martes, 28 de agosto de 2012

Estamos en la Luna (I): 21/7/1969

Este vídeo complementa junto con el titulado "21/7/69: Estamos en la Luna (II)", la entrada del día 27/8 titulada "Apolo 11, aquí Maspalomas, ¿me recibís". Tamaragua, amigos. HArendt



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Entrada núm. 1729
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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)
"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)




lunes, 27 de agosto de 2012

Apolo 11, aquí Maspalomas. ¿Nos recibís?





Estación espacial de Maspalomas (Gran Canaria)





En julio de 1969 la estación espacial de Maspalomas, al sur de la isla de Gran Canaria, no era más que un grupo de casitas e instalaciones de grandes antenas parabólicas orientadas hacia el cielo a la orilla derecha del barranco de Maspalomas y a un kilometro escaso del faro y la playa del mismo nombre. Playa a la que nosotros nos trasladábamos desde Las Palmas todos los domingos y fiestas de guardar como beduinos: en cinco o seis coches familiares, con suegros, cuñados, esposos e hijos respectivos, a pasar el día. 

¿Qué hizo usted ese día, el 21 de julio de 1969, en que Neil Amstrong puso por vez primera el pie en la Luna?, preguntaba el diario El País de ayer con motivo de la muerte del astronauta a sus lectores... Pues ese día yo no estaba en Canarias, sino en Madrid, haciendo el servicio militar en lo que era entonces el Ministerio del Ejército, hoy Cuartel General del Ejército, en la plaza de Cibeles. Ese mismo día por la mañana tenía que entrar de guardia en el Palacio de Buenavista, la sede del Ministerio, a pesar de lo cual pasé la noche en blanco, junto a mis padres, en su casa de Chamartín (tenía lo que se denominaba "pase pernocta" que me permitía pasar la noche fuera del recinto militar) siguiendo la retransmisión en directo que del evento realizaba desde Estados Unidos el corresponsal de TVE en dicho país, Jesús Hermida.

"Houston, aquí Base Tranquilidad. El Águila ha alunizado". Eran exactamente las 20:17:40 UTC (hora canarias) del día 20 de julio de 1969. El módulo lunar del Apolo 11, tripulado por Neil Amstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, se había posado en la Luna. A las 02:59 (hora canaria) del 21 de julio, Amstrong pisa la Luna. Poco después le sigue Aldrin. A la hora del regreso dejan sobre la superficie lunar una placa en inglés que dice: "Aquí, unos hombres procedentes del planeta Tierra, pisaron por vez primera la Luna en julio de 1969. Vinimos en son de paz en nombre de toda la humanidad".

Esta entrada constituye mi personal homenaje de admiración y reconocimiento al astronauta Neil Amstrong recientemente fallecido, al que el diario El País de ayer dedicada un amplio reportaje. Ese mismo periódico en su edición de hoy, publica otro interesante y emotivo artículo del ingeniero español Valeriano Claros, que esa mismo noche del 21 de julio de 1969, también estaba de guardia en la Estación Espacial de Maspalomas, al sur de Gran Canaria, y desde ella asistió en directo y como coprotagonista de la hazaña, al alunizaje del Apolo 11 y la bajada a la Luna de Amstrong y Aldrin. No dejen de leerlos, por favor.

Personalmente, nunca olvidaré esa noche mágica de julio del 69 en que me emocioné hasta el llanto... Les recomiendo visiten estos enlaces de la NASA en los que se pueden ver todos los vídeos y fotos tomados en la Luna por la tripulación del Apolo 11 durante su misión, así como los dos vídeos que complementan esta entrada en el blog y que llevan los títulos de "21/7/69: Estamos en la Luna (I) y (II)". Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt




Apolo 11: Próxima parada: la Luna




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domingo, 26 de agosto de 2012

Mozart por Vijenica (Sarajevo,1992))

En la noche del 25 al 26 de agosto de 1992, hoy hace veinte años, Vijenica, la Biblioteca Nacional de Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina, símbolo de multiculturalidad y convivencia étnica, fue bombardeada por ultranacionalistas serbios, incendiada y reducida a cenizas. Dos años después de su destrucción, en 1994, la Orquesta Filarmónica de Sarajevo y el Coro del Teatro Nacional de dicha ciudad interpretaban entre las ruinas de sus muros el "Requiem" de Mozart bajo la dirección de Zubin Mehta. Este vídeo recoge un fragmento de esa interpretación y constituye un homenaje a esa vieja ciudad europea,  fragmentada y divida por los horrores de una guerra que nunca debió producirse y que aún hoy intenta recuperar su normalidad. Nunca más, nunca más en Europa otra guerra... Tamaragua, amigos. HArendt 




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sábado, 25 de agosto de 2012

Los Acuerdos de Bretton Wood, Julio de 1944

Este vídeo complementa la entrada de ayer titulada "Dos años sin Tony Judt", y está  inspirado en el capítulo del mismo título del libro "Postguerra" del historiador británico Tony Judt, en el que se relata la historia de los acuerdos que llevaron a la creación del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.  Tamaragua, amigos. HArendt



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viernes, 24 de agosto de 2012

