Es muy posible que a algún purista la parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y la sonrisa, así pues, ¿por qué no juntarlas?
Continúo la serie con "Imitando una oda de Safo", de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Llamada coloquialmente «Tula», fue una escritora española, nacida en Cuba, poetisa del romanticismo hispanoamericano. Precursora del feminismo en España y una de las más grandes poetisas de la lengua castellana según la consideración de Marcelino Menéndez y Pelayo. En 1845 obtuvo los dos primeros premios de un certamen poético organizado por el Liceo Artístico y Literario de Madrid, momento a partir del cual la Avellaneda figuró entre los escritores de mayor renombre de su época, convirtiéndose en la mujer más importante de todo Madrid, después de Isabel II. Movida por el éxito de sus producciones y acogida tanto por la crítica literaria como por el público en 1853 a raíz de la muerte de Juan Nicasio Gallego, su gran amigo y mentor, presentó su candidatura a la Real Academia Española pero el sillón fue ocupado por un hombre. Su poesía se ha comparado con la de Louise-Victorine Ackermann o la de Elizabeth Barrett Browning por su análisis de los estados emocionales derivados de la experiencia amorosa. También cultivó los géneros narrativo y especialmente el dramático. En España escribió una serie de novelas, la más famosa, "Sab" (1841) que trata la temática antiesclavista y de amores no correspondidos. Su obra "Dos mujeres" supone una invectiva contra el matrimonio. Su cuarta novela, "Guatimozín", reúne una gran cantidad de erudición histórica y se sitúa en el México de la etapa de la conquista. En casi todas sus obras narrativas se hace presente una decidida crítica de la sociedad convencional. Sus mayores éxitos en el teatro los obtuvo con dos dramas bíblicos: "Saúl" (1849) y, sobre todo, "Baltasar" (1858), considerada su obra cumbre en el ámbito dramático.
Las viñetas que reproduzco a continuación son las habituales de Morgan, en Canarias7; Padylla y Montecruz, en La Provincia; Forges, Peridis y Ros, en El País; y Ricardo y Litus y Puñales, en El Mundo. Todas del día de hoy. Espero que disfruten de unos y otras.
Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
Continúo la serie con "Imitando una oda de Safo", de Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873). Llamada coloquialmente «Tula», fue una escritora española, nacida en Cuba, poetisa del romanticismo hispanoamericano. Precursora del feminismo en España y una de las más grandes poetisas de la lengua castellana según la consideración de Marcelino Menéndez y Pelayo. En 1845 obtuvo los dos primeros premios de un certamen poético organizado por el Liceo Artístico y Literario de Madrid, momento a partir del cual la Avellaneda figuró entre los escritores de mayor renombre de su época, convirtiéndose en la mujer más importante de todo Madrid, después de Isabel II. Movida por el éxito de sus producciones y acogida tanto por la crítica literaria como por el público en 1853 a raíz de la muerte de Juan Nicasio Gallego, su gran amigo y mentor, presentó su candidatura a la Real Academia Española pero el sillón fue ocupado por un hombre. Su poesía se ha comparado con la de Louise-Victorine Ackermann o la de Elizabeth Barrett Browning por su análisis de los estados emocionales derivados de la experiencia amorosa. También cultivó los géneros narrativo y especialmente el dramático. En España escribió una serie de novelas, la más famosa, "Sab" (1841) que trata la temática antiesclavista y de amores no correspondidos. Su obra "Dos mujeres" supone una invectiva contra el matrimonio. Su cuarta novela, "Guatimozín", reúne una gran cantidad de erudición histórica y se sitúa en el México de la etapa de la conquista. En casi todas sus obras narrativas se hace presente una decidida crítica de la sociedad convencional. Sus mayores éxitos en el teatro los obtuvo con dos dramas bíblicos: "Saúl" (1849) y, sobre todo, "Baltasar" (1858), considerada su obra cumbre en el ámbito dramático.
Las viñetas que reproduzco a continuación son las habituales de Morgan, en Canarias7; Padylla y Montecruz, en La Provincia; Forges, Peridis y Ros, en El País; y Ricardo y Litus y Puñales, en El Mundo. Todas del día de hoy. Espero que disfruten de unos y otras.
Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt
IMITANDO UNA ODA DE SAFO
¡Feliz quien junto a ti por ti suspira,
quien oye el eco de tu voz sonora,
quien el halago de tu risa adora,
y el blando aroma de tu aliento aspira!
Ventura tanta, que envidioso admira
el querubín que en el empíreo mora,
el alma turba, al corazón devora,
y el torpe acento, al expresarla, expira.
Ante mis ojos desaparece el mundo,
y por mis venas circular ligero
el fuego siento del amor profundo.
Trémula, en vano resistirte quiero...
De ardiente llanto mi mejilla inundo...
¡deliro, gozo, te bendigo y muero!
Gertrudis Gómez de Avellaneda
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Entrada núm. 2423
elblogdeharendt@gmail.com
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)