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domingo, 7 de abril de 2019

[ESPECIAL DOMINICAL] Una lengua contaminada



Bosques de laurisilva (Islas Canarias, España)


El español es una lengua contaminada, que va de un lado a otro, sin descanso, toma lo que puede de donde puede, y vive del atrevimiento porque desprecia los límites, escribe el intelectual y político nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes de 2017. 

En el español cabe todo y nunca sobra nada, comienza diciendo Ramírez, como en el suculento bucán de El siglo de las luces de Alejo Carpentier, cerdos salvajes cocinados sobre brasas, los vientres abiertos rellenados de codornices, palomas torcaces gallinetas y demás volatería, “consustanciándose el sabor de la carne oscura y escueta con el de la carne clara y lardosa, en un bucán que fue Bucán de Bucanes". 

Bucán, que los arawakos insertaron en el español de los conquistadores, de donde resultó bucanero. Una primera fusión caribeña antes del encuentro con el náhuatl y el maya.

La gran cocina de lenguas. Y esa mezcla bullente es europea, americana y africana: ni el Caribe, ni tampoco América, se explicarían sin esa presencia abigarrada y tumultuosa de los esclavos negros, y luego de los zambos y mulatos, que no pocas veces se oculta o se disfraza.

América, tan lejana y cercana a la vez en sus distintos territorios, fue formando su lengua por capas superpuestas. “No existe un estilo puro, porque no existen lenguas puras”, dice Vargas Llosa al hablar del Inca Garcilaso. Lo que tenemos es una lengua contaminada.

Ni el Caribe, ni tampoco América, se explicarían sin esa presencia abigarrada y tumultuosa de los esclavos negros, y luego de los zambos y mulatos, que no pocas veces se oculta o se disfraza

En 1519, al llegar Cortés a Cozumel, camino a Veracruz, recibe noticia, por medio del indio Melchor, “que ya sabía un poco de castellana”, según Bernal Diaz del Castillo, de dos españoles sobrevivientes de un naufragio ocurrido ocho años atrás, quienes ahora viven entre los mayas de Yucatán, el fraile Gerónimo de Aguilar y el soldado Gonzalo Guerrero.

Una vez rescatado, el fraile se fue con Cortés como traductor, y el soldado se quedó con los mayas, amancebado ya y con tres hijos.

Melchor, el indígena, igual que Aguilar el español, eran traductores y recibían el nombre del instrumento del habla: lengua; y también lenguaraz, que ahora aplicamos al deslenguado.

Una de esas lenguaraces es Malinalli Tenépal, la Malinche, la esclava náhuatl regalada como tributo de guerra a Cortés. Debía su nombre, Tenépal, precisamente a que era “persona de facilidad de palabra”. Conocía los diversos idiomas del sur de México, y era, por tanto, lengua de su pueblo. Y de traductora de Cortés pasó a traidora en la historia oficial.

Las lenguas indígenas mezclan sus aguas con el español y en medio de la turbulencia de la historia, sangre, violencia, imposición, vasallaje, lo enriquecen.

Y los esclavos africanos dejaron también las palabras. Sus lenguas nunca tuvieron oportunidad de sobrevivencia; pero las americanas continúan muchas de ellas vivas, a la par del español, como el guaraní en Paraguay, o segregadas, como en Guatemala, donde los mayas quiché representan el cuarenta por ciento de la población, pero las estructuras sociales siguen siendo tan feudales como en tiempos de la colonia.

Hablamos la lengua mestiza que encarna el Inca Garcilaso: mestizo “me lo llamo yo a boca llena” dice en sus Comentarios Reales. Y ese nuevo español suyo no podría existir sin el quechua, capaz de darle nuevas y distintas armonías.

Sor Juana, mestiza en la lengua y criolla de nacimiento, insertaba el náhuatl en sus juguetes verbales, junto con giros zambos y mulatos, y abre así la lengua hacia la hondura revuelta de la ralea popular del virreinato mexicano.

