ACENTO
Busqué en el catálogo la sangre
correcta: que brindase con cariño
la sed de dicha, el alimento justo.
No te ofrecí, no, la virtud intacta,
sí el deseo de un útero cabrío,
todo el llanto y el aullido de leche.
Escogí un ajuar de loza blanquísima
y todos los termómetros de usura
para acudir caníbal a tu encuentro.
En la lumbre de azufre que te escalda
en tu semilla con mi trampa dulce
y sus muebles pequeños y pequeños.
Para alimentar las crías con mimosuave, su desayuno de azafrán,
su lento tiritar de aves al vuelo
y las fresas precarias, con tanta norma nueva
que no logra rimar bien ni conjunta
el cuidado, la sábana, la cuna.
Todo el llanto y el aullido de leche
perfecta que brindase en el cariño
el útero vacío de tu carne.
No te ofrecí, no, (no me ofrecí) la virtud precisa,
no la virtud vacía, no en virtud
del agua clara y pulcra, la virtud
con tanto llanto: escogí con el tiempo
el tiempo de este canto débil, esta
dicha justa. Alimento de la sangre.
Busqué en el catálogo un brote,
los rasgos, los defectos que no debo
repetir: decidí ovular rápido,
pronto en antes de escoger la miopía,
sin tristeza hereditaria o cojera.
Repito: decidí el óvulo,
el óvulo de las rapaces.
Mi cría corre veloz en el prado,
corre sana, corre fuerte y ay, ¡corre!
No nos imita, no, no nos imita.
Escogí el canto y el aullido de leche,
todo mi ajuar de una loza blanquísima,
sin tristeza hereditaria y sin llanto.
ANDREA LÓPEZ MONTERO (1989)
poetisa española
No hay comentarios:
Publicar un comentario