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jueves, 28 de mayo de 2020

[ARCHIVO DEL BLOG] Bienvenidos al mundo real. Publicada el 22 de diciembre de 2009



Conferencia de Copenhague, Diciembre, 2009


¡Señoras y señores!..., ¡bienvenidos al mundo real!... La Conferencia sobre Cambio Climático de Copenhague, auspiciada y celebrada bajo el manto de Naciones Unidas, ha dejado entre otras muchas, dos lecciones reales: 1) El mundo es como es, y no como nos gustaría que fuera; y 2) En este mundo real sólo hay dos que corten "el bacalo", China y USA, y todos los demás vamos de comparsas. Y el que sean dos, se lo debemos a Obama, porque si no es por él, sólo hay "UNO": China.

No soy abogado, pero me muevo con bastante comodidad en el mundo del derecho y las leyes, y se por experiencia que cualquier mal acuerdo es preferible a un buen juicio. El que nadie haya salido contento de Copenhague es una buena señal, lo crean o no. Porque en Copenhague podía haber habido ganadores "absolutos: por poner un solo ejemplo, los que querían que fracasara la Conferencia; entre ellos, el "Quinteto de la Dignidad": Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Sudán, y por supuesto, China, y los "negacionistas" del occidente capitalista.

Como buen escéptico que soy, es decir, un optimista chamuscado por la realidad, también me parece positivo, y si lo calibran y piensan, creo que a ustedes también, el "papelón" que han hecho, individualmente, Merkel, Sarkozy y Brown: ninguno. Y eso es bueno, porque les obliga a replantearse que en este mundo "a dos", los 27 gobiernos de la Unión Europea, individualmente, no son nada, pero juntos, pueden, sólo pueden, quizá, ser los "terceros"... Ellos verán. Supongo que siempre quedarán estúpidos dispuestos a seguir siendo cabeza de ratón en su ratonera en lugar de cola de león al aire libre. Ese es su problema. No dejen que sea el nuestro.

Sobre la Conferencia en sí, y sobre la nueva gobernanza mundial "a dos" que se nos viene encima, comienzan a conocerse algunos entresijos que las apresuradas crónicas televisivas o periodísticas, algunas interesadas en un sentido o en otro, no han trasladado al público. Les sugiero la lectura de las entradas de ayer y hoy del Blog Del alfiler al elefante, que escribe el periodista Lluís Bassets: "Así se gobierna el planeta" (El País, 21/12/2009), y "Modestas victorias" (El País, 21/12/2009). Por supuesto, es sólo una opinión, pero resulta interesante... Bienvenidos al mundo real, señoras y señores. ¡Ah!, y felicidades a los que les haya tocado el Gordo de Navidad. A los demás, nos toca seguir barajando... Harendt




El periodista Lluís Bassets



La reproducción de artículos firmados por otras personas en este blog no implica compartir su contenido. Sí, en todo caso, su  interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






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sábado, 10 de diciembre de 2016

[Política internacional] Día Internacional de los Derechos Humanos





Tal día como hoy de hace 68 años la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptaba en París, mediante la Resolución 217-A-III, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un texto que recoge en treinta artículos los derechos humanos considerados básicos a partir de la Carta de San Francisco, de 26 de junio de 1945.

La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un documento orientativo, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos.

En numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones internacionales de derechos humanos se han reiterado los principios básicos de derechos humanos enunciados por primera vez en la Declaración Universal de Derechos Humanos, como su universalidad, interdependencia e indivisibilidad, la igualdad y la no discriminación, y el hecho de que los derechos humanos vienen acompañados de derechos y obligaciones por parte de los responsables y los titulares de estos. En la actualidad, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas han ratificado al menos uno de los nueve tratados internacionales básicos de derechos humanos, y el 80 % de ellos ha ratificado al menos cuatro de ellos, lo que constituye una expresión concreta de la universalidad de la DUDH y del conjunto de los derechos humanos internacionales.

En la lenta evolución de los Derechos Humanos en la historia, es a partir del siglo XVII cuando empiezan a contemplarse declaraciones explícitas con base en la idea contemporánea del “derecho natural”. Inglaterra incorpora en 1679 a su constitución la Habeas Corpus Act (Ley de hábeas corpus) y la Bill of Rights (Declaración de Derechos) en 1689. En Francia como consecuencia de la Revolución francesa, se hace pública, en 1789, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

En 1927, entra en vigor la Convención sobre la Esclavitud de 1926, que prohíbe la esclavitud en todas sus formas. Los llamados “Códigos de Malinas” que abarcan la Moral Internacional (1937), Relaciones Sociales (1927), Relaciones Familiares (1951) y el Código de Moral Política (1957), son intentos parciales de la conciencia pública por regular una seguridad mínima de respeto al individuo, habitualmente ignorado por los Estados. Como consecuencia de la Primera Guerra Mundial la Sociedad de Naciones impulsó los Convenios de Ginebra sobre seguridad, respeto y derechos mínimos de los prisioneros de guerra, y en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el documento titulado “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, conjunto de normas y principios, garantía de la persona frente a los poderes públicos.

En virtud del artículo 68 de la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas creó la Comisión de Derechos Humanos. A este organismo, formado por 18 representantes de Estados miembros de la ONU, se le encomendó la elaboración de una serie de instrumentos para la defensa de los derechos humanos. Dentro de la Comisión se creó un Comité formado por ocho miembros, que serían Eleanor Roosevelt (nacional de Estados Unidos), René Cassin (Francia), Charles Malik (Líbano), Peng Chun Chang (China), Hernán Santa Cruz (Chile), Alexandre Bogomolov/Alexei Pavlov (Unión Soviética), Lord Dukeston/Geoffrey Wilson (Reino Unido) y William Hodgson (Australia). Fue también de especial relevancia la intervención de John Peters Humphrey, de Canadá, director de la División de Derechos Humanos de la ONU.

