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viernes, 27 de noviembre de 2015

[Humor y Poesía] Hoy, "Amor, déjame, Amor; queden perdidos", de Luis Carrillo







Es muy posible que a algún purista le parezca una blasfemia lo que pretendo hacer durante unas semanas: unir en la misma entrada algunos de los más bellos sonetos de amor y a mis viñetistas cotidianos preferidos. Bien, pues lo siento por los puristas, pero un servidor piensa que hay pocas cosas en la vida más serias que el amor y el humor, así pues, ¿por qué no juntarlos?  Todo ello sin mayores pretensiones, aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio un soneto de amor y unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social y realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. En cualquier caso, espero que sean de su agrado. 

El soneto es una composición poética compuesta por catorce versos de arte mayor, endecasílabos en su forma clásica, que se organizan en cuatro estrofas: dos cuartetos y dos tercetos. En el primer cuarteto suele presentarse el tema de la composición, tema que el segundo cuarteto amplifica. El primer terceto reflexiona sobre la idea central expresada en los cuartetos. El terceto final, el más emotivo, remata con una reflexión grave o con un sentimiento profundo desatado por los versos anteriores. De Sicilia, el soneto pasó a la Italia central, donde fue también cultivado por los poetas del "dolce stil nuovo" (siglo XIII). A través de la influencia de Petrarca, el soneto se extiende al resto de literaturas europeas.

Continúo hoy la serie de sonetos de amor con el titulado "Amor, déjame, Amor; queden perdidos", de Luis Carrillo y Sotomayor (1585-1610). Poeta, prosista y traductor español, representante del tópico, tan común en el Siglo de Oro, de hombre de armas y letras, y tan obsesionado por el paso del tiempo como exagerado en su apasionamiento religioso. De noble familia, estudió en Salamanca. Fue caballero de la Orden de Santiago, cuatralbo en las galeras de España, soldado en las luchas contra los moriscos y comendador de la Fuente del Maestre. Vivió en la Corte y frecuentó el círculo de Alonso Pérez de Guzmán, duque de Niebla, a quién numerosos poetas andaluces de la época, entre ellos Góngora, habían dedicado su producción. Los nombres de las mujeres a las que ensalza en sus obras se camuflan bajo los de Celia, Laura, Lisi, lo que no ha impedido que la crítica haya podido atribuir dichos apodos a personajes reales de la época. No es pequeña su producción literaria en verso teniendoen cuenta su breve existencia: cincuenta sonetos, dos églogas, quince canciones, ocho romances, un epitafio, tres letras, nueve poemas en redondillas, uno en liras y uno en décimas. Hay en ellas ecos de Garcilaso y preanuncios de Góngora. En prosa, es autor del interesante tratado Libro de la erudición poética (1611), en el que expone la estética del Barroco. El conceptismo y el culteranismo tienen en Luis Carrillo su precedente más inmediato.Tradujo versos del Remedia amoris de Ovidio y del De brevitate vita de Séneca. No publicó sus poesías en vida.

Las viñetas que acompañan la entrada son de los dibujantes Gallego y Rey, Idígoras y Pachi, Padylla, Peridis y Ricardo. Todas ellas dedicadas monográficamente a nuestro presidente del gobierno don Mariano Rajoy.


Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt


***



AMOR, DÉJAME, AMOR; QUEDEN PERDIDOS

Amor, déjame, Amor; queden perdidos
tantos días en ti, por ti gastados;
queden, queden suspiros empleados,
bienes, Amor, por tuyos, ya queridos.

Mis ojos ya los dejo consumidos
y en sus lágrimas propias anegados;
mis sentidos, ¡oh Amor!, de ti usurpados
queden por tus injurias más sentidos.

Deja que sólo el pecho, cual rendido,
desnudo salga de tu esquivo fuego;
perdido quede, Amor, ya lo perdido:

¡Muévate -no podrá- crüel, mi ruego!
Más yo sé que te hubiera enternecido
si me vieras, Amor; mas eres ciego.

Luis Carrillo


***


VIÑETAS




Entrada núm. 2520
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 26 de agosto de 2015

[A vuela pluma] El PP, como Esparta. Reinterpretando a Platón



Ruinas de la acrópolis espartana



El título de "Padre" de la "Historia" se lo disputan dos ilustres griegos, Heródoto y Tucídides, que vivieron entre el 484 y el 400 a.C. Personalmente, como historiador, no sabría a cuál dar mi voto para resolver la controversia. La "Historia" de Heródoto me encanta por su amenidad; de Tucídides, su "Historia de la guerra del Peloponeso" me resulta fascinante. Por mí, les concedería el premio, "ex aequo", a los dos. No sé lo que pensará al respecto el sociólogo Amando de Miguel, pero en el diario El País de ayer, en su artículo "Memoria histórica: Miseria de la Historia", arremetía con bastante dureza, a cuenta de la aplicación y desarrollo de la Ley de Memoria Histórica, contra políticos e historiadores que parecen ver la Historia con anteojeras. Es decir, que solo ven de la Historia la parte que les interesa, obviando la complejidad de la misma. Y es que, como decía Voltaire, "la verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura". Creo que tiene buena parte de razón en su crítica, pero no paso de ahí.

