martes, 10 de marzo de 2009

Salman Rushdie: 20 años después



El pasado mes de febrero se cumplieron los 20 años de aquel fatídico día en que el imán Jomeini, líder espiritual y político del régimen islámico y revolucionario iraní, dictara la "fetua" (sentencia de muerte) contra el escritor británico de origen indio, Salman Rushdie (1). Su delito, haber escrito una novela, "Los versos satánicos" (2), en la que a juicio del imán iraní, se ofendía gravemente, al profeta Mahoma y a la fe musulmana.

Veinte años después de esa fecha, Salman Rushdie sigue viviendo a escondidas, protegido por la policía de los países que visita, y especialmente en Gran Bretaña, su lugar de residencia. La condena de Jomeini sigue vigente, y cualquier musulmán que la ejecute habrá ganado su lugar en el paraíso.

Hace veinte años yo no tenía ni idea de quien era Salman Rushdie, ni me importaban lo más mínimo sus escritos. Pero cuando se produjo la condena de Jomeini, un gesto de solidaridad para con el escritor recorrió como la pólvora Occidente. Y yo me apunté a él. Una veintena de editoriales españolas, como en otros lugares del mundo libre, editaron conjuntamente "Los Versos Satánicos". Fue todo un gesto de libertad, de defensa de la libertad de expresión, que no estoy muy seguro de que hoy se repitiera por estos lares y estos tiempos en que impera lo políticamente correcto como norma suprema de comportamiento. Compré la novela, la comencé a leer, no me gustó, y la dejé abandonada por un algún anaquel de la biblioteca familiar. Pero no me arrepentí, ni entonces, ni luego, ni ahora, de mi gesto de solidaridad para con Salman Rushdie. Volvería a repetirlo con gusto. Por eso, veinte años después, he vuelto a leer "Los versos satánicos". Y tengo que reconocer que me ha encantado, me he reído hasta la carcajada con ella, con su ironía, unas veces fina y elegante, y otras de brocha gorda; con su realismo y con su fantasía desbordante; con su tremenda humanidad y respeto por los seres vivos y por su crítica, divertida, pero feroz, a la intransigencia de las religiones, de todas, no sólo del Islam.

El pasado 22 de febrero, el gran periodista francés Jean Daniel (3), director de la revista "Nouvel Observateur", publicaba un emocionado artículo en el diario El País, titulado "La lección de Rushdie", en el que se hacía eco de la efeméride, y reivindicaba a Salman Rushdie y su afamada novela, criticando de paso, a quienes desde Occidente, justificaron la condena de Rushdie, en aquel entonces y aun hoy, por su presunta ofensa a los sentimientos religiosos de una comunidad de creyentes.

Dos semanas antes, El País Semanal había publicado a su vez un amplio reportaje del periodista Eduardo Lago, bajo el título de "Soy un contador de historias, todo lo demás da igual", en el que el escritor británico contestaba con humor y sinceridad a las preguntas del entrevistador sobre su acontecer vital, como persona y como escritor, desde aquel fatídico día de febrero de 1989.

Más adelante pueden leer ambos textos. Y si quieren acceder a "Los Versos Satánicos", pueden leerlo, o descargarárselo, desde este enlace electrónico (4). Se lo recomiendo encarecidamente. Seguro que se divertirán. Y de paso, le harán un fenomenal corte de mangas al trasnochado integrismo religioso que corroe nuestra hipócrita y cínica sociedad biempensante. Sean felices. Tamaragua, amigos. (HArendt)


Notas:
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Salman_Rushdie
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Los_versos_sat%C3%A1nicos
(3) http://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Daniel
(4) http://www.bibliotheka.org/?/buscar/Rushdie%20Salman


Fotos:
(1) Portada de "Los versos satánicos":
http://www.middlemiss.org/lit/bookcovers/satanic.jpg
(2) El escritor Salman Rushdie:
http://johnthrasher.files.wordpress.com/2008/10/salman_rushdie_narrowweb__300x3820.jpg





http://johnthrasher.files.wordpress.com/2008/10/salman_rushdie_narrowweb__300x3820.jpg
Salman Rushdie




"La lección de Rushdie", por Jean Daniel
El País, 22/02/09

El viernes 13 de febrero, víspera de San Valentín, algunos colegas británicos decidieron conmemorar el vigésimo aniversario de la fetua con la que el imán Jomeini condenó a muerte a Salman Rushdie -y cuya vigencia acaban de reiterar las autoridades iraníes-. Este aniversario les proporcionó la ocasión de entregarse a una estimulante reflexión sobre el sentido de la blasfemia y el de la cohabitación entre el islam y Occidente.

Nuestros colegas afirman que, veinte años después, aún vivimos bajo la influencia y a la sombra de aquel asunto. En otras palabras, mucho antes de Samuel Huntington y sus tesis sobre el "choque de civilizaciones", llegaba desde la patria de los mulás el llamamiento al asesinato de Rushdie. Fue, según ellos, el primer anuncio de un conflicto radicalmente nuevo que desde entonces no ha dejado de agudizarse. No sólo hay varias guerras en Oriente Próximo, sino que, día a día, una tensión creciente amenaza las relaciones entre los musulmanes y los países europeos en los que viven.

Nacido en la India y poseedor de la nacionalidad paquistaní, a la edad de 13 años, Salman Rushdie fue enviado al King's College de Cambridge para estudiar Historia y el Corán. Allí no tardó en perder su esnobismo de indio anglófilo y su acento de aristócrata británico al chocar con el racismo solapado y distante de la mejor sociedad inglesa. Poco después, daba un giro hacia el radicalismo político, la denuncia sistemática del Gobierno de la señora Thatcher y de la "falsa democracia" a la inglesa, y se convertía en un paladín del Sur contra el Norte y en un apologista de culturas minoritarias como el feminismo, la homosexualidad y el pacifismo.

Luego llegó 1989 y la publicación de sus famosos Versos satánicos. Las reacciones que su libro provocó y la fetua de la que fue víctima lo desestabilizaron completamente. Entonces, pidió la protección del Gobierno británico, al que no había dejado de injuriar. En el Herald Tribune del pasado 15 de febrero, el ensayista Geoffrey Wheatcroft recuerda el desprecio feroz con el que tanto la derecha nacionalista como la izquierda multicultural (los multiculti) trataron a Salman Rushdie. Tras acusarlo de batir todos los récords de traición a su cultura, su religión, su país de origen y su nacionalidad, algunos personajes de la Cámara de los Lores cercanos a Margaret Thatcher llegaron a expresar su deseo de que los musulmanes "apaleasen al traidor en una calle oscura para enseñarle buenas maneras". Mientras, los mismos que no sentían sino desprecio por Rushdie y su blasfemia toleraban tranquilamente que se blasfemara contra el cristianismo. Nuestros colegas nos recuerdan también que, algunos años antes, la mejor sociedad británica consideraba de buen tono aplaudir la publicación de un poema sobre la homosexualidad de Jesús en el diario Gay News.

¿Qué pasaba mientras en Francia? Para empezar, la novela de Salman Rushdie fue totalmente desacreditada. Le Figaro escribía: "Se trata de una novela aburrida, espesa, complicada, con oscuras intenciones y provocaciones fáciles, escrita en un lenguaje cargante". A despecho de la simpatía general que los franceses sentían por Rushdie, Jacques Chirac, tan indignado por los Versos como Margaret Thatcher, metió en el mismo saco al blasfemo y a los autores del llamamiento a su asesinato. La izquierda y la extrema izquierda estaban divididas. Mientras los intelectuales de SOS Racismo y Le Nouvel Observateur manifestaban su solidaridad con Rushdie, algunos grandes arabistas, como Jacques Berque, aun reprobando el llamamiento al asesinato, manifestaban su comprensión y empatía hacia los religiosos ofendidos en lo más sagrado de sus creencias.

Tanto en Londres como en París, ¿se trataba de la fascinación por el islam? ¿De una inclinación tercermundista? ¿De culpabilidad colonial? Según algunos, Francia y Reino Unido, herederos de los dos mayores imperios coloniales, nunca aprendieron a dirigirse a los países musulmanes. Al integrarse en su civilización, Salman Rushdie se comportó, sin pretenderlo, como un musulmán liberado o como un occidental agnóstico. El cronista norteamericano William Pfaff añade que, desde el Siglo de las Luces, la sensibilidad dominante en Occidente está marcada por el escepticismo y el cuestionamiento y escarnio de todas las creencias establecidas y de todas las instituciones. Gracias a ese talante, y a su cultura hedonista, Europa occidental es hoy el lugar del globo más irreligioso con las debilitadas minorías de sus iglesias cristianas. Según Pfaff, "el error posiblemente fatal de Rushdie fue aplicar un discurso europeo escéptico a una religión que aún cree en sí misma".

Pero, para empezar, como ha demostrado Milan Kundera (Los testamentos traicionados, Tusquets Editores), no fue un error y Rushdie no atacó en absoluto al islam. Fue una licencia literaria que un gran novelista se concedió para aportar una dimensión mística a su obra. Esta misma audacia novelesca fue la que permitió a Kundera descubrir toda la poesía del islam. Por otra parte, es posible que la fuerza del credo musulmán requiera estrategias particulares y, en este punto, el intervencionismo ideológico-militar de los neoconservadores de George Bush ha sido desastroso. Respecto a los musulmanes que viven en países de mayoría cristiana, la cuestión esencial es saber qué posibilidades tienen de escapar a las presiones de las autoridades islamistas exteriores a su país de adopción. Pues el escándalo no está, evidentemente, en el comportamiento de Rushdie, que, en cierta forma, fue útil, ya que el 15 de marzo de 1989 la mayoría de los países participantes en la Conferencia islámica de Riad decidieron desaprobar la iniciativa iraní y no dar una dimensión política al asunto de la fetua.

Por eso, desde mi punto de vista, mis interlocutores británicos se equivocan. La lección del caso Rushdie es que hay que hacer todo lo necesario para garantizar la libertad del no creyente -¡y la del novelista!- en la misma medida que la del creyente, sea cual sea su religión. Pero, además, no veo por qué habría que renunciar a hacer todo lo posible para favorecer la evolución de los musulmanes hacia un espíritu crítico que en la Edad Media formó parte de sus tradiciones. La condena de las intervenciones que invocan hipócritamente la coartada humanitaria no debe llevarnos a dejar de creer en los derechos humanos ni en su universalidad.




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Portada de "Los Versos Satánicos"




"Soy un contador de historias, todo lo demás da igual", por Eduardo Lago
El País Semanal, 25/01/09

Madrugada de invierno de un año sin precisar, unos minutos antes del amanecer. Un jumbo de Air India secuestrado por un grupo terrorista islámico estalla en pleno vuelo sobre el Canal de la Mancha. Mientras caen en picado sobre una playa de la costa inglesa, dos pasajeros que han sobrevivido milagrosamente al atentado comentan despreocupadamente la insólita situación en que se encuentran... Así arranca Los versos satánicos, una de las novelas más polémicas de todos los tiempos. El nombre de su autor, Salman Rushdie, adquirió una notoriedad sin precedentes entre millones de personas de Oriente y Occidente que jamás llegarían a abrir el libro. ¿La razón? Que en ciertos pasajes figuran alusiones a una religión que se asemeja al islam, cuyo libro sagrado retoca por su cuenta un escriba imaginario que responde al nombre de Salman. Lo que sucedió tras la publicación de la novela es de sobra conocido: algunos líderes religiosos musulmanes interpretaron literalmente la estratagema novelística de Rushdie, juzgando que su obra constituía una blasfemia contra el islam. El Gobierno iraní presidido por el ayatolá Jomeini promulgó una fetua (condena de muerte) contra el autor, ofreciendo una cuantiosa recompensa a quien ejecutara la sentencia. El libro fue prohibido en numerosos países y quemado en diversos actos de repudia pública, desencadenándose violentos disturbios y manifestaciones que costaron la vida a varias personas en tres continentes.

Siguieron años de dificultad extrema para el autor, que se vio obligado a vivir en rigurosa reclusión, cambiando constantemente de domicilio, rodeado día y noche de una escolta de policías secretos. En 1993 se ratificó la fetua. Tres personas relacionadas con la publicación del libro sufrieron atentados. El traductor de la novela al japonés fue asesinado. El Gobierno iraní suspendió oficialmente la condena en 1998, aunque diversos grupos radicales se negaron a acatar la decisión. Hoy Rushdie recibe ocasionalmente notas que le recuerdan la fatídica sentencia. En 2005 el ayatolá Ali Jamenei declaró que la condena seguía en vigor. En 2007, la reina Isabel II lo nombró Caballero de la Orden del Imperio Británico, gesto que desató una nueva oleada de furia contra Rushdie en amplias zonas del mundo islámico.

Durante todo este tiempo, el autor angloindio ha procurado mantenerse fiel a sus principios éticos y estéticos. Entre 2004 y 2006 ejerció como presidente del PEN American Center, organización que desde su sede neoyorquina vela por la libertad de expresión y la independencia de los escritores de todo el mundo.

