SONETO 116
No consiento que al lazo de almas fieles
Se opongan vallas. No es amor el amor
Que cambia si halla cambios, ni el fervor
Que cede al que pretende deshacerlo.
¡Oh, no! Es un farol de luz constante,
Que al huracán contempla y no se mueve;
Es la estrella que al nauta siempre lleva,
Cuyo valor se ignora, aunque se mida.
No es juguete del Tiempo, aunque la rosa
De labios y mejillas siegue el Tiempo;
No varía en sus horas, ni en semanas,
Sino que dura hasta el confín del mundo.
Si yerro, y mi error se me demuestra,
Jamás escribí, ni hombre alguno amó.
WILLIAM SHAKESPEARE (1564)
poeta inglés


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