Dos años sin Tony Judt


El pasado día 6 se cumplieron dos años de la muerte del profesor e historiador británico Tony Judt. Y tal día como hoy de hace un año le rendía en el blog mi particular y personal homenaje de admiración y respeto. No es otra mi intención que seguir manteniendo presente el recuerdo de su obra y de ahí que me haya animado a reelaborar y reproducir la entrada citada, que pueden ustedes leer a continuación, titulada: "Historia e historiadores. In memoriam: Tony Judt". Como complemento de la entrada les invito a ver el vídeo que la acompaña, titulado "Los acuerdos de Bretton Woods", realizado a partir del capítulo del mismo título del libro Postguerra de Tony Judt. Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua amigos. HArendt







HISTORIA E HISTORIADORES. "IN MEMORIAM": TONY JUDT

Hasta que leí sobre él en Revista de Libros nunca había oído ni leído mención alguna sobre el historiador británico Tony Judt, fallecido hace ahora justamente un año a causa de una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), más conocida como la enfermedad de "Lou Gehrig", por haberla padecido el famoso jugador de beísbol de ese nombre. La información que sobre Tony Judt da la Wikipedia en español no le hace justicia, así que en este enlace pueden acceder a la versión inglesa, mucho más extensa y pormenorizada. 

De padre belga, emigrado a Gran Bretaña antes del estallido de la guerra mundial, y madre inglesa, ambos descendientes de judíos de Europa oriental, Tony Judt nació en Londres en 1948 y murió en Nueva York, la ciudad en la que residía, el 6 de agosto de 2010. Realizó sus estudios en el King's College de Cambridge y en la École Normale Supérieure de París. Impartió clases en las universidades de Cambridge, Oxford, Berkeley (San Francisco) y Nueva York, ocupando en esta última la cátedra de Estudios Europeos, que él mismo fundó en 1995, y en la que también ocupó la dirección del Remarque Institute. Es autor de numerosos libros, entre ellos Postguerra. Una historia de Europa desde 1945  (Taurus, Madrid, 2006). Considerado uno de los diez mejores libros de 2005, se trata de un voluminoso texto de más de mil doscientas páginas, que leí con entusiasmo creciente, y que en 2007 recibió el Premio Hannah Arendt, otorgado por la ciudad-estado alemana de Bremen y la Fundación Heinrich Boell, y en 2009 el Orwell Prize, el más prestigioso de Gran Bretaña a un libro político. 

Mi relación sentimental con Tony Judt, fue propiciada por la lectura mensual de Revista de Libros. El primer artículo que leí sobre él en dicha publicación (núm. 130, octubre de 2007) fue el titulado Europa y el mundo. Tres siglos de historia, del profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Pérez Ledesma, en el que comentaba el ya mencionado más arriba libro suyo "Postguerra. Una historia de Europa desde 1945", considerado por muchos historiadores el mejor de los que se han escrito sobre dicho período.

Para Judt, dice el profesor Pérez Ledesma, la historia reciente de Europa es en primer lugar la historia de una pérdida: de la pérdida del poder, de la importancia internacional y, en algunos casos, de la condición imperial de los Estados del continente. Algo que se reflejó de forma dramática, ya en los momentos iniciales del relato, en la incapacidad europea para enfrentarse a las amenazas que habían surgido en su interior: en 1945, la mayor parte de Europa «no había sido capaz de liberarse del fascismo por sus propios medios, ni tampoco podía mantener a raya al comunismo sin ayuda»; sólo tras varias décadas y numerosos esfuerzos pudieron los europeos recuperar el control de sus destinos. Pero ésa no es la única pérdida: lo que Judt quiere contar en un segundo nivel -añade el profesor Ledesma- es la historia del declive de las grandes teorías decimonónicas sobre el progreso y el cambio, la revolución y la transformación social, que habían hecho suyas los partidos y los movimientos políticos de preguerra. En especial, dice, son el decaimiento del fervor político en la mitad occidental del continente y el descrédito del dogma marxista en su mitad oriental los asuntos que más le im­portan a Judt.

Tiempo después, de nuevo en Revista de Libros (núm. 145, enero de 2009) vuelvo a encontrar un artículo de Michael Seidman, catedrático de Historia en la Universidad de North Carolina, titulado La voluntad de ignorar, comentando otro afamado libro de Judt, en esta ocasión el titulado Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses, 1944-1956 (Taurus, Madrid, 2008).

Dice Seidman del libro que es una historia intelectual extremadamente bien escrita de ciertos intelectuales franceses durante los comienzos de la Guerra Fría y de sus actitudes hacia el comunismo. Entre los más  destacados –principalmente Jean-Paul Sartre, Emmanuel Mounier y Maurice Merleau-Ponty– a los que somete a una crítica despiadada y, en ocasiones, divertida, defendiendo convincentemente que las posiciones y actitudes de estos intelectuales estuvieron determinadas en gran medida no por las duras realidades del comunismo en Europa oriental, sino por sus propias preocupaciones francesas bastante provincianas, destacando que fue la manifiesta falta de valor de tantos escritores –Judt menciona a Paul Eluard, Elsa Triolet, Louis Aragon, Emmanuel Mounier y, por supuesto, a Simone de Beauvoir y al propio Sartre– durante la ocupación alemana, lo que hizo que la sociedad francesa se resolviera a castigar a quienes de entre ellos presentaban un historial inequívoco de colaboración. 

Sobre los intelectuales franceses y el comunismo escribió también Judt en su último libro, El refugio de la memoria (Taurus, Madrid, 2011), sobre el que volveré más adelante, pero cuya lectura me trajo recuerdos imborrables sobre sendos libros, magníficos, de dos prestigiosos historiadores franceses. Me refiero a El pasado de una ilusión. Ensayo sobre la idea comunista en el siglo XX (FCE, Madrid, 1995), de François Furet, y Las voces de la libertad. Intelectuales y compromiso en la Francia del siglo XIX (Edhasa, Barcelona, 2004), de Michel Winock, cuya lectura recomiendo encarecidamente a los interesados en el tema.