El proyecto de Declaración se sometió a votación el 10 de diciembre de 1948 en París, y fue aprobado, por los que entonces eran los 58 Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, con 48 votos a favor y las 8 abstenciones de la Unión Soviética, de los países de Europa del Este, de Arabia Saudí y de Sudáfrica. Además, otros dos países miembros no estuvieron presentes en la votación.

La abstención surafricana puede ser vista como un intento de proteger su sistema de apartheid, el cual violaba claramente varios principios de la declaración. La abstención de la delegación saudí se debió principalmente a su inconformidad con 2 artículos: el 16 (matrimonio sin discriminación y con consentimiento de los cónyuges) y el 18 (derecho a cambiar de religión). Las abstenciones de las naciones comunistas se centraban en el hecho de que la declaración no condenaba específicamente el fascismo y el nazismo. Sin embargo, Eleanor Roosevelt atribuyó dicha abstención a la inconformidad con el artículo 13 (derecho a salir del país libremente).

Votaron a favor Afganistán, Argentina, Australia, Bélgica, Birmania, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, China (Taiwán), Colombia, Costa Rica, Cuba, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Egipto, El Salvador, Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, Francia, Grecia, Guatemala, Haití, Holanda, India, Irak, Irán, Islandia, Líbano, Liberia, Luxemburgo, México, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Pakistán, Panamá, Paraguay, Perú, Reino Unido, Siria, Suecia, Tailandia, Turquía, Uruguay y Venezuela. Se abstuvieron Arabia Saudí, Bielorrusia, Checoslovaquia, Polonia, Sudáfrica, URSS, Ucrania y Yugoslavia. No hubo ningún voto en contra. Y se ausentaron Honduras y Yemen.


DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Preámbulo

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;

Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;

Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y

Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;

LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción. 

Artículo 1.

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2.

Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

Artículo 3.

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4.

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas.

Artículo 5.

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6.

Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 7.

Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8.

Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.

Artículo 9.

Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10.

Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11.

(1) Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
(2) Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12.

Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

Artículo 13.

(1) Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
(2) Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14.

(1) En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
(2) Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 15.

(1) Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
(2) A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.

Artículo 16.

(1) Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
(2) Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
(3) La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Artículo 17.

(1) Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
(2) Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18.

Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20.

(1) Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
(2) Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21.

(1) Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
(2) Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
(3) La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Artículo 22.

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23.

(1) Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
(2) Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
(3) Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
(4) Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24.

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25.

(1) Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
(2) La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Artículo 26.

(1) Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
(2) La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
(3) Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

Artículo 27.

(1) Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
(2) Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.

Artículo 28.

Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Artículo 29.

(1) Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
(2) En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
(3) Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30.

Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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miércoles, 26 de octubre de 2016

[Política internacional] El infierno de Siria



Sede de la Organización de las Naciones Unidas, Nueva York


Javier Solana de Madariaga (1942), es uno de los escasos políticos españoles contemporáneos que ha merecido con justicia el reconocimiento internacional. Y como suele ocurrir entre españoles, más por parte de extranjeros que por los de su propia tierra. Ha sido ministro de Cultura (1982-1988), Portavoz del Gobierno (1985-1988), ministro de Educación y Ciencia (1988-1992) y ministro de Asuntos Exteriores (1992-1995), Secretario General de la OTAN (1995-1999), Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea (1999-2009) y Comandante en Jefe de la EUFOR (1999-2009). Desde 1975 es profesor de Física del Estado Sólido en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente trabaja en ESADE, impartiendo la Cátedra de Liderazgo y Gobernanza Democrática y con frecuencia escribe artículos de opinión para diversos medios y foros de opinión.

Javier Solana es un europeísta convencido. En el año 2012 ratificó esta postura mediante la firma del manifiesto promovido por el sociólogo Ulrich Beck y el eurodiputado Daniel Cohn-Bendit en el que se pide una reconstrucción "de Europa desde la base". El 17 de mayo de 2007 recibió el Premio Carlomagno de la ciudad de Aquisgrán, que distingue a personalidades por sus servicios a la unidad y el progreso de Europa y por su contribución a la paz. El 22 de enero de 2010 el rey Juan Carlos I le nombró caballero de la Orden del Toisón de Oro , la condecoración más preciada del mundo, como reconocimiento a su trayectoria diplomática.

Hace unos días publicó en el diario El País un detallado artículo sobre lo que está ocurriendo en Siria y sus consecuencias para la paz de la región al que tituló Un otoño más oscuro en SiriaEl desprecio por el derecho internacional humanitario, dice en él, la complejidad del juego de relaciones entre los actores en conflicto y el bloqueo entre EEUU y Rusia complican una solución a la guerra, una guerra en la que la diplomacia europea debe implicarse. Ojalá su voz sea escuchada. 

Cada día que pasa sin resolver el conflicto de Siria, sigue diciendo, la situación se hace más compleja y las perspectivas de futuro más oscuras. La tragedia que viven los habitantes de Alepo a diario es el máximo exponente de la sinrazón a la que se ha llegado. La ruptura de la última tregua, acordada entre Estados Unidos y Rusia, ha sido particularmente dura por tener lugar durante la Asamblea General de Naciones Unidas, con todos los líderes mundiales reunidos.

Hay tres aspectos especialmente dramáticos de la evolución de la guerra en Siria, añade, que harán más compleja la reconstrucción tras el fin del conflicto. En primer lugar, el desprecio por el derecho internacional humanitario. El bloqueo de la ayuda humanitaria y los ataques a civiles y lugares especialmente protegidos por la legalidad internacional, se han convertido en estrategias bélicas. No solo no se respetan las normas básicas sino que los lugares que más protección merecen son, precisamente, objetivos de guerra. Solo desde el pasado mes de abril hemos asistido a docenas de ataques a hospitales sirios y se ha impedido la llegada de ayuda humanitaria a poblaciones asoladas por los ataques. Lamentablemente, estos hechos —que pueden constituir crímenes de guerra— no son nuevos. Según la organización Médicos sin Fronteras, en 2015 sus instalaciones médicas en Siria sufrieron 94 ataques. Como consecuencia, 23 de sus trabajadores perdieron la vida y 58 resultaron heridos. A pesar de que, en el mes de mayo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara una resolución pidiendo el respeto del derecho internacional humanitario, los propios miembros permanentes se acusan respectivamente de vulnerarlo. En Alepo, muchos de los hospitales han tenido que cerrar por ser objetivos de la terrible ofensiva que está sufriendo la ciudad.

