lunes, 29 de abril de 2024

Del estercolero de la política

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz lunes. José Ortega y Gasset, comenta en La Vanguardia su consejero editorial Màrius Carol, que era un liberal, pero sobre todo un moralista, proclamó hace casi un siglo que hay tres cosas que no se pueden hacer en política: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos. harendt.blogspot.com












Bienvenidos al estercolero
MÀRIUS CAROL
26 abr 2024 - La Vanguardia - harendt.blogspot.com

José Ortega y Gasset, que era un liberal, pero sobre todo un moralista, proclamó hace casi un siglo que hay tres cosas que no se pueden hacer en política: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí. Es decir, un político ni puede ser el hazmerreír en público, ni puede sacar pecho, ni embestir contra todo. El Parlamento tiene cada vez más el aspecto de un circo, de una ópera bufa y de una jauría. Ortega hoy se quedaría sin palabras para definir en que se han convertido las instituciones. La política se parece cada vez más a un estercolero, donde fermenta el odio y el rencor, y fertiliza el insulto y la mentira.
Ignoro el alcance que va a tener el anuncio del presidente del Gobierno español de que abre un compás de espera en su agenda pública hasta el lunes para decidir si vale la pena continuar al frente del país, por la campaña de acoso que sufre su mujer. Pedro Sánchez es un gran táctico, pero esta vez no parece que pretenda hacer una jugada maestra para desconcertar a propios y extraños y volver a ganar la partida ante una derecha que no solo ha perdido la vergüenza, sino, lo que es peor, el juicio en su afán de tomar el poder.
No tengo ninguna duda de que el presidente está tocado anímicamente, porque nunca pensó que la política pudiera intentar destruirle, atacando despiadadamente a su familia. El PP y Vox van de la mano en este ejercicio de acoso y derribo a Sánchez, en el que coinciden una oscura organización de extrema derecha como Manos Limpias, un juez con ganas de hacer méritos y un puñado de medios sin escrúpulos para montar un relato de presunto tráfico de influencias de Begoña Gómez, que fue rechazado por la Oficina de Conflicto de Intereses, organismo independiente que estudió la denuncia presentada por el PP.
En el tiempo del tuit tecnológico, corto y soez, Pedro Sánchez ha escogido dirigirse a la ciudadanía con una carta larga en el analógico papel, para decir que hasta aquí hemos llegado y que denuncian a su mujer no por haber hecho algo ilegal, sino por ser su esposa. Hay cosas en esta vida ante las que ni el más resiliente de los humanos puede permanecer impasible. Pero tengan claro que eso no es la política, sino el lodazal en que algunos la quieren convertir. Màrius Carol es consejero editorial de La Vanguardia.



























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