Hasta el número de marzo de 2011 de Revista de Libros (el núm. 171) no volví a leer nada sobre Tony Judt. En esta ocasión se trataba de un artículo del catedrático de Historia de las Ideas y de los Movimientos Sociales de la Universidad Complutense de Madrid, el profesor José Álvarez Junco, titulado Elegía por la socialdemocracia. Por él me enteraba de la muerte del historiador británico en agosto del año anterior. En dicho artículo el profesor Álvarez Junco hacía la crítica de uno de los últimos libros de Judt: Algo va mal (Taurus, Madrid, 2010), del que ya escribí en el blog en la  entrada del 19 de mayo de 2011 titulada ¡Democracia real, ya!. Complicado pero no imposible, a la que remito, y en la que yo contraponía la lectura del "Algo va mal" de Judt, a la del panfletario "Indignaos" de Stéphane Hessel.

Un texto, el de "Algo va mal", en palabras del profesor Álvarez Junco,  en el que el historiador britànico reflexiona sobre la socialdemocracia, su apogeo en Occidente de 1945-1980 y su sustitución posterior por el conservadurismo neoliberal. En él toma partido -dice- a favor de aquella fórmula política y económica que dominaba en la Europa en que vivió de joven y a la que llama «el mundo que hemos perdido». No debemos idealizarla, añade, pero tampoco olvidarla, porque, sin ser perfecta, ha sido la mejor de las situaciones que ha vivido la humanidad a lo largo de su historia. Lo leí con verdadero entusiasmo en plena vorágine de las manifestaciones que dieron lugar a eso que hemos llamado "spanish revolution" o movimiento 15-M, del que también he tratado a menudo en el blog.

En julio de 2011 me llegó a casa el ejemplar mensual de Revista de Libros, un número doble (el núm. 175-176), y me encuentro en él otro artículo sobre el ya citado libro de Tony Judt, El refugio de la memoria, obra póstuma, pues terminó de dictarlo con enormes dificultades derivadas de su penosa enfermedad dos meses antes de su fallecimiento.

El artículo llevaba el título de Visita guiada a las ruinas, y estaba escrito por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Enric Ucelay-Da Cal. Les confieso que me invadió un cierto y desasosegante sentimiento de estupor cuando terminé de leerlo. ¿Cómo era posible una crítica tan implícitamente  malévola hacia la última obra de un colega tan prestigioso como el profesor Judt? Estaba  acostumbrado a leer en Revista de Libros críticas muy duras, y con toda seguridad,  justificadas, sobre publicaciones de todo tipo que sin embargo gozan de gran popularidad y se venden como rosquillas (me vinieron a la mente las realizadas a bastantes títulos que he leído y que por pudor no voy a citar), pero me extrañó el tono de la crítica; casi más el tono que el contenido de la crítica en sí.

Nada más terminar de leer El refugio de la memoria volví a releer el artículo del profesor Ucelay-Da y  me parece de justicia confesar mi apresurado error de apreciación sobre el mismo, motivado con seguridad, por un párrafo inicial en el que afirma que dada la avalancha de prosa autocontemplativa que desborda tanto a productores industriales como consumidores (288.355 libros editados en Estados Unidos en 2009;  86.300 publicados en 2008 en España) por qué tendrían que atraerle las reflexiones de Tony Judt en su lecho de muerte. Pasé por alto la propia reflexión del comentarista que confiesa no haber entendido su propia reacción ante la lectura del libro de Judt. "¿Seré un envidioso, llenó de morboso placer producido por el dolor ajeno -se pregunta- al querer añadir la reducción del significado del "Chalet" (nombre que desde el inicio de su libro da Tony Judt al rincón de su memoria donde va guardando cada noche de insomnio forzoso sus recuerdos) a poco más que el garaje donde aparcaron a un moribundo? ¿Será que tengo poca sensibilidad retentiva para las historias e historietas de las gentes de mi tiempo específico? ¿O será que estoy harto de confesiones de todo tipo y signo y, como viejo y blando superviviente de la segunda mitad del siglo xx, tengo escasa paciencia para escuchar la misma tecla tocada más de una vez? ¿O será, muy sencillamente, que no me complace un mundo en el cual todos creen tener algo emotivo que comunicar a millones de personas en las redes sociales?". Y todo eso para, al final, reconocer que también es verdad que a él le hubiera gustado ser capaz, al menos una vez, de conmover a un lector tan antipático como él mismo tal y como lo hizo Judt en su día.

A mí, la lectura de El refugio de la memoria me conmovió profundamente. Y no solo por las circunstancias en que fue escrito, que el autor recrea en el capítulo primero, cuando habla de su enfermedad y de los recursos mentales a los que tenía que recurrir en las noches de inmovilidad e insomnio forzoso para recrear las diversas estancias de su memoria y ordenarlas en ella para que al día siguiente, "álguien", otra persona, pudiera trasladarlas al papel. El libro está plagado de anécdotas, anécdotas que le sirven para reconstruir su vida ante nosotros, a modo de estancias o compartimentos estancos, no siempre en un orden cronológico, pero al final, siempre bien interrelacionados.

