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sábado, 30 de septiembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Marianela"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Marianela. Publicada en 1878 por la Imprenta y Litografía madrileña La Guirnalda, cierra el conjunto de sus novelas de tesis. En ella aparecen algunos personajes que luego serán protagonistas en el ciclo de las novelas españolas contemporáneas. Marianela cuenta la historia de una chica pobre y fea, y de Pablo, un ciego de nacimiento que está enamorado de ella. La acción transcurre entre Socartes, pueblo minero, y Aldeacorba, zona agrícola, donde vive don Francisco Penáguilas con su hijo Pablo. La vida ha sido generosa con el señor de Penáguilas, pero todo su bienestar se halla ensombrecido por la ceguera de su hijo. Pablo es feliz al lado de su lazarillo, una muchacha que todos llaman la "Nela"; con ella pasea, habla y se deleita. Nela, por su parte, pobre huérfana que vive con la familia del capataz de las minas, Centeno, menospreciada por todos, incapaz de nada útil, solo siente alegría acompañando a Pablo. Las almas de los dos están compenetradas de tal manera, que Pablo un día le promete casarse con ella.

El ciego piensa que su lazarillo debe ser de extraordinaria belleza, expresión de su bondad. Pero a Socartes ha llegado el hermano del ingeniero, don Teodoro Golfín, famoso oftalmólogo, y uno de los motivos de su viaje es tratar de curar a Pablo. Don Francisco de Penáguilas ansía ardientemente que el doctor vea a su hijo, pues, aunque ha sido desahuciado por todos los grandes médicos, no se aviene con la fatalidad de que su hijo sea incurable. ¿Por qué la naturaleza al colmarle de bienes materiales le ha de negar lo único que puede hacerle feliz? Precisamente su hermano Manuel y él acaban de heredar de un primo, lo que viene todavía a acrecentar su fortuna. Fortuna que no tendrá finalidad, a no ser que Pablo obtenga el sentido de la vista, en cuyo caso se celebraría su matrimonio con su prima Florentina, muchacha bellísima, hija de Manuel. La operación de Pablo y el éxito del resultado desembocarán en un dramático final.

La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. 




"Marianela", oleo de Cecilio Plá (1864-1934)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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viernes, 22 de septiembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Gloria"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog su novela Gloria. Publicada en Madrid en 1877 por la Imprenta de José María Pérez, pertenece al denominado grupo de "novelas de tesis", y narra un drama de intolerancia religiosa con final trágico.  

La primera parte de la obra fue escrita en 1874, pero Galdós no retoma el manuscrito de la novela hasta dos años más tarde. Para esta segunda parte Galdós mantuvo una intensa y turbulenta correspondencia con José María Pereda a propósito del argumento y, en especial, sobre las tesis manejadas por el autor; un auténtico pulso literario sostenido por las opuestas posiciones de Pereda y Galdós, superadas gracias a la profunda amistad entre ambos escritores. 

Como había hecho en Doña Perfecta, Galdós recrea una ciudad provinciana imaginaria para ambientar su nueva tragedia, pero ahora en una villa marinera de Cantabria. Gloria, una muchacha de 18 años, es hija única de la familia Lantigua (cuyo apellido ya sugiere riqueza, tradición y severa práctica del catolicismo). Su monótona y apacible existencia, con un pretendiente de la burguesía conservadora de Ficóbriga, se verá alterada por un joven extranjero, un náufrago inglés que ha sido acogido en su casa con caridad cristiana y las preceptivas reservas. Se enamoran con tanta pasión que ella se queda embarazada. Es entonces cuando él le confiesa que no es protestante —como se temían—, sino judío de origen español y familia germano-inglesa. En este crítico pasaje de la trama concluye la primera parte con la muerte del padre de Gloria, del disgusto. En la segunda parte de la novela, el drama evolucionará hacia la tragedia, con un final "shakespeariano" con olor de Romeo y Julieta a la española.

La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. El original de la novela se encuentra en la Biblioteca del Museo Canario, en la ciudad de Las Palmas. Disfrútenla. 




