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lunes, 11 de junio de 2018

[UN CLÁSICO DE VEZ EN CUANDO] Hoy, con "La paz ", de Aristófanes



Talía, Musa de la Comedia, por Giovanni Baglione


En la mitología griega, Talía (Θάλεια) era una de las dos musas del teatro, la que inspiraba la comedia y la poesía bucólica o pastoril. Divinidad de carácter rural, se la representaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica como su principal atributo y, a veces, un cayado de pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzada de borceguíes o sandalias. Era hija de Zeus y Mnemósine, y madre, con Apolo, de los Coribantes.

Les pido disculpas por mi insistencia en mencionar a los clásicos, de manera especial a los griegos, y de traerlos a colación a menudo. Me gusta decir que casi todo lo importante que se ha escrito o dicho después de ellos es una mera paráfrasis de lo que ellos dijeron mucho mejor. Con toda seguridad es exagerado por mi parte, pero es así como lo siento. Deformación profesional como estudioso de la historia y amante apasionado de una época y unos hombres que pusieron los cimientos de eso que llamamos Occidente.

Continúo con esta entrada la nueva sección de Un clásico de vez en cuando dedicada a las obras de autores grecolatinos, subiendo al blog la comedia La paz, de Aristófanes, que pueden leer en el enlace inmediatamente anterior. Disfrútenla.

Aristófanes (444-385 a.C.) fue un comediógrafo griego, principal exponente del género cómico. Vivió durante la guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su posterior derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV a.C. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Atenas de aquella época. Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.

La paz (Εἰρήνη) se representó en Atenas por primera vez en el 421 a. C. ganando el segundo premio. Aristófanes ataca y se burla en ellas de muchos de sus contemporáneos, incluyendo a Eurípides, Carcino y especialmente a Cleón. El espíritu alegre de la comedia contrasta con el tono de escepticismo de otras de sus otras obras, como Lisístrata y Los acarnienses, atribuible a que se escribiera poco después de firmarse la paz de Nicias entre Esparta y Atenas.

El granjero Trigeo es el personaje central de la obra. Mientras Atenas y Esparta luchan la una contra la otra en la Guerra del Peloponeso, Trigeo se monta en un escarabajo pelotero gigante, de la misma forma en la que el héroe Belerofonte montó a Pegaso, y vuela al Olimpo para tener una audiencia con Zeus. Cuando Trigeo llega al Olimpo todos los dioses lo han abandonado excepto Hermes, la Guerra y su sirviente Estrago y han encerrado a la Paz en un profundo hoyo cubierto con pesadas piedras. Guerra y Estrago, usando un mortero e ingredientes que representan a todas las ciudades-estado griegas, planean derrotarlas aplastándolas con una maja gigante. Sin embargo, no encuentran una maja de ese tamaño en ninguna parte, y se distraen en su búsqueda. 

Aprovechando esta oportunidad, Trigeo invita al coro a que le ayude a rescatar a la Paz y con su ayuda intenta retirar las piedras que tapan el hoyo donde está encerrada, aunque aquellos que sacan provecho de la guerra, como los herreros, les sabotean. Tras considerables esfuerzos, liberan por fin a la Paz, y con ella, a sus compañeras Cosecha y Festival. La Paz, enfadada por el trato que había recibido de los griegos, sólo acepta hablar con Trigeo y con Hermes, que acaban por convencerla de que regrese a Atenas. 

Los traficantes de armas entran en la ciudad intentando vender sus mercancías a cualquier precio, puesto que al haber terminado la guerra las armas ya no son necesarias, pero Trigeo se burla de ellos diciéndoles que se comprará una coraza para usarla como taburete y lanzas para servir de apoyo de las vides. Ofendidos, los traficantes abandonan Atenas. Y Trigeo y Cosecha se casan... 





Representación de La Paz (Mérida, 2016)




Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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Entrada núm. 4474
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Estoy cansado de que me habléis del bien y la justicia; por favor, enseñadme, de una vez para siempre, a realizarlos (G.W.F. Hegel)

jueves, 3 de mayo de 2018

[UN CLÁSICO DE VEZ EN CUANDO] Hoy, con "Las nubes", de Aristófanes



Talía, Musa de la Comedia, por Giovanni Baglione


En la mitología griega, Talía (Θάλεια) era una de las dos musas del teatro, la que inspiraba la comedia y la poesía bucólica o pastoril. Divinidad de carácter rural, se la representaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mirada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica como su principal atributo y, a veces, un cayado de pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad y calzada de borceguíes o sandalias. Era hija de Zeus y Mnemósine, y madre, con Apolo, de los Coribantes.

Les pido disculpas por mi insistencia en mencionar a los clásicos, de manera especial a los griegos, y de traerlos a colación a menudo. Me gusta decir que casi todo lo importante que se ha escrito o dicho después de ellos es una mera paráfrasis de lo que ellos dijeron mucho mejor. Con toda seguridad es exagerado por mi parte, pero es así como lo siento. Deformación profesional como estudioso de la Historia y amante apasionado de una época y unos hombres que pusieron los cimientos de eso que llamamos Occidente.

Continúo con esta entrada la nueva sección de Un clásico de vez en cuando dedicada a las obras de autores grecolatinos, subiendo al blog la comedia Las nubes, de Aristófanes, que pueden leer en el enlace inmediatamente anterior. Disfrútenla.

Aristófanes (444-385 a.C.) fue un comediógrafo griego, principal exponente del género cómico. Vivió durante la guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su posterior derrota a manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del siglo IV a.C. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas, económicas y literarias) en la Atenas de aquella época. Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.

