REFLEXIONES DE OFICIO
Voy en verso a menudo al cementerio,
y debo confesar que me divierte
sacar la lengua a la estirada muerte,
pero a la vida siempre juego en serio.
Sé escoger, entre antiguos y modernos,
según los casos el mejor partido.
Ni canto en el pasado ni rendido
a la ansiedad del día. Conocernos
mejor, haciéndonos mejores, es
una tarea y una recompensa
tan ardua e incierta que, si bien se piensa,
solo compensa por desinterés.
El caso es no pasar sin más de largo.
Con el pudor osado del que empieza,
escribo, ya sin miedo a la grandeza,
esperando que el ángel se haga cargo.
Y, como la poesía es un arcano,
si me consiente estas disquisiciones,
tal vez mañana otorgará los dones
que oficio y reflexión piden en vano.
Javier Almuzara (1969)
poeta español
No hay comentarios:
Publicar un comentario