La casa natal de Benito Pérez Galdós, Las Palmas 



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jueves, 14 de septiembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La Fontana de Oro"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog La Fontana de Oro. Publicada en 1870, es la primera de las novelas escritas por Galdós. La acción transcurre en Madrid durante los años del Trienio Constitucional (1820-1823) y toma su título del café situado cerca de la Puerta del Sol que con ese mismo nombre sirvió de lugar de reunión a artistas y tribuna oratoria para políticos liberales, y que aún persiste en su actividad. Escrita entre 1867 y 1868, en parte durante un viaje a Francia poco después de la Revolución de Septiembre, se mezclan los hechos históricos reales, con los asuntos personales de los personajes, siguiendo una pauta de construcción literaria similar a la de los Episodios Nacionales

Enmarcada en el reinado de Fernando VII, Galdós narra en sus páginas acontecimientos como el levantamiento del general Riego y la posterior entrada en Madrid, en mayo de 1823 del ejército francés conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis para restablecer en el absolutismo al monarca. En la novela se suceden reuniones clandestinas de logias masónicas y sectas ultramontanas; actuaciones de grandes oradores como Antonio Alcalá Galiano; manifestaciones callejeras al son de la "Trágala"; escaramuzas entre milicianos liberales y realistas; fusilamientos en masa y ejecuciones en la Plaza de la Cebada tras la victoria absolutista... Un doble escenario en el que Galdós desenreda la pasión patriótica junto a una pasión de corte clásico que le sirve de hilo argumental.

El eje sentimental de la trama narra la pasión amorosa entre Lázaro, joven romántico y liberal, y Clara, huérfana en casa de un tío de ideología absolutista y carácter intransigente.​

El erudito galdosiano Joaquín Casalduero valora esta novela primera del escritor canario no solo como origen de toda su obra sino de la novela moderna en España.

La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante, publicada originariamente en Madrid, en 1906, por Perlado, Páez y Compañía. Disfrútenla. 




La Fontana de Oro, Madrid



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sábado, 9 de septiembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La familia de León Roch"




Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog la novela titulada La familia de León Roch. La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante, publicada originariamente en Madrid, en 1878, por  Imprenta y Litografía La Guirnalda. La novela ha sido clasificada dentro del grupo de sus «novelas de tesis», siendo la última de ese ciclo, tras Doña Perfecta, Gloria y Marianela. Se trata de una obra de transición que relata la historia de un fracaso humano, proveniente de la distinta actitud religiosa de dos esposos, el uno ateo y librepensador, la otra, beata hasta el ascetismo, en un contexto social donde no cabe una vida soportada solo en actitudes racionales y científicas sin el peaje necesario a las supersticiones establecidas, es decir, sin disfraz de hipocresía.

La trama se desarrolla en Madrid, en un chalet de la zona de Prosperidad, y en Suertebella, una finca de recreo en la zona de Vista Alegre, en Carabanchel, con  apariciones fugaces de otros escenarios en el País Vasco, Castilla y León y Valencia. ​El argumento pone en juego un apasionado triángulo amoroso entre dos mujeres y un hombre en el ambiente de la clase alta madrileña de la segunda mitad del siglo XIX. León es un aplicado krausista, inteligente y heredero de una gran fortuna, que llega de Valencia acompañando a los marqueses de Fúcar (plebeyos enriquecidos sin excesivos escrúpulos), cuya hija, Pepa, está en secreto enamorada de él. Pero en Madrid, el intelectual va a caer bajo el embrujo del «temperamento ardiente, imaginativo y sensual» de María Egipcíaca, último eslabón de los arruinados marqueses de Tellería. 



Hipódromo de La Castellana, Madrid. (Finales del siglo XIX)



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sábado, 2 de septiembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Doña Perfecta: novela original"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Concluidas las cinco series de los Episodios Nacionales, subo hoy al blog la novela titulada Doña Perfecta. La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, publicada originariamente en Madrid, en 1876, por Imp. de J. Noguera.  
Doña Perfecta: una novela original pertenece al grupo de "novelas de tesis" del autor canario y ha sido considerada por algunos críticos como una de sus obras tempranas más importantes. El propio Galdós hizo una adaptación teatral, estrenada en Madrid en 1896. La novela fue llevada al cine en México (1950) y en España (1977). Nació como novela de encargo, solicitada por su paisano Fernando León y Castillo para amenizar las páginas de La Revista de España, donde fue apareciendo a medida que la escribió, pero las innumerables tachaduras de palabras y párrafos que muestran las páginas del manuscrito conservado son testimonio —como analizan galdosistas como Ortiz-Armengol— de lo cuidadoso que era Galdós en escoger palabras y en organizar su narración, modificando el final de la historia poco después de haberla terminado de escribir.

Casalduero, en 1951, la elige como definición galdosiana de "la tragedia de España", un escenario literario donde confluyen y se enfrentan "los dos conceptos del mundo, el medieval (Doña Perfecta) y el moderno (Pepe Rey)", que tratan de conquistar a la España que vivió Galdós, encarnada en el personaje de la hija de aquella y novia de éste: Rosario..."la España actual, en manos de la Intransigencia y el Fanatismo: Doña Perfecta".