También Platón plantea en su "República", cuestiones de Historia. Pero de historia futura, basada en el pasado. Para Platón, que vivió la crisis total de la democracia ateniense tras su derrota a manos de Esparta en la guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), el modelo ideal de Estado no es su Atenas natal, sino Esparta. Una Esparta ideal regida por filósofos, quizá por él mismo, pero eso sí, inmóvil, anclada en un estado social absolutamente rígido e impermeable a cualquier cambio. Un ideal basado en un pasado mítico, perfecto e inalterable donde cada hombre y cada clase tiene su lugar y su función y cualquier novedad resulta un peligro para el Estado.

Cualquier comparación entre Platón y Mariano Rajoy es una mofa inaceptable, una ofensa al primero de ellos que yo no voy a cometer. Sin Platón y sin sus enseñanzas, y las de su maestro, Sócrates, el mundo sería mucho peor de lo que es; si Mariano Rajoy hubiera seguido de registrador de la propiedad el mundo no creo que lo echara en falta, y seguro, España estaría mucho mejor de lo que está. Da la impresión de que el señor presidente del gobierno estuviera intentando trasladar a la sociedad española el ideal de Estado inmovilista que Esparta representó y que Platón defendió implícitamente, con argumentos brillantes, en la "República"¿De qué otra manera cabría entender el anuncio del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, de que su partido renuncia a toda idea de reformar la Constitución en su programa electoral? Y ello, alegando que "cualquier intento de reforma podría servir para que los secesionistas tengan un resquicio para reescribir la historia de España". 

Es evidente que el señor Rajoy es un artista reconocido en lo de mezclar churras con merinas, pero que su cinismo y desvergüenza llegue a estos extremos resulta difícil de asimilar. Pero bueno, ahí esta. Cierto es que tal y como se presenta el panorama de las nuevas Cortes que surjan en diciembre, cualquier reforma constitucional que no cuente con el apoyo de PP y PSOE, sea cuales sean las otras fuerzas presentes en el Parlamento, está condenada al fracaso por loable que resulte la pretensión. De ahí que cupiera esperar, al menos hasta el anuncio reciente citado, alguna esperanza de consenso. No hay tal. De momento, y aunque en política casi todo es posible en cuestión de alianzas, ese es el "estado de la cuestión". Es decir, que una hipotética reforma de la Constitución no es para el gobierno y el partido que lo sustenta una "Cuestión de Estado", sino mero oportunismo electoral y que donde dijeron "digo" ahora dicen "Diego"... Y aquí, seguimos, inmóviles, camino del desastre.

Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt




Ruinas de la acrópolis ateniense





Entrada núm. 2424
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 22 de julio de 2015

[Humor & Digresión] Mezclar churras con merinas o el premio por la ineptitud



Viñeta de El Roto



El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, es dado a eso de mezclar churras con merinas. Por ejemplo, ayer mismo soltó sin pensárselo dos veces que a Pep Guardiola, cuando jugaba en la selección española de fútbol, solo le movía el interés crematístico... Creo que somos legión los antiindependentistas que jamás nos atreveríamos a decir en voz alta, por mero pudor, una gilipollez de ese calibre. No solo mezcla churras con merinas sino que, además, confunde la velocidad con el tocino. Pero en fin, el hombre no da para más y no cabe pedirle peras al olmo... Tres refranes en dos líneas; no está nada mal. Se nota que soy de Letras.

En diciembre de 1973, cuando ETA asesinó al presidente del gobierno Luis Carrero Blanco, el ministro del Interior (Gobernación en aquel entonces) era Carlos Arias Navarro; su ineptitud manifiesta fue premiada con la presidencia del gobierno unos días después. En marzo de 2004, cuando los atentados islamistas en Madrid, el ministro del Interior era Mariano Rajoy Brey; su ineptitud manifiesta fue premiada en 2011 con la presidencia del gobierno. En septiembre de 2015, cuando el gobierno de la comunidad autónoma catalana se prepara para declarar la secesión de Cataluña, el ministro del Interior es Jorge Fernández Díaz... ¡Dios nos pesque confesados!, porque sin necesidad de primarias, ya sabemos a quien propondrá el PP como presidente del gobierno de España en sustitución de Mariano Rajoy. Cada uno más inepto que el anterior.