Delicioso el capítulo que dedica, lleno de admiración, hacia su severo profesor de alemán en el Emanuel School de Battersen, Londres. Divertido y entrañable aquel en que relata su experiencia como estudiante de la Universidad de Cambridge y sobre la venerable y entrañable institución de las "bedders", las mujeres empleadas por la universidad para atender las "necesidades" materiales de los estudiantes de la misma. Dolorido, el que recuerda su estancia, en 1966 y 1967, en el kibutz de Machanayim, en la Alta Galilea israelí y su siempre difícil relación posterior, como judío, con el Estado de Israel. Sarcástico, pero reconocido, el que dedica a los intelectuales franceses de su época de estudio en la École Normale Supérieure, de París, una de las instituciones académicas más prestigiosas de Francia, de la que Raymond Aron, que fue alumno de ella, dijo en sus "Mémoires", que nunca se había encontrado con tantos hombres inteligentes en un espacio tan pequeño. Irónico, el que dedica al parisino Mayo del 68, que vivió en directo como estudiante. Duro y sin contemplaciones, aquel en que enjuicia el poco valor que hoy se da a la corrección en el hablar y el escribir: La prosa de muy mala calidad, dice, es hoy indicativa de inseguridad intelectual; hablamos y escribimos mal -concluye- porque no nos sentimos seguros de lo que pensamos y nos resistimos a afirmarlo de un modo inequívoco.

En otro capítulo relata su aventura universitaria norteamericana y muestra su admiración sin reserva por las instituciones docentes de dicho país, y sobre todo, por sus impresionantemente bien dotadas bibliotecas. Y comparto su juicio sobre la función de las universidades: dice de ellas que son instituciones elitistas, o que deberían serlo por principio, pues les concierne seleccionar a la promoción más capaz de una generación y educarla en esa capacidad forzando una renovación de la élite y rehaciéndola consecuentemente, para añadir que igualdad de oportunidades e igualdad de resultados no son la misma cosa. Verdad evidente que solemos pasar por alto con frecuencia. Admirativo y entrañable resultaba su juicio sobre la ciudad de Nueva York, que le acogió hasta su muerte, a la que califica como "ciudad del mundo".

En su crítica al comunismo se muestra contundente: como mejor se mide -dice- el grado de esclavitud en que una ideología mantiene a un pueblo es en la colectiva incapacidad de éste para imaginar alternativas. Feroz era su juicio sobre los dirigentes europeos del momento actual, de los que comenta que escurren el bulto recurriendo a la austeridad presupuestaria para apaciguar a los mercados. Y sobre el odio, temor, rechazo al extraño, al extranjero, cada vez más acentuado en las privilegiadas sociedades occidentales dice lo siguiente: "Ser danés o italiano, norteamericano o europeo, no será solo una identidad; supondrá un rechazo y una reprobación de aquellos a los que ésta excluya. El Estado, afirma, lejos de desaparecer, podría estar a punto de lograr su plena realización: los privilegios de la ciudadanía, las protecciones de los derechos de los poseedores de tarjetas de residencia, serán esgrimidos como triunfos políticos. Habrá intolerantes demagogos en democracias establecidas que pedirán tests -de conocimientos, de lengua, de actitud- para determinar si los desesperados recién llegados merecen ostentar la "identidad" de británicos o de holandeses o de franceses. Ya lo están haciendo, añade, En este este "espléndido siglo nuevo" ("brave new century": juego de palabras con el título de la famosa novela de Aldous Huxley "Un mundo feljz", en ingles titulada "Brave New World") echaremos de menos a los tolerantes, a los de los márgenes: a la gente fronteriza: Mi gente", concluye. 

¿Les suena? Es una letra que está en casi todas las partituras de los partidos nacionalistas y en las de bastantes dirigentes y responsables del partido popular español y de la derecha europea.

Yo no soy judío y ni siquiera me considero un hombre religioso, pero me siento orgulloso de mi doble condición de descendiente de conversos, así que he dejado para el final el alegato que formula en las últimas páginas del libro sobre su condición de judío, que vuelvo a compartir como tantas otras cuestiones de las que plantea en sus "memorias".  Dice Judt: "El judaísmo es para mí la sensibilidad de un autocuestionamiento colectivo y un incómodo decir la verdad; la capacidad, propia del que va contracorriente, de ser problemático y de disentir, por la que en otro tiempo fuimos conocidos. No basta, añade, con situarse en una posición tangencial frente a las convenciones de otros pueblos; deberíamos ser además los críticos más implacables de nosotros mismos. Siento que tengo una deuda de responsabilidad con ese pasado, dice, y es por eso por lo que soy judío."

Pero hay más cosas, muchas más cosas que solo podrán descubrir si se animan a leerlo. Yo lo he hecho y lo he disfrutado. Es mi pequeñísimo homenaje a un gran historiador, a un hombre de izquierdas, progresista y socialdemócrata, como él mismo se definió, al que no le dolieron prendas en reconocer los tremendo errores que han llevado al pensamiento de izquierdas a la crisis que está atravesando ahora.






