GRAN VÍA, 27
Nada ha sido como esperabas,
y ahora sólo tienes un lugar
al que has llegado sin poseer
más que lo que te ha sido dado.
Caminas por la antigua ciudad
que albergó tu infancia,
y aún resuena el eco de tus pasos
por las calles y plazas.
El rumor de sus fuentes
te recuerda
que hay un tiempo
de inocencia
que flota en el aire
igual que las nubes
cuelgan del cielo
con ingrávida armonía.
Un viento frío
acaricia las horas.
Ni los días ni las noches,
sólo el presente que era
un espacio de cobijo,
de secretos rincones
que redoblaban tu alegría
de niña sola.
Las preguntas que volaban
y el deslumbramiento
que brotaba de cualquier cosa,
como una blanca azucena.
Pero nada ha sido como esperabas.
De repente te sobresalta un ahora
oculto entre los destellos del sol.
Ya no eres la que fuiste,
y tu mano no alcanza
lo que nunca llegó a ser.
Aceptas que
cuanto has perdido
lo perdiste para siempre.
INÉS MONTES, poetisa española
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