domingo, 12 de octubre de 2025

DE LA TELEVISIÓN DEL REY LOCO. ESPECIAL 3 DE HOY DOMINGO, 12 DE OCTUBRE DE 2025

 







Amigos: Cuando durante el fin de semana la jueza federal Karin Immergut (designada por Trump) impidió que Trump desplegara la Guardia Nacional de Oregón en Portland, Trump dijo que ella “debería estar avergonzada de sí misma” porque “Portland se está quemando hasta los cimientos”, comenta en Substack [Cómo Trump está tomando decisiones potencialmente letales, 06/10/2025] el economista Robert Reich. 

Trump ordenó rápidamente el envío de la Guardia Nacional de California a Portland.

Además de la pregunta obvia de cómo Trump puede desafiar tan descaradamente a un juez federal, hay un enigma más profundo. ¿De dónde sacó la idea de que Portland está ardiendo?

Hace nueve días, cuando Trump amenazó por primera vez con enviar tropas a Portland, la gobernadora de Oregón, Tina Kotek, le dijo que no había motivo. "Cree que hay elementos aquí que están creando una insurrección", declaró Kotek tras su llamada con Trump. "Le dije que no hay ninguna insurrección y que tenemos esto bajo control".

Trump respondió a Kotek de esta manera :

Dije: 'Un momento, ¿estoy viendo cosas diferentes en la televisión? Están atacando y hay incendios por todas partes... ¡Parece terrible!'

¿Por qué existe una discrepancia fáctica entre lo que el gobernador Kotek le dijo a Trump sobre Portland y lo que él creía que estaba sucediendo allí?

En la demanda que busca una orden judicial para impedir que Trump envíe tropas a Portland, que el juez Immergut concedió, el estado de Oregón alegó que Trump se basó en videoclips de las protestas de Portland por el asesinato de George Floyd que tuvo lugar en 2020 .

Según la demanda, el 5 de septiembre de 2025, Fox News emitió un reportaje sobre las protestas de ICE en Portland que incluía clips engañosos de las protestas de 2020. Poco después, el presidente Trump pareció referirse a los hechos del mismo reportaje engañoso de Fox News al hablar con la prensa. Un reportero le preguntó a qué ciudad planeaba enviar tropas el presidente Trump, y este respondió que estaba considerando atacar Portland debido a la cobertura mediática de la noche anterior. El presidente Trump alegó que "terroristas a sueldo" y "agitadores a sueldo" estaban haciendo la ciudad inhabitable, y añadió: "Si vamos a Portland, los aniquilaremos. Se irán y se irán rápido".

Durante la audiencia sobre la demanda de Oregon, el Departamento de Justicia de Trump argumentó que “el registro muestra una amenaza persistente” y ofreció como evidencia una publicación de Trump en Truth Social.

"¿En serio?", preguntó el juez Immergut. "¿Una publicación en redes sociales va a servir como decisión presidencial para enviar la Guardia Nacional a las ciudades? ¿De verdad debería confiar en eso?"

Los abogados del Departamento de Justicia citaron luego informes de la Oficina de Policía de Portland que indicaban que las multitudes de protesta estaban “muy enérgicas” y contaban con “más de 50 a 60” personas.

Pero los abogados de Oregon señalaron que los mismos documentos policiales mostraban que las protestas se habían vuelto mucho más pequeñas y moderadas: de 8 a 15 personas en un momento dado, "la mayoría sentadas en sillas de jardín y caminando... La energía era baja, la actividad mínima".

¿Qué podemos aprender de este desastre?

En primer lugar, Trump ahora está desafiando abiertamente la orden de un tribunal federal.

En segundo lugar, la persona más poderosa del mundo aparentemente decidió usar fuerza potencialmente letal contra los estadounidenses basándose en un vídeo de Fox News de hace cinco años que apareció en su pantalla de televisión.

En tercer lugar, Trump evidentemente no tiene un proceso para obtener información actual y verificada antes de tomar decisiones importantes.

Durante más de un siglo, todos los demás presidentes han estado en el centro de un sistema de información que proviene de personas con experiencia en evaluar la relevancia y la verdad de esa información; personas que le brindan recomendaciones sobre cómo responder a una crisis, junto con alternativas y evaluaciones de las ventajas y desventajas de cada alternativa.

Trump, por el contrario, está tomando decisiones potencialmente letales en función de lo que se muestra en la televisión que está viendo.

