A LAS PARCAS
Concededme, oh Poderosas, sólo un verano,
un otoño en que pueda madurar mi canto
para que con tan dulce juego ya saciado
mi corazón acceda a morir de buen grado.
El alma, que nada divino obtuvo en vida,
tampoco ya en el Orco encontrará reposo,
mas si una sola vez lo sagrado yo aún logro
lo que más quiero en este mundo, la poesía,
entonces, sombras, yo os daré la bienvenida,
y contento estaré, aun si dejo abandonada
bajando al silencio mi lira. Un solo día
habré vivido como un dios, y eso ya basta.
Friedrich Hölderlin (1770-1843)
Poeta alemán
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