El segundo elemento a destacar, continúa diciendo, es el complicado mapa de actores que habrá que tener en cuenta para lograr la paz. La composición de las partes en el conflicto ha cambiado mucho desde el inicio, pero últimamente la fragmentación de los partidarios y detractores de Bachar el Assad se ha hecho más evidente. La decisión del grupo Jabhat al Nusra (ahora conocido como Jabhat Fateh al-Sham) de desvincularse de Al Qaeda, ha logrado que otras facciones rebeldes, que rechazaban sus vínculos con Al Qaeda, formen ahora alianzas con ellos. Este acercamiento entre los grupos les fortalece militarmente, a la vez que desdibuja la separación entre rebeldes y radicales.

Tristemente, añade más adelante, la reagrupación, junto con el debilitamiento de grupos rebeldes alejados de Al Nusra, ha brindado al régimen sirio la oportunidad de enfatizar que el Gobierno de Assad está librando una guerra contra el terrorismo en Siria. En el transcurso de la Asamblea General de Naciones Unidas, el ministro de exteriores sirio, Walid al-Mualem, acusó a Estados Unidos, y a la coalición de aliados, de ser cómplices de organizaciones terroristas y militantes del Estado Islámico. Mientras hace unos meses la discusión sobre cómo lograr la paz se centraba en la figura de Bachar el Assad, y su inclusión o no en un Gobierno de transición, actualmente las miradas están puestas en el antiguo Al Nusra. No obstante, entre los partidarios de Assad también hay divisiones y fragmentación. Actualmente hay, además del ejército ruso, una multitud de grupos sirios, iraquíes, iraníes y afganos que luchan en favor del régimen, pero manteniendo intereses distintos. Entre otros, Assad quiere mantenerse en el poder, Rusia demostrar su peso como gran potencia y su capacidad de resistir ante la oposición de Estados Unidos, e Irán quiere aumentar su arco de influencia en la región y lograr una salida al Mediterráneo. Con el fin del conflicto armado las distintas posturas serán aún más manifiestas.

El último gran obstáculo, dice poco después, en la senda hacia la paz en Siria es el bloqueo entre Estados Unidos y Rusia. La ruptura de tantas treguas durante los últimos meses ya indicaba la falta de confianza entre las partes. Pero, como ha señalado Dmitri Trenin, las consecuencias de esta última tregua vulnerada son aún más preocupantes: Estados Unidos y Rusia han roto las negociaciones bilaterales y pone en peligro los acuerdos nucleares entre ambos. Por el momento, tras haber sido acusado de cometer crímenes de guerra, Moscú ha suspendido el acuerdo sobre el uso del plutonio y ha condicionado la reanudación del mismo a la compensación por los daños que las sanciones por su actuación en Ucrania han causado al país.

Estados Unidos, añade, se encuentra en una situación de gran incertidumbre. Por un lado, la recomposición de los grupos rebeldes y la ruptura de las conversaciones con Rusia complica su participación en el conflicto; por otro, el breve tiempo que le queda a la Administración Obama hace casi imposible cualquier cambio de rumbo. La batalla por Alepo, de vital importancia para la eventual victoria de Assad, se está librando en pleno desarrollo de la campaña electoral norteamericana en la que la política exterior ha sido ensombrecida.

Tras más de cinco años de conflicto, sigue diciendo, no cabe pensar en replegarse sin lograr una solución. El nuevo mapa de actores complica las conversaciones de paz y desequilibra a las partes, sin embargo, no se puede perder de vista que todos los grupos, de una u otra manera, deben participar en el proceso de paz si se pretende que ésta sea estable y duradera. De igual modo, para reconstruir el Estado sirio, tendrán que depurarse las responsabilidades por los crímenes cometidos por todos los actores en el conflicto y éste será uno de los puntos más costosos de las negociaciones de paz. Para esta labor, se necesitan líderes comprometidos, dentro y fuera de las fronteras sirias. Las elecciones norteamericanas pueden ser decisivas, pero la experiencia de estos años de guerra nos demuestra que Estados Unidos y Rusia no están siendo capaces de lograr un acuerdo.

Los líderes europeos, concluye Solana, debieran implicarse en el desbloqueo de las negociaciones. Ha sido un error, por parte de los europeos, dejar pasar estos años sin una mayor implicación en unas conversaciones cuyo resultado es tan importante para nuestra seguridad y nuestros intereses, además de una responsabilidad frente a los ciudadanos sirios. La Unión Europea tiene que desplegar ahora toda su capacidad diplomática y humanitaria, con todas las partes implicadas, para poner fin cuanto antes a la violencia y empezar la senda de la reconstrucción de Siria.



Alepo, Siria



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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lunes, 13 de julio de 2015

[Humor & digresión] El logo del PP y los Objetivos del Milenio



Viñeta de Morgan



Los calores de este tórrido verano que nos asola, también aquí, en Gran Canaria, a pesar de la "panza de burro" y los alisios, no animan a las grandilocuentes ensoñaciones pseudoliterarias del autor del blog. Así, pues, un poco de humor, el justo para pasar el día, junto a una pequeña digresión sobre algún acontecimiento de actualidad. Todo ello sin mayores pretensiones.