Y la poesía de Darío, que descoyunta la lengua, es también el resultado de ese espíritu levantisco e inconforme, una lengua que en su permanente rebeldía nunca es ya la misma de la generación anterior, en los libros y en la calle.

Hoy sabe recibir del inglés, como supo asimilar los embates del árabe por siglos. Avanza por encima de los muros fronterizos hacia Estados Unidos, y se viste de términos anglosajones, igual que en el río de la Plata se vistió con el italiano y otras lenguas inmigrantes. Un lunfardo del norte, y un lunfardo del sur.

Transgredir es traspasar límites. Traspasar es trascender. No habría Miguel Angel Asturias sin la imaginería maya, ni César Vallejo ni José María Arguedas sin los hondos subterráneos del quechua, ni Augusto Roa Bastos sin las dulces sonoridades del guaraní, ni Luis Pales Matos ni Nicolás Guillén sin el ritmo ardiente de los tambores africanos, ni García Márquez sin las voces revueltas del Caribe desbocado de los vallenatos y las cumbiambas.

Una lengua que va de un lado a otro, sin descanso, que toma lo que puede de donde puede, que vive del atrevimiento porque desprecia los límites. Una lengua viral que rompe fronteras de manera agresiva y nos identifica en su asombrosa multiplicidad.

Una lengua de la que nos llenamos la boca, como el Inca Garcilaso.



VIII Congreso de la Lengua española, Córdoba (Argentina), 2019


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt 



HArendt





Entrada núm. 4836
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

jueves, 29 de diciembre de 2016

[Poesía y música] Hoy, con Rubén Darío y Léo Delibes






Como afirmo en una de las entradas (para mi sorpresa) más vistas del blog, soy capaz de recordar y reconocer casi cualquier fragmento de texto literario o película que haya leído o visto, aunque solo haya sido una vez en la vida. Por el contrario, ni el Azar ni la Naturaleza, mis divinidades paganas preferidas, me han dotado del mismo talento para la música. La diosa Terpsícore me ha negado sus favores, salvo en aquellas piezas (muy pocas para mí) que ya forman parte, por la amplitud de su difusión, del imaginario colectivo de la humanidad. Y esa incapacidad para recordar y reconocer piezas musicales, es una de las circunstancias que más dolor me producen, porque en contraste con ellas la música es de todas las Bellas Artes la que más profundas emociones me provoca.

George Steiner, uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, dice en su libro Errata. El examen de una vida, uno de los más hermosos textos que he leído nunca, lo siguiente: "El canto (y la música) es, simultáneamente la más carnal y la más espiritual de las realidades. Aúna alma y diafragma. Puede, desde sus primeras notas, sumir al oyente en la desolación o transportarlo hasta el éxtasis. La voz que canta es capaz de destruir o de curar la psique con su cadencia". Estoy en completo acuerdo con él.

La UNESCO instituyó el año 2000 el Día Mundial de la Poesía, que se celebra cada 21 de marzo, entendiendo que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir. Así pues, continúo con esta entrada de hoy la nueva sección del blog, "Poesía y música", aunando algunos de los más bellos poemas en español con algunas de las más hermosas arias operísticas de la historia.


Continúo hoy la serie dedicada a "Poesía y música" con el poema Sonatina de Rubén Darío, y la bellísima aria Sous le dôme épais (El dúo de las flores) de la ópera Lakmé, compuesta por Léo Delibes, y cantada por las sopranos Anne Netrebko y Elina Garanca. Disfrútenlas.  





