sábado, 26 de agosto de 2017

[A vuelapluma] Entre la impunidad y el mito





Entre la impunidad y el mito, la izquierda se ha arrogado durante años el papel de comisaria moral del espectro político, comenta en un reciente artículo el escritor peruano Jorge Eduardo Benavides. Durante casi ochenta años, comienza diciendo, la extinta Unión Soviética levantó, a base de exterminios, cárceles, gulags y cientos de miles de kilómetros de alambres de púas, el paraíso comunista que extendía sus fronteras hasta la mitad de Europa. Durante todo ese tiempo, una gran parte de los llamados intelectuales de izquierda del mundo occidental miraron con anuencia todo aquel inventario de atropellos y asesinatos, a veces simplemente negando su existencia o, si eran puestos contra las cuerdas por la tozuda realidad, explicando la serie de males necesarios que se requerían para luchar contra el perverso capitalismo.

En su ensayo Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses (1944-1956), Toni Judt reflexiona con minucia sobre el carácter ambivalente de muchos de estos intelectuales y la pasmosa relajación moral de algunos de ellos, como Emmanuel Mounier, quien escribe, a propósito del golpe de Praga de 1948, que “no hay progreso que no tuviera su comienzo en una minoría audaz, ante la instintiva pereza de la mayoría”. No fue el único ni sería el último de los muchos intelectuales europeos —Sartre, Brecht, Debray…— que durante décadas persistieron empeñados en que el comunismo soviético era un sistema per se bondadoso y libertario. Lo mismo ocurrió con la Cuba castrista: escasos fueron los intelectuales de ese entonces que no cantaron loas a Fidel Castro y escribieron ruborosos elogios a la revolución mientras sus colegas eran silenciados, asesinados o encarcelados. De hecho, nuestro tan querido boom literario estaba compuesto por los principales legitimadores del castrismo y la revolución, como bien sabemos.

Durante mucho tiempo nos han dicho que eran gentes de buena fe engañadas por la maquinaria propagandista de aquellos regímenes. Que en realidad nadie sabía lo que estaba ocurriendo realmente tras las fronteras de Cuba, la Unión Soviética o China. Pero ese sapo yo no me lo trago, pues era gente informada y con acceso a lo que ocurría en el mundo. Por desgracia, creo que la explicación más probable es más simple y también más siniestra: querían creer. Empeñados en las bondades del comunismo, aquellos intelectuales le dieron la espalda a su primera responsabilidad con la verdad y avalaron así a todos quienes los leían y los tenían por referentes morales, cegándolos ante la desventura y el horror que sufrían sus congéneres. Lo cuenta muy bien el escritor cubano Jacobo Machover en El sueño de la barbarie: la complicidad de los intelectuales con la dictadura castrista.

Pues bien, con ese auspicioso saldo moral en sus cuentas han funcionado durante décadas los partidos comunistas y las izquierdas unidas de todo el mundo y se han disculpado todos los atropellos, todos los encarcelamientos y toda la brutalidad de los regímenes que ensayan la senda del totalitarismo y que son modelo de estos partidos, que funcionan gracias a la democracia que quieren destruir. Basta leer los tuits en los que el vergonzante Alberto Garzón despide —con la emoción de una colegiala— a Fidel Castro (“Su ejemplo y pensamiento pervive”, dice) y elogia el destrozo que está haciendo el chavismo en Venezuela hoy mismo; empeñado en negar la clamorosa evidencia de que nadie que dure en el poder 50 años puede considerarse demócrata ni que un régimen que se enquista a sangre y fuego es modelo de democracia. ¿Es eso lo que propone Izquierda Unida para España o se trata solo de una aspiración mística-ideológica?

En todo caso, esto ha sido así porque durante años la izquierda se ha arrogado el papel de comisaria moral del espectro político, de airada detentadora de la progresía y la bondad. Y los demás nos hemos dejado chantajear y hemos dado por bueno que ser de izquierdas (de esa izquierda) es estar intrínsecamente del lado de los desfavorecidos. De lo contrario uno era —y es— acusado de fascista. Y no, no concede crédito democrático que los comunistas se hubieran enfrentado a Franco aquí en España, porque no hay ningún valor en enfrentarse a una dictadura en nombre de otra.