En cuarto lugar, aunque Trump nunca ha pensado mucho en la calidad de la información que recibe antes de tomar decisiones (en su primer mandato se jactó de su infalible “intuición”), tenemos todos los motivos para creer que se está volviendo demente (ver aquí ) y que su capacidad de pensar está más comprometida que nunca.

En quinto lugar, si alguien toma decisiones en la Casa Blanca, es la troika de Stephen Miller, Russell Vought y J.D. Vance, quienes parecen haber tomado el control de gran parte de lo que Trump escucha y ve (incluyendo, quizás, videos de Fox News de hace cinco años). Su estrategia parece estar dirigida a declarar la guerra a los estados demócratas.

Lo que me lleva al sexto punto: Deberíamos estar muy preocupados. Un hombre perturbado y sus asesores fanáticos están tomando decisiones potencialmente mortales basándose en lo que ve en la televisión.

También está desafiando a un tribunal federal. Está ordenando a tropas federales que ocupen por la fuerza una ciudad estadounidense cuyo alcalde y gobernador no quieren que lo haga. Ya está provocando que personas, algunas de ellas ciudadanas estadounidenses, sean arrestadas y detenidas sin el debido proceso.

También está bombardeando barcos en aguas internacionales, matando a personas que, según él, sin pruebas, están contrabandeando drogas a Estados Unidos.

Mientras tanto, gran parte del gobierno federal está paralizado. Los republicanos en el Congreso están ausentes sin permiso. Los demócratas en el Congreso intentan usar su limitada influencia para recuperar el seguro médico para unos 20 millones de estadounidenses.

Estamos en problemas, amigos. Trump y sus cómplices buscan una confrontación violenta en Portland para justificar su traslado ilegal. Les insto a no caer en su trampa. No protesten allí.

Pero manifiéstense pacíficamente el 18 de octubre, en todas las ciudades y pueblos de Estados Unidos. Robert Bernard Reich es un economista, profesor universitario, columnista, comunicador y político estadounidense. Fue Secretario de Trabajo de los Estados Unidos durante el gobierno de Bill Clinton, entre 1993 y 1997, y formó parte del consejo asesor de transición del presidente Barack Obama en 2008.














¿ES NECESARIO QUE CADA PAÍS TENGA UN SILICON VALLEY? ESPECIAL 2 DE HOY DOMINGO, 12 DE OCTUBRE DE 2025

 









¿Es necesario que cada país tenga un Silicon Valley?, se pregunta en Substack [La tecnología y la riqueza de las naciones, 05/10/2025] el premio nobel de economía Paul Krugman. El artículo introductorio de la semana pasada, comienza diciendo Krugman, trató sobre la economía europea . En él, ataqué la creencia popular de que la economía europea está moribunda y se está convirtiendo en un museo de glorias pasadas. Si bien argumenté que los informes sobre su caída al olvido económico son exagerados, también reconocí que Europa se encuentra muy rezagada respecto a Estados Unidos y China en materia tecnológica. Este rezago es fundamental en las advertencias emitidas por Mario Draghi en su influyente informe sobre el rezago de la productividad general europea.

Pero aunque estoy de acuerdo con el diagnóstico de Draghi, todavía hay una pregunta que me preocupa: ¿cuánto importa el rezago en tecnología?

Es importante entender que no estoy siendo descuidado ni informal al decir "tecnología" en lugar de "tecnología". Para los economistas, la tecnología es básicamente todo lo que hace más eficiente el uso de la mano de obra y el capital. Por ejemplo, en las últimas décadas se ha producido un progreso inmenso en las tecnologías de la energía solar y eólica. Sin embargo, la generación de electricidad no suele considerarse parte del sector tecnológico.

En cambio, "tecnología" suele referirse a las industrias digitales; en términos generales, industrias que se han beneficiado directamente de la Ley de Moore, que predijo la vertiginosa disminución del coste de la computación a lo largo del tiempo. Europa ha quedado claramente marginada en las industrias digitales. No existe un equivalente europeo a Silicon Valley.

El problema es que tampoco existe un equivalente estadounidense de Silicon Valley, salvo, ya saben, Silicon Valley. El informe Draghi lamenta la ausencia de grandes clústeres tecnológicos en Europa, pero no existen grandes clústeres tecnológicos en Estados Unidos fuera del área de la Bahía de San Francisco y, en menor medida, de Seattle. Y, como veremos, esto tiene implicaciones para las diferencias en el crecimiento de la productividad dentro de Estados Unidos. El crecimiento es mucho más rápido en el oeste (que incluye el área de la Bahía de San Francisco y Seattle) que en el resto del país. En general, existen grandes diferencias regionales en la tasa de crecimiento de la productividad dentro de Estados Unidos. De hecho, las brechas de productividad interregionales dentro de EE. UU. son comparables a las de Europa y EE. UU.

