domingo, 2 de abril de 2017

[Política] XII Legislatura de las Cortes Generales. Abril, 2017 (I)







Las Cortes Generales representan al pueblo español y están conformadas por el Congreso de los Diputados y el Senadoejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuye la Constitución (Art. 66).

En los Diarios de Sesiones de las Cámaras se reflejan literalmente los debates habidos en los plenos y las comisiones respectivas y las resoluciones adoptadas en cada una de ellas. Los demás documentos parlamentarios: proyectos de ley, proposiciones de ley, interpelaciones, mociones, preguntas, y el resto de la actividad parlamentaria, se recogen en los Boletines Oficiales del Congreso de los Diputados y del Senado. 

La información parlamentaria se estructura en la siguiente forma:


A. Congreso de los Diputados


1. Boletines Oficiales:

Serie A: Proyectos de Ley
Serie B: Proposiciones de ley
Serie C: Tratados y Convenios Internacionales
Serie D: General

2. Diarios de Sesiones:

Pleno y Diputación Permanente
Comisiones
Comisiones de Investigación

B. Senado


1. Boletines Oficiales:

Apartado I: Iniciativas legislativas
Apartado II: Mociones
Apartado III: Autorizaciones
Apartado IV: Otras actividades parlamentarias
Apartado V: Normas sobre asuntos parlamentarios
Apartado VI: Administración del Senado

2. Diarios de Sesiones:

Pleno
Diputación Permanente
Comisiones
Comisiones conjuntas

C. Cortes Generales (Reunión conjunta de ambas Cámaras)


1. Boletines Oficiales:

Serie A: Actividades Parlamentarias
Serie B: Régimen Interior

2. Diarios de Sesiones:

Comisiones Mixtas
Sesiones Conjuntas

Desde este enlace pueden acceder a toda la información parlamentaria de la presente legislatura. Les recomiendo los enlaces a los Diarios de Sesiones de los plenos de ambas cámaras y de sus comisiones así como a los que recogen los proyectos de ley gubernamentales y las proposiciones de ley de los grupos parlamentarios.


Y desde estos otros a las páginas oficiales, actualizadas diariamente, de:

Casa de S.M. el Rey

Presidencia del Gobierno
Tribunal Constitucional
Tribunal Supremo/Consejo General del Poder Judicial
Consejo de Estado
Boletín Oficial del Estado

Parlamento europeo

Consejo Europeo/Consejo de la Unión Europea
Comisión Europea
Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Diario Oficial de la Unión Europea

Entre la documentación de la pasada semana me permito recomendarles por su especial interés el Diario de sesiones de la Comisión para la auditoría de la calidad democrática, la lucha contra la corrupción y las reformas institucionales y legales, celebrada el miércoles, 22 de marzo de 2017; el de la Comisión Mixta Congreso-Senado de Relaciones con el Defensor del Pueblo, celebrada el martes, 21 de marzo de 2017, con la presentación y debate del Informe anual 2016 del Defensor del Pueblo a las Cortes Generales; y por último el de la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado con el debate monográfico sobre la Educación y la intervención del ministro de Educación, Cultura y Deportes. 






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Tribuna de prensa] Lo mejor de la semana. Abril, 2017 (I)





Desde los enlaces de más adelante pueden acceder a los artículos más relevantes de la semana seleccionados por Der Spiegel, El PaísEsGlobal, Le MondePolítica Exterior, The New York TimesThe Washington PostRevista de LibrosLetras LibresClaves de Razón PrácticaJot Down y Real Instituto Elcano.


Desde estos otros a los especiales de El País sobre Lo que pensamos de EuropaLas reformas que necesita España y 2016, resumen de un mal año, y al Informe España en el mundo, 2017, del Real Instituto Elcano.

Y desde los de más abajo pueden hacerlo a los artículos de opinión seleccionados por mí durante la semana, que voy subiendo diariamente al blog y que permanecen publicados en él un máximo de 24 horas. 

Cansancio, por Leila Guerriero
Hacia atrás, por Víctor Lapuente Giné
Una intolerancia antigua, por Francesc de Carreras
Con Putin, la barbarie regresa a Rusia, por José Andrés Rojo
Un Brexit mortal, por David Mathieson
El futuro de Podemos, por Jorge M. Reverte
Cataluña, el diálogo imposible, por Antonio Elorza
La patología del odio, por Adela Cortina
La tarde triste de Europa, por José Ignacio Torreblanca
La demanda populista, por Sandra León
Liderazgo contracíclico, por Fernando Vallespín
Bruselas vaticana, por Máriam Martínez-Bascuñán
Moderno, por Fernando Savater
Victoria, por Julio Llamazares
Un chiste tonto del 73, por Elvira Lindo
Así es, por Félix de Azúa



Como decía Hannah Arendt, espero que les inviten a pensar para comprender y comprender para actuar. La vida, a fin de cuentas, no va de otra cosa que de eso. Se los recomiendo encarecidamente. 

Para terminar, les dejo con los reportajes de El País con las mejores imágenes del 2016, las treinta fotos más representativas de los 40 años de vida del periódico, y las fotos ganadoras del World Press Photo 2017. Y como siempre, las mejores fotos de la semana que termina. 




Tensión militar en Avdinnvka, Ucrania


Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



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[Humor en cápsulas] Para hoy domingo, 2 de abril de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy, con Morgan en Canarias7; Idígoras y Pachi en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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sábado, 1 de abril de 2017

[A vuelapluma] Calidad democrática





Quejarnos de la mala calidad de nuestras democracias liberales se ha convertido en una especie de deporte nacional, pero ni de la clase política ni de los ciudadanos de a pie surgen propuestas realistas de solución, o al menos que sirvan para reparar la confianza en las instituciones de las mismas. 

Democracia, ¿para qué? El profesor de la Universidad de Barcelona Félix Ovejero afirmaba hace unos días en un artículo que peligra el vínculo entre elecciones y calidad democrática. Que el sistema no es sensible al cambio; que tampoco hay demanda ciudadana ni oferta política. Y que los votantes, humanos a fin de cuentas, somos animales de senda y detestamos las novedades

Lo dijo John Adams, comienza escribiendo: “Delegar el poder de la mayoría en unos pocos entre los más sabios y los más buenos”. Lo repitió Madison: “Conseguir como gobernantes a los hombres que posean mayor sabiduría para discernir y más virtud para procurar el bien público”. Y Jefferson: “Permitir que los aristócratas naturales gobernaran de manera más eficiente posible”. Los votos de ciudadanos ignorantes y sin virtud cívica escogerían a los mejores, a los sabios y santos.

Si levantaran la cabeza, sigue diciendo, los fundadores se lo pensarían antes de repetir que nuestras democracias —ellos dirían Repúblicas—, difíciles de defender desde la participación y la igualdad de los ciudadanos, se justifican porque identifican a los mejores. Una idea que suena disparatada: que los que no saben puedan escoger a los que saben. Raro, pero no imposible: el mercado, en sus mejores horas, infrecuentes, funciona de esa manera. Yo, y otros como yo, incapaces de freír un huevo, al elegir restaurante penalizamos al mal cocinero y premiamos al bueno.

Desgraciadamente, añade, la política no es como el mercado. Bueno, sí, es como el mercado que no funciona, como el mercado con información asimétrica, cuando uno no sabe lo que adquiere, cuando elige a ciegas y le venden la mula ciega. Siempre se vota a tientas. Entre las circunstancias que concurren en ello hay una inexorable: la política está orientada hacia un futuro incierto por definición. No hay manera de especificar hoy en un contrato soluciones a retos que descubriremos mañana. Lo de “cumplir el programa” aguanta, si acaso, un rato, porque no puede ser de otro modo. Y las cosas no mejoran informativamente, si tenemos en cuenta que los votantes tenemos limitadas capacidades cognitivas, memoria endeble y que, al decidir, nos fiamos antes del envoltorio que del contenido: quienes votan contra “rehabilitar drogadictos” están a favor “tratar la adicción a las drogas” y quienes desprecian el “cambio climático” son partidarios de combatir el “calentamiento global”.

Resulta discutible el potencial de las democracias para abordar retos sin rentabilidad electoral inmediata, al menos los importantes, señala. Ningún alcalde reformará su ciudad si las obras duran más que el ciclo electoral. Se imponen el corto plazo, la velocidad para renovar las broncas y la pirotecnia. El alcalde preferirá hablar de las plagas del mundo y proclamará el veganismo de su ciudad: el mundo intacto, la culpa de los otros y el lustre moral asegurado. La verdad no importa. Nadie espera a comprobar si el corrupto lo es, mientras exista un titular que arrojar a las redes. Lo importante es ganar la mano. Aunque no se sepa muy bien qué decir sobre el fracking o la reproducción asistida, hay un algoritmo infalible: apostar en contra de la opinión del contrario. Más tarde ya se encontrarán intelectuales públicos dispuestos a sacrificar el conocimiento consolidado (lo han denunciado en economía Cahuc y Zylberberg en Le négationnisme économique).

No es nuevo, dice. Es la lógica electoral de las democracias. Lo nuevo son las redes sociales, que amplifican las resonancias. Cuando el titular desplaza al argumento, los 140 caracteres son alivio, antes que limitación, como sucedía con el etcétera en la magistral apreciación de Jardiel Poncela: “El descanso de los sabios y la excusa de los ignorantes”.

Perpetuas elecciones, problemas en espera y la vida cívica falsamente encanallada, comenta. El único horizonte es la próxima campaña electoral y siempre hay alguna. En realidad, las elecciones degradan el debate democrático. Un debate, no se olvide, ya de por sí reducido a unos pocos con suficientes recursos para superar las costosas barreras de entrada del mercado político, para financiar campañas y tecnologías que permiten modular un relato (una mentira) a medida de cada cual, para que solo escuche lo que quiere escuchar, esto es, para que ignore casi todo lo demás: esos 250 millones de perfiles personalizados que, Big Data mediante, permitieron a Trump ganar. Naturalmente, con esas reglas, se refuerza lo de siempre, la voz de los ricos (Gilens, Affluence and Influence).

En esas circunstancias peligra, continúa diciendo, el vínculo entre elecciones y calidad democrática. Incluso peor: las elecciones resultan vivero de las patologías. He dicho elecciones, no representación ni participación. El aviso, obligatorio en nuestros tiempos, resultaría innecesario para los clásicos, los Rousseau o los Montesquieu, para quienes las elecciones poco tenían que ver con la democracia, según nos recordó Manin en Los principios del gobierno representativo. Para ellos, el sorteo aseguraba una mejor representación. Las elecciones, si acaso, servirían para detectar aristocracias naturales, a los mejores. Pues eso. Que no.

La pregunta, afirma, es si debemos revisar los diseños institucionales que hasta ahora nos han servido, no me atrevo a decir si para bien o para mal, visto lo visto y a la espera de lo que nos queda por ver. Ese es el diagnóstico de solventes reflexiones académicas que divulga eficazmente Van Reybrouck en Contra las elecciones. Se buscaría recoger el componente de racionalidad deliberativa del ideal parlamentario, aliviando las patologías asociadas a la competencia electoral y a los sesgos derivados de una representación que ignora los problemas y las propuestas de muchos ciudadanos. En esencia, proponen aligerar la presencia de los partidos en competencia electoral e incorporar mecanismos de participación, deliberación, mérito, asesoramiento experto y… sorteo. Sí, sorteo, el más clásico de los procedimientos democráticos. Sus virtudes, vistas las disfunciones de nuestras democracias, no son desdeñables: permite la representación de minorías (y de mayorías desatendidas, esas García que nunca asoman en los parlamentos señoreados por élites nacionalistas) sin la ortopedia antidemocrática de los cupos; disuelve las barreras de ingreso en la participación; elimina los encanallamientos partidistas, el griterío gestero de las falsas discrepancias; socava la corrupción asociada al coste de las campañas; acaba con la instrumentalización de instituciones (justicia, organismos supervisores) sometidas a la partitocracia. Por supuesto, el sorteo también tiene problemas, que invitan a administrarlo en dosis y en formas híbridas.

Por supuesto, concluye diciendo, esas innovaciones no prosperarán. La nueva política no va de eso. Es la vieja más adanismo moral, un vacuo fariseísmo en sentido ferlosiano: nutre su santidad con el plato único de la perfidia ajena. Aunque solo sea por eso, casi resulta preferible la vieja, cuando no la arcaica. Pero tampoco. Porque el problema es más básico. El sistema no es sensible al cambio. No hay demanda ciudadana ni oferta política. Los votantes, humanos, somos animales de senda y detestamos las novedades. Y los partidos, obviamente, no quieren suicidarse. El diseño de incentivos para la renovación de las democracias solo es comparable al que en Estados Unidos tenían las ambulancias cuando eran gestionadas por funerarias. Mala cosa, dada la naturaleza del enfermo.






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El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy, con Morgan en Canarias7; Idígoras y Pachi en El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, y Ros en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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viernes, 31 de marzo de 2017

[Píldoras literarias] Hoy, con "Adán y Eva", de Marco Denevi





La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial. 

Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos. 


Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación? Ustedes deciden. 

Continúo hoy la serie Píldoras literarias con el relato titulado Adán y Eva,  de Marco Denevi (1922-1998), escritor y dramaturgo argentino. Denevi irrumpió en el mundo literario con más de treinta años con su novela Rosaura a las diez, que se convierte de inmediato en un gran éxito y que más tarde sería llevada al cine. También incursiona en el mundo del teatro, pero es como cuentista, cuando en 1960 obtiene el premio de la revista "Life en español" por su relato Ceremonia secreta, cuando alcanza mayor fama. Sus personajes bordean lo estrafalario, y en sus relatos predominan la ambigüedad, la intriga y el humor negro. Practicó el periodismo político, fue presidente honorario del Consejo de Ciudadanos, y miembro de la Academia Argentina de Letras. 

Su relato, incluido en la obra Parque de diversiones (1970), tiene diecisiete palabras y dice así: 


ADÁN Y EVA 

Recordando lo que él hizo 
con el amor de Dios, Adán 
siempre recelará del amor de Eva.



Adán y Eva (1507), por Alberto Durero. M. del Prado, Madrid


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[Humor en cápsulas] Para hoy viernes, 31 de marzo de 2017





El Diccionario de la lengua española define humorismo como el modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios. Yo no soy humorista, así que me quedo con la primera acepción, y en la medida de lo posible iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos. Las de hoy, con Morgan en Canarias7; Gallego y Rey y Ricardo El Mundo; El Roto, Forges, Peridis, Ros y Sciammarella en El País; y Montecruz y Padylla en La Provincia-Diario de Las Palmas. Disfruten de ellas. 





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