Les dejo con las viñetas de El Roto y Peridis en El País de ayer, ambas sobre el asunto del día, la pretensión de un sector del nacionalismo catalán de declarar, al precio que sea, la secesión. A pesar de esos calores y de la gravedad de la situación, un poco de humor, el justo para pasar el susto del día, no viene mal. Todo ello sin mayores pretensiones y aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social, y la dura realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. ¡Ah, por cierto!, la panza de burro y los alisios hoy se han portado, a Dios gracias. El ambiente ha refrescado...

Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt



Viñeta de Peridis




Entrada 2381
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viernes, 17 de julio de 2015

[Humor & Digresión] Rajoy y Cataluña




Viñeta de Forges



No cejan los calores de este tórrido verano que nos asola. Ni siquiera en esta ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a la que los expertos acaban de designar como la segunda ciudad del mundo con mejor clima. Y eso a pesar de la "panza de burro" y los alisios, una auténtica bendición de Dios que muchos palmenses no acaban de aceptar. A pesar de esos calores y de la gravedad de la situación política, un poco de humor, el justo para pasar el susto del día, junto a una pequeña digresión sobre los acontecimientos de actualidad, no parece tarea imposible de acometer. Todo ello sin mayores pretensiones y aun reconociendo que meter en el mismo envoltorio unas viñetas humorísticas, por muy preñadas que estén de crítica social, y la dura realidad cotidiana, puede no resultar una fórmula afortunada. 

Así pues, hoy les propongo dos viñetas de Forges y Peridis, sobre la "cuestión catalana" publicadas recientemente en El País y la tajante afirmación del presidente del gobierno de España sobre las pretensiones independentistas del gobierno de Cataluña. Disfrútenlas.

"No habrá independencia de Cataluña. El presidente del Gobierno garantiza que el Estado está absolutamente preparado para hacer cumplir la ley", dice el ABC que ha dicho el señor Rajoy. Pues miren ustedes, dado el cumplimiento de las promesas del señor Rajoy, casi hubiera preferido que soltase algo parecido a "estoy dispuesto a aceptar un proceso pacífico de independencia de Cataluña". 

En cualquier caso, y en el contexto en que se publica esta entrada, dejo constancia expresa de mi oposición a las pretensiones secesionistas del gobierno autónomo de Cataluña.

Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt





Viñeta de Peridis 





Entrada núm. 2374
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lunes, 29 de junio de 2015

[Viñetas] Humor y reflexiones en este lunes, 29 de junio



Ciudad Jardín (Las Palmas G.C.)


Tiene razón el escritor Julio Llamazares en recordarnos hoy, en El País, lo que Europa le debe a Grecia. Lo hace en un hermoso artículo titulado "Amor a Grecia", que comienza así: "De acuerdo: Grecia nos debe a los europeos (a mí no me debe nada, que conste) no sé cuántos miles de millones de euros, pero ¿cuánto les debe Europa a los griegos? ¿Alguien en el Parlamento de Bruselas, o en el Banco Central Europeo, o en cualquiera de los Gobiernos de los países que integran Europa, se ha parado a pensar un momento en la deuda que los europeos tenemos con Grecia desde tiempo inmemorial y sin saldar?". 

Pero el que desbarra de principio a fin, con alevosía, premeditación, nocturnidad y desprecio de sexo, producto sin duda de su ignorancia supina y estúpida, es nuestro ínclito presidente del gobierno, don Mariano Rajoy, cuando afirma, sin que se le altere un solo cabello, que "el PSOE le ha dado el poder a Syriza-Podemos". Ahí no se ha pasado dos pueblos, como decía su amigo Camps, se ha pasado media galaxia...

Así pues, ante tanto disparate, un poco de buen humor cada día no parece mala idea para disfrutar la jornada y vivirla con esperanza. Y para hoy lunes, 29 de junio, les propongo estas viñetas de Morgan en Canarias7; Montecruz y Padylla en La Provincia; Forges, Peridis, Ros y El Roto en El País; y Ricardo, Gallego y Rey, e Idigoras y Pachi. Les ahorro cualquier comentario sobre las mismas ya que encierran en su sencillez expositiva agridulces mensajes y verdades como puños que nos ayudan a reflexionar. Benditos sean quienes nos hacen sonreír a pesar de la que está cayendo. Disfruten de ellas. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν", nos vamos. Sean felices, por favor. Tamaragua, amigos. HArendt







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miércoles, 12 de noviembre de 2014

¿Cataluña contra España o España contra Cataluña?: Al final vamos a perder todos...