¿Por qué no le damos mucha importancia a estas brechas de productividad entre regiones de EE. UU.? Probablemente porque imaginamos que los beneficios de la innovación de Silicon Valley se difunden al resto del país. ¿Se aplica lo mismo a nivel internacional? Es decir, ¿se difunden también los beneficios de Silicon Valley a otros países?

Diría que la respuesta es un rotundo "tal vez". De ser así, quizá estemos pensando erróneamente en la tecnología y la riqueza de las naciones.

Antes de continuar leyendo, permítame hacerle dos advertencias.

Primero, alerta de experto. Esta introducción no implica matemáticas complejas, pero es bastante economicista. Además, mi propósito al escribirla era muy profesoral: tenía una inquietud intelectual que tenía que satisfacer, y no sé cuántos lectores sentirán lo mismo.

En segundo lugar, este manual está dirigido en gran medida a los europeos, aconsejándoles que no se obsesionen con su retraso tecnológico. Supongo que el mensaje para los estadounidenses es el contrario: no caigan en el triunfalismo. Además, como explicaré al final, nuestro liderazgo tecnológico crea problemas sociales y políticos que Europa podría evitar mejor.

Bien, aviso recibido. Más allá del muro de pago, abordaré lo siguiente:

1. Cómo piensan normalmente los economistas sobre la tecnología y el crecimiento económico

2. Brechas tecnológicas internacionales e interregionales y sus efectos

3. ¿Está Europa realmente perdiendo? ¿Está Estados Unidos realmente ganando?. Paul Robin Krugman (Albany, Nueva York; 28 de febrero de 1953) es un economista estadounidense laureado con el Premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel. Profesor de Economía y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton, profesor  en Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, académico distinguido de la unidad de estudios de ingresos Luxembourg en el Centro de Graduados de CUNY, y columnista op-ed del periódico New York Times.
















DE LA NECESIDAD DE HABLAR DE ELLO ABIERTAMENTE. ESPECIAL 1 DE HOY DOMINGO, 12 DE OCTUBRE DE 2025

 






Amigos: Me gustaría hablar con ustedes sobre un tema difícil, escribe en Substack [Pensamiento dominical: El trauma de Estados Unidos, 05/10/2025] el economista Robert Reich.

Un número significativo de ustedes está desorientado por lo que hacen Trump y sus secuaces. Muchos están profundamente ansiosos. Algunos estamos deprimidos.

Durante años, los expertos médicos han recomendado que los estadounidenses se sometan a pruebas de detección de “trastornos de ansiedad”.

Pero lo que muchos de nosotros sentimos ahora no es un trastorno personal. Es una respuesta racional a una nación cada vez más desordenada.

Lo que estamos experimentando no es una enfermedad ni una angustia individual. Es una reacción sensata ante una sociedad cada vez más enferma y estresada.

Trump y quienes lo apoyan no solo violan la Constitución e ignoran las leyes. No solo cometen actos crueles y vengativos.

También están difundiendo el miedo y alimentando el odio.

Este miedo y odio nos perjudican a todos, incluso a la minoría cada vez menor que apoya al régimen. El odio es corrosivo y acaba por consumir a quienes odian. El miedo genera más miedo, lo que a su vez atemoriza a todos.

El daño puede continuar mucho después de que los motivos de temor y las fuentes de odio hayan pasado a la historia.

Tengo una amiga que sufrió un trauma a manos de padres abusivos. Ha pasado gran parte de su vida intentando lidiar con ese trauma, intentando que no le domine (ni le arruine) la vida.

Otro amigo es hijo de un sobreviviente del Holocausto. Ha pasado gran parte de su vida intentando escapar de los fantasmas de familiares que nunca conoció y que fueron asesinados por los nazis, cuyas muertes han ensombrecido su propia vida.

La mayoría de nosotros tenemos la suerte de no haber sufrido traumas infantiles por parte de padres abusivos ni haber sido criados bajo la oscura sombra del Holocausto u otros horrores.

Pero la mayoría de nosotros estamos sufriendo ahora un trauma de otro tipo: el de un presidente abusivo y sus perros falderos, y el de las oscuras sombras de miedo y odio que ellos proyectan.

Al igual que mis amigos, muchos nos sentimos impotentes y asustados. No reconocemos nuestra nación. Estamos desorientados, vulnerables y ansiosos.