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miércoles, 22 de agosto de 2012

El Tribunal Constitucional de España

Este vídeo es complemento de la entrada del blog titulada "¿Qué hacemos con el Constitucional", y es un trabajo académico sobre las funciones, competencias y composición del Tribunal Constitucional español. Tamaragua, amigos. HArendt



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Entrada núm. 1722

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lunes, 20 de agosto de 2012

Algunas consideraciones sobre el Holocausto

En una época en que todo se pone en cuestión este vídeo nos recuerda un hecho y un momento históricos en que la sinrazón se impuso a la cordura: el exterminio de seis millones de personas por el solo hecho de su condición de judíos. Con el deseo de que tal hecho no vuelva a repetirse jamás me sumo al homenaje de respeto a esos millones de víctimas, de todas las víctimas del mundo y de la historia, que el Holocausto representa. Tamaragua, amigos. HArendt




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sábado, 18 de agosto de 2012

Filadelfia, 4 de Julio de 1776

Este vídeo complementa la entrada del blog titulada "¿Una asamblea constituyente para Europa? El precedente de El Federalista". Es un fragmento de la serie "John Adams", biografía del que fuera segundo presidente de los Estados Unidos de América, producida por la prestigiosa cadena de televisión HBO en 2008, protagonizada por Paul Giameti y dirigida por Tom Hooper. En dicha escena se recrea el momento en que los delegados de las distintas colonias británicas en norteamérica, reunidos en la ciudad de Filadelfia, votan la declaración de independencia de las mismas de Gran Bretaña, y crean los Estados Unidos de América. Tamaragua, amigos. HArendt




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Entrada núm. 1720
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viernes, 17 de agosto de 2012

Santiago Carrillo: El 15-M y el futuro de la democracia

¿Se puede sentir admiración y respeto por un personaje público, un político, y simultáneamente tener la convicción de que en ningún caso vas a votar por él o su partido? En mi caso, sí, desde luego. Al menos en lo que se refiere a Santiago Carrillo, exsecretario general del Partido Comunista de España.

Mi admiración y respeto por él, como persona y como hombre público, se inicia el 9 de abril de 1977, cuando el gobierno de Adolfo Suárez, legaliza de improviso y por sorpresa al Partido Comunista de España, en un día que ha pasado a la historia de España con el sobrenombre del "Sábado Santo Rojo". Y el porqué, por la audaz declaración ese mismo día del entonces todopoderoso secretario general del PCE, flanqueado por la bandera bicolor, anunciando que su partido aceptaba y respetaba la monarquía y la bandera de España, siempre que la monarquía y el gobierno de España promovieran y respetaran la democracia y las libertades. ¿Oportunismo político?, es posible, pero también un gesto por su parte que fue el impulso que le faltaba a España para abrirse a la libertad.

La otra razón que justifica mi admiración por Santiago Carrillo es otro gesto. En esta ocasión el posible oportunismo estaba fuera de lugar. Me refiero al intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Su gallardía e inmutabilidad ante los disparos de los militares golpistas dentro del Congreso, junto al presidente Adolfo Suárez y el vicepresidente Gutiérrez Mellado, constituyen una de las escenas más memorables y emotivas de la reciente historia de España.

No comparto, me resultaría imposible, muchas de sus opiniones; ni entonces, ni luego, ni ahora.  Pero siempre escucharé con respeto lo que diga. Tamaragua, amigos. HArendt


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Entrada núm. 1721
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martes, 14 de agosto de 2012

Europa y la Unión Europea: Evolución histórica

Este vídeo complementa la entrada del blog titulada "¿Una asamblea constituyente para Europa? El precedente de El Federalista",  y constituye una sucinta explicación de la evolución histórica que ha sufrido Europa desde el final de la II Guerrra Mundial hasta el momento actual, con una Unión Europea azotada y paralizada por una crisis económica, financiera y de credibilidad política que no parece encontrar fácil solución. Tamaragua, amigos. HArendt




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Entrada núm. 1718

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viernes, 10 de agosto de 2012

Suenyos de Espanya: Canción sefardí

Este vídeo, así como el titulado "Coplas de Purim.Canción sefardí", es complemento de la entrada del blog titulada "Seis años de Desde el Trópico de Cáncer", y constituye una muestra de mi particular homenaje a mis antepasados sefardíes. Tamaragua, amigos. HArendt




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domingo, 5 de agosto de 2012

Coplas de Purim: canción sefardí

Este vídeo, así como el titulado "Suenyos de Espanya. Canción sefardí", es complemento de la entrada del blog titulada "Seis años de Desde el Trópico de Cáncer", y constituye mi particular muestra de homenaje a mis antepasados sefardíes. Tamaragua, amigos. HArendt



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Entrada núm. 1715
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viernes, 20 de julio de 2012

¿Comienza el principio del fin de Rajoy?




Madrid, ayer




¿Comenzó ayer en España el final de la era Rajoy? Los españoles parecemos decididos a recuperar nuestra dignidad de ciudadanos y hacernos de nuevo con el control de nuestro destino. Y ello, ante la incapacidad de un gobierno mendaz y cobarde de ofrecer una sola propuesta coherente para salir de la crisis en la que estamos sumidos. ¿Lo conseguiremos? 

Sí, hay que forzar la dimisión del presidente. ¿Cómo? ¿Y luego?... No creo que nadie tenga una respuesta clara: ¿Reférendum, nuevas elecciones, un gobierno de unidad nacional? Todo menos quedarnos de brazos cruzados mientras los ciudadanos claman por soluciones y el gobierno, incapaz de articular la más mínima respuesta coherente, se lanza dando tumbos en una fuga hacia adelante que nos lleva, como dicen en Canarias, "proa al marisco"...

