domingo, 7 de julio de 2013

Subiendo al Nublo, 42 años después. (Reedición de la entrada publicada el 4/7/2009)





El Roque Nublo (Gran Canaria)



Al atardecer del día 29 de marzo de 1967, a bordo del Caravelle de Iberia que me traía de Madrid a la isla de Gran Canaria, vi por vez primera el Roque Nublo recortándose en el horizonte, con la majestuosa silueta del Teide al fondo. Una imagen muy parecida a la que ha figurado durante mucho tiempo como portada de mi Blog.

El Roque Nublo es el monumento natural más emblemático de la isla de Gran Canaria y uno de los mayores roques del mundo por su altitud. Situado en el centro geográfico de la isla, en una zona muy abrupta de origen volcánico, tiene una altura de 80 metros sobre su base y de 1.813 metros sobre el nivel del mar. Fue un lugar de culto de los aborígenes y hoy ocupa sin duda alguna el epicentro del corazón y del alma de todos los grancanarios.

42 años, 3 meses y 5 días después de esa fecha he cumplido mi sueño de subir hasta él. No se porqué no lo había hecho antes; quizá porque estaba ahí desde hace unos cuantos millones de años y tenía la seguridad de que no iba a cambiar de ubicación, que siempre iba a estar esperándome. Ha sido una visita bastante impremeditada la que le he hecho, acompañado por mi mujer y el más joven de mis yernos, pues sólo habíamos salido con la intención de dar un paseo en coche por las cumbres de la isla y subir hasta su punto más alto, el Pico de las Nieves, a 1949 metros de altitud. Pero así ocurren las cosas. El día estaba espléndido y casi de repente, cuando bajábamos hacia la costa buscando un restaurante donde comer nos encontramos a los pies del sendero forestal que lleva hasta el Nublo. Y no pudimos ni supimos resistir la tentación... De lo impremeditado de la subida es prueba de que ni tan siquiera se nos ocurrió llevar una máquina de fotos, los tres íbamos con sandalias y chanclas y ni una mísera gorra que echarnos a la cabeza, pero ha merecido la pena...

No se crean lo que dicen los folletos de que es una subida de "extrema facilidad", que se hace en 15 ó 20 minutos. ¡Y un huevo! De fácil nada, y échenle de 35 a 45 minutos de subida empinada, y nada recomendable para los que sufran de vértigo, aunque tampoco hace falta ser senderista profesional para intentarlo. Suban con cuidado y disfruten del paseo. Nosotros lo hemos hecho. Lo más probable es que lo haga otra vez, ahora sí, con alevosía y premeditación, con mis nietos, mis hijas y mis yernos. 

Por una de esas cosas que tiene el azar, el diario "La Provincia", de Las Palmas, de hoy 7 de julio de 2013, trae un interesante reportaje sobre la ascensión a la cumbre del Roque Nublo de una cordada de montañeros grancanarios, que lo coronaron por vez primera en enero de 1954, relatada por el único superviviente de la hazaña, Rafael Marrero Silva.

Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt











Entrada núm. 1904
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

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