martes, 30 de septiembre de 2025

DEL POEMA DE CADA DÍA. HOY, AGUA Y POLVO, DE KIKU ADATTO

 








AGUA Y POLVO




Tengo una pequeña disputa con Dios

una más grande con los hombres.


Se trata de la historia bíblica

de la creación,

que no es una historia

sino dos, una tras otra.


A la primera la llamo

la historia del agua

a la segunda

la historia del polvo.


La historia del agua

es la eterna savia

de la creación.


La historia del polvo

es un cuento

seco y domesticado

que no termina bien.


I.


La primera comienza

con Dios moviéndose

sobre la faz de las aguas

hacia la oscuridad profunda

creando la luz.


Parte las aguas

de arriba hacia abajo

surge una gran bóveda

que nombra el Cielo.


Reúne las aguas

bajo los cielos

emergen los mares y la tierra.


Manda que las aguas

pululen con nueva vida

abundantes criaturas

de los mares.


La historia del agua

trae luz

día y noche

cielo y tierra

sol y luna

la aleluya de semillas

la profusión de criaturas

la mujer y el hombre

creados juntos

a imagen de Dios

con el dominio

sobre la creación.


Dios contempla y bendice

el nacimiento ilimitado

y dijo, que era bueno.


Era bueno,

el resonante sí

de la creación.


Después Dios descansa

y santifica el descanso.


No hemos descansado

con esta historia.


II.


La segunda historia ganó;

la historia del polvo,

con su elenco de personajes

y castigos.


Todavía sigue ganando.


Dios crea sólo un hombre

del polvo

en una tierra seca

lejos del cosmos


Está colocado en un jardín

que no plantó, con un árbol

de cuyo fruto no puede comer.


Vive en un mundo

ya mapeado

con grandes ríos

que emanan del Edén

Tigris, Éufrates

fluyendo a países

más allá del Edén

Asiria, Cus, Havila.


Las fronteras porosas

de las civilizaciones

rodean al paraíso.


El hombre está solo

Dios dice, no es bueno.


Crea abundantes criaturas

que le dan al hombre

el poder de nombrarlas

pero el nombramiento

no mitiga la soledad de Adán.


La solución es un parto seco

sin sangre, agua o luz,

un nacimiento

de la costilla de Adán.


Adán reclama a la mujer

que Dios le da como ofrenda.


Ésta es ahora carne de mi carne

y hueso de mis huesos;

será llamada “mujer”

porque fue sacada del hombre.


III.


No necesito contar

lo que viene después,

solo señalar cómo el polvo

teje la historia de la caída.


Enrollada en una rama

hay una serpiente.


Le habla a Eva

¿Así que Dios

les ha dicho a ustedes

que no coman

de ningún árbol del huerto?


Eva corrige a la serpiente:

Podemos comer del fruto

de los árboles del huerto,

pero Dios nos dijo:

No coman del fruto del árbol

que está en medio del huerto,

ni lo toquen.

De lo contrario, morirán.


Así comienza la charla fatídica.


¿Morir?

No morirán… se les abrirán los ojos,

y serán como Dios,

conocedores del bien y del mal.


Adán está al lado de Eva,

pero no dice ni pío.


La serpiente queda en silencio

no hablará nunca más.


Eva saborea el verdor del Edén

el aroma de la fruta

la curva del árbol.


¿Qué sabe ella de la muerte?


Prueba la dulzura

de la fruta sin nombre

y la comparte con Adán.


Acaba de suceder

una nueva revelación,

sus ojos se abren

ven que están desnudos.


Entra Dios paseando

a la hora buena de la tarde.


No tarda nada en descubrir

lo que sucedió.


Adán culpa a Eva,

Eva a la serpiente,

Dios pone el grito

en el cielo.


Por tentar a la mujer,

la serpiente será maldita

entre las bestias

polvo comerá

todos los días de su vida.


A la mujer dijo,

Aumentaré en gran manera

los dolores

cuando des a luz a tus hijos.


Tu deseo te llevará a tu marido,

y él te dominará.


En la historia del polvo

el hombre está en la cima

pero apenas se salva.


Adán tendrá que trabajar

con el sudor de su frente

todos los días de su vida.

Maldita será la tierra

por su causa surgirán

espinas y cardos

donde él debe plantar.


Dios proclama

polvo eres y al polvo volverás.


IV.


Olvidada es la gloria

de la historia del agua

el hombre y la mujer

creados sin pecado

a imagen de Dios.


Olvidadas son las bendiciones.


No hay bendiciones

para los desterrados.


La violencia les espera

si regresan al Edén.


La violencia les espera

lejos del Edén.


El sábado de Dios

será manchado de sangre.


La espada está lista

para herir el alma.


V.


¿Podemos reconciliar

la historia del agua

y la historia del polvo?


¿Nos creó Dios dos veces?

¿Una vez en gloria, otra vez en pecado?

¿Una vez bendecidos, otra vez castigados?


¿Fue un error divino

dar a los humanos dominio

en la historia del agua?


Llámenme blasfema,

pero creo que

la mano del hombre

está sobrescribiendo

la palabra de Dios.


Dentro de la historia

está la gran razón

la excusa perfecta

hecha santa

cuando las cosas van mal,

culpa a una mujer.


El insistente dedo apuntando

a la mujer.


Los anales de exaltar,

lapidar, deificar y degradar

a la mujer.


El deseo y el miedo del deseo

de la mujer.


El polvo se aferra a la piel

de la mujer,

se levanta en las cenizas

del sacrificio.


VI.


Es la hora de recuperar

la historia del agua

para lavar el polvo

de nuestras almas.


Nacemos en el agua

como el mundo nació.


Encontramos la gracia en las aguas

las aguas que se rompen cuando nacemos,

las aguas santas que nos lavan

cuando dejamos la tierra.


En el agua escuchamos

el anhelo de los ángeles

cantando a las semillas.


En el agua escuchamos

la voz de Abraham

saludando a los extraños

ofreciéndoles agua

para lavarse los pies.


En el agua el mundo es un jardín,

el mar se une con el cielo

pájaros vuelan bajo su bóveda.


En el agua vemos la gloria

la dignidad de la creación

y podemos decir con Dios

que es bueno.




KIKU ADATTO (1947)

poetisa española

























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