Es muy posible que a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos? Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado.
El soneto es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica, que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. En el primer cuarteto suele presentarse el tema de la composición, tema que el segundo cuarteto amplifica. El primer terceto reflexiona sobre la idea central expresada en los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo desatado por los versos anteriores. De Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue también cultivado por los poetas del "dolce stil nuovo" (siglo XIII). A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.
Continúo hoy la serie de sonetos de amor con el titulado ¿Hay quién quiera comprar nueve doncellas?, de Francisco de Figueroa, llamado "el Divino" (1530-1588), fue un poeta español del Renacimiento. Estuvo en Italia como soldado. Llegó a dominar la lengua toscana como la suya propia y escribió poesía tanto en italiano como en español. Sirvió a numerosos diplomáticos españoles, por ejemplo a Perrenot de Granvela, Antonio Pimentel y Carlos de Aragón. Viajó por Flandes, Francia, y Alemania. Fue miembro de las Academias de Nápoles, Roma, Bolonia y Siena. Su trayectoria poética es muy personal. Es nulo su parentesco con la lírica de Fray Luis de León. Le influye poderosamente el neoplatonismo de León Hebreo. Miguel de Cervantes, alcalaíno como él, casi de su misma promoción y gran lector suyo, nos cuenta en la Galatea que en la obra de su coterráneo aparece Figueroa bajo el nombre de Tirsi y su amada bajo el de Filis. Cultivó la canción, la elegía y la glosa, aunque son más recordados sus sonetos. Sus epístolas son muy interesantes porque revelan la personalidad de un hombre culto y curioso, interesado por los problemas de la lengua; entre ellas destaca la enviada en 1560 desde Chartres al humanista Ambrosio de Morales, en la que se diserta sobre cómo hablar y pronunciar el castellano.
Las viñetas que acompañan la entrada son todas de hoy mismo y han sido publicadas en los diarios El País y El Mundo, de Madrid, y Canarias 7 y La Provincia, de Las Palmas de Gran Canaria.
Las viñetas que acompañan la entrada son todas de hoy mismo y han sido publicadas en los diarios El País y El Mundo, de Madrid, y Canarias 7 y La Provincia, de Las Palmas de Gran Canaria.
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
***
¿HAY QUIÉN QUIERA COMPRAR NUEVE DONCELLAS?
¿Hay quién quiera comprar nueve doncellas
esclavas, o a lo menos desterradas
de las tierras do fueron engendradas?
¿Hay quien las compre? ¿Quién da más por ellas?
Fueron un tiempo en todo extremo bellas,
airosas, ricas, graves y estimadas
y, aunque de muchos fueron recuestadas,
bien pocos alcanzaron favor dellas.
Ahora van las tristes mendigando
de puerta en puerta, rotas y baldías,
y por sólo el comer se venderían,
pues no son muy golosas; que en hallando
yerbas, flores u hojas, pasarían
con sombras frescas y con aguas frías.