Las dos de las viñetas que he seleccionado las reproducen hoy, respectivamente, los diarios Canarias7 y La Provincia, ambos de Las Palmas de Gran Canaria. Y ambas tratan sobre un mismo asunto: el nuevo logo del Partido Popular español. No soy publicista ni simpatizante del PP, así que me abstengo de todo comentario, pero no deja de llamarme la atención el desorbirtado interés y cachondeo que el nuevo signo de identidad partidista ha despertado en las redes sociales. En el enlace de más arriba pueden hacerse una ligera idea de la cuestión.

La parte seria de la entrada está dedicada al Informe anual (2015) de Naciones Unidas sobre los Objetivos del Milenio. Se trata de un documento exhaustivo hecho público el día 5 de este mes por Naciones Unidas que el diario El País reproducía hace unos días acompañado de un amplio reportaje sobre el mismo de la periodista Alejandra Agudo en la revista Planeta Futuro que lleva el sugestivo título de "El mundo pasa curso con asignaturas pendientes"

Iniciada la cuenta atrás para la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible —las líneas maestras que guiarán la política internacional de cooperación hasta 2030— el próximo septiembre en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el organismo internacional ha publicado el informe anual de evaluación de los ocho Objetivos del Milenio (ODM) cuyo plazo de cumplimiento termina este 2015. ¿Cuáles se han conseguido?, se pregunta la revista. Pese al optimismo que destila el documento respecto a los avances en la lucha contra la pobreza, la universalización de la educación primaria y la erradicación del hambre, entre otros, los datos confirman que el mundo va a completar ciclo y pasar de curso sin haber aprobado la mayoría de las asignaturas. Pues, aunque se manejan todavía datos de 2011 para medir los avances, las proyecciones de lo conseguido desde entonces hasta la fecha límite de 2015 no apuntan a una mejora drástica de los resultados.

"A pesar de los notables logros, soy profundamente consciente de que las desigualdades persisten y que el progreso ha sido desigual", escribe en este sentido el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, en el prólogo del informe. Y añade con la mente ya en el futuro: Las experiencias y las pruebas de los esfuerzos para alcanzar los ODM han demostrado que sabemos qué hacer. Pero para lograr mayores progresos necesitaremos una voluntad política inquebrantable y un esfuerzo colectivo a largo plazo. Tenemos que enfrentar las raíces de las causas y hacer más por integrar las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible. 

El paradigmático ejemplo de la lucha contra la pobreza y el hambre, reducir a la mitad, entre 1990 y 2015 el porcentaje de personas cuyos ingresos fueran inferiores a 1,25 dólares al día se ha conseguido, celebra el estudio. La proporción de pobres se redujo del 36% en 1990, al 15% en 2011. Y las estimaciones para 2015 recogidas en el informe, auguran que este año la tasa se habrán reducido al 12%, lo que significa que 1.000 millones de seres humanos han "sido rescatados" de la miseria extrema.

Lograr la educación primaria universal, asegurar que, para el año 2015, los niños y las niñas de todo el mundo pudieran terminar un ciclo completo de enseñanza primaria, el mundo se ha quedado muy cerca de conseguir la escolarización total con una tasa de matriculación en el primer ciclo educativo del 97% en los países desarrollados y del 91% en las regiones en desarrollo; 

Sobre la propuesta de promover la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, la mayoría de las regiones ha alcanzado la paridad de género en la enseñanza primaria, pero la disparidad continúa en niveles superiores. Este enunciado del estudio resume la situación de la mujer en el mundo respecto a la educación y el empleo. Mientras que el acceso a la educación casi se ha equiparado con las de los hombres a nivel mundial, el desempleo, el trabajo precario, en el sector agrícola y peor remunerado todavía tienen nombre femenino. A nivel mundial, solo el 50% de mujeres en edad de trabajar forman parte de la fuerza laboral, frente a un 77% de los hombres. Y las que trabajan, perciben de media un 24% menos que ellos por la misma o similar labor. 

La propuesta de reducir la mortalidad infantil al menos en dos terceras partes entre 1990 y 2015 no se ha conseguido a pesar de que las principales causas de mortalidad infantil son prevenibles. Todavía fallecen antes de poder soplar cinco velas 43 niños por cada 1.000 nacidos vivos. Son la mitad que hace un cuarto de siglo, cuando morían 90 por cada 1.000. "Al ritmo del progreso actual, harían falta 10 años más cumplir con el objetivo a nivel mundial", lamentan los autores. 

Mejorar la salud materna es el quinto objetivo del milenio. La meta propuesta era reducir entre 1990 y 2015, la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes; y lograr, para este año, el acceso universal a la salud. Ninguna se ha conseguido. Este es considerado, de hecho, uno de los grandes fracasos de la agenda, pues los resultados se han quedado muy lejos de lo esperado. En 2013, 210 mujeres por cada 1.000 nacidos vivos, morían durante el parto. Es un 45% menos que en 1990, sin embargo, el avance es insuficiente para alcanzar la línea de meta. La disparidad de datos entre regiones es, además, muy pronunciada. Mientras que en los países ricos fallecen 16 mujeres por complicaciones en el parto, en los menos desarrollados el dato se eleva a 230 muertes por cada 1.000 nacimientos, según los datos del informe de evaluación.  
El ODM número 6 era el de combatir el VIH, el paludismo y otras enfermedades. Las nuevas infecciones del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) disminuyeron en aproximadamente un 40% en todo el mundo", pues cayeron de 3,5 millones de nuevos enfermos por el virus en  2000 a 2,1 millones en 2013. Se ha conseguido la meta concerniente al sida —detener y reducir la propagación del sida para 2015— aunque se estima que 35 millones de personas todavía vivían con VIH en el mundo en 2013. En cuanto a la malaria: El objetivo mundial de los ODM se ha alcanzado". Según los datos de la ONU, entre 2000 y 2015, la tasa de incidencia mundial cayó un 37% y la de mortalidad por esta enfermedad disminuyó un 58%. Estos avances en la lucha contra el paludismo se deben, en gran medida, a que se ha multiplicado por 10 el financiamiento internacional desde el año 2000. "Sin embargo, el paludismo continúa siendo un importante desafío para la salud pública, con unos 214 millones de casos y 472.000 muertes —el 80% en 17 países, la mayoría de África— en todo el mundo en 2015. También en la batalla contra la tubercolusis, los humanos van ganando poco a poco al bacilo. La tasa de mortalidad disminuyó un 45% entre 1990 y 2013, año en el que fallecieron a causa de esta enfermedad 1,4 millones de personas. Al mismo tiempo, indican los autores, 11 millones de personas vivían con la enfermedad, lo que representa un descenso de 41% en la prevalencia desde 1990.

Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente era el objetivo número 7. La vaguedad en los enunciados de las metas concernientes a la preservación del medio ambiente que componen este objetivo hace extremadamente difícil medir si se han logrado o no. Aunque los expertos han coincidido en señalar que esta es una de las grandes asignaturas pendientes para la próxima agenda de desarrollo. Se ha desacelerado la deforestación, pero la pérdida de zonas forestales todavía perjudica las especies y los medios de vida de millones de personas. Y, lejos de frenar aquellas prácticas que ponen en riesgo al planeta, las emisiones de dióxido de carbono han aumentado en más de 50% desde 1990 en todo el mundo. El objetivo relativo al acceso a fuentes de agua potables "se ha logrado cinco años antes de lo programado", alardea la ONU. No así el concerniente a los sistemas de saneamiento. En detalle, la proporción de población con acceso a una fuente mejorada de agua potable aumentó del 76% al 91% en 2010. No hay estadística, sin embargo, que sostenga que se ha logrado la meta respecto a los sistemas de saneamiento. La proporción de la población que usa instalaciones sanitarias mejoradas ha aumentado apenas 14 puntos, pasando de 54% en 1990 a 68% en 2015. Esto significa basicamente que en ese período, 2.100 millones disponen ahora de un retrete. Sin embargo, todavía 2.400 millones no tienen uno, y 946 millones se ven obligados a defecar al aire libre.

Fomentar una alianza mundial para el desarrollo, una formulación genérica, este objetivo es inmensurable. Los evaluadores subrayan, no obstante, que la asistencia oficial para el desarrollo proveniente de los países desarrollados aumentó en un 66% en términos reales entre los años 2000 y 2014. Sin embargo, se dice en el Informe, después de alcanzar su punto máximo en 2013, la ayuda de los miembros del Comité de Ayuda al Desarrollo totalizó 135.200 millones de dólares en 2014, marcando un leve descenso de 0,5% en términos reales", abundan los autores en la cuestión.

Para no reproducir los mismos errores, principalmente de imprecisión, en este apartado en la próxima agenda de desarrollo después de 2015, el próximo 13 de julio comienza la Tercera Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo en Addis Abeba y en la que se debatirá sobre los mecanismos económicos para segurar que se cumplen los próximos (y ambiciosos) Objetivos de Desarrollo Sostenible. Conscientes de las limitaciones que supone la carencia de datos para poder hacer seguimiento de los ODM, y que han provocado no pocas criticas respecto a la fiabilidad de las estadísticas en las que se basan las afirmaciones de la ONU respecto a los progresos conseguidos, el informe de 2015 dedica todo un capítulo a este asunto.

Un estudio del Banco Mundial muestra que aproximadamente la mitad de un conjunto de 155 países no dispone de datos adecuados para monitorear la pobreza, y como resultado, las personas más pobres en estos países muchas veces permanecen imperceptibles, reconoce la ONU en su estudio. Se requiere, continúa señalando el Informe, una revolución de los datos que mejore la disponibilidad, calidad, oportunidad y nivel de detalle de los mismos para apoyar la implementación de la nueva agenda para el desarrollo a todos los niveles.

Les animo a una lectura por sumaria que sea del citado Informe. Y por pequeña que resulte la aportación a esos Objetivos que cada uno de nosotros podamos realizar, la suma de todos ellos puede acercarnos a ese ideal de vivir y compartir, entre todos, sino el mejor de los mundos, sí el mejor de los mundos posibles.

Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt




Viñeta de Padylla



Entrada núm. 2365
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

jueves, 22 de agosto de 2013

Sahara Occidental: Un conflicto sin fin y sin ningún responsable





Canarias y el Sahara Occidental



El interminable contencioso jurídico-político sobre el Sahara Occidental se vive en Canarias con una especial intensidad emocional. No en vano, el Sahara Occidental ha constituido al menos durante cinco siglos el "hinterland" natural de las islas Canarias, y sus aguas y costas caladero y refugio de sus pescadores, por citar sólo una de las múltiples actividades que histórica, cultural y económicamente vinculan Canarias con el Sahara Occidental. Una mejor y más inteligente administración del territorio podría haberlo convertido en una única entidad jurídico-política, junto con Canarias, dentro del Estado español, pero eso es ya ciencia-ficción política y no vale la pena entretenerse en ello. Sólo lo dejo expuesto como algo que pudo ser y no fue, y que curiosamente, al menos para mí, únicamente reivindica algun grupúsculo independentista que promueve la africanidad "política" (la geográfica no es discutible, pues basta con mirar un mapa) de Canarias.