No nos engañemos: no hay ninguna deriva en la Izquierda Unida ni en el planteamiento de Podemos —los verdaderos campeones del cinismo— ni en general en las izquierdas de todo el mundo que tienen como modelo a Stalin, a Castro o Chávez, a quienes elogian con impunidad o justifican con vacilantes balbuceos y desplantes retóricos. Esa izquierda siempre ha defendido los regímenes totalitarios y es lo que buscan instaurar en nombre de un mundo mejor y de una sociedad perfecta. Tal es su naturaleza.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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[Poesía y música] Hoy, con Emilio Prados y Georges Bizet






Como afirmo en una de las entradas más visitadas del blog, soy capaz de recordar y reconocer casi cualquier fragmento de texto literario o película que haya leído o visto, aunque solo haya sido una vez en la vida. Por el contrario, ni el Azar ni la Naturaleza, mis divinidades paganas preferidas, me han dotado del mismo talento para la música. La diosa Terpsícore me ha negado sus favores, salvo en aquellas piezas (muy pocas para mí) que ya forman parte por la amplitud de su difusión del imaginario colectivo de la humanidad. Y esa incapacidad para recordar y reconocer piezas musicales es una de las circunstancias que más dolor me producen, porque en contraste con ellas la música es de todas las Bellas Artes la que más profundas emociones me provoca.

George Steiner, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, dice en su libro Errata. El examen de una vida lo siguiente: "El canto (y la música) es, simultáneamente la más carnal y la más espiritual de las realidades. Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia". Estoy en completo acuerdo con él.

La UNESCO instituyó el año 2000 el Día Mundial de la Poesía, que se celebra cada 21 de marzo, entendiendo que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir. Así pues, continúo con esta entrada de hoy la nueva sección del blog, "Poesía y música", aunando algunos de los más bellos poemas en español con algunas de las más hermosas arias operísticas de la historia.


Continúo hoy la serie dedicada a "Poesía y música" con el poema El cuerpo en el alba, de Emilio Prados, y la bellísima aria Au fond du temple saint,  de la ópera Los pescadores de perlas, de Georges Bizet, interpretada por el tenor Roberto Alagna y el bajo Bryn Terfel. Disfrútenlos. 





Emilio Prados



Emilio Prados Such (1899-1962) fue un poeta español de la Generación del 27. En 1914 obtiene una plaza en el Grupo de Niños de la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde conoce a Juan Ramón Jiménez, quien, junto con la afición a los libros determinará su inclinación a la poesía. En 1918 se incorpora al grupo universitario de la Residencia, centro que se convierte en punto convergente de las ideas vanguardistas e intelectuales de Europa, así como en un foro de diálogo permanente entre ciencias y artes. En este fecundo caldo de cultivo se forma la Generación del 27 y es aquí donde Prados entabla amistad con el círculo que forman Federico García Lorca, Luis Buñuel, Juan Vicens, José Bello y Salvador Dalí. En mayo de 1939 parte, junto con otras destacadas figuras de la intelectualidad republicana, hacia México, donde residirá hasta su muerte en 1962.


EL CUERPO EN EL ALBA
por
Emilio Prados


Ahora sí que ya os miro
cielo, tierra, sol, piedra,
como si viera mi propia carne.

Ya sólo me faltábais en ella
para verme completo,
hombre entero en el mundo
y padre sin semilla
de la presencia hermosa del futuro.

Antes, el alma vi nacer
y acudí a salvarla,
fiel tutor perseguido y doloroso,
pero siempre seguro
de mi mano y su aviso.

Ayudé a la hermosura
y a su felicidad,
aunque nunca dudé que traicionaba
al maestro, al discípulo,
más, si aquel daba forma
en su libertad
al pensamiento de lo bello.

Y así vistió su ropa
mi hueso madurado,
tan lleno de dolor y de negrura
como noche nublada
sin perfume de flor,
sin lluvia y sin silencio…

Solo el cumplir mi paso,
aunque por suelo tan arisco,
me daba luz y fuerza en el vivir.

Mas hoy me abrís los brazos,
cielo, tierra, sol, piedra,
igual que presentí de niño
que iba a ser la verdad bajo lo eterno.

