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martes, 12 de enero de 2016

[Poesía y humor] Hoy, "Fresca, lozana, pura y olorosa", de José de Espronceda



José de Espronceda


Es muy posible que a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos?  Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado. 

El soneto es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica, que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. En el primer cuarteto suele presentarse el tema de la composición, tema que el segundo cuarteto amplifica. El primer terceto reflexiona sobre la idea central expresada en los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo desatado por los versos anteriores. De Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue también cultivado por los poetas del "dolce stil nuovo" (siglo XIII). A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.

Continúo hoy la serie de sonetos de amor con el titulado Fresca, lozana, pura y olorosa, de José de Espronceda. José Ignacio Javier Oriol Encarnación de Espronceda Delgado (1808-1842) es considerado como el más representativo poeta del primer Romanticismo español. Estudió en el colegio de San Mateo de Madrid, donde tuvo como profesor a Alberto Lista. A los quince años creó con sus amigos Ventura de la Vega y Patricio de la Escosura una sociedad secreta a la que llamaron los Numantinos (1823-1825), según decían, para vengar la muerte de Rafael del Riego. En 1823 funda junto a otros alumnos de Alberto Lista la Academia del Mirto, para continuar con las enseñanzas del clausurado colegio que Lista fundara. Denunciado por sus actividades intelectuales en 1825 fue condenado a exiliarse de Madrid durante cinco años, si bien finalmente su pena fue rebajada a tres meses que cumplirá en un monasterio de Guadalajara. En 1827 marchó a Portugal y después Inglaterra, para establecerse finalmente en Francia en su condición de exiliado liberal. Participó en las oleadas revolucionarias de 1830 en París. Regresó a España, junto con otros liberales, gracias a la amnistía declarada tras la muerte de Fernando VII en 1833. Se considera a Espronceda el poeta romántico español por excelencia a causa de su talante byroniano y a que su poesía muestra una ideología liberal exaltada que está en sintonía con el periodo inicial de apogeo del romanticismo español, que se sitúa en la década de 1830 tras la muerte de Fernando VII y el retorno de los exiliados liberales.

Las viñetas que acompañan la entrada son todas de hoy mismo y han sido publicadas en los diarios El País y El Mundo, de Madrid, y Canarias 7 y La Provincia, de Las Palmas de Gran Canaria. 

Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt



***

FRESCA, LOZANA, PURA Y OLOROSA

Fresca, lozana, pura y olorosa,
gala y adorno del pensil florido,
gallarda puesta sobre el ramo erguido,
fragancia esparce la naciente rosa. 

Mas si el ardiente sol lumbre enojosa
vibra, del can en llamas encendido,
el dulce aroma y el color perdido,
sus hojas lleva el aura presurosa. 

Así brilló un momento mi ventura
en alas del amor, y hermosa nube
fingí tal vez de gloria y de alegría. 

Mas, ay, que el bien trocose en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.

José de Espronceda

***


VIÑETAS DE HOY






Entrada núm. 2571
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"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Alfa y Omega






Portada de "Don Quijote de la Mancha"







Un buen amante de la lectura seguro que no solo tiene libros predilectos, sino también comienzos y finales  igualmente predilectos. Cualquier persona con un mínimo de cultura sabría identificar este comienzo: “En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...” 

Otro gran comienzo es el de: “Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente...”: Para aquellos poco aventureros, aclaremos que se trata de la "Moby Dick", de Herman Melville.

El del “lugar de La Mancha”, espero que todo el  mundo lo haya reconocido y que nadie se haya llamado a engaño y quedado en evidencia consigo mismo.

Puestos a elegir, este el mío: “ Era más de media noche/ antiguas historias cuentan/ cuando en sueño y en  silencio/ lóbrego envuelta la tierra,/ los vivos muertos parecen,/ los muertos la tumba dejan”.

Es la primera estrofa del “Estudiante de Salamanca”, de José de Espronceda, autor también de la famosa “Canción del pirata”, la de “Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela…”. 

Lo de los finales ya es otro asunto, sobre todo porque no me gusta que se me acaben los libros. Cuando un libro me engancha estoy deseosa de saber el final pero según van pasando las páginas voy pausando la lectura, para que no se me termine tan pronto.

Cada final es como una pérdida, una vuelta de vacaciones, un amigo que se va a vivir lejos. La parte buena es que siempre está el consuelo de leer otro. Y para finales me quedo con el de “El sueño de una noche de verano”, del siempre admirable William Shakespeare:



ROBÍN

Si esta ilusión ha ofendido,
pensad, para corregirlo,
que dormíais mientras salían
todas estas fantasías.
Y a este pobre y vano empeño,
que no ha dado más que un sueño,
no le pongáis objeción,
que así lo haremos mejor.
Os da palabra este duende:
si el silbido de serpiente
conseguimos evitar,
prometemos mejorar;
si no, soy un mentiroso.
Buenas noches digo a todos.
Si amigos sois, aplaudid
y os lo premiará Robín.


El vídeo que acompaña esta entrada es la memorable escena final de la "Moby Dick" (1956), de John Huston, rodada, dicho sea de paso, en aguas de Gran Canaria.

Un saludo, Nos vemos. Ruth Campos






Portada de "Moby Dick"









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Entrada núm. 1404 -
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"Tanto como saber, me agrada dudar" (Dante)
"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)

"La historia del mundo no es un suelo en el que florezca la felicidad. Los tiempos felices son ella páginas en blanco" (Hegel)