Doña Perfecta, viuda y vecina de Orbajosa, una ciudad provinciana de la España profunda, acuerda con su hermano residente en Madrid, preservar el patrimonio familiar casando a su hija Rosario con su sobrino Pepe, brillante ingeniero, al que invita a visitar Orbajosa a conocer a su prima. Pepe Rey, educado en un ambiente más evolucionado y progresista, aunque católico, chocará con la mala impresión que les produce tanto a Doña Perfecta como al cura del pueblo, Don Inocencio. Nada podrán contra ello las buenas vibraciones que nacen entre Rosario y Pepe. El drama amoroso se desencadena. Espero que la disfruten. 




Representación teatral de Doña Perfecta


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viernes, 25 de agosto de 2017

[Galdós en su salda] Hoy, con "El audaz: historia de un radical de antaño"




Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Concluidas las cinco series de los Episodios Nacionales, subo hoy al blog la novela titulada El audaz: historia de un radical de antaño. Publicada originariamente en 1871, la edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, publicada en Madrid, en 1907, por Viuda e Hijos de Tello. 


El audaz es la segunda de las novelas de su primera época, y en ella se relata la historia de Martín Muriel, personaje formado en las ideas revolucionarias procedentes de tierras francesas, que buscará incesantemente la venganza que no pudo realizar su padre ante las intrigas de las que fue víctima. Situada la acción en 1804, Martín también intentará localizar a su hermano, Pablillo, del que sólo sabe que fue acogido por el conde de Cerezuelo, una de las personas que persiguió el fin funesto de su padre. En este peregrinar, Martín Muriel se encontrará con multitud de personajes: Susana Cerezuelo, hija del conde, y con la que tendrá un acercamiento, previsiblemente por venganza; Lorenzo Segarra, mano derecha del conde, y verdadero causante de las penas del padre de Muriel; el tío Genillo, el único que veló por el bienestar de Pablillo en casa del conde; o Leandro, amigo de Martín y que intentará mantener un idilio con la hija de Doña Bernarda.

En esta novela el conflicto entre individuo y sociedad presenta figuras extremadamente agresivas, cuyo personaje principal, de origen plebeyo, personifica los ideales liberales de la incipiente clase media española, se enfrenta a la sociedad establecida de principios del siglo XIX dominada todavía por la ideología de los aristócratas y del clero. Espero que la disfruten.







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miércoles, 16 de agosto de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Cánovas"




Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Cánovas es la sexta y última novela de la quinta serie de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897) fue un político e historiador español, figura capital de la política española de la segunda mitad del siglo XIX, autor del Manifiesto de Manzanares publicado al inicio del Bienio Progresista, un prominente miembro dentro de la Unión Liberal, principal valedor de Alfonso XII y el mayor artífice del sistema político de la Restauración, lo que le convirtió en el máximo dirigente del Partido Conservador, que él mismo creó. Ejerció el cargo de presidente del Consejo de Ministros en seis ocasiones, alternando el poder, principalmente, con su rival político Práxedes Mateo Sagasta.

Bajo su gobierno se aprobó la Constitución de 1876 y contribuyó al sistema de turno pacífico, mediante el cual creó una apariencia de democracia que ponía fin a la inestabilidad política que arrastraba el país desde décadas anteriores. Dicha estrategia se afianzó en 1885 en el Pacto de El Pardo, con el propósito de evitar que la inminente muerte del rey Alfonso XII volviese a desestabilizar la política española. Sus gobiernos estuvieron marcados por un mayor desarrollo del capitalismo en lo económico, la creación del Código de Comercio en lo jurídico, los conflictos con Cuba que desembocaron en la guerra de Independencia cubana, y las crecientes tensiones con anarquistas y otros colectivos obreros, siendo asesinado en 1897, durante su sexto mandato, por el anarquista Michele Angiolillo.

Publicada en 1912, la novela comienza por contar lo que prometía el título de la anterior y no hizo: la aventura de Sagunto, con la proclamación del rey Alfonso XII, y su posterior entrada triunfal en Madrid. Los protagonistas son los mismos de toda esta quinta serie: Tito Liviano y Mariclío. El primero, curioso testigo de la Historia de España, y la segunda, diosa o musa de la Historia. Tito observa, comenta y escribe los acontecimientos históricos, siempre al servicio de su musa, que, en recompensa, le proporciona el sustento material y los contactos precisos para que lleve a cabo su tarea. El problema para Tito es que su exaltada imaginación le juega malas pasadas, y nunca sabe si los sucesos que vive son reales o imaginarios. 