El fracaso del mediador y enviado especial del Secretario General de Naciones Unidas para el Sahara Occidental, el diplomático holandés Peter Van Walsum, del que se cumplen en estas fechas cinco años, estaba cantado desde hacía tiempo. El periodista Ignacio Cembrero lo había hecho explícito en El País del 28 de agosto de 2008 en un artículo titulado "La ONU prescinde del enviado para el Sáhara Occidental", en el que hablaba del desencuentro cada vez más acentuado entre Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas, y el señor Van Walsum, que habían llevado al primero a no renovarle en el cargo de enviado especial. En el mismo número del diario, se publicaba también el documento que el hasta ahora enviado especial de Naciones Unidas para el Sahara Occidental, Peter Van Walsum: "El largo y complejo problema del Sáhara", había hecho público exponiendo las razones de su fracaso mediador y las responsabilidades que en ese fracaso han tenido y tienen los actores del contencioso sobre el Sahara Occidental: Marruecos, el Frente Polisario, Naciones Unidas, y España, a la que acusaba, en su entrevista a El País del día 8 de agosto, de mentir a su "sociedad civil" sobre la realidad del problema del Sahara Occidental.

Este comentario no es un ensayo jurídico-político. Son, exclusivamente, mis reflexiones como ciudadano español sobre un asunto que me preocupa sobremanera. Dicho ésto, y aunque se que voy contracorriente entre la opinión pública canaria y española, pienso que el señor Peter Van Walsum tiene toda la razón en lo que dice: que el conflicto es insoluble porque ninguna de las partes interesadas tiene el "menor interés" en que se resuelva.

Para mí, y comienzo con el reparto de responsabilidades a las que aludía al comienzo de este comentario, la primera responsable del actual conflicto fue España, o para ser más concreto, el gobierno de Carlos Arias Navarro, que delegó la administración del territorio en 1976 en manos de Marruecos y de Mauritania sin base jurídica alguna para ello. Como en Guinea Ecuatorial, en 1968, el gobierno engañó a españoles y saharauis haciéndoles creer a ambos que eran ciudadanos iguales de un mismo Estado. Estaba claro que no era así, que el Sahara, como antes Guinea Ecuatorial e Ifni, no eran ni habían sido nunca "provincias" españolas. Eran meras colonias, y sus ciudadanos, ciudadanos españoles de segunda categoría, meramente nominales, aunque a decir verdad, ciudadanos de segunda éramos todos los españoles en esa época.

Respecto al pueblo saharaui, por el que siento un auténtico respeto y admiración, pienso que el monopolio de su representación política por parte del Frente Polisario no es precisamente garantía de un futuro democrático, libre y pacífico. El Frente Polisario se ha hecho con la representación única y exclusiva del pueblo saharaui cuando en realidad no es más que un movimiento político, no "el pueblo saharaui".

Respecto de Marruecos, una monarquía feudal, donde las libertades reales brillan por su ausencia aunque ha habido progresos indudables, pienso que se equivoca no admitiendo la posibilidad del referéndum auspiciado por Naciones Unidas. Y lo pienso, precisamente, por las mismas razones que critico al Frente Polisario, por confundir un grupo político con un pueblo entero. Es posible que los primeros sorprendidos por el resultado de un hipotético referéndum de autodeterminación fueran los que lo promueven.

Mi crítica a Naciones Unidas es un reflejo fiel de las reflexiones mismas del señor Van Walsum, así que les ahorro la exposición de las mismas. Les recomiendo su lectura. Estoy seguro que algo comprenderán de las sinrazones de unos y otros para eternizar un conflicto que debería estar resuelto hace mucho tiempo. En todo casa, quiero dejar clara mi apuesta de futuro por un Sahara libre, pacífico y democrático.

Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates: "Ιωμεν", vámonos. Tamaragua, amigos. HArendt




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El diplomático Peter Van Walsum



"El largo y complejo problema del Sáhara", por Peter Van Walsum
El País, 28/08/08

Si el Polisario sigue exigiendo un referéndum para la independencia, Marruecos lo rechazará de nuevo y el Consejo de Seguridad insistirá en alcanzar una solución consensuada. Y nada cambiará.

Escribo esta tribuna como antiguo enviado personal del secretario general de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental. Fui nombrado inicialmente por Kofi Annan en agosto de 2005, y la quinta prórroga semianual de mi nombramiento expiró el pasado 21 de agosto. La razón por la que escribo hoy es que me gustaría aprovechar el breve interludio entre el periodo en el que he tenido que contenerme a la hora de expresar mis opiniones personales porque era el enviado personal del secretario general y el momento, muy próximo, en el que mis opiniones personales ya no interesarán a nadie porque ya no soy el enviado personal del secretario general.

En vista de los 33 años que ha durado el contencioso sobre el Sáhara Occidental, en ocasiones caigo en la tentación de pensar que no he logrado encontrarle una solución porque es un problema insoluble. Si me resisto a esa tentación es porque continúo creyendo que con voluntad política sí podría resolverse.

Mi análisis no ha cambiado desde que presenté mi primer informe oral ante el Consejo de Seguridad en enero de 2006. Pensaba que los dos componentes principales que propiciaban el punto muerto al que se había llegado eran la decisión tomada por Marruecos en abril de 2004 de no aceptar ningún referéndum que planteara una posible independencia, y la inquebrantable convicción del Consejo de Seguridad, en el sentido de que el problema del Sáhara Occidental debía resolverse gracias a una solución consensuada. Yo me centré en este último componente, porque, como apunté entonces, si el Consejo hubiera estado dispuesto a imponer una solución, mi análisis habría sido muy diferente. En realidad, la necesidad de llegar a una solución consensuada tenía que ser el punto de partida de todo análisis.

Esto me llevó a la conclusión de que sólo había dos opciones: que se prolongara indefinidamente el punto muerto actual o que se iniciaran negociaciones directas entre las partes. En dichas negociaciones habría que embarcarse sin condiciones previas, y yo reconocía que lo más realista era pronosticar que, mientras Marruecos ocupara gran parte del territorio y el Consejo de Seguridad no estuviera dispuesto a presionarle, el resultado no llegaría a ser un Sáhara Occidental independiente.