El profesor José Ignacio Torreblanca, escribía hace unos pocos días en su blog un inquietante artículo en el que desvelaba algunas claves de lo que está pasando en España y en el seno de la Unión Europea: estamos en guerra, dice, en una guerra sin bajas por fuego enemigo, sin edificios ni construcciones derruidas, sin el estruendo de las bombas ni el fragor de las batallas, pero sí con muertos, heridos, ruina y desolación. Una guerra distinta para la que los estados nacionales y la Unión no estaban preparados. Las previsiones constitucionales sobre estados de alarma, de sitio o de guerra no sirven para esta novísima y alarmante situación, para esta guerra tan posmoderna... 

Por otro lado,un durísimo alegato del escritor Luis García Montero en El Huffington Post, nos muestra algunas otras claves más para entender el qué y el por qué está pasando lo que está pasando. Y quiénes son los culpables. 

Y el editorial de hoy en El País, ecuánime y ponderado, llamando al diálogo; algo que parece imposible ante un presidente enrocado en posiciones maximalistas y cada vez más aislado de la realidad. 

Pero eso es lo que hay, mientras nosotros lo permitamos... Sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Cada vez les queda menos. Tamaragua, amigos. HArendt




España se echa a la calle




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miércoles, 18 de julio de 2012

18 de Julio: Setenta y seis años después





El historiador Ángel Viñas




Después de haber subido ayer al blog (en dieciocho entradas sucesivas) la película de Jaime Camino "Dragon Rapide" (1984), sobre los días que precedieron a la sublevación militar del 18 de julio de 1936 en los que tanto protagonismo histórico tuvo la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, no tenía pensado escribir nada sobre la fecha que hoy se recuerda. 


No deja de resultar llamativo que apenas se haya hecho mención a ella en los medios de comunicación. Hay algunas excepciones, claro está. El historiador Ángel Viñas, en El País de ayer, publicaba un interesante artículo en el que presta atención a los grupos políticos que de forma más o menos encubierta fraguaron el golpe de Estado y animaron a los militares a rebelarse contra el gobierno republicano. Son datos novedosos, que forman parte de un libro de próxima publicación, que el autor adelanta en el artículo. Lo son porque hecha por tierra el protagonismo que siempre se ha atribuido en su preparación a falangistas, carlistas e incluso a la CEDA de Gil Robles. Por el contrario resalta el papel que jugaron en esos preparativos golpistas los monárquicos de Renovación Española, y por supuesto, los gobiernos de Alemania e Italia, sobre todo éste último. 


La coda final del artículo la dedica el profesor Viñas a criticar la "no-desclasificación" de los documentos militares que rebelan esos hechos en base, entre otras razones, a no “perjudicar” las relaciones diplomáticas con Italia, pero desvelar la fría agresión italiana, dice, que es lo peor que un país puede hacer a otro, no dañará las relaciones con él. Sí lo hace, añade, un gobierno, el nuestro, temeroso del pasado y que tampoco se fía de sus ciudadanos. Y eso sí que da que pensar. En la Unión Europea, tras tantos años, España vuelve a ser diferente, termina.


Setenta y seis años son muchos años, pero es cierto que parece que para algunos españoles la guerra civil no ha terminado aún. Hasta que mi padre se jubiló, a principios de los años 60 del pasado siglo, estuvo coleccionando durante años la revista norteamericana "Life", en español, que encuadernaba por semestres en unos hermosos libros de tapa dura y lomos de cuero verde, que a mi, con apenas diez u once años, me  encantaba ojear. Recuerdo en especial un número de mediados de los años 50, en el que la revista dedicaba un reportaje especial lleno  de fotografías y entrevistas a personas que aún vivían y que habían nacido antes del inicio de la guerra civil norteamericana, en 1861.

Fue un reportaje que me impresionó vivamente y que he recordado ahora, pensando en que cualquier español vivo que haya participado en la guerra civil de 1936-1939, debe tener como mínimo 92 años de edad. No creo que sean muchos los que queden, pero hubiera sido interesante hacer un reportaje similar al de la revista "Life".

Casualmente hace apenas dos días terminaba de leer la última novela de Eduardo Mendoza, "Riña de gatos. Madrid, 1936" (Planeta, Barcelona, 2011), que también se desarrolla en el Madrid de los inicios de la primavera de 1936, cuando se está fraguando el golpe militar. El protagonista de la misma es un joven profesor inglés en Historia del Arte, y experto de reconocido prestigio en la obra y vida de Velázquez, que ha llegado a Madrid en esos días para un trabajo profesional. Sin buscarlo, se ve envuelto en la trama conspiratoria político-militar que dará lugar unos meses más tarde al golpe de Estado y a la guerra civil. No les rebelo más sobre la misma por si tienen interés en leerla. Les aseguro que es una trama interesante, con una fina ironía y sentido del humor, y algunas lucubraciones del personaje principal que rozan la política-ficción, o que pudieron ser verdad...

A mis padres y mis hermanos mayores (a mi me faltan diez años para venir al mundo), el inicio de la guerra civil les coge en Barcelona. Mi padre es en ese momento sargento de la Guardia Civil, y esta destinado en el Parque de Automovilismo de Barcelona como chófer al servicio del coronel Escobar, jefe de la misma en la Ciudad Condal. Lógicamente, la guerra la hace del lado de la República, y es destinado a varios puntos de la zona republicana, siempre como chófer. A finales de 1938, es detenido y encarcelado en un barco prisión en el puerto de Barcelona. La razón, el que antes del inicio de la guerra había estado afiliado a Falange Española y las autoridades republicanas desconfiaban de su lealtad. Con otros dos compañeros guardias civiles logra fugarse del barco y a pie, llegar hasta la frontera francesa. En Francia son internados en un campo de concentración cercano a Lyon hasta que, finalizada la guerra son devueltos a España. Durante esos meses, mi madre no ha sabido nada sobre su paradero ni si estaba vivo o muerto. Finalizada la guerra, los vencedores le enjuician nuevamente por no haberse sublevado en 1936. El no haber participado en acciones de armas, y su antiguo carnet de Falange, le salvan del paredón pero no de la desconfianza. Le destinan (o destierran) a la isla de El Hierro, donde permanece entre 1940 y 1945. Pasa a la reserva, como comandante honorífico de la Guardia Civil  en 1956, en Madrid, donde vive desde 1950 hasta su muerte, en 1989.

