jueves, 14 de septiembre de 2017

[Galdós en su salsa] Hoy, con "La Fontana de Oro"



Estatua de Galdós (Pablo Serrano, Las Palmas GC)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que van a cumplirse 174 años, he ido subiendo al blog a lo largo de los últimos meses su copiosa obra narrativa, que comencé con el primero de sus Episodios Nacionales, colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, que la vivió. 

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español, uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser considerado por especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope, ningún escritor fue tan popular ni ninguno tan universal, desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. 

Subo hoy al blog La Fontana de Oro. Publicada en 1870, es la primera de las novelas escritas por Galdós. La acción transcurre en Madrid durante los años del Trienio Constitucional (1820-1823) y toma su título del café situado cerca de la Puerta del Sol que con ese mismo nombre sirvió de lugar de reunión a artistas y tribuna oratoria para políticos liberales, y que aún persiste en su actividad. Escrita entre 1867 y 1868, en parte durante un viaje a Francia poco después de la Revolución de Septiembre, se mezclan los hechos históricos reales, con los asuntos personales de los personajes, siguiendo una pauta de construcción literaria similar a la de los Episodios Nacionales

Enmarcada en el reinado de Fernando VII, Galdós narra en sus páginas acontecimientos como el levantamiento del general Riego y la posterior entrada en Madrid, en mayo de 1823 del ejército francés conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis para restablecer en el absolutismo al monarca. En la novela se suceden reuniones clandestinas de logias masónicas y sectas ultramontanas; actuaciones de grandes oradores como Antonio Alcalá Galiano; manifestaciones callejeras al son de la "Trágala"; escaramuzas entre milicianos liberales y realistas; fusilamientos en masa y ejecuciones en la Plaza de la Cebada tras la victoria absolutista... Un doble escenario en el que Galdós desenreda la pasión patriótica junto a una pasión de corte clásico que le sirve de hilo argumental.

El eje sentimental de la trama narra la pasión amorosa entre Lázaro, joven romántico y liberal, y Clara, huérfana en casa de un tío de ideología absolutista y carácter intransigente.​

El erudito galdosiano Joaquín Casalduero valora esta novela primera del escritor canario no solo como origen de toda su obra sino de la novela moderna en España.

La edición que reproduzco es la existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante, publicada originariamente en Madrid, en 1906, por Perlado, Páez y Compañía. Disfrútenla. 




La Fontana de Oro, Madrid



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt






Entrada núm. 3826
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)