Las nubes es una comedia temprana de Aristófanes en la que realiza una fuerte crítica de los sofistas y sus enseñanzas, sin que falten los temas y personajes de actualidad en la Atenas de finales del siglo V a.C.. La obra destaca también por contener la referencia histórica más antigua que se conoce sobre la figura de Sócrates, al que presenta como un sofista. Fue representa por primera vez el año 423 a.C., obteniendo el tercer premio  en las Dionisias de aquel año. 

Las nubes trata de un padre, Estrepsíades, y su hijo Fidípides, joven fanático de la hípica y los caballos que ha contraído una serie de deudas que no tiene intención alguna de pagar. Estrepsíades manda a su hijo Fidípedes a estudiar al  Pensatorio de Sócrates, una especie de escuela donde enseñan por dinero las diversas disciplinas sofísticas, y especialmente, a defender con igual valor un argumento y su contrario, pensando que con ello saldrá con bien de todas las deudas contraídas por su hijo al poder ganar los juicios en su contra. Fidípides se niega a ir, así que es Estrepsíades el que termina yendo al Pensatorio. Al llegar, encuentra a Sócrates colgando de un cesto, que comienza hablándole del cielo con argumentos que demuestran que Zeus no existe y que las Nubes también son diosas, pero Estrepsíades es un hombre rústico y olvida todo lo aprendido,así que Eptrepsíades vuelve al Pensatorio con su hijo y ambos aprenden los trucos para argumentar y sostener al mismo tiempo una opinión y la contraria. Cuando ambos vuelven a su casa y llegan los prestamistas, Estrepsíades les dice que no les teme y que no les pagará, confiando en que su hijo les convencerá defendiendo argumentos en contrario de su pretensión... Y lo siento, si quieren saber el final tendrán que leer la comedia...




Representación actual de Las Nubes, de Aristófanes



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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sábado, 7 de noviembre de 2015

[Un clásico de vez en cuando] Hoy, "Lisístrata", de Aristófanes






Les pido disculpas por mi insistencia en mencionar de nuevo a los clásicos, de manera especial, a los griegos. Me gusta decir que casi todo lo importante que se ha escrito o dicho después de ellos es una mera paráfrasis de lo que ellos dijeron mucho mejor. Con toda seguridad es exagerado por mi parte, pero es así como lo siento. Deformación profesional como estudioso de la Historia y amante apasionado de una época y unos hombres que pusieron los cimientos de eso que llamamos Occidente.

Pero no siempre vamos a estar citando a los grandes clásicos griegos de la tragedia, la filosofía o la ciencia. También, de vez en cuando, podemos deleitarnos con sus comedias. Por ejemplo, con esta que traigo hoy hasta el blog. La famosísima, divertida y atrevida comedia de Aristófanes titulada "Lisístrata".

El argumento de "Lisístrata" no puede ser más sencillo. Se lo intento resumir: Atenas está en un momento álgido de su permanente guerra con Esparta, la Guerra del Peloponeso. Lisístrata es una decidida matrona ateniense harta de que su marido se pase la vida en la guerra desatendiendo a su familia y sus quehaceres ordinarios. Así pues, un día, convence a un numeroso grupo de mujeres atenienses para ocupar la acrópolis de la ciudad, en la que se guarda el tesoro de la misma, y declararse en huelga de muslos cerrados hasta que sus hombres hagan la paz con los espartanos y vuelvan a sus casas y sus quehaceres cotidianos. 

La medida no solo es secundada por las mujeres atenienses, sino que llega a oídos de las mujeres espartanas, que hartas también de la guerra de sus maridos, deciden secundarla uniéndose a una huelga general sexual que deja a sus hombres absolutamente al pairo. Ni que decir tiene que la medida tiene un éxito fulminante, ya que, a la obligada abstinencia sexual de los guerreros se une la imposibilidad de acceder a la acrópolis y disponer del dinero para la guerra. La paz entre Esparta y Atenas se consolida y todos brindan finalmente por la "reconciliación" y vuelven alegres a sus "quehaceres"...

"Lisístrata" fue representada por primera vez en el 411 a. C., y desde entonces se ha convertido en un símbolo del esfuerzo organizado de las mujeres en favor de la paz. Por ello, se usó su nombre para el "Lysistrata Project" (Proyecto Lisístrata), un acto teatral que se efectuó en el 2003 de manera simultánea en más de cuarenta y dos países en favor de la paz. Ese día miles de personas participaron en aproximadamente 700 lecturas dramatizadas de la obra, que se realizaron a beneficio de organizaciones sin fines de lucro, que trabajan por la paz y ofrecen ayuda humanitaria.

Aristófanes (444-385 a.C.) vivió durante la Guerra del Peloponeso, época que coincide con el esplendor del imperio ateniense y su posterior derrota a manos de Esparta. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las intensas discusiones ideológicas, políticas, filosóficas, económicas y literarias, de la Atenas de aquella época.

Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia "Las nubes" presenta como un demagogo dedicado a inculcar todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una degradación del teatro clásico.

Pese a ello, sus comedias son de un gran interés histórico, además de su valor literario, pues gracias a las mismas se puede conocer la vida cotidiana de los atenienses. El autor protestó con frecuencia contra la guerra. Tanto en "Lisístrata", como en "Los acarnienses" y "La paz", Aristófanes defendió las soluciones pacíficas contra los demagogos que impulsaban al pueblo a la guerra. 

En el vídeo de más abajo pueden ustedes disfrutar de la representación de "Lisístrata" llevada a cabo por la Compañía Timbre 4, de Ciudad de México, o hacerlo desde este enlace.

Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt








Entrada núm. 2499
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)