Los apologistas de Trump lo llaman “síndrome de trastorno de Trump”, pero el trastorno real ocurre dentro y alrededor de la Oficina Oval.

No creo que estemos hablando lo suficiente del trauma nacional que la mayoría de nosotros estamos padeciendo ahora.

Algunos de ustedes podrían asumir que algo anda mal cuando no pueden dormir o se despiertan ansiosos. Quizás se sientan solos en esto.

Debes ser consciente de cuán generalizada y razonable es tu reacción.

La crueldad y la venganza de Trump pasarán. Dentro de unos años, recordaremos este período como un período terrible en la historia de Estados Unidos. Nuestra nación sobrevivirá.

Pero el miedo y el odio que ha sembrado podrían causar una plaga duradera.

Reconocer esto —ser conscientes del costo que esto está teniendo y seguirá teniendo sobre nosotros, incluso dentro de unos años— es importante para nuestra futura recuperación, la de nuestros seres queridos y la recuperación de nuestra nación y del mundo. Robert Bernard Reich es un economista, profesor universitario, columnista, comunicador y político estadounidense. Fue Secretario de Trabajo de los Estados Unidos durante el gobierno de Bill Clinton, entre 1993 y 1997, y formó parte del consejo asesor de transición del presidente Barack Obama en 2008.


















sábado, 11 de octubre de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY SÁBADO, 11 DE OCTUBRE DE 2025

 







Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz sábado, 11 de octubre de 2025. Tanto las acciones de Israel como la opinión pública progresista mundial han sido deplorables, comenta en la primera de las entradas del blog de hoy la socióloga francoisraelí Eva Illuoz, pero es difícil juzgar la importancia de los hechos históricos cuando todavía se están desarrollando. En la segunda, un archivo del blog de octubre de 2008, HArendt confesaba que se sentía cansado: Los amables lectores de este blog tienen que haber percibido un cierto cansancio, agotamiento de ideas, reiteración de temas, repeticiones involuntarias... De treinta y una entradas en mayo he pasado a sólo cinco en este mes... Es cierto, estoy bastante cansado... Son veintiseis meses seguidos rellenando líneas en el procesador de textos, apostillando con mejor o peor arte y fortuna comentarios y visiones del mundo y de su acontecer desde la atalaya de esta pequeña islita en medio del Atlántico, a tres grados del Trópico de Cáncer... El poema del día, en la tercera, se titula Ortónimos, es del poeta portugués Fernando Pessoa, y comienza con estos versos: Cae amplio el frío, y duermo en la tardanza/de adormecer –./Soy, mas ni hogar, consuelo o esperanza/quiero tener. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor. Pero ahora, como decía Sócrates, "ἡμεῖς ἀπιοῦμεν" (nos vamos); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt














DE LAS CONSECUENCIAS DEL 7 DE OCTUBRE

 






Tanto las acciones de Israel como la opinión pública progresista mundial han sido deplorables, comenta en El País [Las consecuencias del 7 de octubre, 07/10/2025] la socióloga francoisraelí Eva Illuoz. Es difícil juzgar la importancia de los hechos históricos cuando todavía se están desarrollando, comienza diciendo Illuoz. Aunque el 7 de octubre de 2023 no tiene la misma magnitud que la caída del Imperio romano o la Revolución Industrial, sí posee las características de un “gran” acontecimiento. Un gran acontecimiento es un hecho que tiene consecuencias objetivas sustanciales para las partes implicadas, que marca un “antes” y un “después” y cuyos participantes consideran significativo. El 7 de octubre cumple todos esos requisitos. Fue la experiencia más dramática de la historia de Israel para los israelíes y los palestinos sin Estado y ha supuesto una ruptura para muchos judíos de todo el mundo. En retrospectiva, es posible que sea también el origen de una tímida y vacilante luz de esperanza que empieza a parpadear en esta oscura región, aunque todavía sea difícil saber cómo se va a plasmar el programa de 20 puntos de Trump. Como ocurre a veces en la vida y en la política mundial, el desastre y la reconstrucción van de la mano.

Ya han ocurrido algunas cosas positivas. La primera es el golpe fatal que han asestado Israel y el mundo a Irán. Todo lo que se diga del papel pernicioso y criminal que ha desempeñado la República Islámica en el recrudecimiento de las tensiones en la región es poco. Ahora está por ver hasta qué punto el debilitamiento de este Estado patrocinador del terrorismo transformará Oriente Medio. El segundo hecho positivo es la participación de los países árabes vecinos. Por primera vez, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Arabia Saudí y Catar han asumido la responsabilidad de ayudar a negociar un alto el fuego entre Israel y los palestinos, lo que va a permitir que la resolución de este conflicto adquiera una dimensión regional y, tal vez, garantice una paz duradera.