La conclusión fue criticada por quienes pensaban que no era ético esperar que el Polisario aceptara la realidad política simplemente porque Marruecos y el Consejo de Seguridad no respetaban la legalidad internacional expresada en la resolución 1514 (sobre descolonización y autodeterminación), tomada por la Asamblea General en 1960, y en la opinión consultiva de 1975 de la Corte Internacional de Justicia (sobre la ausencia de vínculos precoloniales entre Marruecos y el Sáhara Occidental que pudieran afectar a la aplicación de dicha resolución). No eran éstas críticas que un mediador pudiera limitarse a pasar por alto, pero yo tenía la sensación de que había que ponerlas en la balanza con el riesgo de dar falsas esperanzas al Polisario, animándole a no tener en cuenta algo indiscutible, que desde el inicio del contencioso en 1975, el Consejo de Seguridad siempre había dejado claro que sólo podría tolerar una solución consensuada.

Por desgracia, lo que los partidarios del Polisario le prodigaron generosamente fue precisamente esa clase de ánimo. Insistían en que tarde o temprano el Consejo reconocería que había que respetar la legalidad internacional y obligaría a Marruecos a aceptar un referéndum que diera como opción la independencia.

La razón por la que no creo que esto vaya a ocurrir es que la legalidad internacional no es lo mismo que el derecho internacional. Evidentemente, el Consejo de Seguridad tiene que acatar el derecho internacional, pero también tiene que tener en cuenta la realidad política. Tanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad y la Corte Internacional de Justicia son órganos principales de las Naciones Unidas. No se rigen por un orden jerárquico, sino que cada uno tiene sus propios poderes, descritos en la Carta de las Naciones Unidas y en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. En el Artículo 24 de dicha Carta, los Estados miembros confieren al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales. Para cumplir con ella, el Consejo no tiene más remedio que tener en cuenta la realidad política. Si lo hace así, actúa dentro de los límites que para sus poderes determina la Carta de las Naciones Unidas y se atiene, por tanto, al derecho internacional.

El Consejo no suele debatir los factores políticos que tiene en consideración cada uno de los Estados miembros, de manera que su peso relativo en la génesis de una resolución nunca se sabe, ni siquiera lo conocen los propios miembros del Consejo. Los potenciales factores políticos pueden ser, por ejemplo, el miedo al efecto desestabilizador de una acción coactiva, la seguridad de que reparar una injusticia 33 años después pueda reportar nuevas injusticias, o la renuencia a contribuir a la posible creación de otro Estado fallido.

Cuando se enfrenta a un contencioso, el Consejo decide por sí solo si se va a atener al Capítulo VI (arreglo pacífico de controversias) o al Capítulo VII (posible uso de la fuerza en caso de amenazas a la paz o actos de agresión), y sus decisiones no pueden ser invalidadas por ningún otro órgano. No hay nada en el derecho internacional que obligue al Consejo de Seguridad a utilizar todos los poderes que tiene a su disposición para poner en práctica las resoluciones de la Asamblea General o las opiniones consultivas de la Corte Internacional de Justicia.

Ésta es la razón por la que las críticas a la falta de respeto del Consejo a la legalidad internacional han tenido siempre tan pocas consecuencias. Entre los Estados miembros del Consejo que con más decisión insisten en que sólo puede haber una solución consensuada para el problema del Sáhara Occidental, nunca me he topado con ninguno que pensara que esta insistencia pudiera, por tanto, vulnerar el derecho internacional. Todo esto no significa que en el Consejo no haya a quien le preocupe que se continúe en punto muerto. Sin embargo, sí está aumentando la sensación de que la insistencia del Polisario en la independencia total del Sáhara Occidental tiene la consecuencia no deseada de agravar el bloqueo y de perpetuar el statu quo.

Hay una salida, pero es muy laboriosa, y conllevaría el mantenimiento de difíciles y auténticas negociaciones. Si el Polisario pudiera contemplar una hipotética solución negociada que no fuera la independencia total, contaría inmediatamente con un abrumador apoyo internacional para su lógica insistencia en la plasmación de garantías sólidas, avaladas internacionalmente, de que en el futuro no se revoque el acuerdo constitucional pactado o de que, aduciendo razones de seguridad nacional, no se vayan socavando gradualmente derechos civiles como la libertad de expresión. Si en algún momento futuro el Polisario está dispuesto a examinar esta posibilidad, espero que no se limite a introducir enmiendas en la propuesta marroquí, sino que presente su propia propuesta global de autonomía.

No espero que el Polisario dé ese paso en un futuro previsible. Nada cambiará por el momento: el Polisario seguirá exigiendo un referéndum que plantee la opción independentista, Marruecos continuará rechazándolo y el Consejo de Seguridad seguirá insistiendo en alcanzar una solución consensuada. Entretanto, la comunidad internacional continuará acostumbrándose al statu quo. 




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"La ONU prescinde del enviado para el Sáhara Occidental", por Ignacio Cembrero"
El País, 28/08/08


El Polisario exige a Ban Ki-moon la salida de Van Walsum. El secretario general de la ONU y su enviado personal para el Sáhara Occidental acaban de divorciar. Ban Ki-moon no ha prorrogado el mandato, que expiraba este mes y se renueva automáticamente, del diplomático holandés Peter Van Walsum para buscar una solución al contencioso que enfrenta desde hace 33 años a Marruecos y al Frente Polisario por la ex colonia española.

Naciones Unidas ha guardado en secreto la no renovación del mandato, pero Van Walsum, de 74 años, ha decidido anticiparse a la divulgación de su marcha en una tribuna que hoy publica EL PAÍS. En ella se describe ya a sí mismo como el antiguo enviado personal y explica a fondo su visión del conflicto.

La salida de Van Walsum vuelve a colocar el contencioso del Sáhara en un callejón sin salida. Su perpetuación es un factor de inestabilidad para el Magreb que perjudica no solo a los países norteafricanos sino a sus vecinos de Europa del sur.