Rushdie puede despertar sentimientos encontrados entre sus compañeros de oficio. Dos autores de gran prestigio que han escrito desde perspectivas muy distintas sobre el islam se pronunciaron contundentemente en su día sobre la suerte del escritor. El egipcio Naghib Mafouz, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1988, reaccionó a la fetua dictada contra Rushdie acusando de terrorismo intelectual a Jomeini, para ulteriormente matizar que nadie tiene derecho a ofender las creencias de los demás. La visión de Salman Rushdie es diametralmente opuesta: "Sin el derecho a ofender", observó en una ocasión, "no se puede hablar de libertad de expresión". En otro momento apostilló: "No hay nada más fácil que impedir que un libro nos ofenda. Basta con cerrarlo". Haciendo alarde de su ácido sentido del humor, V. S. Naipaul, premio Nobel de Literatura en 2001 y autor de Viaje al islam, resumió de modo lapidario el affaire Rushdie, sosteniendo que la fetua pronunciada contra él era un caso de crítica literaria llevada a sus extremos.

Tanta humareda nos puede hacer olvidar un dato esencial: Salman Rushdie es uno de los narradores con mayor talento de nuestra época. En opinión de Christopher Hitchens, el controvertido autor de Dios no es bueno, de no haber sido por la fetua, hace tiempo que le habrían concedido el Premio Nobel de Literatura. Ingenioso, inventivo y versátil; caracterizado por un rigor y solidez poco comunes; capaz de saltar entre la realidad y la fantasía con asombrosa agilidad, así como de hibridar tradiciones y géneros aparentemente irreconciliables, el corpus novelístico de Salman Rushdie -cuya última novela, El encanto de Florencia (Mondadori), se publica a finales de febrero en España- sorprende por la brillantez de su lenguaje, por la audacia de sus planteamientos narrativos y por su destreza técnica.

En persona, Salman Rushdie desborda vitalidad. Dotado de un talento inusual para la narración oral, su conversación es tan versátil, amena, ágil, torrencial e imaginativa, como el sinfín de historias que se cruzan vertiginosamente en las páginas de sus libros.

Una de las características más acusadas de toda su obra literaria parece ser su habilidad para desenvolverse con idéntica facilidad en el plano de la realidad y el de la fantasía. De pequeño, devoraba libros de ciencia-ficción. Era la edad de oro del género: Ray Bradbury, Philip K. Dick, Isaac Asimov, Stanislav Lem, aunque muchos de los autores que leía eran francamente malos. Eran los años de la carrera espacial, cuando los rusos lanzaron los primeros Sputniks, a finales de los cincuenta. La ciencia-ficción es un vehículo perfecto para la novela de ideas. Uno de mis relatos favoritos de todos los tiempos es Los 9.000 millones de nombres de Dios, de Arthur C. Clarke. En él se cuenta la historia de dos científicos que por encargo de unos lamas tibetanos construyen un ordenador cuyo fin es programar todas las permutaciones posibles del nombre de Dios. Cuando concluyan la tarea, sobrevendrá el fin del mundo. Es un cuento enigmático y magistral. Pero no todo lo que leía era así. Por lo general, eran libros muy mal escritos. Los personajes no eran creíbles: científicos que llevaban bata y mujeres extraordinariamente atractivas que tenían unos pechos descomunales [risas]. En cuanto a mi interés por la fantasía, me parece importante subrayar algo fundamental, que a veces se nos olvida: la frontera entre la realidad y la imaginación no es algo fijo. El realismo es sólo una forma más de describir el mundo, y no es necesariamente la mejor ni la más interesante. Yo nací en un país donde la fantasía lo envuelve a uno desde el momento de nacer. La mitología india es de una riqueza portentosa, y no me refiero sólo a las leyendas religiosas, sino a la tradición narrativa que tiene su origen en Las mil y una noches, muchas de cuyas historias surgieron en India antes de traducirse al persa y al árabe. Crecer escuchando la historia de Simbad el Marino, de Alí Babá o Aladino deja una impronta imborrable en la imaginación de un futuro escritor. El realismo no es más que una convención. Si es necesario, recurro a ella, pero no es el único recurso ni mucho menos.

¿Podría evocar algunos recuerdos de su familia? Tanto mi familia paterna como la materna eran oriundas de Cachemira, aunque las dos ramas llevaban bastante tiempo afincadas en India cuando yo nací. Mi abuelo materno era un hombre muy religioso. Peregrinó a La Meca y a lo largo de toda su vida cumplió escrupulosamente con el precepto de orar cinco veces al día. Sus nietos nos reíamos de él viéndole darse de frentazos contra la alfombra, claro que los niños nunca se han caracterizado por ser muy respetuosos. Mi abuelo no se lo tomaba a mal. Tenía muy buen carácter. Todo lo contrario que mi abuela, una mujer feroz que nos inspiraba un miedo terrible. Vivían en una casa muy grande, en un lugar llamado Nadi Garu, y allí se reunía toda la familia dos o tres veces al año. Mi abuelo fundó una escuela de medicina en Aligarh, en las afueras de Nueva Delhi. Había allí una universidad islámica muy importante. En la escuela de mi abuelo se simultaneaba el estudio de la medicina occidental con la tradicional del Ayurveda. Mi madre llegó a ser una gran experta en hierbas medicinales y cuando caía enfermo me daba una pócima estúpida que tenía un sabor repugnante y no me hacía ningún efecto, mientras que a mis compañeros de clase les daban antibióticos y enseguida se curaban [risas]... Mi familia era muy variada, había de todo. La hermana mayor de mi madre era profesora en la Universidad de Karachi, y la pequeña se casó con un general pakistaní que tenía mucho poder [risas]. Luego estaban mis tíos, uno era un funcionario de alto rango y el otro trabajaba de guionista en Bollywood. Creo que llegó a dirigir alguna película. Su esposa era actriz y bailarina. En mi familia el cine era algo muy importante.

Usted nació en Bombay, ¿cuándo se trasladaron sus padres allí? Mis padres y mis abuelos vivían en Delhi. Mi padre era hijo único. Su padre, mi abuelo, tenía mucho dinero, era propietario de una fábrica de tejidos. Mis padres se casaron en Nueva Delhi en 1946. Era una época muy tensa. La independencia de India era inminente. La idea era dividir el país en dos partes, una hindú, India propiamente dicha, y otra musulmana, Pakistán. Mis padres eran musulmanes, pero no ejercían. Lo más que hacían era abstenerse de comer carne de cerdo, en eso consistía para nosotros el islam [risas]. Tenían clarísimo que no querían vivir en un Estado islámico como Pakistán. Por otra parte, no les hacía ninguna gracia la idea de vivir en Delhi, porque el ambiente que se respiraba era verdaderamente peligroso. Había una tensión insoportable entre hindúes y musulmanes y el conflicto podía estallar en cualquier momento, como efectivamente ocurrió. Mi abuelo paterno murió antes de nacer yo. Mi padre decidió vender la fábrica e irse a vivir con mi madre a Bombay, que gozaba de la reputación de ser una ciudad mucho más cosmopolita y tolerante, mucho menos explosiva. Cuando se fueron de Delhi, mi madre estaba embarazada de lo que resultaría ser yo, de modo que se puede decir que fui a Bombay con ellos [risas]. Yo nací en 1947, ocho semanas antes de la independencia del país.

¿Cómo era el Bombay de su infancia? Bombay era la ciudad más moderna y cosmopolita de India, el gran puerto occidental del país, por el que entraba directamente la influencia del resto del mundo. En Bombay siempre ha habido muchos extranjeros, gente llegada de todos los confines de la tierra. Las demás grandes ciudades de India eran mucho más uniformes. En Nueva Delhi todo el mundo era indio. En Calcuta todo el mundo era bengalí, y en Madrás, sureños, mientras que Bombay era una gran metrópolis que atraía a gente de todos los rincones de India. El ambiente que reinaba en la ciudad era muy cosmopolita y tolerante. El Bombay en que yo crecí era una urbe secularizada y no violenta, lo cual me hizo suponer que el mundo era así. Desde niño me acostumbré a ver cómo convivían entre sí diversas sectas y religiones sin que ello supusiera ningún conflicto. Nos llevábamos bien con los que tenían otras creencias, celebrábamos los festivales de las otras religiones. Sectas muy distintas entre sí vivían en perfecta armonía. Mi infancia en Bombay marcó de manera muy profunda mi modo de percibir el mundo.

¿Qué edad tenía cuando lo enviaron a estudiar a Inglaterra? Trece años y medio. Estuve interno en Rugby, una escuela pública muy prestigiosa. A los 18 me matriculé en el King's College de Cambridge. Estudié historia, en contra de la voluntad de mi padre, que quería que estudiara económicas. De aquellos años me quedó el molde del método que aplican los historiadores en su disciplina, una manera de mirar el mundo buscando el sentido profundo de los hechos, jerarquizándolos conforme a su importancia. Mi verdadera pasión era la literatura, pero jamás la estudié de manera formal. No se me pasó por la cabeza que fuera posible hacer nada semejante. Desde la adolescencia fantaseé con la idea de ser escritor, pero la idea de estudiar literatura no tenía nada que ver con ello. Para mí, leer no podía ser una asignatura, sino una forma de placer. Cuando me metía en una librería, salía cargado con un botín de libros; luego me encerraba a devorarlos como si fueran golosinas.

¿Qué leyó durante los años que pasó en la universidad? Recuerdo que tenía una novia que estaba haciendo una tesis doctoral sobre Finnegans Wake, la endiablada obra final de Joyce. Se titulaba algo así como James Joyce y el nouveau roman francés. Por aquella relación me tocó leer a autores experimentales como Michel Butor y Alain Robbe-Grillet... Me tuve que leer Finnegans Wake dos veces. Fue el precio que tuve que pagar por estar enamorado [risas]. En fin, sí, toda la novela del siglo XVIII, libros como Tristram Shandy, de Lawrence Sterne, y Tom Jones, de Henry Fielding, me impactaron mucho. También leí mucha literatura americana. Por entonces descubrí a Pynchon.

Otro autor complicado... Ahora ya se me ha pasado, pero cuando lo descubrí de joven sentí veneración absoluta por él. Tiene una novela titulada V. que me pareció sencillamente maravillosa. El resto de su obra me interesó menos, pero V. me pareció fascinante. Las ideas de Pynchon son sumamente interesantes. Tiene un sistema dual en el que por una parte está el concepto de paranoia y por otra el de entropía. Según Pynchon, el mundo tiene un significado, sólo que es inaccesible porque hay ciertas fuerzas que se encargan de mantenerlo oculto. Tan sólo un círculo selecto de gente posee el secreto del significado del mundo, aunque por lo menos se sabe que lo tiene. Por otra parte, está la idea de la muerte del universo, que es algo que acaece lentamente... Para Pynchon la vida es como una fiesta que se va apagando poco a poco [risas] y su sentido final se nos escapa, de modo que libertad y ausencia de significado son equivalentes.

En 1981 publica 'Hijos de la medianoche', considerada su obra más importante. Lo empecé a escribir sin saber muy bien dónde iba a parar. Cuando pienso en el lío en que se metió el joven que era yo entonces me asusto. Hay que ser muy joven y muy estúpido para atreverse a escribir un libro tan arriesgado, sobre todo teniendo en cuenta que mi primera novela no había ido lo que se dice precisamente bien. Al principio sólo quería escribir una novela sobre la infancia. Luego se me ocurrió la idea de los 1.001 niños dotados de poderes mágicos y tuve que aceptar las consecuencias de tal decisión. Los poderes mágicos de los niños se derivan del hecho de que su nacimiento coincide con el de India como nación independiente. En aquel momento comprendí que tenía que escribir un libro de una escala mucho mayor, por haber añadido una dimensión histórica a la narración.

¿Le resultó difícil escribir 'Vergüenza', tras un éxito tan fulminante? El destino de ese libro fue de lo más curioso. Pasó inadvertido, aplastado entre el éxito de Hijos de la medianoche y el escándalo que se desató en torno a la publicación de Los versos satánicos. Han tenido que pasar muchos años para que la gente se fijara en él. Hoy día, de todos mis libros, seguramente es el que más atención recibe en cursos universitarios, debido a la actualidad de los temas que aborda: el poder militar, el fanatismo religioso, el choque de civilizaciones. En cierto modo fue un libro premonitorio, ya que esos temas son hoy mucho más urgentes y relevantes que cuando lo escribí.

A estas alturas supongo que aborrecerá que le pregunten por 'Los versos satánicos'. Podemos hablar del libro desde el punto de vista literario, para variar [risas]. Todo el mundo tiene una opinión muy contundente sobre esa novela sin haberla leído.

Casi se podría decir lo mismo de usted. El mártir ha eclipsado al escritor. La fetua arrasó con todo lo demás.