Sin embargo, el 7 de octubre nos enseña otra lección: tanto las acciones de Israel como la opinión pública progresista mundial han sido deplorables.

El interés tan intenso que este conflicto ha despertado en los países occidentales debería sorprendernos: hasta ahora, una guerra y una catástrofe humanitaria en las que no hubiera soldados europeos o estadounidenses sobre el terreno nunca habían sacudido por igual a multitudes anónimas de manifestantes y a dirigentes como Pedro Sánchez, Maduro, Lula o Gustavo Petro, presidente de Colombia. Si todas esas personas y esos líderes se hubieran comprometido e indignado con la misma intensidad por la inmensa cantidad de tragedias que ocurren en Sudán, Congo, Etiopía, Kenia, Yemen y otros lugares, esa actitud habría sido una buena noticia para el mundo. Por desgracia, da la impresión de que los palestinos son el único pueblo del mundo cuya desgracia es capaz de conmover y cautivar a las masas. Se ha convertido en un resumen metonímico y condensado de todas las demás causas progresistas. Y sus defensores suelen mostrar un grado de conocimiento y comprensión de la región lamentablemente escaso.

El 7 de octubre ha dado pie a la aparición de dos izquierdas: la izquierda de Gaza y la izquierda del Holocausto, que coinciden aproximadamente con la distinción entre el izquierdismo y la socialdemocracia. En torno a Israel y Palestina han cristalizado y se han articulado varios debates más amplios sobre la (i)legitimidad de la violencia, la desaparición del universalismo debido a la política identitaria, la rivalidad entre la memoria del colonialismo y la memoria del Holocausto y la decisión de dar prioridad a la justicia frente a la reconciliación. El 7 de octubre señala la expresión externa de una redefinición previa de los mapas morales y políticos y ha agudizado estas transformaciones. Ha creado una profunda brecha entre estos dos tipos de izquierda, ha indignado a numerosos judíos que viven en democracias occidentales y ha fortalecido a la extrema derecha en casi todas partes.

La izquierda de Gaza ha fracasado estrepitosamente en su tarea y su vocación históricas. Una verdadera izquierda habría trabajado sin descanso para mitigar, mediar, moderar y servir de puente entre los israelíes y los palestinos, todos gravemente traumatizados. Pero pocas veces lo han hecho tan mal, tanto los políticos como la casta de opinadores que los acompaña. En lugar de ayudarnos a comprender, explicar y aportar complejidad y matices a la tragedia, muchos políticos, influencers, comentaristas, artistas, cineastas y novelistas de izquierda han avivado las llamas de un conflicto ya de por sí muy inflamable. En lugar de crear lazos de solidaridad con los grupos de la sociedad palestina y la israelí que desean la paz, en lugar de ayudar a que cada bando comprenda al otro, en lugar de ofrecer una alternativa a la retórica de la guerra, en lugar de reforzar el ideal de la paz, en lugar de reflexionar sobre los mecanismos e instituciones que ayudan a superar una hostilidad centenaria, muchos miembros de la izquierda han intensificado esa retórica belicista y han añadido una nueva capa de odio a la ya existente. Han abordado esta tragedia como si fuera una película de Hollywood, con las víctimas a un lado y los criminales al otro, con una pureza moral que no consigue ocultar el odio que verdaderamente los anima.

Netanyahu, por su parte, ha tenido un comportamiento tan espantoso que el extraordinario rechazo que solo él es capaz de generar se ha extendido ahora al propio Israel. Se negó a asumir la responsabilidad de la política que llevó a Hamás a cometer sus crímenes; se negó a reconocer que había habido señales de aviso sobre los ataques; insistió en la designación corrupta de personas leales al frente del ejército y los servicios secretos; ha librado una guerra sin importarle el desproporcionado número de palestinos muertos, la opinión pública internacional ni la desesperación de las familias de los rehenes israelíes. Netanyahu merece que la historia lo juzgue con severidad. Por su culpa, a Israel le será muy difícil recuperar la posición y la imagen que tenía. Aunque haya un alto el fuego, la tregua no bastará para que Israel deje de parecer un Estado irresponsable.