Manifestación independentista en Cataluña


Hace unos días una buena amiga catalana me reprochaba de buenas maneras mi actitud contraria a una posible independencia de Cataluña de España. Tras manifestarle mi profundo y sincero respeto por todos los catalanes: por los que se sienten y solo quieren ser catalanes y por los que se sienten y quieren seguir siendo catalanes y españoles, no me quedó más remedio que expresarle mi opinión de que la democracia no consiste en hacer cada uno lo que le da la gana cuando le da la gana, sino en respetar a rajatabla las reglas de juego comunes, es decir, la Constitución. Y si esas normas no gustan, no sirven, no funcionan, las cambiamos todos los españoles, no solo una parte de los españoles.

El documentado y denso estudio del profesor Gabriel Tortellá, catedrático emérito de historia de las instituciones económicas de la universidad de Alcala, titulado "Los costes de la separación de Cataluña. Los divorcios son caros", publicado hace solo unas horas en Revista de Libros, no va a convencer a nadie que ya esté convencido de la validez de su propio criterio, pero pienso que merece la pena leerlo con atención, y después, allá cada cual con sus conclusiones.

En todo caso, sería deseable por el bien de catalanes y españoles, un máximo de cordura y un mucho de sangre fría ante tanto incompetente e incendiario a uno y otro lado del Ebro para que no acabe este convertido en barricada.

Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



Rajoy y Mas: ¿Un diálogo de sordos?



Entrada núm. 2190
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jueves, 6 de febrero de 2014

Golfus de Hispania (I): Políticos




http://www.elpais.com/recorte/20090211elpepunac_4/XLCO/Ies/20090211elpepunac_4.jpg
Igualito que ahora, para no variar...



Hace cinco años, en febrero de 2009, el partido popular ni soñaba aun con alcanzar el poder. Bueno, soñar quizá soñaran..., pero lo tenían bastante crudo. Más tarde, la crisis que no existía (o no veía) se la jugó a Zapatero y junto a sus propios errores de bulto pasó lo que pasó. Pero volvamos a febrero de 2009... 

Una amiga gallega que lleva muchos años viviendo en el norte de Europa me enviaba -y sigue enviando- las crónicas que en la prensa de su Galicia natal escribe Xosé Luis Barreiro, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de
Santiago de Compostela, y ex consejero de Presidencia del gobierno gallego (1982-1986) con el partido popular, y por aquellas fechas me envió la que reproduzco más adelante, que resulta una premonición cierta de muchas de las actitudes que los "populares" han acrecentado desde entonces: estulticia, mentira, desfachatez, desvergüenza... Se me acaban los sustantivos pero pienso que con los citados queda suficientemente claro lo que pretendo decir.

A mí me da grima hablar de política, y sobre todo de los políticos. Pero hay ocasiones en que los resortes le saltan a uno, aun sin querer. Una de ellas fue la del esperpéntico espectáculo del líder del partido popular (y en aquellos momentos de la oposición), Mariano Rajoy, rodeado de todos sus acólitos, clamando al cielo y proclamando a voz en grito la inocencia de su partido ante las acusaciones de corrupción. Inocencia que nadie ponía en duda ni entonces ni ahora porque los que delinquen son las personas, no los partidos.

Como soy de Letras y leído, la imagen me trajo casi instántaneamente a la cabeza la famosa escena del Tenorio, en la que don Juan, tras seducir a doña Inés y matar al Comendador, decide poner tierra por medio y huir a Italia. Como buen sinvergüenza, don Juan culpa a los demás de sus problemas y hace responsable al cielo de sus desmanes: "Llamé al cielo y no me oyó, y pues sus puertas me cierra, de mis actos en la tierra, responda el cielo, y no yo". ("Don Juan Tenorio", de José Zorrilla (1844). Escena X, Acto IV, Parte I). Patético...

El profesor Barreiro, le sacaba al asunto su punto de ironía y socarronería gallega. Les dejo con su artículo, titulado "Ese partido que nunca rompió un plato". Para más sarcasmo publicado el "Día de los Enamorados"... Disfrútenlo. 

Sean felices, por favor. Y ahora, como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt




"Ese partido que nunca rompió un plato", por Xosé Luis Barreiro
(La Voz de Galicia, 14/02/09)

"Viendo el enfado de Federico Trillo, o contemplando la fúnebre foto -¡vaya onomatopeya!- del acto en el que Mariano Rajoy, rodeado de todos sus escuderos y de los que esperan un buen momento para darle la puñalada trapera, le declaró la guerra al Ministerio de Justicia, cualquiera diría que el PP jamás se fue de cacería para arreglar pequeños asuntillos, o que no utilizó la justicia para deshacerse de sus enemigos, o que no mantiene prietas las filas a los que integran su finca privada del Poder Judicial, o que no son los inspiradores de la expeditiva ley de partidos que, mediante el democrático sistema de la deducción concatenada y falaz, es capaz de ilegalizar a María Santísima.