¿Qué le llevó a escribir un libro así? Es una novela sobre gente que emigra a Occidente desde el sureste asiático: India, Pakistán y Bangladesh. Ése es un aspecto importante: el tema de la inmigración y sus consecuencias. Por otra están las múltiples historias que se entrecruzan en el libro, vertebradas por la figura del Arcángel Gabriel. Veo el libro como una serie de instantáneas que permiten seguir la carrera del Arcángel Gabriel [risas], una especie de biografía que no respeta el orden cronológico. Me pareció una idea divertida. Aún no había descubierto que tener ideas divertidas puede costarte caro: corres el riesgo de que se te acuse de blasfemo. Los ataques contra el libro fueron tan virulentos que nadie se percató de sus aspectos humorísticos. Los versos satánicos es esencialmente una novela cómica. Todos los procedimientos que utilizo son cómicos, aunque el efecto acumulativo final no lo sea. Es algo que aprendí de Kafka. El Castillo es una sucesión de escenas cómicas, aunque el efecto de conjunto no sea cómico. Mi mayor frustración fue ver que nadie pensaba en Los versos satánicos como libro. La gente veía en él un alegato, un eslogan, un panfleto. Se decían cosas de la novela que me dejaban estupefacto. La obra de que hablaban simplemente no existía. Decían cosas que no figuraban en ninguna parte. Yo no me cansaba de repetir: "¿Dónde está el libro del que dicen todo eso? Por favor, que alguien me enseñe las páginas donde aparecen las cosas que se dicen". Era rarísimo, y conmigo ocurría algo parecido. El Salman Rushdie del que hablaba la gente no tenía nada que ver con mi persona. De modo que toda la animadversión y la violencia extrema que exhibía la gente iban dirigidas contra algo que no existía. Ahora que han pasado 20 años desde que se publicó, es un alivio ver que por fin se habla del libro que escribí, no de una entelequia. Siento que he recuperado la novela. La gente lee un libro real, y reacciona como se reacciona normalmente ante un libro: hay gente a la que le gusta mucho y gente a la que no le gusta nada, y entre uno y otro extremo, todos los matices intermedios. Ése es el destino común de todos los libros.

¿Le cogió por sorpresa la reacción que se desató tras su publicación? Totalmente. Es decir... todos mis libros habían sido mal vistos por quienes sustentan opiniones religiosas ortodoxas islámicas. Hijos de la medianoche no les gustó, Vergüenza no les gustó, así que cuando publiqué Los versos satánicos di por hecho que tampoco les gustaría. Lo que no me esperaba era una reacción tan virulenta. De no haber intervenido Jomeini, decretando mi condena a muerte, el libro hubiera tenido una trayectoria normal.

¿Le resultó muy difícil mantenerse fiel a sus principios como escritor y tratar de seguir adelante después de la 'fetua'? Mucho, sobre todo al principio. Hubo un momento, unos meses después del ataque, en que creí que no sería capaz de seguir adelante. Estaba molesto, herido, a punto de perder el equilibrio. Me salvó pensar que no era ni mucho menos el primer escritor que padecía una persecución así. La historia de la literatura está plagada de episodios trágicos, como el Gulag. Dostoievski llegó a estar frente a un pelotón de fusilamiento... Ovidio murió en el exilio, Jean Genet escribió gran parte de su obra en la cárcel. La lista es muy larga. Me dije que si ellos habían tenido la entereza de resistir frente a las dificultades, yo estaba obligado a hacer otro tanto. Quizá le parezca una afirmación grandilocuente, pero tengo un concepto muy elevado de la literatura, y si quería ser un digno representante del arte literario, tenía la obligación de no desmoronarme. Así que tomé la firme determinación de ser fiel a mí mismo y aguantar con la dignidad que tantos escritores habían sabido tener en circunstancias iguales o peores que las que padecía yo.

¿Los años de reclusión afectaron de manera íntima al proceso creativo? Lo primero que escribí fue un libro para niños, Harún y el mar de las historias. Es un libro extraño, una especie de cápsula de tiempo que flota entre el silencio y el lenguaje. La imagen embrionaria es muy poderosa: raptan a una princesa con intención de coserle la boca. La imagen procede de un relato muy breve, que había escrito hacía años, y no sabía qué uso darle. Tenía algunos otros relatos y decidí construir con ellos un libro para que lo leyera mi hijo, que entonces tenía 11 años. Me sentí como quien mete un mensaje en una botella, sabiendo que nadie lo leerá hasta dentro de mucho tiempo. Quería que después de haberlo disfrutarlo de niño, mi hijo lo volviera a leer siendo adulto, porque entonces descubriría un libro totalmente diferente.

'El último suspiro del moro' es un proyecto muy distinto. Me dio miedo escribirlo, porque era el primer libro para adultos que publicaba tras Los versos satánicos y puse mucho empeño en el esfuerzo. En él regreso a mi ciudad natal, sólo que es un Bombay que no tiene nada que ver con el de Hijos de la medianoche. El Bombay de El último suspiro del moro es una ciudad tenebrosa, que ha perdido las cualidades de las que hablé antes. La tolerancia, la capacidad de abrirse a los demás, se habían perdido o dañado. Se puede ver como la continuación de Hijos de la medianoche. Es la misma ciudad sólo que vista a través de los ojos de un adulto, no de un niño de diez años. Ese libro marca el comienzo de lo que se ha convertido en mi mayor preocupación: mostrar elementos comunes a distintas culturas. Hijos de la medianoche y Vergüenza dan cuenta de lo que ocurre en el subcontinente indio. Incluso Harún y el mar de las historias es así. Con El último suspiro del moro intenté transmitir otro mensaje: No podemos vivir aislados, cada uno en su parcela del tiempo o del espacio. Lo que nos pasa a nosotros le ha pasado antes a otra gente. Muchas veces he pensado que el detonante de la llegada de Occidente a las Indias Meridionales, la razón que motivó la llegada de Vasco de Gama a Oriente, que es un momento crucial de la historia, no obedeció a un prurito de conquista ni a un afán de dominación. La razón por la que Oriente y Occidente acabaron por encontrarse fue la sed de dar con algo tan precioso como las especias. Cuando caí en la cuenta, me pareció fascinante. Pensé que si toda la historia de Oriente y Occidente se basa en el deseo de pimienta [risas], entonces tenía que poner pimienta en el centro del libro, de modo que toda la novela tenía que crecer a partir de un grano de pimienta, y así fue como surgió.

Hablemos de su última novela, 'El encanto de Florencia', que Mondadori editará en España en febrero. La crítica ha dicho que supone el regreso de Rushdie a sus orígenes, un poco como si se hubiera restaurado el equilibrio anterior a todo lo que sucedió con motivo de su 'fetua'. Al principio de la conversación hablábamos de las historias que logran alcanzar el blanco de la verdad sirviéndose de medios fantásticos, historias en las que la narración pura se constituye en un objetivo por sí mismo. Eso es lo que me propuse con este libro: recrear al desnudo el placer de narrar. El libro supone un despojamiento de cuanto es superfluo para descender a la esencia pura y rutilante del arte de contar historias, sin más. Puse mucho cuidado en evitar que el libro fuera demasiado largo. El mundo que se describe en El encanto de Florencia es de tal riqueza y complejidad que si lo hubiera escrito como si se tratara de una novela histórica convencional habría necesitado, qué sé yo, 1.200 páginas. Pero no era ésa la clase de libro que quería escribir.

Hay también una celebración de la palabra primigenia, un canto al lenguaje en cuanto tal. Si hay algo que he aprendido a lo largo de mis años como escritor es a sentirme cada vez más cerca de los lectores. Intento ponerme en su lugar y tratar de comprender cómo se acercan al texto. El encanto de Florencia es una novela ambientada en una época en la que los referentes literarios son nada menos que Ariosto, Cervantes y Shakespeare. Así que me dije que podía darme permiso para imprimirle al lenguaje una riqueza de la que carece el lenguaje del siglo XXI. Me propuse escribir la clase de libro que les hubiera gustado leer a los personajes de mi novela. Si se fija, la manera de narrar la historia no es muy distinta a la forma de ficción narrativa que se cultivaba en India y la Europa de aquel tiempo. Otra cosa que quería conseguir es dotar al libro de un sentimiento de plenitud, la idea de que la vida es muchas cosas a la vez. No hay por qué elegir entre ser realista o visionario. No es necesario elegir entre el sueño y la vigilia, la vida es algo más complejo y más completo, no hay que segmentarla en sus componentes. Y la literatura de aquella época -no nos olvidemos de que estamos hablando de los contemporáneos de Shakespeare y Cervantes- corresponde a un momento de máxima plenitud histórica. Todo estalló a la vez.

¿Se puede hablar de un adiós a la política? En el sentido de que me cansé de que la gente me viera como a una figura pública. Por supuesto que hay política en la novela, en parte el libro versa sobre el poder. Hay personajes como Maquiavelo y el Emperador Akbar, dos figuras históricas fascinantes, una que representa a Occidente y otra a Oriente. Hay mucho que decir acerca de los dos. Me interesaba reivindicar a Maquiavelo, que ha sido objeto de muchos malentendidos... Pero sí, hay un intento deliberado por alejarme de los temas que aparecen a diario en los periódicos. Es como si me hubieran dado la posibilidad de presentarme al mundo por primera vez y mi respuesta hubiera sido: Salman Rushdie es un contador de historias, todo lo demás da igual.



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domingo, 1 de marzo de 2009

De bancos y banqueros

"Al principio los bancos sabían lo que vendían, y los clientes lo que compraban. Después pasamos a una fase en la que los bancos sabían lo que vendían pero los clientes no sabían lo que compraban. Y desde hace tiempo ni los bancos ni los clientes tienen idea de nada". Quien pronuncia tan rotunda frase es nada menos que Pedro Solbes, vicepresidente del gobierno español y ministro de Economía y Hacienda. La cita está en El País de hoy, en un artículo firmado por J.G., titulado "Nacionalización o bancarrota".

No hace falta ser Charles Darwin para darse cuenta de que la vida es "cambio". Tampoco hace falta ser muy listo para percibir que esos cambios unas veces salen bien y otras salen mal. Cuando yo comencé a trabajar en la banca (con dieciocho años cumplidos) en las oficinas no había calculadoras electrónicas, ni fotocopiadoras, ni ordenadores. Todo se hacía a mano o con unas impresionantes máquinas de escribir, que no fallaban nunca. Íbamos todos al trabajo con chaqueta y corbata, tratábamos a los clientes de usted, les respetábamos porque eran de quiénes comíamos, les vendíamos lo mejor de nosotros y de nuestros productos, y no les engañábamos jamás. Se pagaban las horas extras que se hacían (mal, pero se pagaban). Y cuando se entraba a trabajar a un banco, sabías que era para toda la vida a menos que metieras la mano en la "caja"... ¡Qué tiempos! Los empleados de una oficina eran como una gran familia. Claro, como en todas las familias, había algún cabrón que otro, pero se podía lidiar con ellos...

El cambio llegó, pero no fue con las calculadoras electrónicas, las fotocopiadoras multifunción o los ordenadores y las pantallas de última generación: llegó cuando se estableció la convicción que el
cliente estaba para explotarle, el personal para estrujarlo, las oficinas para vender vajillas y electrodomésticos, los directivos para manipularlos con las retribuciones por objetivos, y los jefes y jefecillos para hacer cualquier tarea, reconvirtiéndolos en "oludis" (Objetos Laborales de Uso Discrecional). El caso era ganar dinero como fuera, con buenas prácticas, malas prácticas, o mediopensionistas prácticas. La más usual, hacer creer al cliente que lo que el banco le ofrecía era lo mejor para él... Y lo era: para el banco, por supuesto; no para el cliente. Si salía bien, y colaba, ascendías un puesto; si salía mal, y no colaba, a la calle. Recursos Humanos y Dirección Comercial miraban para otro lado y se ponía a buscar otros mirlos (entre el personal y entre los clientes). Ellos nunca eran responsables de nada. Supongo que era de esperar que aquellos lodos trajeran estos barros... Estamos en la Tercera Fase que enuncia Pedro Solbes . Y tengo la impresión de que ni Dios sabe que va a pasar. Personalmente pienso que la nacionalización no garantiza que la banca se gestione mejor; quizá que se corrompa más aún. Pero pase lo que pase, espero que sea para bien y que volvamos a la Primera. La vida no es más que un eterno retorno. No creo que los banco vayan a escapar a esa ley. Sean felices. Tamaragua, amigos. (HArendt)


Fotos:
(1) Barranco de Fataga (Gran Canaria):
http://www.jorgetutor.com/spain/canarias/gran_canaria/barranco_fataga/barranco_fataga5.jpg
(2) Playa de Tufia (Gran Canaria):
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http://www.jorgetutor.com/spain/canarias/gran_canaria/barranco_fataga/barranco_fataga5.jpg
Barranco de Fataga (Gran Canaria)




"Nacionalización o bancarrota", por J.G.
El País, 01/03/09

El control estatal sobre la banca se abre paso como salida a la crisis. La economía tiene sus propios tabúes. Entre quienes la manejan nadie dice despidos: es preferible recorte de plantilla o incluso ERE. Ni pérdidas: se escribe números rojos, es más fino. Desaceleración, por crisis, es el eufemismo predilecto de algunos Gobiernos entre decenas de ejemplos posibles. Así se llega a monstruos lingüísticos como crecimiento negativo o decrecimiento. "Como economista con buena reputación, soy perfectamente capaz de escribir cosas que nadie pueda leer", ironiza en su último libro el Nobel Paul Krugman. En medio de la crisis financiera más acusada desde la Gran Depresión y con el sistema bancario al borde del precipicio, irrumpe un nuevo fantasma semántico: la nacionalización bancaria. Palabras mayores. Tras unos años con el péndulo justo en el lado contrario, a derecha e izquierda se abre paso la creencia de que nadie tiene una idea mejor para acabar con la pesadilla de la banca. Y los Gobiernos ya se han puesto manos a la obra.

Todas las crisis bancarias se solucionan de la misma forma: gastando. Pero las multimillonarias ayudas públicas de los últimos 20 meses no son suficientes. En los países anglosajones, que hicieron dogma de fe del libre mercado, la banca sigue caminando sobre el alambre. En Europa occidental, con Alemania a la cabeza, sucede algo parecido. Y las finanzas son el aparato circulatorio de la economía: si se hunden, la economía se colapsa. No es posible salir de la recesión mundial sin solucionar la crisis financiera.