Como consecuencia de estos dos errores monumentales, la situación de los judíos en las democracias liberales ha cambiado drásticamente, como mínimo, en tres aspectos. El orden moral posterior a la Segunda Guerra Mundial supuso quizá la edad de oro de las comunidades judías en el Occidente democrático, puesto que, a pesar de que seguía habiendo un antisemitismo latente bajo la superficie, se podía decir que los judíos estaban protegidos por el recuerdo del Holocausto. Y ellos se sumaron con entusiasmo, en todo el mundo occidental, a los objetivos liberales. Pero ahora se sienten, si no extranjeros, al menos sí incómodamente desvinculados de unas sociedades en las que las expresiones de antisemitismo se han convertido en algo habitual bajo el disfraz del antisionismo de izquierdas. El largo matrimonio entre los judíos y distintas formas de universalismo, socialdemócrata, liberal, socialista, comunista, ha llegado a su fin. El segundo cambio es que, si bien el prestigio de Israel entre los judíos pasó gradualmente de ser casi hegemónico a controvertido después de la guerra de Yom Kippur de 1973, ahora se ha convertido en una fuente de profundas divisiones entre los propios judíos, entre aquellos cuya identidad está determinada por Israel y quienes dan cada vez más preferencia a su compromiso con el progresismo. La cuestión del nacionalismo e Israel divide a los judíos de una manera sin precedentes en la historia reciente. En una encuesta llevada a cabo por Pew en febrero de 2024, se observan las grandes diferencias de opinión sobre el Gobierno israelí entre los judíos estadounidenses en función de su partido: el 85 % de los judíos republicanos y simpatizantes tenían una opinión favorable, frente a solo el 41 % de los judíos demócratas y simpatizante. Para la mayoría de los judíos, sus ideas políticas condicionan la lealtad al Estado judío. Pero no son meras diferencias de opinión. Son dos caminos opuestos y dos definiciones esencialmente distintas de la identidad judía, algo que seguramente va a separar al pueblo judío en dos ramas independientes que tendrán poco en común.

En última instancia, también provocará un cambio en la política estadounidense. Ya se ve en la ciudad de Nueva York, donde la mayoría de los judíos están a favor de elegir a un alcalde propalestino. Y se nota no solo en los judíos demócratas, sino también en los republicanos en general. Nunca ha habido tantos republicanos escépticos e incluso contrarios a ayudar de manera incondicional al Estado israelí, lo que indica un cambio trascendental muy probable de la política de Estados Unidos respecto a Israel.

El tercer cambio, tal vez el más desconcertante, es que, en muchas democracias, la extrema derecha es la que más está hablando en contra del antisemitismo. Ocurre en Estados Unidos, España, Francia, Reino Unido y Alemania. El motivo es que muchos sectores de la izquierda han declarado vergonzosamente que el antisemitismo no es ningún problema y, por tanto, han dejado el campo abierto a la extrema derecha. Además, esta última se identifica con el modelo político de democracia étnica de Israel y apoya su guerra contra el terrorismo (Irán y sus aliados). Netanyahu se ha mostrado especialmente hábil a la hora de forjar alianzas políticas internacionales con miembros de ese lado del espectro, antisemitas o no (Orban, Trump, Modi, Milei y Duda, por ejemplo), y ha sabido presentar el conflicto entre israelíes y palestinos como una guerra de civilizaciones en la que Israel protege a Occidente.

Todo esto es malo. En la época moderna, la extrema derecha ha sido un semillero de antisemitas. Hoy, tras la deserción de la izquierda, los judíos encuentran respiro y consuelo en ella, pero es como cuando Otelo acepta los consejos y el cobijo de Yago. La bestia volverá a despertar. Su utilización por parte del Gobierno israelí y de Trump para acallar las críticas y vigilar, castigar y controlar las universidades dejará una mancha imborrable en la lucha contra el antisemitismo. El hecho de que muchos judíos sionistas consideren que los partidos de extrema derecha son sus amigos solo demuestra lo acosados que se sienten y lo caótica que se ha vuelto la esfera ideológica.

El 7 de octubre señaló el derrumbe de nuestras categorías semánticas: genocidio, resistencia, violencia, guerra, democracia, izquierda, derecha, racismo, colonialismo, antisemitismo; todas han perdido su significado. El 7 de octubre señaló la desaparición de nuestra esfera pública, cuya vocación, ahora, parece ser que las palabras pierdan su significado. El 7 de octubre elevó el galimatías a unas alturas sin precedentes. Tenemos que reconstruir el significado de las palabras y las ideas que han impulsado la socialdemocracia. Y eso exigirá paciencia y visión de futuro. Eva Illouz es socióloga y ensayista francoisraelí. Su último libro publicado en España es Modernidad explosiva (Katz).

