Rubén Darío


Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (1867-1916), fue un poeta, periodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas. Les dejo con su poema


SONATINA

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa  de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
—la princesa está pálida, la princesa está triste—,
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

—«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

De Prosas profanas  (1896)



Léo Delibes


Clément Philibert Léo Delibes (1836-1891) fue un compositor romántico francés, recordado por sus ballets Sylvia y Coppélia y, más recientemente, por su ópera Lakmé, estrenada en la Opéra-Comique de París en 1883. Lakmé narra el amor imposible de un oficial británico y la hija de un sacerdote de Brahma, en la India del siglo XIX. Contiene, entre otros muchos números deslumbrantes, el famoso dúo Sous le dôme épais, conocido como el Dueto de las flores, que pueden ver y escuchar en el enlace anterior o en el vídeo de más abajo, interpretado por las sopranos Anne Netrebko y Elina Garanca. 






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



HArendt




Entrada núm. 3123
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 12 de octubre de 2016

[Personal] 12 de octubre. Homenaje a mi patria en el día de su fiesta nacional






Oda a Espanya

Escolta, Espanya, - la veu d'un fill
que et parla en llengua - no castellana:
parlo en la llengua - que m'ha donat
la terra aspra:
en 'questa llengua - pocs t'han parlat;
en l'altra, massa.

T'han parlat massa - dels saguntins
i dels que per la pàtria moren:
les teves glòries - i els teus records,
records i glòries - només de morts:
has viscut trista.

Jo vull parlar-te - molt altrament.
Per què vessar la sang inútil?
Dins de les venes - vida és la sang,
vida pels d'ara - i pels que vindran:
vessada és morta.

Massa pensaves - en ton honor
i massa poc en el teu viure:
tràgica duies - a morts els fills,
te satisfeies - d'honres mortals,
i eren tes festes - els funerals,
oh trista Espanya!

Jo he vist els barcos - marxar replens
dels fills que duies - a que morissin:
somrients marxaven - cap a l'atzar;
i tu cantaves - vora del mar
com una folla.

On són els barcos. - On són els fills?
Pregunta-ho al Ponent i a l'ona brava:
tot ho perderes, - no tens ningú.
Espanya, Espanya, - retorna en tu,
arrenca el plor de mare!

Salva't, oh!, salva't - de tant de mal;
que el plo' et torni feconda, alegre i viva;
pensa en la vida que tens entorn:
aixeca el front,
somriu als set colors que hi ha en els núvols.

On ets, Espanya? - no et veig enlloc.
No sents la meva veu atronadora?
No entens aquesta llengua - que et parla entre perills?
Has desaprès d'entendre an els teus fills?
Adéu, Espanya!

Joan Maragall (1860-1911)


***


SALUTACIÓN DEL OPTIMISTA

Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda,
espíritus fraternos, luminosas almas, ¡salve!
Porque llega el momento en que habrán de cantar nuevos himnos
lenguas de gloria. Un vasto rumor llena los ámbitos; 
mágicas ondas de vida van renaciendo de pronto; 
retrocede el olvido, retrocede engañada la muerte,
se anuncia un reino nuevo, feliz sibila sueña,
y en la caja pandórica de que tantas desgracias surgieron 
encontramos de súbito, talismánica, pura, riente,
cual pudiera decirla en sus versos Virgilio divino,
la divina reina de luz, ¡la celeste Esperanza!

Pálidas indolencias, desconfianzas fatales que a tumba 
o a perpetuo presidio, condenasteis al noble entusiasmo, 
ya veréis el salir del sol en un triunfo de liras,
mientras dos continentes, abandonados de huesos gloriosos,
del Hércules antiguo la gran sombra soberbia evocando, 
digan al orbe: la alta virtud resucita,
que a la hispana progenie hizo dueña de siglos.