El descalabro está haciendo saltar por los aires uno de esos anatemas: la idea de que la formidable intervención del sector público en la banca necesita una vuelta de tuerca adicional no hace sino ganar peso. La nacionalización -parcial o temporal, pero nacionalización al cabo- está cada vez más cerca, y hay expertos que aseguran que ya se ha producido. Al menos en parte. Los casos de Citigroup y Royal Bank of Scotland son los más sonados. "Es algo sencillamente increíble, y a la vez sencillamente inevitable", resume desde Baltimore (EE UU) la economista Carmen S. Reinhart.

"Se trata de un shock para la mentalidad americana, que asocia la nacionalización prácticamente al bolchevismo en un país en el que la iniciativa privada está en el ADN de los políticos, sean del color que sean, y de la gente, desde los que trabajan en los rascacielos Wall Street a los que cuidan de los maizales en Iowa", afirma Ángel Cabrera, economista español que dirige una de las grandes escuelas de negocios norteamericanas, Thunderbird. "A muchos una nacionalización puede provocarles escalofríos, pero no hay una propuesta mejor para salir del pozo", apostilla.

Las crisis suelen engendrar paradojas. En EE UU, los republicanos son quienes mejor aceptan la nacionalización. En un ejercicio de pragmatismo, el ex presidente del banco central Alan Greenspan, el sumo sacerdote de la liberalización financiera de los últimos años, se manifiesta abiertamente a favor. La Administración de Obama, en cambio, es más remisa, y la nacionalización ha sido incluso descartada esta semana por las dos grandes figuras del equipo
económico de Obama: Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, y Tim Geithner, secretario del Tesoro, han rechazado esa vía ante el nerviosismo bursátil. "Obama sigue poniendo parches sin dar el paso definitivo", asegura Reinhart. "Pero una u otra forma de
nacionalización es inevitable. Esperar a que el propio mercado solucione el problema es una locura", añade.

Pese a las reticencias ideológicas, con todo el dinero empleado en los últimos 20 meses parte de la banca está ya nacionalizada de hecho. Aunque no de derecho. EE UU controla directamente el 36% de Citigroup, que hace unos años era el mayor banco del mundo y ahora está ahogado por los activos tóxicos. Citi ha recibido en apenas cinco meses tres rescates públicos, y Wall Street lo considera ya parcialmente nacionalizado. Con Bank of America ocurre lo mismo. La Administración de Obama se resiste a hacerlo a las claras: usa acciones sin derecho a voto y obliga a buscar accionistas privados para que la cotización bursátil no se diluya.

Pero ése es el camino: EE UU ha iniciado ya pruebas de estrés al sistema financiero para identificar a los bancos con problemas. En caso de que necesiten más capital -y todo parece indicarlo así-, el Estado se lo facilitará a cambio de acciones. En Irlanda la nacionalización de algunas entidades ya es total. El Reino Unido ha subido la apuesta con una operación escoba para quedarse con la gran mayoría de los activos tóxicos de Royal Bank of Scotland, y podría
hacer lo mismo con Lloyd's. Los expertos consideran que ambas entidades están al borde de la nacionalización. Alemania ha aprobado una ley para poder incluso expropiar bancos si es necesario. Y así ad infínitum.

"Lo peor es la incertidumbre, que los mercados no sepan si se va a producir o no. Pero al paso que vamos, la nacionalización -o como quiera llamarse- es sólo cuestión de tiempo, a no ser que queramos una década perdida, como en Japón", aseguraba el viernes el economista Charles Wyplosz. "La única manera de acabar con la tormenta es que los Gobiernos entren en los bancos, los limpien de una vez de la basura tóxica y los pongan a funcionar, como hizo Suecia en los años noventa", asegura este experto.

Aun así, las dudas son enormes. Por una parte, los accionistas pueden ver cómo su dinero se esfuma (y la Bolsa lleva ya un año y medio desastroso). Por otra, la factura puede ser morrocotuda y dejar un déficit público inmanejable. Además, no está claro que los burócratas sepan llevar las riendas de los bancos. En Suecia, el saneamiento costó cuatro largos años, y no había un cataclismo financiero global.

El mayor problema son los activos tóxicos. "Los Gobiernos deben ponerles precio: si es demasiado bajo quiebran entidades, y si es alto la factura de los contribuyentes se dispara. Es un difícil problema de redistribución. Pero es la labor de los políticos, para eso les pagan", dice Wyplosz.

El vicepresidente Pedro Solbes cuenta la que tal vez sea la mejor crónica negra de lo que ha ocurrido en la banca en los últimos años: "Al principio los bancos sabían lo que vendían, y los clientes lo que compraban. Después pasamos a una fase en la que los bancos sabían lo que vendían pero los clientes no sabían lo que compraban. Y desde hace tiempo ni los bancos ni los clientes tienen idea de nada". Ahora les llega el turno de comprar a los Gobiernos. Habrá que ver si saben lo que hacen.

El estado de la cuestión al momento actual es el siguiente:

FRANCIA. Dos tandas de ayudas desde París. El Gobierno de Sarkozy ordenó la primera inyección a los bancos franceses en diciembre de 2008: 10.500 millones que se repartieron Crédit Agricole, BNP Paribas, Société Générale, Crédit Mutuel, Caisse d'Épargne y Banques Populaires. No fue suficiente. A mediados de enero, anunció una segunda tanda de ayudas, pero esta vez con duras condiciones y contrapartidas: los directivos deben renunciar a los bonus. Esta misma semana, la fusión entre Banques Populaires y Caisse d'Épargne ha venido auxiliada con una inyección de 5.000 millones por parte del Estado francés, que nombrará a varios ejecutivos en la cúpula del banco, entre ellos al presidente de la entidad fusionada: François Pérol, uno de los hombres de confianza de Sarkozy y hasta ahora con un cargo en el Elíseo.

ALEMANIA. De la negativa a una ley de expropiación. Aún en diciembre de 2008, el Gobierno alemán era reacio a nacionalizar bancos. Berlín aludía a los pésimos resultados de los bancos públicos regionales, la mayoría de ellos tan afectados por la crisis y la mala gestión como la banca privada. Sin embargo, Alemania se hizo en enero con el 25% del Commerzbank, el segundo banco del país. En febrero, el Gobierno aprobó una ley que permitirá no sólo nacionalizar bancos, sino expropiar a los accionistas de aquellos institutos que dependen del dinero público para subsistir. La ley se redactó para atajar los continuos problemas del Hypo Real Estate, donde el Gobierno ha inyectado 87.000 millones para evitar la quiebra. El Gobierno justifica las intervenciones como "necesarias" para mantener a flote la banca y evitar la pérdida de las millonarias ayudas públicas.

REINO UNIDO. Control público a regañadientes. El Reino Unido está siendo uno de los países más activos en la intervención del Estado para salvar los bancos. Pero el Ejecutivo no quiere ni oír hablar de nacionalización: se ve forzado a reforzar el capital de los bancos, pero el control de las entidades no es un objetivo político. El Gobierno de Gordon Brown protagonizó la primera nacionalización, en el caso de Northern Rock. Y ha seguido siendo muy activo en los casos de Royal Bank of Scotland -esta misma semana ha asegurado 365.000 millones de euros en activos tóxicos- y de HBOS, que fusionó con Lloyd's. En ambos casos posee un buen porcentaje del capital y los expertos consideran que esos dos bancos están al borde de la nacionalización. Pero el Ejecutivo asegura que tarde o temprano esas entidades volverán al sector privado.

ESTADOS UNIDOS. Republicanos a favor, demócratas en contra. El intervencionismo público en la economía ha sido una constante en EE UU desde el estallido de la crisis financiera, con la
Administración de Bush y con Barack Obama. Pese a que los expertos -encabezados por los premios Nobel Joseph Stiglitz y Paul Krugman- recomiendan ahora la nacionalización parcial y temporal de las grandes entidades con problemas, Washington se resiste a esa posibilidad. Varios congresistas y senadores republicanos se han manifestado a favor del control del Estado en la banca. Pero el Gobierno sigue con su hoja de ruta: aplicar planes de estrés a las grandes entidades para observar sus necesidades de capital, mientras estudia una solución para Citigroup (donde controla ya el 36%) y Bank of America, a un paso de la nacionalización.





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Tufia (Gran Canaria)




" Regla número 1: no compre nada que no entienda", por David Fernández
(El País, 12/03/09)

La crisis destapa abusos en la comercialización de productos financieros - Mal aconsejado, el cliente aceptó riesgos incompatibles con su perfil inversor.

"Tengan cuidado ahí fuera". El sargento Eterhaus terminaba así la arenga que dirigía a sus policías en la serie Canción triste de Hill Street. Los mercados financieros no son, ni mucho menos, tan peligrosos como las calles neoyorquinas, pero el consejo de Eterhaus quizás tampoco esté de más para los inversores.

La crisis ha destapado situaciones en las que los ahorradores se han visto atrapados en productos que no entendían, que daban por seguros y recuperables en dinero en un plazo breve. El banco se los ofreció, pero que no se ajustaban a lo que buscaban, sino más bien a lo que el banco quería venderles. Un problema de falta de cultura financiera: ni el inversor fue prudente ni el banco transparente. Arañar unas décimas más de rentabilidad ha costado muy caro a algunos.

Ahí están los casos de los productos estructurados atrapados en la quiebra de Lehman Brothers, los fondos de alto riesgo afectados por el timo de Bernard Madoff o la decisión del fondo inmobiliario del Santander de congelar los reembolsos dos años. Estos ejemplos son los más conocidos, pero hay otros como el fiasco de los fondos monetarios dinámicos (fondos de renta fija a muy corto plazo que se consideraban exentos de riesgo pero que tuvieron pérdidas debido a las hipotecas basura) o las minusvalías de las últimas salidas a Bolsa.

El ahorrador debe asumir el riesgo inherente a los productos financieros que adquiere. De hecho, el Fondo de Garantía de Inversiones sólo le protege frente a las posibles insolvencias de las entidades "pero no alcanza a las pérdidas de valor de la propia inversión", como ha recordado la CNMV a los afectados por Lehman y Madoff. Hasta ahí las reglas de juego están claras.

La duda surge con una cuestión menos tangible: ¿funciona correctamente el sistema de comercialización de productos financieros en España? Los expertos creen que fondos, depósitos o acciones no son buenos o malos por sí mismos, sino que falla la forma de comercializarlos al venderse en muchos casos sin diferenciar el perfil de cada cliente. A ello se une que en los últimos años se han diseñado productos cada vez más complejos y que la cultura financiera en España es inferior a la de otros países.

"El problema que tenemos en España es que los productos financieros se venden a través de campañas. La red bancaria funciona por objetivos, y cuando el objetivo es un determinado producto termina colocándose a quien no se debe", según Juan Ignacio Crespo, director de Thomson Reuters. Una opinión similar da Carlos Fernández, Protector del Inversor de la Bolsa de Madrid: "Al cliente le diría que no compre nada que no entienda y a la entidad que sea lo más clara posible al vender el producto".

María Antonia Sánchez y su marido vendieron un piso hace una década. La operación les proporcionó 240.000 euros y desde su banco, el Santander, les aconsejaron que invirtieran las plusvalías en su fondo inmobiliario. "Nos dijeron que era un producto sin riesgo y que invertía de forma conservadora". El consejo no les fue nada mal. Obtuvieron una rentabilidad media anual por encima del 6%. En octubre pasado quisieron retirar el 30% del capital porque este verano se casa su hijo. "La gente de la oficina nos convenció para que esperásemos un poco, que podíamos arañar algo más de rentabilidad. Para nuestra sorpresa, en diciembre se anunció una retasación extraordinaria del fondo, lo que provocó las peticiones de reembolso masivas que nos han dejado sin poder retirar nuestro dinero durante dos años. Ahora es cuando hemos visto toda la letra pequeña: sus altas comisiones y la cláusula que le faculta a congelar el dinero", se lamenta Sánchez.

Los expertos creen que los problemas de los fondos inmobiliarios son un buen ejemplo de las lagunas en la comercialización de los productos financieros. Los folletos que las gestoras han registrado en la CNMV hablan en la mayoría de los casos de que el riesgo es "bajo". Además, en casi ningún caso se establece un mínimo de inversión (como sí ocurre con los hedge funds donde la inversión mínima es de 50.000 euros), es decir, son productos al alcance del pequeño ahorrador. Sin embargo, estos fondos invierten en activos ilíquidos (pisos) que tardan tiempo en venderse, por lo que si hay peticiones masivas de retirada del dinero, las gestoras tienen dificultades para devolver el capital. Por eso la legislación ampara decisiones como la que ha tomado el fondo Banif Inmobiliario de congelar los reembolsos siempre que estos superen el 10% del patrimonio total.

"Debido a estas peculiaridades tiene poca explicación que este fondo haya tenido peticiones de reembolso superiores al 80%. Por su iliquidez, los inmobiliarios son productos de inversión a muy largo plazo. Esto quiere decir que o no se ha explicado bien el producto o no se ha querido entender o se ha vendido a un perfil erróneo de inversores", opina Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim, firma especializada en el análisis y selección de fondos.