DEL ARCHIVO DEL BLOG. UN CIERTO CANSANCIO. PUBLICADO EL 20/10/2008

 







Los amables lectores de este blog tienen que haber percibido un cierto cansancio, agotamiento de ideas, reiteración de temas, repeticiones involuntarias... De treinta y una entradas en mayo he pasado a sólo cinco en este mes... Es cierto, estoy bastante cansado... Son veintiseis meses seguidos rellenando líneas en el procesador de textos, apostillando con mejor o peor arte y fortuna comentarios y visiones del mundo y de su acontecer desde la atalaya de esta pequeña islita en medio del Atlántico, a tres grados del Trópico de Cáncer....

Pero de vez en cuando se produce una convergencia de noticias y sucesos que me animan a ponerme ante la pantalla de mi portátil dejando de lado ese cierto cansancio del que hablaba al comienzo. Vamos con ellas.

Hoy publica en El País el escritor y diplomático José María Ridao un brillante artículo, "El silencio de Azaña", glosando las emotivas palabras que el presidente de la República española, Manuel Azaña, pronunciara en Barcelona en plena guerra civil pidiendo a los españoles "paz, piedad, perdón". Pero no pudo ser: fue su último mensaje a un pueblo en plena vorágine fratricida. Y se pregunta Ridao, con cierta angustia, que fue lo que el presidente de la República quiso decir a los españoles con su invocación, y si la invocación al "perdón" no pretendía hacer justicia a las víctimas inocentes de los desmanes de los tribunales populares republicanos. Ahora que unos hablan de "revancha" y otros de "procesos inquisitoriales" a cuenta de la Memoria Histórica, pienso que conviene mirar lo que está ocurriendo como simple afán de hacer justicia y no venganza. Y el emotivo artículo de Ridao creo que pone perspectiva y mesura en su tratamiento.

Unos días antes el filósofo y profesor de la Universidad de Zaragoza, Daniel Innerarity, trataba también en El País, con el título de "El retorno de la incertidumbre", y desde un punto de vista más filosófico que político o económico, la crisis financiera internacional que nos asola. Dice Innerarity que mientras estuvo vigente el modelo de la certeza, el mundo estaba configurado por decisiones soberanas que se adoptaban sobre la base de un saber asegurado. Que ahora nos toca acostumbrarnos a la inestabilidad y la incertidumbre, tanto en lo que hace referencia a las predicciones de los economistas, el comportamiento del mercado o el ejercicio de los liderazgos políticos. Nuestro principal desafío, dice, es la gobernanza del riesgo, que no es la renuncia a regularlo ni la ilusión de que pudiéramos eliminarlo completamente, y se pregunta si los gobiernos del mundo podrán decidir bajo condiciones de incertidumbre, incertidumbre que ha venido para quedarse y para convertirse en regla y no excepción... ¿Sabrán hacerlo? Esperemos que sí.

Sobre la curia episcopal española también habría que hablar largo y tendido. Desde luego, la palabra perdón no la pronuncian con excesiva frecuencia. Más bien todo lo contrario: se pasan el día largando andanadas y condenando al fuego eterno a quienes no comulgan con sus doctrinas. Afortunadamente, ese fuego ya no quema, pero no deja de ser molesta tanta desfachatez. No es extraño que de vez en cuando salga alguien con autoridad moral suficiente que les responde con claridad y pone las cosas en su sitio. Es el caso del editor romano y profesor de filosofía Paolo Flores D'Arcais, que en un artículo titulado "A Su Eminencia el cardenal Rouco Varela", el pasado día 18 le rebatía a monseñor Rouco en El País unas declaraciones suyas ante el Sínodo de los Obispos reunido en Roma, en las que ha vuelto a acusar al laicismo de querer hacer realidad la dictadura del relativismo ético, a cuenta de propuestas como la regulación de la eutanasia. Lo irónico de todo este asunto, dice Flores D'Arcais, es que se hable de un Dios que es amor para obligar a los condenados a muerte por una enfermedad terminal a sufrir horas, días, semanas e incluso meses una tortura a la que su libertad desearía poner fin. Es un amor verdaderamente extraño éste que se atribuye a Dios, concluye en su artículo, si no fuera porque, al atribuir a Dios una crueldad semejante, demuestran ser los herederos -claramente no arrepentidos-, no de Francisco de Asís, sino del inquisidor Torquemada. ¿Pedirá alguna vez la Iglesia paz, piedad y perdón, como Manuel Azaña, por los sufrimientos que ha infligido a tantos inocentes durante dos mil años de existencia? Tengo mis dudas... Sean felices a pesar de todo. Tamaragua... HArendt














DEL POEMA DE CADA DÍA. HOY, ORTÓNIMOS, DE FERNANDO PESSOA

 









ORTÓNIMOS




Cae amplio el frío, y duermo en la tardanza

de adormecer –.