Abominad la boca que predice desgracias eternas, 
abominad los ojos que ven sólo zodíacos funestos, 
abominad las manos que apedrean las ruinas ilustres
o que la tea empuñan o la daga suicida.
Siéntense sordos ímpetus en las entrañas del mundo,
la inminencia de algo fatal hoy conmueve la tierra; 
fuertes colosos caen, se desbandan bicéfalas águilas,
y algo se inicia como vasto social cataclismo
sobre la faz del orbe. ¿Quién dirá que las savias dormidas
no despierten entonces en el tronco del roble gigante
bajo el cual se exprimió la ubre de la loba romana? 
¿Quién será el pusilánime que al vigor español niegue músculos
y que al alma española juzgase áptera y ciega y tullida? 
No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo 
ni entre momias y piedras, reina que habita el sepulcro,
la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito,
que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas,
ni la que, tras los mares en que yace sepulta la Atlántida, 
tiene su coro de vástagos, altos, robustos y fuertes.

Únanse, brillen, secúndense, tantos vigores dispersos: 
formen todos un solo haz de energía ecuménica.
Sangre de Hispania fecunda, sólidas, ínclitas razas, 
muestren los dones pretéritos que fueron antaño su triunfo.
Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente 
que regará lenguas de fuego en esa epifanía.
Juntas las testas ancianas ceñidas de líricos lauros
y las cabezas jóvenes que la alta Minerva decora,
así los manes heroicos de los primitivos abuelos,
de los egregios padres que abrieron el surco prístino, 
sientan los soplos agrarios de primaverales retornos
y el rumor de espigas que inició la labor triptolémica.

Un continente y otro renovando las viejas prosapias, 
en espíritu unidos, en espíritu y ansias y lengua,
ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos.
La latina estirpe verá la gran alba futura:
en un trueno de música gloriosa, millones de labios 
saludarán la espléndida luz que vendrá del Oriente, 
Oriente augusto, en donde todo lo cambia y renueva
la eternidad de Dios, la actividad infinita.
Y así sea Esperanza la visión permanente en nosotros, 
¡ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda!

Rubén Darío (1867-1916)


***


EN EL NOMBRE DE ESPAÑA, PAZ

En el nombre de España, paz.
El hombre
está en peligro, España.
España, no te aduermas.
Está en peligro, corre,
acude. Vuela
el ala de la noche
junto al ala del día.
Oye.
Cruje una vieja sombra,
Vibra una luz joven.
Paz
para el día.
En el nombre
de España, paz.

Blas de Otero (1906-1979)


***


A ESPAÑA

Labio, ézpañá, paladeo tu nombre, rosa carnosa,
fresco y rojo de cereza, y agua se me hace la boca.
Es tu saliva batido, de tu lengua, la española,
tomé el pan de la palabra, un pichón de la paloma.
Nuestras lenguas se mezclaron, España, y sentí la ola
de brasa, desde la nuca en mis entrañas ahonda.
Mordí en tus labios, España, del paraíso en la poma,
y al darte mi blanca sangre, me diste tu sangre roja.
Me siento padre del pueblo, por ti perdura en mi obra,
me desmayo en el arrobo de hacerte, España, señora.

Miguel de Unamuno (1864-1936)


***


EL MAÑANA EFÍMERO

La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y del alma inquieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
El vano ayer engendrará una mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero;
a la moda de Francia realista,
un poco al uso de París pagano,
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza, 
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar de la cabeza, 
aun tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras; 
florecerán las barbas apostólicas,
y otras barbas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero,
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.

Antonio Machado 1875-1939)


***



Escultura de Joaquín Vaquero Turcios, Jardines del Descubrimiento, Madrid



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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Entrada núm. 2956
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miércoles, 6 de enero de 2016

[Poesía y humor] Hoy, "Los Tres Reyes Magos", de Rubén Darío




"La adoración de los magos" (Leonardo da Vinci, 1452-1519)


A todos los niños del mundo.
En su noche más mágica.
Y a los adultos que 
se ven reflejados en la 
mirada inocente de ellos.


La UNESCO declaró el año 2000, al instituir el Día Mundial de la Poesía que se celebra cada 21 de marzo, que el mundo contemporáneo tiene necesidades estéticas y sociales que la poesía puede cubrir, así que, aunque a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer, durante unas semanas voy a unir en la misma entrada algunos de los más bellos poemas escritos en español y a mis dibujantes de viñetas cotidianas preferidos. Lo hago sin pretensión alguna de originalidad, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un poema y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén estas últimas de crítica social y realismo cotidiano, puede no resultar una fórmula afortunada.