Hoy siento que mi lengua
confunde su saliva
con la gota más tierna del rocío
y prolonga sus tactos
fuera de mí, en la yerba
o en la obscura raíz secreta y húmeda.

Miro mi pensamiento
llegarme lento como un agua,
no sé desde qué lluvia o lago
o profundas arenas
de fuentes que palpitan
bajo mi corazón ya sostenido por la roca del monte.

Hoy sí, mi piel existe,
mas no ya como límite
que antes me perseguía,
sino también como vosotros mismos,
cielo hermoso y azul,
tierra tendida…

Ya soy Todo: Unidad
de un cuerpo verdadero.
De ese cuerpo que Dios llamo su cuerpo
y hoy empieza a asentirse
a, sin muerte ni vida, como rosa en presencia constante
De su verbo acabado y en olvido
De lo que antes pensó aun sin llamarlo
Y temió ser: Demonio de la Nada.


(Jardín Cerrado, 1946).



Georges Bizet



Alexandre-César-Léopold Bizet, conocido como Georges Bizet (1838-1875), fue un compositor francés, principalmente de óperas. En una carrera cortada por su muerte prematura, alcanzó escasos éxitos hasta su última obra, Carmen, que se convirtió en una de las obras más populares y más interpretadas de todo el repertorio operístico.

Los pescadores de perlas es una ópera en tres actos con música de Georges Bizet y libreto de Eugène Cormon y Michel Carré. Fue estrenada el 30 de septiembre de 1863 en el Théâtre Lyrique du Châtelet, París. Es su segunda obra más exitosa, después de Carmen. Se ha convertido en una ópera popular gracias a su orquestación colorista y exótica, y por su gran dúo de amistad, Au fond du temple saint, que pueden ver desde enlace o el vídeo de más abajo. La obra no fue bien recibida en su momento, pero con el tiempo ha conocido una plena rehabilitación y hoy se encuentra en los repertorios operísticos más exigentes.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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[Humor en cápsulas] Para hoy sábado, 26 de agosto de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Ricardo en El Mundo; Forges, Peridis y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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viernes, 25 de agosto de 2017

[A vuelapluma] La falacia del crecimiento económico español





No suelo subir al blog comentarios escritos de políticos en activo. Ello no implica ninguna visión negativa de principio por mi parte, más bien mera prevención intelectual ante lo que dicen. Pero de vez en cuando hago excepciones, ya que como se dice sobre las "meigas" en la tierra de mis antepasados maternos y en estas islas del atlántico central, creer en ellas no creo, pero haberlas, haylas... Hoy hago una de esas excepciones con un artículo publicado hace unas semanas en El País por Pedro Saura, doctor en Economía, profesor titular en la Universidad de Murcia y portavoz de economía del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados.

Dice Saura en su artículo que la desigualdad sigue pesando gravemente sobre el modelo de crecimiento económico español, y que es esa desigualdad la causa de su gran vulnerabilidad. Es verdad, comienza diciendo, cuando dice el PP que se han sentado las bases de un nuevo modelo de crecimiento; pero dicho modelo tiene como motor de crecimiento la desigualdad y el deterioro de la cohesión social. La desigualdad es la que explica, en gran parte, el aumento de los beneficios de las empresas y el motor que ha impulsado el aumento de las exportaciones. Pero la desigualdad es y será una de las vulnerabilidades más importantes del actual modelo económico, porque no se tiene la intención política de corregirla.

Para ocultar y encubrir la realidad, para que los ciudadanos no les descubran, narran y relatan el viejo dogma de que el crecimiento económico y del empleo terminará por mejorar los ingresos de las familias y las oportunidades de los jóvenes. Pero la crisis, su política económica y los nuevos cambios tecnológicos muestran que el viejo dogma ya no tiene sostén. Los datos ponen de manifiesto que este modelo de crecimiento no conlleva progreso social y no llega a la mayoría.