La sucesión de casos que han perjudicado a los inversores se han producido poco después de que la legislación española trasladase a su ordenamiento jurídico la normativa europea sobre instrumentos financieros, conocida como MiFID, cuyo objetivo es precisamente mejorar la protección de los pequeños inversores. Esta normativa, que no se aplica para los productos bancarios (depósitos, préstamos...), delimita qué entidades pueden ofrecer servicios de inversión y asesoramiento y obliga a éstas cumplir protocolos para asegurarse que cada inversor accede a los productos que mejor se adaptan a su perfil.

"Los escándalos de los últimos meses constatan el fracaso de la MiFID. Esta normativa se planteó como una garantía para los inversores, y al final se ha convertido en un instrumento que blinda a las entidades financieras", argumenta Fernando Herrero, secretario general de la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae). "Ante este clima de desconfianza, lo que recomendamos es que no se firme ningún contrato que no se entienda y, si ya se han firmado, que se revisen los contratos", añade.

Bancos y cajas copan el negocio de la comercialización de productos financieros en España. El caso de la inversión colectiva es un buen ejemplo del peso de estas entidades en el negocio. Aunque la competencia de los depósitos y la caída de la Bolsa ha pasado factura a los fondos de inversión y a los planes de pensiones, estos productos siguen siendo una de las vías más utilizadas por las familias para canalizar sus ahorros. Al cierre del ejercicio 2008 suponen el 24,3% del ahorro financiero, según los datos de Inverco. Los fondos cuentan con más de siete millones de partícipes y cinco entidades -BBVA, Santander, La Caixa, Ahorro Corporación y Caja Madrid- suman una cuota de mercado del 58%.

La Fundación de Estudios Financieros (FEF) ha aprovechado la presentación de su informe sobre la inversión colectiva en España para denunciar ineficiencias que deben corregirse. "La adaptación del producto al perfil del inversor es tan importante o más que el producto en sí mismo. La crisis financiera ha dejado claro que la forma de hacer llegar el producto al cliente debe mejorares", según Juan Carlos Ureta presidente de Renta 4 y vicepresidente de la FEF. "Hay que impulsar acciones dirigidas a incrementar la formación de los inversores y de las redes de distribución, fomentando la evaluación del riesgo y la diversificación".

Desde la FEF también piden simplificar la oferta -"no tiene lógica que existan más de 6.000 instituciones de inversión colectiva, casi el 10% del total mundial, cuando el volumen de activos sólo representa sólo el 2%"-, y fomentar una mayor competencia en la comercialización de productos. "El 90% de los fondos se distribuye a través de redes bancarias. Es deseable que, junto a esas redes, se desarrolle la modalidad de distribución a través de entidades especializadas no bancarias, como las empresas de servicios de inversión", indica Ureta.

La crisis ha abierto el debate acerca del papel de los supervisores a la hora de proteger a los pequeños ahorradores. Tanto la CNMV (su presidente, Julio Segura, ha pedido al Gobierno más capacidad sancionadora) como el Banco de España se han centrado en informar a los inversores de sus derechos y en advertir de los riesgos que entrañan ciertos productos. En sus comentarios se deja entrever una crítica a un sistema de comercialización viciado.

La CNMV se muestra muy vigilante con las participaciones preferentes, un producto que se ha puesto muy de moda recientemente entre los bancos y cuyos destinatarios son principalmente pequeños ahorradores. BBVA colocó en diciembre 1.000 millones, Banco Sabadell ha emitido por valor de 500 millones y Banco Santander pretende compensar con este producto a los afectados por Lehman Brothers y Madoff.

El supervisor ha enviado una carta a las patronales de bancos y cajas para pedir la máxima transparencia con este tipo de emisiones. Los propietarios de preferentes tienen asegurada una remuneración predeterminada (fija o variable), pero que está condicionada a la obtención de beneficios por parte de la sociedad que las emite. Además, estas participaciones son de carácter perpetuo, salvo que la entidad acuerde su amortización una vez transcurridos cinco años. La CNMV entiende que estos productos "requieren una especial vigilancia".

"Las participaciones preferentes son una simple obligación de carácter perpetuo y están un escalón por debajo de la deuda senior y subordinada. Es decir, se vende una cosa que tiene preferencia cuando no la tiene. Muchas veces carecen de liquidez o tienen un tipo fijo", advierte el protector del inversor de la Bolsa de Madrid.

Por su parte, el Banco de España se ha mostrado crítico con los depósitos estructurados, cuyo atractivo quedó en entredicho con la bancarrota de Lehman Brothers. "Son productos cuya configuración alcanza un cierto grado de complejidad (...) poco adecuados para ser ofrecidos al público de forma general e indiscriminada, sin el soporte informático necesario, y a través de la red comercial de oficinas", señala el supervisor en uno de sus últimos Informes sobre Reclamaciones. En su crítica, el Banco de España también da una pista a los inversores que se consideren perjudicados: una sentencia dictada por el Juzgado de Palma de Mallorca el 15 de noviembre de 2004, en la que se condenaba a una entidad financiera a indemnizar por daños y perjuicios a un cliente al considerar que le asesoró erróneamente al no haber tenido en cuenta su perfil inversor y al haberle proporcionado información sesgada.

En la Bolsa, los últimos estrenos han sido poco atractivos. Las colocaciones han tenido la mala suerte de coincidir con un mercado bajista. Sin embargo, los expertos también creen que los precios que se fijan en las ofertas públicas de venta (OPV) son muy altos. "Se suele decir que cuando se saca una empresa al parqué el limón ya viene exprimido", reconoce Carlos Fernández. En las últimas 10 OPV se vendieron acciones a 900.000 pequeños ahorradores. Todos pierden dinero.

Conozca qué derechos tiene

- La normativa sobre mercados financieros (MiFID) establece que sólo pueden ofrecer servicios de asesoramiento de inversiones aquellas entidades que tengan la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

- La MiFID obliga a las entidades a pedir a sus clientes información para conocerles lo mejor posible. Sólo podrán ofrecerle los productos que consideren más adecuados para usted. Para ello les tienen que hacer un test de conveniencia. La normativa también les obliga a facilitarle la mejor información antes, durante y después de realizar la inversión.

- La entidad debe informarle sobre los mecanismos de protección que tenga a su disposición. En todo caso, este servicio debe formalizarse en un contrato que regule los derechos y obligaciones de ambas partes.

- En caso de que usted no pueda recuperar el efectivo o los instrumentos financieros que hubiera confiado a su entidad financiera por insolvencia de ésta, podrá solicitar la compensación del fondo de garantía al que se encuentre adherida.

- Los fondos de garantía cubren, hasta cierto límite, el dinero y las inversiones que tengan en una de las entidades adheridas a dichos fondos, en el caso de que sea declarada en concurso de acreedores. Existen dos fondos de garantías, el de depósitos, que cubre a las entidades de crédito, y el de inversiones, que cubre a los clientes de empresas de servicios de inversión.

- Si tiene alguna queja por mal funcionamiento, demora o falta de atención, o si se sintiese perjudicado por la actuación de su entidad, puede reclamar. El primer paso es presentar una reclamación ante el servicio de atención al cliente de la entidad. Si no recibe una respuesta en el plazo de dos meses, o si ésta no es convincente, puede presentar una queja ante la Oficina de Atención al Inversor de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.




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jueves, 26 de febrero de 2009

Un pasito por delante

¡Hasta los mismísimos huevos estoy ya del PP canario, en particular, y de la política y los políticos del archipiélago, en general! ¿Nos tomarán por tontos? No sólo me pasa a mí. Para que un periodista bastante ecuánime, irónico y nunca mal hablado, sin carnet del PSOE, ni vendido en cuerpo y alma a la horda prisática, como José Antonio Alemán, suelte en el "Canarias Ahora" de hoy lo que suelta, hay que estar, lisa y llanamente, hasta los mismísimos... Y en Canarias, un pasito por delante, a pesar de ir una hora por detrás.

Lo del pasito por delante no es sólo por lo que dice el vicepresidente del gobierno de Canarias, consejero de Economía y Hacienda y presidente del PP en las islas, don José Manuel Soria, sobre jueces, fiscales, policías, líder de la oposición socialista y delegada del gobierno de España (con la conformidad explícita, no se olvide, de su presidente -y por desgracia, de todos los canarios- don Paulino Rivero, de ATI-CC). Les acusa de conspiración y confabulación contra él y el PP, bastante antes de que el señor Rajoy le imitara en los gestos y aclamaciones a sí mismo y a su partido. Y lo del pasito por delante lo digo, también, porque es más que probable que visite Salto del Negro (la prisión provincial de Las Palmas) con antelación a sus correligionarios peninsulares y eso le trae, evidentemente, sin vivir. Pero en el ínterin, a los que nos tienen sin vivir y hasta los mismísimos es a los canarios... Les dejo con la lectura del artículo de José Antonio Alemán; se titula "El exorcista". Me imagino por qué. Sean felices. Tamaragua, amigos. (HArendt)




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José Manuel Soria, presidente del PP canario




Fotos:
(1) José Manuel Soria:
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"El exorcista", por José A. Alemán
(Canarias Ahora, 26/02/09)

Rajoy descartó dimisiones de imputados del PP para no ser menos que Bermejo. Él, desde luego, no las forzará, bonito fuera. Menos mal, porque me habría descolocado si coge la escoba y pega a barrer la casa. Hubiera tenido que modificar, a estas edades, mi idea de la derechona (a la que diferencio de la derecha, vaya por delante).

Mucho he oído decir de la desvergüenza con que la derechona se pone siempre por el lado grueso del fonil, vulgo embudo; de la incoherencia de exigirle a los demás lo que ella no practica; aparte del descaro con que intoxica y manipula a la opinión pública, a la que ve integrada por imbéciles y demás lindezas en las que no abundo porque en Canarias Soria no necesita presentación como adalid de esa concepción más que perversa, pervertidora.

No creo, a eso iba, que la ley del fonil defina la actitud de la derechona porque ella es así, sin más. Tampoco es riguroso calificarla de franquista pues lo suyo viene de más atrás; Franco fue su criatura predilecta, no su origen. La alimenta la creencia de que España, sus islas adyacentes y las subyacentes en que vivimos, constituyen una finca de su exclusiva propiedad. La jactancia de Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón, al contar los centenares de allegados y amigos a los que ha colocado, refleja esa mentalidad de propietario a la que pertenece conceptualmente Rajoy cuando exige de los demás lo que no a los suyos.

Quiero decir que no es cinismo, ni asunto de foniles: la derechona considera que actúa en derecho y tan consciente es de que la finca es suya que arremete contra las instituciones del Estado de Derecho por no cumplir sus deberes de mayordomía a satisfacción de la propiedad. Las instituciones no son menos suyas y yo con lo mío hago lo que quiero.

El convencimiento de la derechona de que la finca les pertenece es tal que considera a los psocialistas unos advenedizos que la han despojado de su propiedad y de ahí la oposición que hace el PP: brilla por su ausencia una propuesta alternativa a Zapatero que no sea la pura devolución del poder expoliado. La democracia, aunque reducida prácticamente a votar una vez cada cuatro años, es el obstáculo para recuperar la finca y no les importa si salta por los aires, una vez debilitadas sus bases institucionales.

Una democracia, por cierto, que hicieron posible la progresía intelectual y social y en lo político el centro y la izquierda y la derecha democráticas; mientras la derechona permanecía atorrada en su desconcierto sin saber qué hacer al apagársele la lucecita de El Pardo. La contaminación franquista no era políticamente correcta en la Transición. Pero ahora el paso del tiempo la ha librado del complejo (la derecha sin complejos, recuerden) y se burla de los planteamientos progresistas y hasta del cambio climático y se opone significativamente a la memoria histórica dónde están inscritas sus tropelías. Tiene la esperanza de que sea cierto lo de que el pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.

En esa línea se inscriben las carajeras contra leyes mal vistas por la Iglesia, empeñada en imponer su doctrina hasta a los no católicos y que se considera perseguida porque encuentra resistencia; asuntos como el de la Educación para la Ciudadanía es otro buen botón de muestra de la coyunda de la derechona y la Iglesia que, todo hay de decirlo, responde a la rancia y más casposa tradición española.

Locke defendía la democracia representativa como sustituta de las guerras civiles. Pensaba que la perspectiva de ocupar el poder evitaba que la oposición se echara al monte y utilizara sólo armas políticas. La derechona no ha alcanzado ese grado civilizatorio que permite discernir entre hacer oposición y llevarse por delante las instituciones llegando, si fuera necesario, al enfrentamiento civil. La finca es suya y nadie va a decirle cómo administrarla.

Este espíritu, que anima a la derechona en el fondo de su alma, resta incoherencia a los dichos y hechos del PP. Cree que las cosas son así y que Dios está de su lado porque lo está la jerarquía católica; la Iglesia verdadera y dos piedras. Defiende la impunidad de su gente porque se corresponde al origen divino del orden que quieren en su finca; en la que se les ha infiltrado Satanás en forma de Zapatero (de López Aguilar en Canarias) convirtiendo a policías, fiscales y jueces en custodios del diabólico expolio. Necesita la derechona un buen exorcista que ahuyente a los demonios y volvamos a tener la misa en latín. Que es, por cierto, el idioma de los endemoniados; pura justicia poética, qué quieren.




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viernes, 20 de febrero de 2009

Sin vergüenza alguna

Sin vergüenza alguna, sí señor. Con dos cojones, u ovarios, según la clasificación sexual de cada cuál. Ahí tienen a Sus Señorías, titulares individuales y personales (lo es cada uno de ellos, y no en conjunto) del más garantista de los poderes del Estado, en huelga. Alegres como chiquillos con zapatos nuevos. No entro en la legalidad ni oportunidad de la huelga; no es el caso. Si sus "Pares" del Consejo General del Poder Judicial dicen que no es ilegal, pues vale. Me alegro por ellos.