Soy, mas ni hogar, consuelo o esperanza

quiero tener.


Un amplio llanto mi ser todo inunda

la imaginación.

Vaga nostalgia, anónima, profunda,

náusea de la indecisión.


Frío del duro invierno, que no inspira

cariño o amor.

Dentro, en mis huesos, tu temblor delira.

¡Basta ya!, sea el que sea yo.




FERNANDO PESSOA (1888-1935)

poeta portugués

























DE LAS VIÑETAS DE HUMOR DE HOY SÁBADO, 11 DE OCTUBRE DE 2025

 


























viernes, 10 de octubre de 2025

DE LAS ENTRADAS DEL BLOG DE HOY VIERNES, 10 DE OCTUBRE DE 2025

 






Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz viernes, 10 de octubre de 2025. Creerse en posesión de la verdad y considerar que el otro es un enemigo hace inviable el respeto a las diferencias; los insultos sólo hacen verdadero daño cuando el enemigo tiene razón, escribe en la primera de las entradas del blog de hoy el poeta Luis García Montero. En la segunda, un archivo del blog de octubre de 2016, HArendt comentaba que el título de esta entrada de hoy constituía un deseo subliminal de que el señor Trump, al que detesta cordialmente, se siguiera enredando en sus propias contradicciones y se pegara una buena hostia en las elecciones del mes próximo; por desgracia, no ocurrió así. El poema del día, en la tercera, se titula La eternidad ansiada, es del poeta español Carlos Marzal, y comienza con estos versos: De que el mundo no basta/y de que no es bastante una vida cualquiera/nos da perfecta cuenta/la manera en que algunos observan el futuro. Y la cuarta y última, como siempre, son las viñetas de humor. Pero ahora, como decía Sócrates, "ἡμεῖς ἀπιοῦμεν" (nos vamos); volveremos a vernos mañana si las Euménides y la diosa Fortuna lo permiten. Sean  felices, por favor. Tamaragua, amigos míos. HArendt












DE LOS SECTARISMOS

 







Creerse en posesión de la verdad y considerar que el otro es un enemigo hace inviable el respeto a las diferencias; los insultos sólo hacen verdadero daño cuando el enemigo tiene razón, escribe en El País [Los sectarismo, 06/10/2025] el poeta Luis García Montero. Vamos a pensarlo, comienza diciendo Montero. Como las ambiciones económicas cultivan el descrédito de la política para tener las manos libres en sus negocios, conviene que la conciencia política reflexione sobre las dinámicas que procuran infectar su prestigio. Una muy peligrosa es el sectarismo. Resulta peligroso en la teoría y muy dañino en la práctica, hasta el punto de convertirse en un arma de degeneración individual. Creerse en posesión de la verdad y considerar que el otro es un enemigo hace inviable el respeto a las diferencias que caracteriza las relaciones sociales. Más que convivir, se trata de habitar el infierno con el insulto en la boca.

Pero no es este el único sectarismo. A la hora de actuar en política, resulta muy peligroso convertir el compañerismo en complicidad. Cuando uno de los nuestros comete un error o actúa como un sinvergüenza, podemos denunciar sus actuaciones o podemos cerrar los ojos, negar los hechos, caer en el espectáculo del y tú más, generando un ruido que sólo sirve para camuflar las culpas. Mala cosa.

Peor es cosa todavía peor dejar de defender las propias ideas si se considera prioritario atacar al otro, aunque eso signifique traicionar nuestro pensamiento. La política crispada sirve para que el machista critique actitudes ofensivas contra las mujeres, el pacifista pida abrir fuego en aguas internacionales o los patriotas intenten hacer daño a los intereses de su patria. Se valora un presupuesto y, más que sobre los intereses de la nación, se discute sobre lo que le conviene a un Gobierno, a un partido o a una secta. Hay izquierdistas más interesados en llamar la atención que en defender la justicia social y jueces que trabajan para saltarse las leyes a la torera. Convendría repartir un manual poético para aprender a mirarse en el espejo. Los insultos sólo hacen daño cuando el enemigo tiene razón.