Continúo hoy la serie Píldoras literarias con el relato titulado Función de la crítica, de Marco Denevi (1922-1998), escritor y dramaturgo argentino que irrumpió en el mundo literario con más de treinta años con su novela Rosaura a las diez, convertida de inmediato en un gran éxito y más tarde sería llevada al cine. También incursiona en el mundo del teatro, pero es como cuentista, cuando en 1960 obtiene el premio de la revista "Life en español" por su relato Ceremonia secreta, cuando alcanza mayor fama. Sus personajes bordean lo estrafalario, y en sus relatos predominan la ambigüedad, la intriga y el humor negro. Practicó el periodismo político y fue presidente honorario del Consejo de Ciudadanos y miembro de la Academia Argentina de Letras.
La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial.
Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos.
Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación?
Les dejo con el relato Función de la crítica, de Marco Denevi, publicado en la obra Falsificaciones (1969). Tiene dieciséis palabras. Disfrútenlo.
Períptero —escribe el artista.
Períptero —acota el crítico—
es lo que rodea la cella.
¿Está claro?
La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial.
Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos.
Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación?
Les dejo con el relato Función de la crítica, de Marco Denevi, publicado en la obra Falsificaciones (1969). Tiene dieciséis palabras. Disfrútenlo.
FUNCIÓN DE LA CRÍTICA
Períptero —escribe el artista.
Períptero —acota el crítico—
es lo que rodea la cella.
¿Está claro?
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
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