jueves, 6 de abril de 2023

[ARCHIVO DEL BLOG] Fotografía: ¿arte o artesanía? [Publicada el 08/03/2009]












Sigo asistiendo junto con mi hija Ruth al "Curso de Iniciación al Arte Contemporáneo" que está celebrando el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria. El otro día oí en él una frase, un tanto manida ya, aunque no deje de ser cierta: "Cuando nació la fotografía, la pintura ya no tuvo necesidad de reflejar la realidad".
Sobre este asunto, pintura versus fotografía, leo hoy un interesante artículo del editor y fotógrafo, Mario Muchnik, que con el título "Dos o tres cosas que sé de fotografía" publica en el último número de Revista de Libros. Como está en "abierto" pueden acceder a él y leerlo pinchando en el enlace de más arriba.
La fotografía digital -dice Muchnik- y, por ende, el cine y la televisión digitales, han puesto al alcance de todos la técnica para alcanzar sin mayor esfuerzo a un público de masas. Cualquiera puede tomar una "buena" foto, asegura. Basta con disponer de una buena cámara, de las que evalúan todo correcta y automáticamente en el instante preciso de disparar, pero está por ver que una buena cámara baste para tomar no ya una buena foto, sino una foto memorable.
La primera cuestión que Muchnik pretende dilucidar en su artículo es la de si la fotografía es arte o artesanía. Y para ello se hace tres preguntas que, a la postre, resultan fundamentales: La primera: ¿que puede hacer un fotógrafo que no pueda hacer un pintor?; la respuesta que se da es rotunda: nada. La segunda es ¿qué puede hacer un pintor que no pueda hacer un fotógrafo?; todo, se responde. 3) Y la última: ¿qué puede hacer la fotografía en color que no pueda hacer la fotografía en blanco y negro?; y la respuesta es que todo lo que hace el color lo hace mejor el blanco y negro porque la fotografía en blanco y negro es más abstracta y fiel a su esencia que la fotografía en color; que la fotografía en blanco y negro es una artesanía que funciona por abstracción de la realidad. Si para MuchnikMuchnik la fotografía es una artesanía no inferior al arte, aunque sea otra cosa, ¿no será artesanía todo arte?, se pregunta...
La segunda parte del artículo la dedica el autor a comentar la evolución técnica del fotograma, desde el primitivo tamaño de 24x18 mm. y tracción vertical, hasta el de 36x24 mm., y tracción horizontal, siempre en búsqueda de la llamada proporción áurea de los clásicos: 1/1,6183, pero lo más interesante de todo llega cuando Muchnik desgrana ante el lector las tres grandes lecciones que como fotógrafo recibió a lo largo de su vida. La primera, en los años sesenta, de Ken Heyman, fotógrafo norteamericano, y puede resumirse en la importancia de pasar desapercibido. La segunda, de David Douglas Duncan, es que el buen fotógrafo siempre debe usar su libre albedrío para decidir entre una foto debil o una foto vigorosa. La tercera y última, de Cartier-Bresson, y es la de que el contenido humano siempre debe primar sobre los contenidos formales.
La conclusión a la que llega Muchnik, a modo de "coda" es también vigorosa: "Todos los fotógrafos pueden fotografiar gente. Son pocos los que quieren y pueden fotografiar personas". Les aseguro que merece la pena leerlo.
Pinchando en este enlace de la World Press Photo pueden ustedes ver las consideradas por esa organización las 50 mejores fotografías de la historia. Todas emocionan, pero sin duda yo me quedo, por razones muy personales, con la tomada por el fotógrafo norteamericano Douglas Martin el 4 de septiembre de 1957 (la tercera de la serie) en un Instituto de Enseñanza Secundaria de la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte (Estados Unidos de América). Otro día contaré porqué. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt











No hay comentarios: