La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la ficción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial.
Continúo hoy la serie de Píldoras literarias con el relato de Martin Buber (1878-1965), titulado "El Descuido". Buber fue un filósofo y escritor judío austríaco-israelí conocido por su filosofía de diálogo y por sus obras de carácter existencialista. Sionista cultural, anarquista filosófico, existencialista y partidario de "una tierra para dos pueblos" buscando el diálogo entre judíos y árabes en Palestina. Estudió en la Universidad de Viena, y en 1898 se unió al movimiento sionista, participando en diversos congresos. En 1901 empezó a editar la revista "Die Welt" (El Mundo), pero a Theodor Herzl no le agradaban para nada las ideas políticas y sociales de Buber, por lo que tuvo que abandonarla. Desde 1904 se dedicó plenamente al estudio y a la escritura, sobre todo textos místicos. Durante la Primera Guerra Mundial, ayudó a establecer la Comisión Nacional Judía para mejorar la condición de los judíos que vivían en la Europa del Este, y en 1916 fundó el periódico: Der Jude ("El Judío"). Entre 1923 y 1933 fue un reconocido profesor de la Universidad de Francfort. En 1933 fundó la Oficina Central para la Educación Judía Adulta, que fue de mucha importancia y de gran ayuda después de la prohibición de asistencia de los judíos a las escuelas públicas, a pesar de que el partido nazi obstruyó todo lo posible esta organización. En 1938 emigró a Jerusalén, donde enseñó filosofía social en la Universidad Hebrea de Jerusalén, llegando a ser jefe del Ihud, un movimiento que apoyaba la cooperación entre árabes y judíos. En 1946 publicó su trabajo Paths in Utopia, en el que detalló sus puntos de vista y, sobre todo, su teoría de la Comunidad de Diálogo. En 1951 recibe el Premio Goethe de la Universidad de Hamburgo, y en 1953 es obsequiado con el Premio Paz de la Cámara del Libro alemana. En 1963 recibe el Premio Erasmus. Les dejo con su relato.
EL DESCUIDO
por
Martin Buber
Cuentan que el rabí Elimelekl estaba cenando con sus discípulos. El criado le trajo un plato de sopa. El rabí lo volvió y la sopa se derramó sobre la mesa. El joven Mendel, que sería rabí de Rimanov, exclamó:
-Rabí, ¿qué has hecho? Nos mandarán a todos a la cárcel.
Los otros discípulos sonrieron y se hubieran reído abiertamente, pero la presencia del maestro los contuvo. Éste, sin embargo, no sonrió. Movió afirmativamente la cabeza y dijo a Mendel:
-No temas, hijo mío.
Algún tiempo después se supo que en aquel día un edicto dirigido contra los judíos de todo el país había sido presentado al emperador para que lo firmara. Repetidas veces el emperador había tomado la pluma, pero algo siempre lo interrumpía. Finalmente firmó. Extendió la mano hacia la arena de secar, pero tomó por error el tintero y lo volcó sobre el papel. Entonces lo rompió y prohibió que se lo trajeran de nuevo.
FIN
Martin Buber
La reproducción de artículos firmados en este blog no implica compartir su contenido. Sí, en todo caso, su interés. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
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