Permítanme que decodifique ese nuevo modelo. Los dos instrumentos que han utilizado para hacer de la desigualdad su elemento de competitividad y que forman parte del corazón de su política económica son, por una parte, la reforma laboral que actúa como elemento de presión a la baja de los salarios y de las condiciones de trabajo y, por otra parte, la política fiscal y presupuestaria que les permite realizar una redistribución inversa. Con una mano, modifican la estructura impositiva —subiendo los impuestos indirectos; bajando, poco antes de las elecciones, los impuestos directos— y con la otra mano, recortan el Estado del bienestar —el gasto social sigue perdiendo peso en el PIB. Es decir, transfieren bienestar de las rentas más bajas a las rentas más altas.

Los resultados del aumento de la desigualdad, también en la fase de recuperación, son contundentes. Esa es la novedad. España era uno de los países que en las recuperaciones más reducía la desigualdad. Las primeras evidencias no confirman esa relación, sino más bien la contraria.

Lo más criticable y con menos visión de futuro es que no tiene el Gobierno ninguna intención de cambiar la política económica, laboral y fiscal, para compensar a los perdedores y a los que han hecho posible la mejora de los datos macroeconómicos. En lo que llevamos de año todo el ajuste se ha realizado por el lado del gasto público. Las rentas de los trabajadores representan ahora tres puntos porcentuales menos del PIB que en 2008; mientras la de los empresarios ha aumentado en un punto porcentual. A la recuperación del Excedente Bruto Empresarial ha ayudado la reducción del impuesto de sociedades.

La desigualdad salarial, de renta, de riqueza, ha aumentado durante la crisis y lo continúa haciendo en la recuperación, a pesar de la caída de la tasa de paro. Eso es lo que expresa el índice de Gini salarial, de la renta per capita de los hogares, y de riqueza. En los años de la crisis, los salarios del 10% más pobre cayeron un 25%, caídas que afectaron a todos los trabajadores de las cuatro peores decilas; en la recuperación, entre 2013 y 2015, los salarios del 10% más rico crecen el doble que los salarios del 10% más pobre.

Y detrás de esta disminución de los salarios de los más pobres se encuentra el importante aumento de los contratos a tiempo parcial, concentrado en las decilas más bajas. En muchos casos, gracias a las reformas introducidas por el Gobierno en esta figura de contratación, se utiliza para ocultar y en algunos casos no retribuir, horas de trabajo. Pero estos trabajadores no quieren este tipo de empleo. El porcentaje de trabajadores a tiempo parcial que desearían hacerlo a tiempo completo ha pasado del 30% al 60%, el mayor aumento en la UE.

Sí, se puede hablar de trabajadores pobres: el 60% de las rentas de los más pobres de nuestro país, los situados en la última decila, procedente de los trabajadores y los desempleados, antes de las crisis era el 40%. Como consecuencia de las políticas del Gobierno, la desigualdad en la riqueza ha aumentado de forma significativa en los últimos años, acentuándose en la fase de recuperación, El 1% de los más ricos han pasado de poseer el 14% de la riqueza total de España en 2008 a tener el 20% de la misma en 2014.

En España, el modelo de distribución de la renta y la riqueza se ha roto desde que gobierna la derecha, concluye diciendo. Y ello es así porque se ha truncado, con la regulación laboral, el equilibrio entre trabajadores y empresarios, en favor de estos últimos; y porque la redistribución de la política fiscal y presupuestaria ha pasado a ser inversa.



Mariano Rajoy y Luis de Guindos (centro y derecha de la foto)


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[Galdós en su salda] Hoy, con "El audaz: historia de un radical de antaño"




Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Concluidas las cinco series de los Episodios Nacionales, subo hoy al blog la novela titulada El audaz: historia de un radical de antaño. Publicada originariamente en 1871, la edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, publicada en Madrid, en 1907, por Viuda e Hijos de Tello. 


El audaz es la segunda de las novelas de su primera época, y en ella se relata la historia de Martín Muriel, personaje formado en las ideas revolucionarias procedentes de tierras francesas, que buscará incesantemente la venganza que no pudo realizar su padre ante las intrigas de las que fue víctima. Situada la acción en 1804, Martín también intentará localizar a su hermano, Pablillo, del que sólo sabe que fue acogido por el conde de Cerezuelo, una de las personas que persiguió el fin funesto de su padre. En este peregrinar, Martín Muriel se encontrará con multitud de personajes: Susana Cerezuelo, hija del conde, y con la que tendrá un acercamiento, previsiblemente por venganza; Lorenzo Segarra, mano derecha del conde, y verdadero causante de las penas del padre de Muriel; el tío Genillo, el único que veló por el bienestar de Pablillo en casa del conde; o Leandro, amigo de Martín y que intentará mantener un idilio con la hija de Doña Bernarda.

