jueves, 17 de mayo de 2018

[DESDE LA RAE] Hoy, con el académico Carlos Castilla del Pino





La Real Academia Española se creó en Madrid en 1713, por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga (1650-1725), octavo marqués de Villena, quien fue también su primer director. Tras algunas reuniones preparatorias realizadas en el mes de junio, el 6 de julio de ese mismo año se celebró, en la casa del fundador, la primera sesión oficial de la nueva corporación, tal como se recoge en el primer libro de actas, iniciado el 3 de agosto de 1713. En estas primeras semanas de andadura, la RAE estaba formada por once miembros de número, algunos de ellos vinculados al movimiento de los novatores. Más adelante, el 3 de octubre de 1714, quedó aprobada oficialmente su constitución mediante una real cédula del rey Felipe V. 

La RAE ha tenido un total de 483 académicos de número desde su fundación. Las plazas académicas son vitalicias y solo ocho letras del alfabeto no están representadas —ni lo han estado en el pasado— en los sillones de la institución: v, w, x, y, z, Ñ, W, Y.

En esta nueva sección del blog, que espero tengo un largo recorrido, voy a ir subiendo periódicamente una breve semblanza de algunos de esos cuatrocientos ochenta y tres académicos, comenzando por los más recientes, hasta llegar a la de su fundador, don Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga. Pero sobre todo, en la medida de lo posible, pues creo que será lo más interesante, sus discursos de toma de posesión como miembros de la Real Academia Española. 

Continúo hoy la semblanza de los actuales y pasados miembros de la Real Academia con la del académico Carlos Castilla del Pino (1922-2009). Elegido el 19 de junio de 2003, tomo posesión de la silla Q académica el 7 de marzo de 2004 con el discurso titulado Reflexión, reflexionar, reflexivo, al que respondió en nombre de la corporación, José Luis Pinillos.

El psiquiatra y ensayista Carlos Castilla del Pino, catedrático extraordinario de Psiquiatría Dinámica y Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba (1983-1987), fue jefe de los Servicios Provinciales de Psiquiatría e Higiene Mental de esa ciudad desde 1949 hasta su jubilación, en 1987. Miembro  de la Asociación Española de Neuropsiquiatría; de la Sociedad Española de Psiquiatría; de la Sociedad Española de Psicología, y de la Sociedad Española de Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría, perteneció también a las más importantes sociedades de profesionales de la salud mental de Argentina, Perú y Colombia, entre otros países. En 1981 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de San Marcos de Lima, en 1999 por la Universidad Autónoma de Madrid y en 2004 por la Universidad de Cádiz.

Durante los últimos años, desarrolló su labor investigadora en la Fundación Castilla del Pino, creada en 1993 para «fomentar y promover todo tipo de estudios e investigaciones, así como cualesquiera otras actividades de carácter científico y cultural, relacionadas con el estudio, investigación y desarrollo teórico y práctico de la Psicopatología».

Colaborador habitual en el diario El País, Castilla del Pino fue autor de numerosos ensayos y monografías sobre psiquiatría, entre los que destacan Un estudio sobre la depresión. Fundamentos de antropología dialéctica (1966); La incomunicación (1970); Cuatro ensayos sobre la mujer y Sexualidad y represión, ambos publicados en 1971; Introducción a la hermenéutica del lenguaje y Patografías, los dos aparecidos en 1972; Introducción al masoquismo. La Venus de las pieles (1975); El delirio, un error necesario, Premio Internacional de Ensayo Jovellanos 1998, y Teoría de los sentimientos (2000). Asimismo, publicó las novelas Discurso de Onofre (1977) y La alacena tapiada (1991) y los libros de memorias Pretérito imperfecto. Autobiografía (1922-1949) (1997), galardonado con el IX Premio Comillas, y Casa del olivo. Autobiografía (1949-2003) (2004).

Desde 2010, la Fundación Carlos Castilla del Pino, junto con la Universidad de Córdoba y la Dirección General del Libro de la Junta de Andalucía, impulsa el proyecto de publicar la obra completa de este médico y escritor. La colección constará de catorce volúmenes y está previsto que se complete en 2015. La trayectoria de Carlos Castilla del Pino fue reconocida, entre otras distinciones, con el Premio María Zambrano (2000), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid (2002) y la Medalla de Oro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (2002). En 1985 fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía e Hijo Predilecto de San Roque; en 2002 Hijo Predilecto de Cádiz, y  en 2003 Profesor Emérito de la Escuela de Salud Pública Andaluza.




Carlos Castilla del Pino



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 4445
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

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