Para quien no les conozca como yo los conozco, hasta podría parecer que jamás han roto un plato en los juzgados, o que nunca han cenado con un juez para inspirarle una sentencia, o que nada de lo sucedido en los aledaños del urbanismo mediterráneo -donde dominan el ránking de imputados en proporción 9 a 1- tiene que ver con su partido ni afecta lo más mínimo a su reputación política.

Por eso me parece intolerable que, quienes presumen en toda hora de acatar los pronunciamientos de la Justicia, y quienes no necesitan más que una citación o un rumor para abrir las compuertas de su ira y pedir que dimita el sursum corda, se permitan insultar a Garzón a caño abierto, y transmitir a la ciudadanía la extraña sensación de que la Justicia no tiene ninguna garantía de independencia cuando el ministro del ramo se propone hacer una marrullería.

La idea de que aquí no ha pasado nada, y de que todo es una conspiración arbitraria urdida en pareja de hecho por Bermejo y Garzón, es una obscenidad imperdonable, que en modo alguno puede quedar justificada por la imprudente fiesta cinegética protagonizada por los ahora despellejados. Mi opinión es que, partiendo de la idea de que la cultura política e institucional depende en gran manera del comportamiento de nuestras autoridades y personalidades públicas, no debería salir tan barato insultar a un determinado juez o ministro al¡ amparo de las inmunidades creadas para preservar la libre opinión y el control riguroso del poder.

Si a cualquier ratero que robó un jamón le multan por desacato al segundo estornudo, no tiene sentido que un diputado -y profesional del derecho- se pueda despachar a gusto haciendo entender que Garzón se inventa un caso en beneficio del PSOE, que vive en prevaricación continuada, y que el ministro le va a pagar los servicios en especie. Y por eso creo que Rajoy tiene que intervenir y poner orden. Porque, si todos percibimos que no sabe gobernar este galimatías, menos nos vamos a creer que puede gobernar el país".





Escena del "Don Juan Tenorio"



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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)

lunes, 25 de noviembre de 2013

Una "Esperanza" frustrada


Lo escribo con mayúscula porque la "Esperanza" a la que me refiero en el epígrafe no es una de las tres virtudes teologales definidas como tales por la iglesia católica. Me refiero, como supongo que habrá adivinado sin excesiva dificultad el lector de esta entrada, a doña Esperanza Aguirre, condesa de Bornos, Grande de España, expresidenta del Senado, exministra de José María Aznar, expresidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, y la gran "esperanza" blanca (ahora sí, con minúscula) del liberalismo español del siglo XXI para liderar en un futuro no por indeterminado, necesariamente lejano, a ese catastrófico ente hacia la deriva autoritaria y reaccionaria en que se ha convertido el partido popular español. 

Hasta ahora, en que esa esperanzada Esperanza ha demostrado su talante liberal, del que ella siempre ha presumido, espetando al ministro de Justicia una iracunda reprimenda por no haber cesado al magistrado español en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, el juez don Luis López Guerra, que tuvo el indecoroso atrevimiento de votar en contra de la interpretación de la justicia española sobre la denominada "doctrina Parot". 

Eso es espíritu liberal, doña Esperanza, y lo demás cuento. Locke, Montesquieu, Constant, Stuart Mill, Madison, Jefferson, etc., etc., etc., ellos sí, auténticos liberales, tienen que estar removiéndose inquietos en sus tumbas viendo en lo que se ha convertido la doctrina liberal en España, y en quienes son sus protagonistas, al inicio de la segunda década del siglo XXI.

Porque digánme ustedes, por favor, que tiene que ver la doctrina clásica del liberalismo político, establecida desde el siglo XVII y definida por características tales como considerar al individuo como persona única, la libertad como un derecho inviolable, la igualdad ante la ley, el derecho a la propiedad como fuente de desarrollo, la división de poderes como garantía de un gobierno democrático, la libre discusión como medio de participación política o la tolerancia religiosa como imperativo de un Estado laico, con lo que hoy está haciendo el partido popular y su gobierno en España. Una esperanza frustrada más: frustrados los españoles, frustrados los liberales, frustrada doña Esperanza, condesa de Bornos. No seré yo quien lamente su frustración, sobre todo la de esta última... 

Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates: "Ιωμεν", vámonos. Tamaragua, amigos. HArendt


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sábado, 7 de septiembre de 2013

"Nihil novum sub sole"




Panteón Real (El Escorial, Madrid)




Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla, 
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?

Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y nobleza!

Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria, donde vive eternamente.

Ésto oyo un valentón y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado.
Y el que dijere lo contrario, miente."