En esta novela el conflicto entre individuo y sociedad presenta figuras extremadamente agresivas, cuyo personaje principal, de origen plebeyo, personifica los ideales liberales de la incipiente clase media española, se enfrenta a la sociedad establecida de principios del siglo XIX dominada todavía por la ideología de los aristócratas y del clero. Espero que la disfruten.







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[Humor en cápsulas] Para hoy viernes, 25 de agosto de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy con Morgan en Canarias7; Ricardo en El Mundo; Forges, Peridis y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 




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jueves, 24 de agosto de 2017

[A vuelapluma] Maduro: ¿aprendiz de Castro y discípulo de Pinochet?





Venezuela era uno de los países más prósperos de Latinoamérica. Se encontraba, según las cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), entre las mayores reservas petrolíferas del mundo. Aunque nunca haya sido, ni mucho menos, un ejemplo de democracia, sí se estaba dotando de instituciones sólidas. Pero Llega la elección del excomandante de paracaidistas Chávez. Y luego la nominación, seguida de una elección fraudulenta, de Maduro, su triste y sangriento clon. Y el sueño se convierte en pesadilla; una mezcla de incompetencia y estupidez, la sumisión del país a una “burguesía” bolivariana, codiciosa y a sueldo una de Cuba desangrada y que ya no cree en su propio modelo, lo echa todo por tierra; y un nuevo liberador de pacotilla, agotando la bomba de dinero de la empresa petrolera nacional para nutrir su clientelismo y alimentar los fondos opacos gestionados sin supervisión por los sátrapas de su régimen, mete al país en el pelotón de cola de los países que se dirigen a la pobreza masiva (a título indicativo, una inflación equivalente a la de Zimbaue o a la de la Alemania de la década de 1920). 

Quien así se expresaes el controvertido y polémico filósofo francés Bernard-Henri Lévy (1948), discípulo de Jacques Derrida y Louis Althusser, y fundador junto a André Glucksmann y Alain Finkielkrautde la corriente de los llamados "nuevos filósofos (nouveaux philosophes) franceses, críticos con los dogmas de la izquierda radical surgida de Mayo del 68 y valorado por su compromiso moral en favor de la libertad de pensamiento.

Recordamos a Cándido, a la vuelta de su país de Cucaña, comenta, en el que el oro —el petróleo amarillo— ya fluía a raudales, sigue diciendo. Recordamos, en Luis Sepúlveda, Alejo Carpentier y otros, el mito de El Dorado, que nunca acabó bien. Un El Dorado desinflado que se paga allí a un alto precio. Y el saqueo del país se duplica con el desencadenamiento de violencia que la sitúa al borde de la guerra civil: 120 muertos en unas semanas. Las figuras destacadas de la oposición perseguidas, cesadas en sus cargos, secuestradas, encarceladas. Torturas en comisarías. Y para empeorar las cosas, la farsa electoral que acaba de permitir a una asamblea deconstituyente acaparar todos los poderes y desmantelar, si quiere, el frágil equilibrio institucional del país.

Ante este desastre, deseo plantear dos preguntas, sigue diciendo. Una pregunta franco-francesa, para empezar: ¿Hasta cuándo Mélenchon, líder de la Francia Insumisa, seguirá encontrando virtudes en este régimen asesino? ¿Cuántos muertos necesitará para llamar a las cosas por su nombre y reconocer en los policías de Maduro a los gemelos de los que, en otra época, sembraron el terror en Chile y Argentina? ¿Y a qué espera para pronunciar las palabras que son el privilegio de un hombre libre de sus alianzas y de su palabra: sí, me he equivocado; no, este régimen brutal no es una “fuente de inspiración”; y esta historia de la “alianza bolivariana”, inscrita en el artículo 62 de mi programa y que debía acercarme a los herederos de los caudillos (Castro, Chávez…) cuya muerte tanto lloré, era una idea verdaderamente mala? De momento, nada.