El predecesor de Van Walsum, el estadounidense James Baker, dimitió en junio de 2004 al constatar la imposibilidad de aplicar su plan para el Sáhara, pese a haber sido aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad de la ONU porque Rabat rechazaba celebrar un referendo que contemple la independencia. El entonces ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, atribuyó la renuncia de Baker "a la tenacidad de la diplomacia de Marruecos".

Van Walsum deja, en cambio, el cargo porque se ha enemistado con el Frente Polisario. Su líder, Mohamed Abdelaziz, envió el 8 de agosto una carta a Ban Ki-moon en la que asegura que su enviado personal "se ha descalificado" al adoptar una posición promarroquí. "Confío en que usted sabrá tomar las decisiones que se imponen", concluía.

El enviado personal se convirtió en blanco de los independentistas saharauis tras afirmar en abril, en una reunión a puerta cerrada con el Consejo de Seguridad, que la independencia del Sáhara era "inalcanzable". Lo repitió el 8 de agosto en una entrevista con EL PAÍS.

Varios responsables del Polisario arremetieron contra él a finales de la primavera, pero Van Walsum respondió que sólo pondría su cargo a disposición del secretario general si el movimiento saharaui se lo pedía formalmente a Ban Ki-moon y no a través de la prensa. Abdelaziz lo hizo por escrito hace 20 días.

EE UU, Francia, España y también Marruecos brindaron, en cambio, su respaldo al enviado personal. El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, lo hizo, por última vez, el 4 de agosto tras entrevistarse en Tánger con su homólogo marroquí Taieb Fassi-Fihri.

Pese a ser tachado de promarroquí, Van Walsum es el único representante del secretario general que se ha atrevido a sostener que la legalidad internacional está del lado del Polisario, pero que el Consejo de Seguridad no iba a utilizar sus poderes para imponérsela a Marruecos. De ahí la imposibilidad de que el Sáhara sea algún día independiente, según él.

Van Walsum ha tenido también desavenencias con Ban Ki-moon que le nombró hace más de tres años. Éste, en contra de la costumbre, rehusó incluir en abril, en su último informe sobre el Sáhara, las observaciones de su enviado personal por considerar que podían perjudicar el proceso negociador, según fuentes de la secretaría general. Desde hace más de cuatro meses Ban Ki-moon y Van Walsum no habían tenido ningún contacto, pero el enviado personal se niega a aclarar cual fue su relación con su jefe.

Desde junio de 2007 se han celebrado en Manhasset, en unas dependencias de la ONU situadas en un suburbio de Nueva York, cuatro rondas negociadoras, presididas por Van Walsum, entre Marruecos y el Polisario. No dieron ningún resultado porque Rabat se empeñaba en discutir de su oferta de autonomía para el territorio mientras que los saharauis insistían en celebrar un referendo que contemple la independencia.

Las dos partes habían apalabrado mantener este otoño una quinta ronda, pero sin cerrar una fecha. La marcha de Van Walsum hará imposible esa cita. El proceso de paz, ya de por sí estancado, queda de nuevo totalmente paralizado.

Ban Ki-moon deberá ahora buscar un sustituto a Van Walsum al que tardó más de un año en nombrar tras la dimisión de James Baker. La tarea no es fácil porque debe contar con el beneplácito del grupo de países que siguen de cerca la situación en el Sáhara. No hay además muchas personalidades con prestigio dispuestas a desempeñar esa misión casi imposible. Cuando se conocieron, en 2005, Baker manifestó a Van Walsum su sorpresa porque hubiera aceptado el puesto. 




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Entrevista al diplomático de Naciones Unidas Peter Van Walsum: "El conflicto de la ex colonia española. La sociedad española da "falsas esperanzas", por Ignacio Cembrero
El País, 08/08/08

"El Polisario tiene la legalidad internacional de su lado; ahora bien, el Consejo de Seguridad no está dispuesto a ejercer sus poderes, en función del Capítulo VII de la Carta de la ONU, y a imponerla". Peter van Walsum, el enviado para el Sáhara Occidental del secretario general de la ONU, pronuncia sin reparos esta frase. El Capítulo VII prevé el uso de la fuerza en caso de quebrantamiento de la paz o actos de agresión.

"Tenemos, por un lado, al Tribunal Internacional de Justicia, que en 1975 señaló que el conflicto del Sáhara Occidental es una cuestión de descolonización que debe ser resuelta mediante un referéndum y, por otro, al Consejo de Seguridad, que ostenta el poder de organizar ese referéndum pero no lo hace porque rehúsa imponer una solución", constata Van Walsum.

El Consejo de Seguridad "debe respetar la legalidad internacional, pero también tener en cuenta la realidad política sobre el terreno", que está en manos de Marruecos, prosigue. "Treinta años de argumentos legales de peso del Polisario no produjeron resultado alguno". De ahí la necesidad de buscar una solución consensuada inspirada en la realidad sobre el terreno.

Indonesia ocupó 24 años Timor Oriental, que, finalmente, accedió a la independencia. ¿No puede suceder lo mismo en el Sáhara? "Es moralmente satisfactorio brindar un apoyo incondicional a los que están en su derecho, pero debe tenerse en cuenta el riesgo de crear falsas esperanzas y prolongar la agonía" de los refugiados, contesta Van Walsum.

El enviado de Ban Ki-moon sospecha que éste es el error en el que cae buena parte de la sociedad civil española que, según él, "tiende a apoyar la política del Polisario". "A aquellos españoles que se preocupan de corazón por el bienestar de los saharauis les aconsejo que se pregunten si actúan correctamente animando al Polisario a apostar a toda costa por la plena independencia".

¿Y si el Polisario retomase las armas, como amenaza? "Basándose en la historia del conflicto, no creo que incite así al Consejo de Seguridad a imponer una solución", responde Van Walsum. "Creo que la violencia no desembocaría en un Sáhara independiente". 







Entrada núm. 1944
Reedición de la entrada de fecha 30/8/2008
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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)