Continúo hoy la serie de poemas con el famoso Los Tres Reyes Magos, de Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (1867-1916), poeta, periodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es llamado príncipe de las letras castellanas.

Las viñetas que acompañan la entrada de hoy son todas del dibujante Forges y referidas a las festividades de los Reyes Magos y de la Navidad. 

Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt


***

LOS TRES REYES MAGOS

-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso. 
Vengo a decir: La vida es pura y bella. 
Existe Dios. El amor es inmenso. 
¡Todo lo sé por la divina Estrella! 

-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo. 
Existe Dios. Él es la luz del día. 
La blanca flor tiene sus pies en lodo. 
¡Y en el placer hay la melancolía! 

-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro 
que existe Dios. Él es el grande y fuerte. 
Todo lo sé por el lucero puro 
que brilla en la diadema de la Muerte. 

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos. 
Triunfa el amor y a su fiesta os convida. 
¡Cristo resurge, hace la luz del caos 
y tiene la corona de la Vida!

Rubén Darío

***

VIÑETAS DE FORGES






Entrada núm. 2563
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

sábado, 22 de agosto de 2015

[Humor & Poesía] "Propósito primaveral", de Rubén Darío




Rubén Darío



Es muy posible que a algún purista la parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y la sonrisa, así pues, ¿por qué no juntarlas?

Continúo la serie con "Propósito primaveral", de  Félix Rubén García Sarmiento, conocido como Rubén Darío (1867-1916), fue un poeta, periodista y diplomático nicaragüense, máximo representante del modernismo literario en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influencia en la poesía del siglo XX en el ámbito hispánico. Es sin duda el mayor y mejor exponente de la adaptación de los ritmos de las literaturas clásicas (grecorromanas) a la lírica hispánica. Para el poeta Pedro Salinas el erotismo es uno de los temas centrales de su poesía, al que todos los demás están subordinados, un erotismo básicamente sensorial, cuya finalidad es el placer, en el que no hay una sola amada ideal, sino muchas amadas pasajeras. La influencia de Rubén Darío fue inmensa en los poetas de principios de siglo, tanto en España como en América. Los poetas del siglo XX han mostrado hacia la obra de Darío actitudes divergentes. Entre sus principales detractores figura Luis Cernuda, que reprochaba al nicaragüson de la ense su afrancesamiento superficial, su trivialidad y su actitud "escapista". En cambio, fue admirado por poetas tan distanciados de su estilo como Federico García Lorca y Pablo Neruda, si bien el primero se refirió a "su mal gusto encantador, y los ripios descarados que llenan de humanidad la muchedumbre de sus versos".

Las viñetas son las habituales de Morgan, en Canarias7; Padylla y Montecruz, en La Provincia; Forges, Peridis y Ros, en El País; y Guillermo, en El Mundo. Todas del día de hoy. 

Espero que disfruten de unos y otras. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt



PROPÓSITO PRIMAVERAL
A Vargas Vila

A saludar me ofrezco y a celebrar me obligo
tu triunfo, Amor, al beso de la estación que llega
mientras el blanco cisne del lago azul navega
en el mágico parque de mis triunfos testigo.

Amor, tu hoz de oro ha segado mi trigo; 
por ti me halaga el suave son de la flauta griega, 
y por ti Venus pródiga sus manzanas me entrega
y me brinda las perlas de las mieles del higo.

En el erecto término coloco una corona
en que de rosas frescas la púrpura detona;
y en tanto canta el agua bajo el boscaje obscuro,

junto a la adolescente que en el misterio inicio
apuraré, alternando con tu dulce ejercicio,
las ánforas de oro del divino Epicuro.

Rubén Darío



***

































Entrada núm. 2418
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