Como los españoles de Podemos o los griegos de Syriza, como Jeremy Corbyn en Reino Unido, los melenchonistas creen que sus héroes con las manos teñidas de sangre tienen la excusa de la lucha contra el “imperialismo”. Y, cuando despiertan, es para invertir los papeles y, como hizo un siniestro portavoz del partido, Djordje Kuzmanovic, comparar a los pacíficos manifestantes que luchan por la democracia y el derecho con los golpistas de Pinochet en el Chile de la década de 1970; o, como Alexis Corbière, para denunciar la “desinformación” y, añadiendo el oprobio a la cobardía, insultar la memoria de los muertos (jóvenes de los “barrios ricos” que solo han recibido su merecido), alimentar el conflicto racial (“a menudo la gente de color está en los barrios bajos”), y criminalizar a la oposición, expuesta los salvajes ataques de las milicias paramilitares del Gobierno “"a menudo la gente se quema”). ¿Estos “insumisos” son insumisos o rehenes? De cualquier modo, esas palabras no son dignas de un partido que aspira a encarnar la oposición en Francia.

Y después, la segunda pregunta se dirige a la comunidad internacional, a la que afecta por dos razones. En lo que se refiere a la “responsabilidad de proteger”, como establece la Carta de Naciones Unidas, y que exige aquí palabras duras: una condena firme por parte de un Consejo de Seguridad valiente; gestos de apoyo simbólicos como la recepción en París, Madrid o Washington de los últimos representantes de la oposición que aún tienen libertad de movimientos; una demostración de solidaridad de la representación nacional francesa, española, estadounidense u otra, con el Parlamento venezolano que el golpe de Estado constituyente de Maduro amenaza con disolver; y después, naturalmente, sanciones económicas y financieras que vayan más allá de las tímidas fanfarronadas de Donald Trump.

Y además, lo que ha pasado en Caracas nos afecta —de esto no estamos tan enterados— en el campo de la lucha contra el terrorismo y contra las redes de blanqueo de capitales que lo financian: ¿qué sentido tiene la alianza, “bolivariana” como tiene que ser, entre el difunto Chávez y Mahmud Ahmadineyad, expresidente de la República de Irán? ¿Qué ha sido de los miembros de las FARC colombianas que, según me confesó uno de sus jefes, Iván Ríos, poco antes de morir, en 2007, fueron enviados “en misión” al país del “socialismo del siglo XXI”? ¿Y qué crédito debemos conceder a algunos líderes de la oposición antichavista que gritan, de momento en el desierto, que no se conocen todos los lazos de Maduro con Corea del Norte, la Siria de Bachar el Asad en Siria o cierto activista de Hezbolá desterrado o en tránsito?

No son más que preguntas. Pero preguntas que hay que plantearse. Un régimen desesperado es capaz de cualquier vileza, y la situación en Venezuela merece comisiones de investigación, un Tribunal Russell, un mayor interés por parte de la prensa occidental; todo menos el silencio incómodo que, de momento, acoge a este pronunciamiento prolongado, concluye diciendo Lévy.




Dibujo de Enrique Flores para El País



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[Cuentos para la edad adulta] Hoy, con "Dentro de mil años", de Hans Christian Andersen






El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos. Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros.

Continúo la serie de Cuentos para la edad adulta con el titulado Dentro de mil años,  de Hans Christian Andersen (1805-1875) escritor y poeta danés, famoso por sus cuentos para niños, entre ellos El patito feoLa sirenita y La reina de las nieves, los tres llevados al cine. Recibió en vida muchos honores. En 1866 el rey de Dinamarca le hizo Consejero de Estado, y en 1867 fue declarado ciudadano ilustre de su ciudad natal. En su honor, desde 1956 se concede, cada dos años, el premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y, desde 1966, también de ilustración. En 1976, se bautizó con su nombre al asteroide 2476.  Les dejo con su relato. Espero que les resulte interesante. 


DENTRO DE MIL AÑOS
por
Hans Christian Andersen


Sí, dentro de mil años la gente cruzará el océano, volando por los aires, en alas del vapor. Los jóvenes colonizadores de América acudirán a visitar la vieja Europa. Vendrán a ver nuestros monumentos y nuestras decaídas ciudades, del mismo modo que nosotros peregrinamos ahora para visitar las decaídas magnificencias del Asia Meridional. Dentro de mil años, vendrán ellos.