En el terreno político, mientras la Tercera Guerra Carlista toca a su fin, el gobierno conservador de Cánovas persigue a políticos y militares republicanos, que tienen que exiliarse a Francia, desde donde conspiran inútilmente, mientras que Sagasta funda el partido liberal-monárquico, luego llamado Partido Constitucional, y más tarde, Partido Fusionista, convirtiéndose en alternativa de poder.

En el adiós de la serie, el episodio es el más triste, negro y desesperado de todos. Con los republicanos en el exilio, Galdós, por medio de su álter ego Tito, ve el ascenso de la influencia de los llamados «moderados», en realidad ultraconservadores, y de la Iglesia católica en la política española, y comenta con amargura que la derrota de los carlistas no ha servido de nada, pues han impuesto sus ideales por la puerta de atrás.

El horizonte temporal de la novela transcurre en el período 1874-1880, desde el pronunciamiento del general Martínez Campos hasta el acuerdo de alternancia en el poder de los partidos conservador de Cánovas y fusionista de Sagasta.



Antonio Cánovas del Castillo (1828-1897)



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martes, 8 de agosto de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "De Cartago a Sagunto"





Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

De Cartago a Sagunto es la quinta novela de la serie final de los Episodios nacionales de Galdós. Publicada en 1911, continúan en ella las aventuras de Tito Liviano iniciadas en episodios anteriores, con su presencia en el asedio de la ciudad de Cartagena por las tropas del gobierno central y su vuelta a Madrid, donde recibe la noticia de la rendición del cantón y asiste a la caída del último gobierno republicano con el asalto del Congreso por la Guardia Civil. Mariclío, su musa de la Historia, de la que es rendido servidor, le encomienda partir hacia el norte en calidad de «delegado secreto», para negociar con los carlistas su rendición por medio de sobornos. Sus correrías terminan en Cuenca, donde es testigo de la caída de la ciudad a manos de las tropas carlistas, que llevarán a cabo una sangrienta represión.

La descripción de personajes y caracteres está tan lograda como en los mejores de los Episodios nacionales, y la acción crea un punto de confusión, al mezclar realidad con imaginación. El propio Tito Liviano admite en uno de los capítulos padecer desviaciones mentales que alteran temporalmente su apreciación de las cosas. 

La rebelión cantonal, con foco principal en Cartagena, tuvo lugar entre finales de 1873 y principios de 1874. Fue sofocada tras un efímero gobierno de 6 meses y 2 días. En Madrid, la división irreconciliable de los republicanos entre unitarios y federales, provocó la caída del gobierno de Emilio Castelar, a la que siguió el golpe de Estado del general Manuel Pavía y la reactivación de la Tercera Guerra Carlista. 




Moneda emitida por el Cantón de Cartagena e 1873



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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sábado, 29 de julio de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La Primera República"




Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

La Primera República, publicada en 1911, es la cuarta novela de la serie final de los Episodios Nacionales de Galdós. La Primera República es el título de la cuarta novela de la Serie final de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós. Es una continuación del episodio anterior, Amadeo I, con los mismos protagonistas, Tito Liviano como narrador y Mariclío como personificación de Clío, la musa de la Historia. Tito consigue un puesto en el Ministerio de la Gobernación, y asiste como periodista a las sesiones de las Cortes. También sigue con sus aventuras galantes, enamorándose perdidamente de la bella Floriana, mujer misteriosa con la que hace un extraño viaje subterráneo, fantástico y cargado de simbolismo, entre onírico y numinoso, hasta Cartagena, en plena sublevación cantonal.

Construido a base de escenas, se aparta del modelo de los Episodios Nacionales, e incluso del género de la novela, sin una línea de acción definida. Se suceden las escenas, los retratos y las amargas reflexiones del narrador, que es el álter ego de Galdós. En efecto, Tito es republicano, pero ve con dolor los fallos de su amada república, sus contradicciones y sus excesos, que la llevarán al hundimiento y a la vuelta de la Restauración.

La acción transcurre íntegramente en el año 1873. Comienza con la partida de Amadeo a Lisboa y la proclamación de la Primera República Española. A los trece días de su constitución, estalla la primera crisis ministerial, que se prolongará a lo largo de toda su corta vida. Se suceden en la presidencia Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar. El ambiente político es de máxima confusión, con fraccionamiento de los partidos en grupúsculos que pugnan entre sí. Las facciones de republicanos federales, radicales, alfonsinos y carlistas se enfrentan en el Parlamento. A ello se suman insurrecciones armadas de carlistas y cantonalistas. Cuando comience el año 1874 el sueño republicano habrá terminado.



Alegoría de la Primera República (1873)



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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