¿Se imaginan ustedes dónde acabarían unos militares, a los que el Estado encomienda las armas de la nación para defenderla, si decidieran ponerse en huelga o desobedecer las órdenes del poder civil? ¿O qué el rey, el gobierno o diputados y senadores hicieran lo mismo? A mi, aparte de desasosiego, me ha producido una enorme vergüenza. Si ya hasta los jueces juegan a hacer política, o bromas, con su poder de vida, muerte y hacienda sobre los ciudadanos, apaga y vámonos... Sean felices. Tamaragua. (HArendt)


Fotos:
(1) Los jueces de Valencia en huelga:
http://www.elpais.com/recorte/20090218elpepunac_7/XLCO/Ies/20090218elpepunac_7.jpg





http://www.elpais.com/recorte/20090218elpepunac_7/XLCO/Ies/20090218elpepunac_7.jpg
Jueces en huelga (Valencia)




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A la búsqueda del Bosón de Higgs (II)

No estaba muy seguro de que mi querida amiga y vecina, Inés, fuera a asumir la extraña petición que le hiciera hace unos días de intentar explicarme, y explicarnos, que era eso del "Bosón de Higgs". Me equivoqué. como era de esperar. Lo ha hecho, y encima, relacionando su explicación con los personajes de "El Señor de los Anillos", de Tolkien, al que yo había citado fuera de todo contexto lógico.

Dejo aquí constancia de mi agradecimiento para con ella y transcribo las entradas de su blog (http://inesuja.blogspot.com) publicadas los días 18, 19 y 20 de febrero. Juzguen ustedes; seguro que les resulta interesante. Y sean felices. Tamaragua (HArendt)


Fotos:
(1) Dios leyendo un manual de Física, por Quino (Del blog "Inesuja):
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih2e1p2LML4SV4_zi4IHoaYl_mykVpFA_e5E5Y48DeKvnklwCO3Ec1hvfwTY4c1WDSSP-O2qGHrqXyIjmUSeNtAF1NqLSnTF37d4E1Z8IBXb_CHtZoVn_0-chGqRUOlOcdQ5nvnTfTWHE/s400/quino-fisica.jpg
(2) Las cumbres de Gran Canaria, nevadas:
http://www.canarias7.es/multimedia/i/galerias/2853/gal2853-7.jpg



https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih2e1p2LML4SV4_zi4IHoaYl_mykVpFA_e5E5Y48DeKvnklwCO3Ec1hvfwTY4c1WDSSP-O2qGHrqXyIjmUSeNtAF1NqLSnTF37d4E1Z8IBXb_CHtZoVn_0-chGqRUOlOcdQ5nvnTfTWHE/s400/quino-fisica.jpg
Dios leyendo un Manual de Física (Quino)




"hoy voy a hablar de física: la teoría unificada: la comunidad del anillo" por Inesuja.
(18, 19 y 20 de febrero de 2009: http://inesuja.blogspot.com)


tres anillos para los reyes elfos bajo el cielo,
siete para los señores enanos en palacios de piedra,
nueve para los hombres mortales condenados a morir
uno para el señor oscuro, sobre el trono oscuro
en la tierra de mordor donde se extienden las sombras
un anillo para gobernarlos a todos. un anillo para encontrarlos,
un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la tierra de mordor donde se extienden las sombras

así comienza el libro "el señor de los anillos" de j.r.r. tolkien que imagino que muchos de vosotros habéis leído (y si no fijo que habéis visto la trilogía homónima de peter jackson). os voy a hacer una revelación: en realidad este libro habla de física, ¿que no?

el universo tal y como lo conocemos puede ser explicado a través de cuatro interacciones: la electromagnética (campos electromagnéticos), la nuclear fuerte (núcleos de los átomos), la nuclear débil (unión de los electrones con los núcleos) y la gravitacional (responsable de la formación de estrellas, planetas, galaxias y demás), y de los transmisores de esta interacción, que son los bosones. os voy a mostrar cómo tolkien los refleja en su libro:

* los elfos se van a corresponder con la interacción electromagnética, que es de alcance infinito, como sus flechas; a su anillo (bosón) lo vamos a llamar "fotón", porque además los elfos son muy ligeros, casi como fotones, que no tienen masa.
* a los señores enanos les vamos a asociar la interacción fuerte, que es de corto alcance pero bastante cañera, como sus hachas, y a su anillo (bosón) lo llamaremos "gluón".
* a los hombres mortales les vamos a asociar la interacción débil, que es de medio alcance y como su propio nombre indica más débil que la fuerte, y a sus anillos (a estos les damos dos, que los hombres luchan con espada y escudo) les llamaremos "bosón w" y "bosón z".

los anillos se forjaron en las entrañas del monte del destino, y el anillo único los unifica y gobierna a todos. pues ahora pensemos que el monte del destino es el big bang y que el anillo único es el "bosón de higgs", un bosón formado a los 10 elevados a menos 43 segundo de la explosión, sin el cual difícilmente se pueden explicar el resto de anillos-bosones (fotones, gluones y bosones w y z), de una enorme masa (como el anillo único), que nadie nunca ha visto y al que muchos temen y gracias a la cual se afianza el "modelo estándar de la física de partículas", que intenta unificar las tres interacciones anteriores.

al que todavía esté despierto a estas alturas es posible que le haya chocado algo en todo lo anterior: he hablado de cuatro interacciones pero sólo he explicado tres.

la teoría unificada intenta aglutinar en una sola las cuatro interacciones anteriormente descritas; para ello a cada una de ellas debe tener asociado un bosón que va a generar un campo de interacción.

en el caso de la interacción gravitatoria tendría que llevar asociado un bosón responsable de esta interacción, un bosón insignificante, en el que nadie se fijaría y que parece que no pinta nada en esta historia, más o menos lo mismo que los hobbits en el libro, solo que los físicos lo llaman "gravitón".

el gravitón por tanto sería el bosón que faltaría para completar esta teoría (el hobbit que va a cargar con todo el peso de la historia) y que necesariamente tiene que caracterizarse por ser extremadamente pequeño y tener muy muy poca masa (aunque no masa cero), cuya interacción es muy débil y de aparente corto alcance pero que explica cosas tan grandes como –por ejemplo- la configuración planetaria. de hecho, fíjense si son importantes que tolkien les dedicó un libro para ellos solitos. por desgracia por ahora el gravitón no es más que una idea que ni tan siquiera ha podido ser concebida matemáticamente; me explico: la ley de gravitación universal es una de las más antiguas conocidas, se explica perfectamente en la física clásica pero cuando intentamos generar un análogo cuántico no sabemos cómo hacerlo.

sin embargo no toda la esperanza está perdida: ya hay dos interacciones que se han podido unir, que son la débil y la electromagnética, creando la "electrodébil" que explica cómo los electrones se unen a los núcleos, y que siguiendo la analogía con el libro podríamos llamar "la última alianza entre hombres y elfos".

en resumen: los avances realizados en los últimos cincuenta años en el campo de la electrodinámica cuántica han animado a los físicos a intentar unificar todas las teorías de interacción existentes en una sola a la que denominan "teoría unificada" (otra vez un nombre rebuscado) con el objetivo de intentar explicar un poco mejor por qué el universo es como es. algunas de las partes ya están explicadas como puede ser la interacción electrodébil pero actualmente existen dos escollos que todavía no se han logrado salvar; el primero es encontrar el bosón de higgs con el cual se daría un enorme paso para unificar las interacciones electromagnética, débil y fuerte (y que es la razón por la que se creó en lhc –large hadron collider-) y el segundo formular y encontrar el gravitón, algo tan insignificante que hasta podría parecer intranscendente, pero para lo cual todavía queda mucho camino por recorrer.

epílogo: mientras el otro día me desayunaba un café con leche y un cruasán de chocolate y me paseaba por mis blogs amigos, me encontré lo siguiente en el de mi vecino harendt: "Mi ignorancia de la Física es tan mayúscula que la primera vez que oí hablar del "Bosón de Higgs" pensé que se estaban refiriendo a uno de los personajes de la novela "El Señor de los Anillos", del escritor sudafricano J.R.R. Tolkien. Es evidente que me equivoqué, y a pesar de haber leído bastante cosas sobre él, sobre el "bosón", sigo tan en blanco como al principio.", tras lo cual me animaba a intentar explicar qué es el susodicho bosón. mi primera reacción fue pensar "este tío está como una baifa (cabra canaria de tamaño más pequeño que la peninsular)", pero decidí aceptar el reto y he aquí el resultado, de hecho mi objetivo ha sido ir un poco más allá e intentar explicar la teoría unificada, espero que al final hayáis comprendido algo. (vecino, el reto era realmente complicado, pero como podrás observar no ibas nada desencaminado, espero haberlo superado…)



http://www.canarias7.es/multimedia/i/galerias/2853/gal2853-7.jpg
Las cumbres de Gran Canaria, hoy




(E-1107) .../...

martes, 17 de febrero de 2009

Desde Cuba, otra vez

Día a día, a pesar del desaliento, las amenazas y las represiones, los cubanos comienzan a desperezarse de su miedo. Desde dentro, porque si no lo hacen ellos no lo va a hacer nadie. Dos de mis "blogs amigos" dan cuenta hoy del hecho desde allí mismo, en el corazón de La Habana. Ambos se refieren a un mismo acontecimiento: el anuncio de la publicación de un libro, crítico con el régimen: "Boring Home", de Orlando Luis Pardo, en un parque de La Habana, al aire libre, bajo vigilancia policial. Les animo a que los visiten. Más contenido, como siempre, el de Yoani Sánchez, "Generación Y" (1), Premio Internacional 2009 al mejor blog del mundo, y desde el cual puede bajarse el libro de Orlando L. Pardo en formato "pdf". Exultante, y aun sobrecogida por el miedo, más literario, el comentario de Claudia Cadelo en su blog "Octavo Cerco" (2). No se si el régimen de los Castro se mueve hacia sitio alguno; los cubanos, seguro que sí. Lo estamos viendo. No les dejemos solos, por favor. Sean felices. Tamaragua. (HArendt)


Notas:
(1) http://desdecuba.com/generaciony
(2) http://octavocerco.blogspot.com





http://jacquesthomet.unblog.fr/files/2008/05/yoanisanchez060508.jpg
La cubana Yoani Sánchez




Fotos:

(1) Yoani Sánchez:
http://jacquesthomet.unblog.fr/files/2008/05/yoanisanchez060508.jpg
(2) Claudia Cadelo:
http://penultimosdias.com/wp-content/uploads/2008/12/i-love-minit-citacion-claudia.jpg





http://penultimosdias.com/wp-content/uploads/2008/12/i-love-minit-citacion-claudia.jpg
La cubana Claudia Cadelo





(E-1106) .../...

lunes, 16 de febrero de 2009

A la búsqueda del Bosón de Higgs (I)

Mi ignorancia de la Física es tan mayúscula que la primera vez que oí hablar del "Bosón de Higgs" (1) pensé que se estaban refiriendo a uno de los personajes de la novela "El Señor de los Anillos" (2), del escritor sudafricano J.R.R. Tolkien. Es evidente que me equivoqué, y a pesar de haber leído bastante cosas sobre él, sobre el "bosón", sigo tan en blanco como al principio.

Mi vecina y amiga Inés, que vive en Maspalomas como yo, es licenciada en Física, y tiene una gran facilidad para hacer asequible algunos de los grandes secretos de esa ciencia, podría echarnos una mano al respecto. ¿Te animas, vecina? Mientras lo hace (no me dejes mal, por favor...), visiten su blog "Inesuja"(3), que es la mar de interesante.

Según cuenta Luis Miguel Ariza en El País Semanal de ayer domingo en un artículo titulado "La chispa de Dios. ¿Qué pasó al principio de todo?", y que reproduzco más adelante, el "bosón de Higgs" es la más pesada de todas las particulas conocidas, responsable de proporcionar
su masa al resto de las partículas, surgido simultáneamente al Big Bang (4), aproximadamente a los 10 elevado a menos 43 segundos, del gran estallido, y sin el cual todo carecería de masa, no existiría la gravedad, ni las galaxias, las estrellas, los planetas, ni la vida.

Albert Einstein (5), que según Ariza no creía en un Dios cristiano tradicional, llegó a afirmar que "Dios no juega a los dados con el Universo". Tampoco aceptaba que nuestro universo fuera el simple resultado de un accidente. Pero los físicos actuales no se permiten esos juegos de palabras.

Leon Lederman (6), premio Nobel de Física, publicó en 1994 un libro titulado "La partícula de Dios" que trataba sobre el "bosón de Higgs". El título del libro no gustó mucho en los ambientes científicos, que le achacaron una intencionalidad meramente publicitaria. "Ningún
científico serio -aseguraron- usaría ese nombre en un artículo científico o en una conferencia. La ciencia y la religión son dos empresas humanas que están en esferas diferentes, y están fundadas
bajo principios claramente distintos. Otros pueden no estar de acuerdo (son palabras del profesor Howard Haber, citado por Ariza en su artículo) pero yo creo -añade-, que cualquier intento para mezclarlas termina en algo que no tiene sentido o que produce confusión".

