)

poeta británico


















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