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

"Al túmulo del rey Felipe II en Sevilla"
Miguel de Cervantes
"Obras Completas" (Aguilar, Madrid, 1965)




Miguel de Cervantes (1547-1616)




"Nihil novum sub sole" ("Eclesiastés", 1.9): "Nada nuevo hay bajo el sol". Fin de la cita, que diría nuestro ínclito y nunca suficientemente bien ponderado presidente del gobierno don Mariano Rajoy si supiera latín, cosa que dudo, ahora que, como anteriormente a su jefe, el señor Aznar, le ha entrado la picazón guerrera (Siria, dixit), junto a Obama y Hollande, y un poco menos a su amigo Cameron, porque en el Reino Unido el Parlamento pinta algo, no como en España, y allí los gobiernos guardan y respetan las formas democráticas.

Permítanme, por favor, una larga cita, que luego entenderán a qué viene. Dice así:

"No son siempre fenómenos coincidentes, ni menos aún reductibles a una sola especie, crisis económicas y crisis sociales, si bien de ordinario se producen en dependencia recíproca. [...]

Quizá no se haya dado nunca, y ello esté en la razón misma de sus mecanismos, un paralelismo a través de toda la extensión de ambos fenómenos, cuando se presentan con gran proximidad entre sí. Tal vez ello explique que los economistas, con frecuencia, puestos a considerar las crisis económicas, tomándolas como consecuencia de leyes objetivas del mercado o como de estructuras mediatas o inmediatas, hayan solido, sin embargo, dejar de lado -salvo los economistas de escuelas muy específicas- las implicaciones en el ambiente social que de aquellas se originan. [...]

Durante ellas, los transtornos económicos han sido más estudiados y son mejor conocidos. Ahora, desde hace unos años, empiezan a estudiarse las alteraciones sociales que por todas partes surgen. Pero no se trata simplemente de fenómenos aislados o intermitentes, de malestar de los pueblos, ni de las aparentes explosiones, de radio mayor o menor, en que se manifiestan, sino de que la centuria del [...] fue un largo periodo de honda crisis social, cuya sola existencia nos permite comprender las características específicas de aquel siglo. [...]

Pero lo cierto es que desde que aparece -lleno de conquistas sobre la naturaleza y de novedades sobre la sociedad- el tipo que hemos dado en llamar hombre moderno, empieza también a desarrollarse la capacidad en él de comprender que las cosas, de la economía quizá principalmente y, también de otros ramos de la vida colectiva, no andan bien y, lo que es más importante, empieza a dar en pensar que podría ir mejor. Es más, esa conciencia de malestar y de inquietud se acentúa en aquellos momentos en que comienzan a manifestarse transtornos graves en el funcionamiento social, transtornos que, en su mayor parte seguramente, son debidos a la intervención, bajo nuevas formas de comportamiento, de esos mismos individuos, a la presión que, con nuevas aspiraciones, ideales, creencias, etc., instalados en un nuevo complejo de relaciones económicas, ejercen sobre el entorno social. [...]

Pero si la intervención del hombre puede sanar, también puede empeorar una situación. La desacertada manipulación de los hombres en el gobierno puede errar y entorpecer el restablecimiento de una crisis; puede incluso provocarla. Y la forma en que se da la conciencia de crisis en el [...], tanto en el terreno económico como en el social, si puede esperar o reconocer en los gobernantes capacidad para superarlas, puede también atribuirles -desde el momento en que las concibe como susceptibles de ser afectadas por lo que aquéllos hagan- los tristes resultados de un empeoramiento que lleve al punto de la caída. [...]

Los economistas han hablado en años recientes de una tendencia marginal al consumo, en virtud de la cual, aunque las rentas sufran una recesión durante algún tiempo, se sigue conservando una tasa de consumo igual a la anterior, sin acusar el golpe de la restricción de los ingresos. Es como si hubiera una cierta lentitud en la adaptación a las nuevas circunstancias. Pues bien, en las crisis sociales, las ondas son mucho más largas, entre otras razones porque ese ritmo de adaptación a la nueva fase es mucho más lento.

Por eso, en pleno [...] los historiadores de la economía pueden delimitar  fases positivas; pero ello puede importar poco para el desarrollo general de la crisis social. Ante las circunstancias de ésta, los que detentab el poder, los que lo soportan, toman actitudes que tardarán en desechar, aunque la situación haya llegado, décadas después, a ser otra cosa. Los modos de ejercicio de la libertad y los montajes represores de la misma seguirán manteniéndose. Y como ese juego de libertad y represión afecta a la raíz de la cultura, las crisis sociales son procesos que alteran profundamente el estado social de un pueblo, más aún: son creadores de una nueva cultura. Uno de esos caso fue, precisamente, la cultura del [...], surgida de las circunstancias críticas en que se hallaron los pueblos europeos, debido a causas económicas que varias veces cambiaron a través de la [...], aunque más frecuentemente con carácter desfavorable, pero también a una serie de "novedades", dicho con el lenguaje de la época, que la técnica, la ciencia, el pensamiento filosófico, la moral, la religión, trajeron por su parte.