Para Lawrence Krauss (7), doctor en Física por el MIT (8) de Cambridge (Ma., USA), estamos empezando a hacernos preguntas que jamás creíamos que pudiéramos responder. Es alucinante -dice-, y muy inspirador. La creación según la Biblia es bastante aburrida, comentan sus alumnos, pero la historia real de como surgió el universo, concluye, es una fuente de inspiración espiritual más fascinante de lo que nos imaginamos jamás.

Sean felices y disfruten del artículo en cuestión. Tamaragua. (HArendt)


Notas:
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Bos%C3%B3n_de_Higgs
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/El_Se%C3%B1or_de_los_Anillos
(3) http://inesuja.blogspot.com/
(4) http://es.wikipedia.org/wiki/Big_Bang
(5) http://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Einstein
(6) http://es.wikipedia.org/wiki/Leon_Max_Lederman
(7) http://es.wikipedia.org/wiki/Lawrence_M._Krauss
(8) http://es.wikipedia.org/wiki/MIT

Fotos:
(1) Simulación de la detección del "Bosón de Higgs" en el CERN europeo:
http://www.plataformasinc.es/var/ezwebin_site/storage/images/multimedia/imagenes2/lhc-el-detector-cms/simulacion-de-una-deteccion-del-boson-de-higgs-en-cms-ii/98362-1-esl-MX/Simulacion-de-una-deteccion-del-boson-de-Higgs-en-CMS-II_imagenGaleria.jpg
(2) El pinar de Tamadaba (Gran Canaria) bajo la niebla:
http://okapi.nirudia.com/photos/normal/okapi-20070808234623.jpg




http://www.plataformasinc.es/var/ezwebin_site/storage/images/multimedia/imagenes2/lhc-el-detector-cms/simulacion-de-una-deteccion-del-boson-de-higgs-en-cms-ii/98362-1-esl-MX/Simulacion-de-una-deteccion-del-boson-de-Higgs-en-CMS-II_imagenGaleria.jpg
Simulación del proceso de detección del "bosón de Higgs" en
el CERN europeo.




"La chispa de Dios. ¿Qué pasó al principio de todo?", por Luis Miguel Ariza
El País Semanal, 15/02/09

La partícula de Dios es el título de un libro sobre cosmología que publicó el premio Nobel Leon Lederman en 1994. Se refiere al bosón de Higgs, en honor del físico escocés Peter Higgs, quien lo dedujo teóricamente en los años sesenta como el responsable de proporcionar la masa al resto de partículas. Surgió casi simultáneamente con el Big Bang, y es la partícula más pesada de todas las conocidas. Para los físicos, demostrar su existencia sería casi como encontrar el Santo Grial: sin ella, todo carecería de masa; no existiría la gravedad, galaxias, estrellas o planetas, ni la vida. Usted no podría estar leyendo este artículo. Claro que Higgs podría haberse equivocado. Su bosón ha demostrado ser la bestia más escurridiza de la física. Durante décadas, los físicos han buscado su rastro en las colisiones que se producen en las tripas de los aceleradores de partículas. Ahora, con la puesta en marcha del Gran Colisionador de Hadrones del Laboratorio Europeo de Partículas (CERN), el más poderoso del mundo, contienen la respiración. Si el bosón aparece, el paso dado por la física sería casi tan trascendental como el calificativo de "divino". "Espero que al final lo encuentren, ya que Peter tuvo esta idea maravillosa hace cuarenta años, y si sucede mientras vive, estoy seguro de que compartirá el Premio Nobel", explica el reverendo sir John Polkinghorne a El País Semanal desde su casa en Cambridge, al otro lado del teléfono.

¿Reverendo? Sí, y también caballero por la reina de Inglaterra. Es autor de más de 35 obras -la última es Questions of truth- que abordan la relación entre ciencia y religión, dos invenciones humanas tan irreconciliables como el agua y el aceite. De esa pasta está hecho Polkinghorne, que también es un físico de primera. Como profesor de física matemática de la Universidad de Cambridge, este afable británico de 78 años ha enseñado a premios Nobel como Brian Josephson o astrofísicos como Martin Rees, y ha trabajado con el Nobel Murray Gellman, aportando sus investigaciones fundamentales para descubrir el quark, el componente básico de la materia. Y, por supuesto, ha trabajado con Peter Higgs, un ateo convencido.

Cuando Lederman sacó su libro con este título, La partícula de Dios, al escocés no debió de sentarle muy bien. Por usar un término educado. "Creo que fue una tontería, aunque suele ocurrir que cuando los científicos escriben para el gran público y extraen la palabra Dios fuera del texto para colocarla en el título, eso les ayuda a vender más ejemplares", reconoce este reverendo anglicano.

Lederman quería titular su libro Aquella maldita partícula de Dios. "La llamó de esa manera porque nadie podía encontrar la maldita cosa", dice el físico británico Paul Davies, haciéndose eco de un rumor que corre entre sus colegas. En inglés, la palabra "maldita de Dios" (goddammed) tiene connotaciones religiosas. "El editor no estaba de acuerdo con un título blasfemo porque podía ofender la sensibilidad religiosa americana. Así que la cambió por Partícula de Dios (God
particle)". Se cumplió además una regla no escrita, formulada por el astrónomo ya fallecido Fred Hoyle, por la que las palabras ingeniosas en cosmología se anclan en el imaginario colectivo como ganchos (a Hoyle se le recuerda por haber acuñado el término Big Bang en un comentario casi despectivo durante un programa de radio de la BBC en 1949, al tratar de explicar al público la teoría de la creación súbita del universo, en la que jamás creyó).

¿Es una cuestión meramente semántica, o esta "partícula de Dios" refleja algo más que un truco comercial? Los críticos aducen que se usa la ciencia para vender religión. Otros no han dudado en
aprovecharse de la religión para vender ciencia. Cuando, en 1992, el físico George Smoot presentó al mundo el mapa de la radiación de microondas del universo cuando tenía 300.000 años de edad -el equivalente a presentar una fotografía de un embrión humano de diez horas-, sus palabras, recogidas en una conferencia de prensa, fueron: "Si eres religioso, es como si estuvieras viendo a Dios". El mapa de COBE (explorador de fondo cósmico) estaba construido como un conjunto de gránulos coloreados de materia, y surgieron en la prensa títulos como La huella dactilar de Dios. El propio Smoot, que compartió por ello el Nobel de Física en 2006, destaca en su biografía las reacciones de sus colegas al hallazgo. "Han encontrado el Santo Grial de la física", dijo Michael Turner, astrofísico de la Universidad de Chicago. "Es como el génesis", exclamó por su parte Stephen Maran, el editor de la prestigiosa enciclopedia Astronomy and Astrophysics.

Timothy Ferris, profesor emérito de periodismo científico de la Universidad de Berkeley y uno de los más reputados escritores científicos estadounidenses, se muestra reacio al debate: "No paso por discutir sobre estos temas en términos religiosos", responde por correo electrónico. "Estas discusiones sólo alimentan la ilusión generalizada de que las creencias religiosas te permiten entender mejor asuntos científicos, cuando no es el caso. También sugieren que la religión actúa como guía para la investigación que llevan los científicos, lo que depende de cada cual". Ferris cree que esta interferencia refuerza la idea de que "el origen del universo o de las
leyes naturales no puede ser entendido sin el recurso de recurrir a un Dios. Y no es el caso. Todo lo contrario, si se invoca a Dios se están violando los principios científicos". Y concluye: "Si la religión tiene algo útil que ofrecer a la ciencia, desconozco lo que es".

Howard Haber, profesor del Instituto de Física de Partículas de la Universidad de California en Santa Cruz, lleva treinta años investigando la física del bosón de Higgs. "Creo que Leon Lederman, un físico muy reputado, introdujo el término 'partícula de Dios' presumiblemente para atraer la atención del público, pero nos hizo claramente un flaco favor", asegura. "Ningún científico serio usaría ese nombre en un artículo científico o en una conferencia. La ciencia y la religión son dos empresas humanas que están en esferas diferentes, y están fundadas bajo principios claramente distintos. Otros pueden no estar de acuerdo, pero yo creo que cualquier intento para mezclarlas termina en algo que no tiene sentido o que produce confusión".

A pesar de las críticas, la palabra Dios no es tabú: los más grandes la han usado abiertamente. Stephen Hawking, que ocupa la Silla Lucasiana como profesor de Matemáticas de la Universidad de Cambridge, manifestó en una visita reciente a España: "La ciencia no deja mucho espacio para los milagros o para Dios". En el pasado, cuando escribió su famosa obra Breve historia del tiempo, admitió que tenía el convencimiento de que "algún día conocería el rostro de Dios", y que estaba convencido de que la teoría de la totalidad (capaz de aunar todas las fuerzas conocidas que operan en el universo en una sola) se encontraría al finalizar el milenio. Ahora, Hawking es un poco más pesimista. Con bastante ironía, ha apostado poco más de cincuenta euros a que el LHC fracasará a la hora de encontrar el bosón de Higgs, dejando además un comentario no menos suculento. "Creo que será mucho más excitante si no lo encontramos. Significará que nos hemos equivocado en algo, y que tendremos que empezar de nuevo", indicó a la BBC.

Los científicos construyen los aceleradores como el LHC para estrellar partículas entre sí (en este caso, protones contra protones). La búsqueda del bosón de Higgs consistirá en examinar millones de datos y detectar si hay una fluctuación estadística que se salga de la media. Los físicos llorarán de alegría. "Yo creo que van a tener éxito, pero probablemente les va a llevar unos tres años para estar seguros", nos dice Paul Davies. La tarea es monstruosa: encontrarlo será como dar con un alfiler de un gramo en un pajar de 100 millones de toneladas métricas.

Davies dirige el centro Beyond de la Universidad Estatal de Arizona y también es un conocido divulgador de la ciencia. No ha dudado en abordar con valentía el término Dios en sus libros (su
último título es The Goldilocks enigma, no publicado aún en español), mezclando física, teología y filosofía. Todo lo contrario que Steven Weinberg. El Nobel comentó recientemente a la revista Newsweek que la ciencia está arrinconando cada vez más a la religión y que por ello la necesidad de una explicación religiosa a la creación del universo se hace cada vez menos necesaria. Weinberg es un declarado ateo. Admite mque tanto la ciencia como la religión son inventos humanos, pero que las sectas religiosas en Occidente están aprendiendo a dejar de explicar la naturaleza en términos religiosos, dejando la tarea a la ciencia. "Cuanto más sabemos del universo, menos signos vemos de un diseñador inteligente. Isaac Newton pensó que una explicación de cómo brillaba el Sol podría hacerse en términos de la acción de Dios. Pero ahora sabemos que el Sol brilla gracias al calor producido por la conversión de hidrógeno en helio. La gente que espera encontrar evidencias de la acción divina en la naturaleza, en el origen o en las
leyes que gobiernan la materia se va a llevar una decepción".

Si el bosón de Higgs existe, nos dice Polkinghorne, podría haber surgido en una época tempranísima del universo, en un lapso tan corto que resulta inconcebible para la mente humana. "Probablemente hablamos de 10 elevado a menos 43 segundos después del Big Bang, de una manera tan increíblemente rápida que no se puede comprender". La cifra hay que escribirla entera en una línea entera, y el universo tendría por entonces 0,000.000.000.000. 000.000.000.000.000.000.000.000.000.001 segundos de edad.

Es la llamada era de Planck, el tiempo más breve concebible por la ciencia. "Y ya tienes que tener toda una clase de leyes de la naturaleza por debajo, para que exista la posibilidad de que a
partícula aparezca en ese tiempo", recalca Polkinghorne.

Lawrence Krauss, físico y cosmólogo de la Universidad Estatal de Arizona, discrepa sobre la cronología. El bosón de Higgs lleva un "campo asociado", que pudo surgir más tarde. Las distintas partículas, de acuerdo con la teoría, nacieron sin masa, y la adquirieron al pasar a través de este "campo de Higgs". "Es como si tratases de empujar un coche por una carretera y de repente topas con el fango; se hace más difícil empujarlo. El campo de Higgs es como una especie de campo cósmico de barro. Creemos que este campo surgió por accidente cuando el universo tenía una millonésima de millonésima de segundo". En números, 10 elevado a menos doce segundos. El campo de Higgs aparece un poco más tarde, pero aun así extraordinariamente pronto. "No podemos recrear el universo cuando tenía 10 elevado a menos 43 segundos, pero sí cuando tenía una millonésima de millonésima de segundo". Es comprensible la excitación que rodea al LHC, que presumiblemente entrará en funcionamiento este verano.

Esas leyes naturales definen un universo que exhibe una sintonía extraordinaria. Las constantes de la naturaleza son muy precisas y exactas. La luz tiene una velocidad má­xima (300.000
kilómetros por segundo). El electrón, una masa y una carga establecida. Las leyes operan bajo esas constantes, y lo hacen por igual en el comedor o en su cocina que en la región más ecuatorial de la galaxia de Andrómeda. La gravedad es una atracción entre los cuerpos inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa, y no al cubo de la distancia, por ejemplo. ¿Es el universo en que vivimos producto del mero accidente?