El Támesis, el Danubio, el Rin, seguirán fluyendo aún; el Montblanc continuará enhiesto con su nevada cumbre, la auroras boreales proyectarán sus brillantes resplandores sobre las tierras del Norte; pero una generación tras otra se ha convertido en polvo, series enteras de momentáneas grandezas han caído en el olvido, como aquellas que hoy dormitan bajo el túmulo donde el rico harinero, en cuya propiedad se alza, se mandó instalar un banco para contemplar desde allí el ondeante campo de mieses que se extiende a sus pies.

-¡A Europa! -exclamarán las jóvenes generaciones americanas-. ¡A la tierra de nuestros abuelos, la tierra santa de nuestros recuerdos y nuestras fantasías! ¡A Europa!

Llega la aeronave, llena de viajeros, pues la travesía es más rápida que por el mar; el cable electromagnético que descansa en el fondo del océano ha telegrafiado ya dando cuenta del número de los que forman la caravana aérea. Ya se avista Europa, es la costa de Irlanda la que se vislumbra, pero los pasajeros duermen todavía; han avisado que no se les despierte hasta que estén sobre Inglaterra. Allí pisarán el suelo de Europa, en la tierra de Shakespeare, como la llaman los hombres de letras; en la tierra de la política y de las máquinas, como la llaman otros. La visita durará un día: es el tiempo que la apresurada generación concede a la gran Inglaterra y a Escocia.

El viaje prosigue por el túnel del canal hacia Francia, el país de Carlomagno y de Napoleón. Se cita a Molière, los eruditos hablan de una escuela clásica y otra romántica, que florecieron en tiempos remotos, y se encomia a héroes, vates y sabios que nuestra época desconoce, pero que más tarde nacieron sobre este cráter de Europa que es París.

La aeronave vuela por sobre la tierra de la que salió Colón, la cuna de Cortés, el escenario donde Calderón cantó sus dramas en versos armoniosos; hermosas mujeres de negros ojos viven aún en los valles floridos, y en estrofas antiquísimas se recuerda al Cid y la Alhambra.

Surcando el aire, sobre el mar, sigue el vuelo hacia Italia, asiento de la vieja y eterna Roma. Hoy está decaída, la Campagna es un desierto; de la iglesia de San Pedro sólo queda un muro solitario, y aún se abrigan dudas sobre su autenticidad.

Y luego a Grecia, para dormir una noche en el lujoso hotel edificado en la cumbre del Olimpo; poder decir que se ha estado allí, viste mucho. El viaje prosigue por el Bósforo, con objeto de descansar unas horas y visitar el sitio donde antaño se alzó Bizancio. Pobres pescadores lanzan sus redes allí donde la leyenda cuenta que estuvo el jardín del harén en tiempos de los turcos.

Continúa el itinerario aéreo, volando sobre las ruinas de grandes ciudades que se levantaron a orillas del caudaloso Danubio, ciudades que nuestra época no conoce aún; pero aquí y allá -sobre lugares ricos en recuerdos que algún día saldrán del seno del tiempo- se posa la caravana para reemprender muy pronto el vuelo.

Al fondo se despliega Alemania -otrora cruzada por una densísima red de ferrocarriles y canales- el país donde predicó Lutero, cantó Goethe y Mozart empuñó el cetro musical de su tiempo. Nombres ilustres brillaron en las ciencias y en las artes, nombres que ignoramos. Un día de estancia en Alemania y otro para el Norte, para la patria de Örsted y Linneo, y para Noruega, la tierra de los antiguos héroes y de los hombres eternamente jóvenes del Septentrión. Islandia queda en el itinerario de regreso; el géiser ya no bulle, y el Hecla está extinguido, pero como la losa eterna de la leyenda, la prepotente isla rocosa sigue incólume en el mar bravío.

-Hay mucho que ver en Europa -dice el joven americano- y lo hemos visto en ocho días. Se puede hacer muy bien, como el gran viajero -aquí se cita un nombre conocido en aquel tiempo- ha demostrado en su famosa obra: Cómo visitar Europa en ocho días.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3761
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)