Todo ello sin descontar que la misma economía va entrelazada con motivaciones ideológicas, cuya acción y reacción ante las transformaciones estructurales -las cuales, en parte al menos, se producen en el [...]- obligan al historiador a hablar de una nueva época. [...]

Estando hoy a pique de perdernos todos [...] hay mucho que limpiar si se barriera de veras".

Fin de la cita, aunque estoy seguro (me apuesto un testículo y la mitad del otro) que ninguno de los ministros del actual gobierno sería capaz de reconocer el texto reseñado, por otra parte no tan antiguo. Hagan ustedes el esfuerzo de sustituir donde corresponda los puntos suspensivos por el término "siglo XVII" y tendrán la clave del arco.

Reconocerán conmigo que suenan actuales las palabras citadas. Pero despejemos la incognita y dejemos explícito que se trata de un extracto del capítulo 1: "La conciencia coetánea de crisis y las tensiones sociales del siglo XVII" (páginas 55-57, 60, 62-63, y 95-96), del libro "La cultura del Barroco, Análisis de una estructura histórica" (Ariel, Barcelona, 1998) del insigne profesor e historiador José Antonio Maravall.

"Nihil novum sub sole", está claro... Así que, "nihil obstat quominus imprimatur": "no hay objección para su publicación", añadiría yo, que no voy a ser menos a la hora de citar latines...

Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates: "Ιωμεν", vámonos. Tamaragua, amigos. HArendt





El profesor José Antonio Maravall (1911-1986)






Entrada núm. 1961
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jueves, 1 de agosto de 2013

Lo que va de Góngora a Rajoy, sin ánimo de ofender a Góngora con la comparación...




Luis de Góngora, por Eulogia Merle



Me sumo con cariño, y cierto aire de que no va a colar, a la petición de la diputada del BNG Olaia Fernández al presidente del gobierno de que disuelva las Cortes, convoque elecciones generales, y de paso, disuelva el PP... No va a colar, seguro. Y no va a colar porque ni el señor presidente del des-gobierno de España ni la pandilla de secuaces que lo sostiene tienen la más mínima idea de lo que significa la palabra dignidad para un pueblo y un país harto de sus mentiras y triquiñuelas. De vergüenza, ni hablo, porque estoy convencido de que no saben si se escribe con "v" de vampiros o con "b" de bazofia. Pienso, sinceramente, que deberían suicidarse, unos a otros, como en Numancia. ¡Joder, que gesto tan hermoso! La lástima es que pasarían a la historia solo por él y no por haber destrozado España.

En fin, no tengo muchas ganas de escribir más de lo dicho y sentido. Les dejo, pues, con un magnífico artículo en El País de ayer, titulado "La España de Luis de Góngora, 400 años después", escrito por José Manuel Martos, director de la editorial Gredos. Disfrútenlo, que va más o menos de lo mismo.

Dice en él que de aquel imperio inepto -el de la época de Góngora, Felipe III y su valido, el duque de Lerma- pero robusto en la literatura, queda ahora un páramo de ínfima categoría moral e intelectual, esquilmado por los trapicheos e influencias de los políticos y sus secuaces... ¿Se referirá por casualidad en "eso" de secuaces, a los banqueros? No lo dice así, pero podría entenderse.

Del duque de Lerma, de quien sus contemporáneos decían que se vistió de colorado (con el capelo cardenalicio) para no morir ahorcado, comenta que fue un arribista de la peor estofa, pero que impulsó las artes y las letras de su época. Comparando con la situación actual, se pregunta: "¿Qué están haciendo los que nos gobiernan hoy, de qué cohorte artística se han rodeado?" Les bastará con Leticia Sabater, supongo, su Musa preferida...

Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt





El presidente pasmado





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miércoles, 17 de julio de 2013

Política: "Ad náuseam". Reedición de la entrada de fecha 22/7/2008.





"¡Ad náuseam!"




"Ad náuseam" es una locución adverbial latina que significa, literalmente, "hasta la náusea", y que se utiliza para dejar constancia de algo cuyo exceso resulta molesto o produce profundo desagrado... Nada que ver con la gran novela del creador del existencialismo, el filósofo francés Jean-Paul Sartre ("La náusea", 1938) . A mi comienza a pasarme con el lenguaje que utilizan los políticos, todos, aunque haya gradaciones entre unos y otros... Por citar sólo a mis paisanos, me pasó, con Julio Anguita y con José María Aznar; luego con Juan José Ibarretxe, Paulino Rivero y Josep-Lluís Carod-Rovira. Y ahora comienza a pasarme con José Luis Rodríguez Zapatero y con Mariano Rajoy... Dice la escritora y novelista Almudena Grandes ("Equivocaciones", El País, 21/07/08) que hemos convertido la política en la profesión de unos señores que nunca se sienten obligados a reconocer que se han equivocado. Y que ésa es la mayor de las equivocaciones. Pienso que tiene toda la razón. En tiempos más oscuros, y no me refiero a los que relató John Ronald Reuel Tolkien ("El Señor de los Anillos", 1955), los procuradores en Cortes de las ciudades castellanas que volvían de las mismas sin conseguir la aprobación real a las propuestas emanadas de ellas, solían ser colgados sin más trámites de las almenas. No propongo yo que se llegue a tanto con todos los políticos, pero sí es cierto que deberíamos comenzar a exigir a nuestros representantes con un poco más de rigor que respondan de lo que dicen, y sobre todo de lo que hacen. Y más, cuando pretenden hacernos creer que lo que dicen y hacen lo dicen y hacen en nuestro nombre... Sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt




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Romeu (El País, 21/07/08)




Equivocaciones", por Almudena Grandes
El País, 21/07/08

Me he preguntado muchas veces por qué los políticos nunca reconocen sus errores. Por qué, si la capacidad de equivocarse es una condición universal de los seres humanos, ningún político de ningún partido se sienta nunca ante un micrófono para pronunciar unas palabras que todos decimos todos los días, y casi siempre más de una vez: lo siento, me he equivocado, he cometido un error, perdóname. Se diría que pretenden situarse al margen de las debilidades propias de su especie, pero al hacerlo, se excluyen también de su grandeza. Sólo aprendemos de los errores que hemos cometido, y reconocerlos es una prueba de honestidad intelectual y de integridad moral que, en teoría, debería mejorar las expectativas electorales.

Las de Zapatero han empeorado en el malabarismo verbal de los sinónimos que se dedica a espolvorear, como si fueran polvos mágicos, sobre una crisis que devora sustantivos, adjetivos y adverbios con idéntico apetito. Solbes, más sintético, porque es de ciencias, comenta las peores cifras económicas diciendo que no son datos positivos. Yo miro a mi alrededor, descubro que en otras crisis, las que sacuden a los partidos de la oposición, tampoco nadie ha roto nunca un plato, y concluyo que no se trata de un vicio del poder, sino de la política. Pero, ¿por qué lo hacen? ¿Qué ventajas extraen de su insistencia en perseverar en un error que crece en la misma proporción en que lo niegan?

Ellos saben que la teoría no es la práctica, y que su oficio jamás ha sido tan fácil como ahora, cuando los errores se pagan sólo cada cuatro años porque los ciudadanos creen que la política no va con ellos, que no tiene nada que ver con su vida cotidiana. Así, entre todos, la hemos convertido en la profesión de unos señores que nunca se sienten obligados a reconocer que se han equivocado. Y ésa es la mayor de las equivocaciones. 




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La escritora Almudena Grandes







Entrada núm. 1913
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jueves, 11 de julio de 2013

Humor ácido: Empleos biodegradables. (Reedición de la entrada publicada el 8/5/2008)






No se puede mostrar la imagen “http://www.elpais.com/recorte/20080508elpepivin_3/XLCO/Ges/20080508elpepivin_3.jpg” porque contiene errores.
Romeu (El País, 08/05/08)




De nuevo un poco de humor negro para endulzar la vida del trabajador... Por un lado, un contrato de trabajo de 90 minutos, que gana un Premio de Precariedad otorgado por la Juventudes de Izquierda Unida de Palencia. Por otro, la para algunos inexplicable página de beneficios de la banca española en época de vacas anoréxicas... ¡Mundo cruel!. Sean felices, por favor. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν". Tamaragua, amigos. HArendt





Mariano Rajoy, presidente del gobierno (2013)




"Un contrato de hora y media gana un premio de precariedad", 
Agencia EFE/Palencia - El País, 08/05/08

La crítica a la elevada precariedad del mercado de trabajo es, además de fundamentada (España, con un 31,7%, tiene la tasa de empleo temporal más alta de la UE), recurrente. Y el área de juventud de IU de Palencia ha optado por un enfoque irónico para volver a llamar la atención sobre este problema: un concurso que premia al trabajo más precario. En la modalidad de contrato de duración más breve, ganó un hombre de 35 años que firmó un contrato de hora y media a repartir en una semana de trabajo.

En la categoría de más contratos encadenados, el premio fue para un joven de 23 años que sumó 15 trabajos en 2005. Iván Fradeja, responsable del área de IU, agradeció el espíritu deportivo de los participantes -no reveló su identidad para evitar perjudicarlos en su búsqueda de empleo- y aseguró que varios concursantes habían sido excluidos por haber trabajado sin contrato y no poder demostrar la duración de sus empleos. Los ganadores serán premiados con un ejemplar del Estatuto de los Trabajadores, otro de la publicación Mundo Obrero y una estampa de san Precario. 





J.L. Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno (2008)





Entrada núm. 1909
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