Como tantas familias españolas, la mía se vio dividida, no solo físicamente, por la guerra civil. Toda la familia de mi madre, mis abuelos maternos y mis tios, eran republicanos y socialistas, lo que no impidió que mi madre, su hija mayor, fuera siempre una mujer profundamente religiosa, apolítica (por prudencia) y de ideas conservadoras. Y que en casa estuviera terminantemente prohibido hablar de política o de religión. El único hermano varón de mi padre, luchó del lado franquista, en la Legión, donde llegó a teniente. Curiosamente, figura en las listas de republicanos ejecutados por los franquistas en Asturias durante la guerra civil, lo que es inexacto pues murió ya anciano en los años 80. Se lo he hecho saber en varias ocasiones a las asociaciones de víctimas del franquismo asturianas, sin resultado alguno: sigue figurando en las listas de víctimas de la represión.

Creo, sinceramente, que setenta y seis años son muchos años ya para que los españoles nos sigamos guardando rencor por unos hechos que casi ninguno de nosotros vivimos directamente. Soy decidido partidario de que los españoles del bando republicano que murieron en la guerra civil o víctimas de la cruel represión que siguió a ésta, tengan el reconocimiento, homenaje y respeto que se merecen. Que sus restos se busquen, se devuelvan y se entreguen a sus familiares. Que se quiten de iglesias y plazas las placas que hablan de los "caídos por Dios y España" y se sustituyan por otras que hablen y rindan recuerdo perenne a todos los que perdieron su vida en un enfrentamiento fratricida sangriento e inútil. Pero sobre todo me gustaría que dejasen a los historiadores que hagan su trabajo en paz y con todos los archivos abiertos a su disposición para esclarecer definitivamente qué pasó, por qué pasó, y quiénes fueron los responsables de que pasara. Y así, evitar que vuelva a pasar.

Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt





El "Dragon Rapide"





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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
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martes, 17 de julio de 2012

Dragon Rapide-Parte 18 (19 de julio de 1936)

Dragon Rapide-Parte 17 (18 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 16 (18 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 15 (18 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 14 (17 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 13 (16 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 12 (15 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 11 (14 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 10 (13 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 9 (12 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 8 (11 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 7 (11 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 6 (10 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 5 (9 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 4 (9 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 3 (6 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 2 (5 de julio de 1936).

Dragon Rapide-Parte 1 (4 de julio de 1936).

lunes, 2 de julio de 2012

Glosas sobre Europa (II): Leyendo a Habermas





Las Naciones Unidas (Nueva York)




Jürgen Habermas dedica el capítulo I de "La constitución de Europa. Un ensayo" (Trotta, Madrid, 2012) a una exposición pormenorizada del concepto de dignidad humana y de la "utopía realista" de los derechos humanos, tal y como fueron promulgados en la Declaración Universal de Derechos Humanos por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.

La inviolabilidad de la dignidad humana, el respeto a la dignidad humana de toda persona, dice, prohibe que el Estado disponga de cualquier individuo simplemente como un medio para alcanzar otro fin, incluso si ese otro fin fuera el de salvar la vida de muchas otras personas (pág. 14).

Poco más adelante (pág. 16) sostiene que la dignidad humana es la fuente moral de la que todos los derechos fundamentales obtienen su sustancia, y ello es así, porque la dignidad humana es una y la misma en todas partes y para todo ser humano y fundamento de la indivisibilidad de los derechos fundamentales (pág. 20), y porque la exigencia de los derechos humanos no puede ser privada de su impulso moral esencial: la protección de la igual dignidad de cada cual (pág. 35).

Antes, ha criticado con dureza el uso que de las políticas de derechos humanos hacen a menudo las grandes potencias en defensa de sus propios intereses: "Cuando las políticas de derechos humanos se convierten en una simple tapadera para encubrir, y en vehículos para imponer, los intereses de las grandes potencias, o cuando una superpotencia  desdeña la Carta de la ONU y se arroga unilateralmente el derecho de intervención; cuando violando el derecho internacional humanitario, invade un país y justifica este acto en nombre de valores universales, entonces se confirma la sospecha de que el programa de los derechos humanos consiste en su abuso imperialista" (pág. 34). Bush, Aznar y Blair seguro que nunca leyeron a Jürgen Habermas. 


Como complemento de la entrada he puesto un vídeo de Amnistía Internacional sobre Derechos Humanos que les recomiendo encarecidamente. Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt





Mafalda y los Derechos Humanos







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Amnistía Internacional y Derechos Humanos

domingo, 1 de julio de 2012

Glosas sobre Europa (I): Leyendo a Habermas





Atenas, cuna de Occidente



Desde que inicié la aventura de "Desde el trópico de Cáncer" hace ya seis años, tuve claro que mi pretensión no era tanto la de expresar mis opiniones propias -aunque esto resulte inevitable como consecuencia del papel que me atribuyo- como la de dejar constancia de la importancia que, como glosador, daba a lo glosado. De ahí, el subepígrafe del blog: Observando el mundo a través de la mirada y la palabra de los otros. En resumen, y como he repetido en ocasiones anteriores, que lo interesante no está, ni por asomo, en lo que yo comento sino en lo comentado por mí. 