Esta cuestión torturó al físico más grande de la historia, Albert Einstein, que llegó a afirmar que Dios "no juega a los dados con el universo". Einstein no creía en un Dios cristiano tradicional, ni tampoco aceptó que nuestro universo era el simple resultado de un accidente. Sin embargo, comentó que el aspecto "más incomprensible del universo es que es comprensible". Para Lawrence Krauss fue casi una declaración de fervor religioso. Lo cierto es que aquellos que le
presentaron como un ateo convencido se equivocaron. "Lo que me diferencia de los llamados ateos es un sentimiento de absoluta humildad ante los inalcanzables secretos de la armonía del cosmos", dijo el gran sabio, según recoge la última biografía del escritor norteamericano Walter Isaacson. Los ateos fanáticos, explicó Einstein en una de sus cartas, "son como esclavos que todavía sienten el peso de sus cadenas cuando se han despojado de ellas tras una dura lucha. Son criaturas que, en su resentimiento contra la religión tradicional como opio de las masas, son incapaces de oír la música de las esferas".

Además de un prestigioso cosmólogo, Krauss es uno de los mejores escritores de best-seller sobre el universo (su último libro es Quintaessence, the mistery of the missing mass), y deplora usar el término Dios en sus obras. "Todo lo que sabemos del universo está constreñido en una región que ocupa el espacio de un solo átomo. ¡Es increíble!". El hecho de que las matemáticas sean el lenguaje de la naturaleza es uno de los hechos más sobresalientes e inexplicables". Y Krauss se hace la siguiente pregunta: ¿por qué somos capaces de describir el universo desde que tenía billonésimas de segundo y predecir su futuro usando las matemáticas? "No hay razón por la que el universo tenga que ser tan comprensible".

"Creo que las leyes de la física no son el resultado de un mero accidente, sino que son bastante especiales en su forma", responde por su parte Paul Davies, el director de Beyond. "El hecho de que la mente humana pueda entender la realidad profunda de la naturaleza y hacer que el mundo tenga sentido" es algo que también le inquieta. "¿Por qué podemos hacer eso? Nuestras mentes han sido moldeadas por la evolución para ayudarnos en nuestra supervivencia. ¿Qué tiene que ver eso con la física cuántica o los agujeros negros?".

Reacciones del tipo "es como mirar a Dios" o "estar delante del génesis" no implican necesariamente una confesión religiosa cuando uno está envuelto en asuntos de este calado. ¿Por qué se reacciona así? "La investigación científica es un trabajo duro", razona Polkinghorne. "Y la recompensa es a menudo en forma de maravilla, acerca del orden establecido en el mundo. Es algo que resulta profundamente satisfactorio desde el punto de vista intelectual". Pero la ciencia, de acuerdo con este físico y sacerdote, explica el proceso, "cómo ha ocurrido", pero no explica el "porqué".

De acuerdo con Polkinghorne, la ciencia no puede ir más allá. La belleza racional del universo es algo tan chocante que incita a buscar una explicación.

¿Experimentan los cosmólogos un sentimiento trascendente cuando investigan las etapas tempranas del universo? "Absolutamente", coincide Lawrence Krauss. "Estamos empezando a hacernos preguntas que jamás creíamos que pudiéramos responder. Es alucinante. Y muy
inspirador. Muchos de mis estudiantes me abordan y me comentan: la creación según la Biblia es bastante aburrida". La historia real de cómo surgió el universo es una fuente de inspiración espiritual, "más fascinante de lo que nos imaginamos jamás".




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El Pinar de Tamadaba (Gran Canaria) bajo la niebla




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jueves, 12 de febrero de 2009

Bananaria, en Carnavales

El Blog de Francisco Pomares ("El anillo de Moebius"), periodista tinerfeño que escribe cada día en el periódico "La Provincia-Diario de Las Palmas", recrea hoy con humor el nuevo Escudo de Armas de Canarias, propuesto (es broma, evidentemente) por el "propietario, editor, director y lector" (me gustaría decir que único, pero no es así. por desgracia para los tinerfeños) del otrora prestigioso periódico "El Día", de Santa Cruz de Tenerife. El señor Pomares me ha alegrado la jornada.

En el mismo número del diario, su director, Ángel Tristán Pimienta, en su blog "Apuntes", también le saca los colores al último editorial del inefable don Pepito, presidente "in pectore" de la República Guanchanchera de Bananaria. Disfrútenlos. Y sean felices, que estamos en Carnavales y no hay que tomarse a estos machangos muy en serio. Tamaragua. (HArendt)


Fotos:

(1) Propuesta de nuevo escudo de armas de Canarias:
http://blog.laprovincia.es/francisco_pomares/files/2009/02/abor-4867-perritos.jpg
(2) El Teide (Tenerife):
http://www.fotonatura.org/galerias/fotos/usr11158/Teide.jpg
(3) Bandera del independentista MPAIAC:
http://simbolosdecanarias.proel.net/xtras/images/band_can/MPAIAC-2.png





http://www.fotonatura.org/galerias/fotos/usr11158/Teide.jpg
El Teide, símbolo emblemático de todos los canarios




"Heráldica recreativa"
("El Anillo de Moebius": El Blog de Francisco Pomares)

Un colega mío, muy aficionado a los protocolos y la heráldica ha tenido noticia de que el Gobierno de Rivero plantea –como tantos otros Gobiernos antes que éste- cambiar el escudo de Canarias, después de haber cambiado el lema de “Una tierra única” por el de “Un solo pueblo”, que le recuerda al del Sauzal que aún sigue siendo alcalde y puede hacer lo que quiera. A mi amigo le ha llegado el boceto de la propuesta de nuevo escudo, al parecer realizado por una empresa valenciana de diseño, al muy módico coste de 40.000 euros, con desarrollo tipográfico, aplicaciones y todas esas cosas que sirven para añadirle un par de ceros a la factura del mono.

Mi amigo dice que conoce a un tipo que es pariente del novio de una funcionaria de Presidencia que tuvo acceso al diseño y que –a pesar del secretismo con el que se lleva el asunto- consiguió hacerse con una fotocopia de la propuesta y sacarla clandestinamente del bunker de Rafael O`Shanahan.

Mi amigo está indignado con el asunto. Opina que el nuevo escudo, además de ser contrario a la tradición y a lo que establece el Estatuto de Autonomía, atenta contra la virtud y la decencia, y no podría ser utilizado ni en colegios ni en escuelas.

Mi amigo, en fin, cree que el Gobierno se ha pasado un montón con la propuesta, y me dice que si se llega a aprobar y utilizar, pedirá convertirse en canario apátrida, cosa que no sé muy bien que significa.

La verdad es que mi amigo es un exagerado: el escudo es un elemento simbólico, cuya intención es la de reflejar con elementos heráldicos las señas de identidad de un pueblo.

La fotocopia que me enseña (con el ceremonioso y solemne secretismo con el que los pibes de sexto nos dejaban ver las revistas guarras a los menudos en el cole) no escapa en absoluto a esa voluntad de representación heráldica de nuestra identidad. Es verdad que uno de los perros intenta abusar del otro, pero yo diría que ese es hoy el estado preciso de la región: izquierdas contra derechas, tinerfeños contra grancanarios, políticos contra jueces, todo Dios anda en Canarias porculeando al que tiene enfrente. A mí este escudo me parece mucho más representativo de la Canarias de hoy, que el más tradicional de los perros enfrentados: así es como anda hoy el patio.

Por eso, lamento que la historia que me cuenta mi amigo sea inveraz. Porque no ha sido el Gobierno -como él cree- quien encargó el nuevo diseño. De hecho, Presidencia no pagó ni un duro por el boceto: fue el dueño de ‘El Día’. Parece que pretende llevarlo a la próxima reunión de la Unidad Africana, a ver si le dan el gusto y lo aceptan como escudo de la independencia… Como él mismo dice, con dos clorocos.




http://blog.laprovincia.es/francisco_pomares/files/2009/02/abor-4867-perritos.jpg
Propuesta de escudo de Canarias atribuida a Pepito Rodríguez, propietario, editor y director de ‘El Día", de S.C. de Tenerife




"Sueños, vanidades y delirios"

(Apuntes: El Blog de Ángel Tristán Pimienta)

Ya lo dicen las leyes de Murphy: todo lo que puede empeorar, empeora sin remedio. A su vez los principios de Peter establecen que uno puede ser un excelente conserje pero un fatal director de hotel. Sin ir más allá está el caso de un pobre gallego al que le tocaron seis millones de euros en un cuponazo, y acabó suicidándose. No había sabido administrar la fortuna, ser nuevo rico sensato, y dilapidó la suerte hasta quedar más pobre que antes, porque antes no tenía deudas millonarias y ahora sí.

Vamos proa al marisco. La nave parece el camarote de los hermanos Marx, con una serie de personajes que entran y salen haciendo y diciendo disparates, mientras nadie mira la carta de navegación, y se pone la brújula al lado de un imán de tonterías y vanidades, y el timón se cae a trozos. Ya se ha dicho que reunión de capitanes, barco a pique. Sobre todo cuando algunos de esos capitanes ven espejismos en el mar, a saber por qué.

Ahora, el Kalikatres sapientísimo, León de Finlandia, Hidalgo de Nivaria, hijo predilecto de los más diversos municipios y cabildos sometidos a su dictado, intérprete supremo y único del Tenerife profundo y del Tenerife superficial, príncipe de egos y solemnidades, distinguido por la Guardia Civil, admirador de Capitanes Generales, glosador de la España de Franco, amenazador tronante contra infieles y apóstatas y colaboracionistas con el enemigo, defensor de los empresarios que tienen la suerte de dar tremendos pelotazos, y cuyas neuronas funcionan cada vez mejor, dice de sí mismo en memorable editorial modelo ‘escusatio non petita’ -forma culta del dicho de que quien se pica es porque ajos come- … este dechado de virtudes que, a pesar de sus ingentes méritos y de la reverencia de las jerarquías tinerfeñas aún no ha goza del predicamento universal que merece, ni siquiera en las revistas de psicología social, nos acaba de descubrir el Nuevo Mundo que nos espera a Canarias: ser independientes gracias a la intervención de la UE, la ONU y la OUA. Ave María Purísima: La ONU y la OUA, con la llave, plantea, de la famosa Resolución 1.514.

Caigan de rodillas los descreídos, póstrense a sus pies los próceres bañados por la sombra del Teide, canten aleluyas de alegría los dirigentes de ATI, de Coalición Canaria, del PP que le adulan y requiebran. La Organización de la Unidad Africana nos hará libres, por fin, y seremos ricos, como Mauritania, Nigeria, Namibia, Cabo Verde… en vez de estar explotados por “la metrópoli” - ¿no se ha enterado del Estado de las Autonomías ni de la plena democracia de la España de hoy?- y manejados como títeres por Bruselas.

Se veía venir, no crean ustedes que esto ha sido repentino. Don José lo tiene todo previsto, y cuenta con grandes, sabios y prudentes consejeros como Antonio Cubillo, que al regreso de su exilio en Argel proponía que todos los niños aprendieran guanche, y que el gofio fuera declarado alimento obligatorio. Para ir preparando el camino del santo advenimiento místico ‘El Día’ ya ha publicado en sucesivas entregas el proyecto de República Guanche, que contempla como una de sus aportaciones más interesantes a la economía regional la sustitución del Euro por el Áfrico. Pero donde los redactores del Papiro Magno se han lucido es en la ceremonia de toma de posesión del futuro mandamás: además de jurar por esto y lo otro, según la costumbre aborigen ha de tocarse el totiso varias veces con un tubo que contenga huesos de las momias de nuestros antepasados.

El mundo de la comunicación tendrá cambios sustanciales, porque los estudios fonéticos comparativos de las voces indígenas escuchadas por conquistadores y primeros cronistas permiten asegurar a los expertos que hablaban la lengua bereber: y el bereber se escribe en caracteres árabes. Supongo que es una forma de quitar Educación para la Ciudadanía, y sustituirla por Educación para el Islam, con cursos especiales de adaptación al nuevo idioma. ‘El Día’ quizás deje de llamarse ‘El Día’ para llamarse ‘La Media Luna’ o algo así, y su digital a lo mejor puede incorporar ‘cortes’ de audio de ‘tam tam’ y silbo gomero.

Pero no es fácil todo esto, mayormente porque ya la ONU y la OUA han dicho, cuando el Mpaiac se convirtió en palanganero de los intereses estratégicos de Argelia en el Magreb y el coronel Boumedianne quiso chantajear a España a costa del Sahara, que no ha lugar. Ite misa est. Claro que eso es lo de menos para nuestro mejor multimedallista no olímpico: la ONU y la OUA se equivocaron. Europa se equivoca. La OTAN se equivoca. La Historia se equivoca. La realidad se equivoca. Los datos se equivocan. Los canarios que legislatura tras legislatura votan a partidos que ofrecen moderación, dentro de lo que cabe y según las circunstancias y el cabreo, Constitución, autonomía y Europa, se equivocan. Los empresarios que no hay día que no den gracias al REF, a los fondos de la UE, a la solidaridad nacional vía Presupuestas y extras, a la RIC, a las plusvalías de las sinergias de la octava potencia económica, se equivocan.

¿Se imaginan? Seríamos un país a la pepitoria en medio del océano mientras golosos comensales ávidos de la prepotencia suicida de vanidosos tontos de capirote prepararían cucharas, cucharones, tenedores, trinchantes y cuchillos.

Y los psiquiatras, de momento, callan. Pero no los jueces y fiscales, que a pesar de las indirectas siguen tirando de los ovillos que enredan la causa de la causa del delirio causado.



http://simbolosdecanarias.proel.net/xtras/images/band_can/MPAIAC-2.png
Bandera del MPAIAC (Partido independendista canario)




(E-1103) .../...