El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos. Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros.
Continúo hoy la serie de "Cuentos para la edad adulta" con el titulado Macario, de Juan Rulfo (1917-1986), escritor, guionista y fotógrafo mexicano, perteneciente a la generación del 52. Fue uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo xx. En sus obras se presenta una combinación de realidad y fantasía cuya acción se desarrolla en escenarios mexicanos. Sus personajes representan y reflejan el tipismo del lugar con sus grandes problemáticas socio-culturales entretejidas con el mundo fantástico. La obra de Rulfo, y sobre todo Pedro Páramo, es el parteaguas de la literatura mexicana que marca el fin de la novela revolucionaria, lo que permitió las experimentaciones narrativas, como es el caso de la generación del medio siglo en México o los escritores pertenecientes al boom latinoamericano.
Macario narra la historia en primerísima persona de un personaje que a pasear de encontrarse al margen de la sociedad, habitante de un lugar invisible para el mundo y marcado para siempre por la locura, parece no ser consciente de su precaria condición. Por el contrario narra su vida con gran ingenuidad, despojando de sentido trágico situaciones que para cualquier miembro de la sociedad constituirían algo terrible. Para Macario, ésa es simplemente su vida, y así da cuenta de ella... Disfrútenlo.
2 comentarios:
Muy Interesante, puse un enlace en mi Blog, espero tengas una bonita vuelta a este mundo. Saludos cariñosos.
Muchas gracias, Carla. Gracias. Y un saludo muy afectuoso para ti.
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