Hace unos días traje a colación en una de las entradas del blog al filósofo alemán Jürgen Habermas. Lo hice después de leer su más reciente libro: "La constitución de Europa. Un ensayo" (Trotta, Madrid, 2012), publicado originalmente en Alemania a finales del pasado año. 

Nacido en 1929, Jürgen Habermas fue ayudante de Th.W. Adorno, H.G. Gadamer y de K. Löwith, y es considerado el representante más sobresaliente de la llamada "segunda generación" de la Escuela de Frankfurt, y un referente indispensable para la filosofía y las ciencias sociales contemporáneas. Ha sido profesor en las universidades de Frankfurt, Princeton y Berkely, y fue premiado con el Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales el año 2003.

"La constitución de Europa. Un ensayo" no es un libro muy extenso, apenas un centenar de páginas, pero resulta muy interesante por su contenido, lo reciente de  su publicación y por las propuestas que formula en orden a la profundización de la unión de los pueblos y los Estados de Europa. Comprende tres apartados diferentes. El primero, lo dedica al concepto de dignidad humana y la utopía realista de los derechos humanos. El segundo se centra en la crisis de la Unión Europea a la luz de una constitucionalización del Derecho Internacional, con especial atención al proceso de constitucionalización de Europa. El tercero desarrolla la idea del proceso que llevaría de la comunidad internacional a la comunidad cosmopolita.

Más interesantes que esos apartados me han parecido a mí los tres que componen el anexo, titulados, respectivamente: Tras la bancarrota, El destino de la Unión Europea se decide en el euro, y ¿Un pacto a favor o en contra de Europa?.

Mi intención sería de la comentar a lo largo de entradas sucesivas en el blog algunas de esas propuestas que formula el profesor Habermas en su libro, y muy especialmente, en ese último apartado sobre un pacto a favor o en contra de Europa. No estoy muy seguro de conseguirlo, pero intentarlo lo intentaré.

Como primicia, reproduzco la primera de las respuestas de Habermas a la entrevista concedida al diario alemán Die Zeit, el 6 de noviembre de 2008, reflejada en el libro, y que no ha perdido ni un ápice de actualidad. Le pregunta el entrevistador que "qué es lo que más le preocupa del colapso del sistema financiero internacional y de la crisis mundial que amenaza todo el sistema". Y esta es la respuesta de Habermas:

"Lo que más me preocupa es la injusticia social que clama al cielo y que consiste en que los costes socializados, derivados del fallo del sistema, afectan con mayor dureza a los grupos sociales más vulnerables. Una vez más, dice, los que tienen que pagar las consecuencias económicas reales del mal funcionamiento -previsible- del sistema financiero son los que no figuran, en ningún caso, entre los vencedores de la globalización.Y han pagado no en valores monetarios, como los accionistas, sino en la dura moneda de su existencia cotidiana. También a escala global se consuma ese destino severo con los países económicamente más débiles. Ahí reside el escándalo político. Buscar ahora chivos expiatorios me parece evidentemente una hipocresía. También los especuladores han actuado siempre dentro del marco legal ajustado a la lógica, socialmente aceptada, de la maximización del beneficio. La política se ridiculiza a sí misma cuando se pone a moralizar en lugar de apoyarse en el derecho coercitivo del legislador democrático. Ella, y no el capitalismo, es la responsable de que las cosas se orienten hacia el bien común."

¿Lo habrán leído nuestros dirigentes políticos europeos y nacionales? Tengo mis dudas... Como complemento de la entrada he puesto en el blog sendos vídeos sobre la Escuela de Frankfurt y la famosa Teoría sobre la Acción Comunicativa de Habermas. Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt  





Jürgen Habermas




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Entrada núm. 1674
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La Escuela de Frankfurt

Teoria de la acción comunicativa

sábado, 23 de junio de 2012

Las Palmas de Gran Canaria, de cumpleaños





En esta plaza nació Las Palmas



La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria cumple mañana, 24 de junio, 534 años. No son muchos para una ciudad, pero no todas las ciudades del mundo pueden presumir de saber cuando es su cumpleaños. Para no repetirme, y si tienen interés o curiosidad por conocer las vicisitudes de su fundación y su historia, les invito a poner en el  buscador del blog "Las Palmas", "Las Palmas de Gran Canaria" o "El Real de Las Palmas", que son los tres nombres que la ciudad ha ostentado a lo largo de su dilatado periplo histórico.


Les animo a conocerla. Estoy seguro de que les encantará. Pueden comenzar a hacerlo con los dos vídeos que acompañan la entrada, correspondientes a la serie "Ciudades para el siglo XXI" de RTVE, que ya he puesto anteriormente en el blog pero que repongo con placer.


¡Felicidades, Las Palmas, y hasta el próximo cumpleaños!


Y sean felices, por favor, a pesar del gobierno. Tamaragua, amigos. HArendt




Lady Harimaguada, de Martín Chirino
Símbolo de Las Palmas del Siglo XXI





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Entrada núm. 1668
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"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad.
Los tiempos felices son en ella páginas en blanco" (Hegel)