sábado, 14 de mayo de 2016

[Humor en cápsulas] Sábado, 14 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





HArendt




Entrada núm. 2727
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] Mi subida al Roque Nublo






"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean.   

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Al atardecer de un 29 de marzo de 1967, a bordo del Caravelle de Iberia que me traía a isla de Gran Canaria desde Madrid, vi por vez primera el Nublo recortándose en el horizonte, con la majestuosa silueta del Teide, en la isla de Tenerife, al oeste, casi coincidiendo con la puesta del sol.  

El Roque Nublo es el monumento natural más emblemático de Gran Canaria. Uno de los mayores roques basálticos del mundo. Situado prácticamente en el centro geográfico de la isla, en una zona muy abrupta de origen volcánico, alcanza una altura de 80 metros desde su base y de 1813 metros sobre el nivel del mar. Fue lugar mágico, de culto, junto a su vecino el Roque Bentayga, de los aborígenes prehispánicos y hoy ocupa sin duda alguna el epicentro de los sentimientos más profundos de todos los grancanarios.

Ayer hizo 47 años, 3 meses y 5 días que lo ví por vez primera a 9000 metros de altura, y cinco años que subí a pie hasta él. No sé por qué no lo hice antes. Quizá porque estaba allí desde hacía unos cuantos millones de años y sabía que no se me iba a escapar. Que siempre iba a estar esperándome. Ayer hizo cinco años que subí por vez primera hasta la base del Roque Nublo. Me había prometido volver a hacerlo, ahora ya con un poco más de preparación, con toda la familia: mi mujer, mis hijas, mis nietos y mis yernos. Tengo la impresión de que es una intención que no va a poder realizarse; por falta de fuerzas y  de ánimo sobre todo. 

La visita de hace cinco año, la primera y única, fue bastante impremeditada, pues solo había salido con mi mujer y mi yerno más joven con la intención de dar un paseo en coche por las cumbres centrales de la isla y subir hasta su punto más alto, el Pozo de Las Nieves, a 1949 metros de altitud, justo donde termina la carretera que llega hasta allí. El día estaba espléndido, no como hoy que ha sido lluvioso y fresco, al menos en Las Palmas. Casi de repente, cuando ya bajábamos hacia la costa sur de la isla buscando un restaurante rural donde comer nos encontramos de bruces con el letrero que anunciaba el sendero forestal que lleva hasta la base del Roque Nublo. Y no pudimos ni supimos resistir la tentación... De lo impremeditado de la subida daba prueba que ni tan siquiera llevábamos una máquina de fotos o un móvil para inmortalizar nuestra hazaña. Los tres íbamos en chanclas y sin una mísera gorra que echarnos a la cabeza. Pero mereció la pena.

De todas maneras no se crean eso que dicen los folletos turísticos de que es una subida de extrema facilidad que se hace en 15 o 20 minutos. ¡Y un huevo para tres!, que dicen en mi pueblo natal. De subida fácil, nada. Y échenle de 45 a 50 minutos de ascenso empinado, aunque practicable, y no recomendable para los que sufran de vértigo, aunque tampoco es preciso ser un senderista profesional para hacerlo. Suban con cuidado y disfruten del paseo, nosotros lo hemos hecho y disfrutado. A pesar de lo que dije antes me gustaría volver a subir con mi familia. Ahora sí, con alevosía y premeditación. Muchas premeditación..., por eso de las fuerzas y que el cuerpo ya no es el mismo. Dejémoslo en un "ya veremos"...

Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



Gran Canaria desde el espacio



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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)
Publicada originariamente con fecha 5 de julio de 2014

[Píldoras literarias] Hoy, "Del ejercicio del poder", de Rodolfo Modern






La noción de brevedad ronda siempre las consideraciones sobre la minificción de los minirrelatos. Aunque la brevedad no sea, ni con mucho, el único rasgo que es necesario observar en estas brillantes construcciones verbales, resulta lógico que para el lector común, e inclusive en cierta medida para el escritor, resalte de manera especial. 

Fue, en efecto, la primera característica que llamó la atención de lectores y críticos de esta forma literaria: la que primero produjo desconcierto y, a partir de allí, admiración. Ocurre, sin embargo, que tal noción es eminentemente subjetiva. Se puede considerar breve un relato de ocho o diez páginas, pero también lo será uno de un par de páginas, e igualmente, y con mayor razón, algún texto de extensión aún menor, que podremos describir en función de un determinado número máximo de líneas o de palabras, y no de páginas ni de párrafos. 

Pesan en este sentido la tradición de una literatura, y también la implícita comparación -casi instintiva, casi subconsciente- que formulamos con otros textos que conocemos, o bien con lo que se considera cuento o relato en nuestra propia literatura o en una distinta de ella. ¿Habremos de aceptar una categoría nueva, la del microrrelato brevísimo o hiperbreve, aunque el nombre resulte redundante? ¿O bien entenderemos que hay casos en que el escritor extrema alguna de las características que también tienen otros textos de este tipo, y ese hecho es percibido por el lector como un factor de diferenciación? Ustedes deciden. 

Continúo hoy la serie Píldoras literarias con el relato titulado Del ejercicio del poder, de Rodolfo Modern (1922), escritor, poeta, ensayista y abogado argentino, miembro de número de la Academia Argentina de Letras, como secretario general, y correspondiente de la Real Academia Española desde 1999 y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española desde 2001. 

Su relato, incluido en la obra El libro del señor de Wu (1980) tiene veinticuatro palabras, y dice así:


DEL EJERCICIO DEL PODER

Cuando F’ang, el conductor, se sentía fatigado
 tras una dura jornada de labor, 
descansaba tres años. Y con él todo el reino.



Rodolfo Modern



Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

viernes, 13 de mayo de 2016

[Galdós en su salsa] Hoy, con "Trafalgar"



Escultura de Galdós en Las Palmas de G.C. (Pablo Serrano, 1969)


Si preguntan ustedes a cualquier canario sobre quien en es su paisano más universal, no tengan duda alguna de cual será su respuesta: el escritor Benito Pérez Galdós. Para conmemorar su nacimiento, del que acaban de cumplirse 173 años, voy a ir subiendo al blog a lo largo de los próximos meses su copiosa obra narrativa, que comienzo con Trafalgar, el primero de sus "Episodios Nacionales", colección de cuarenta y seis novelas históricas escritas entre 1872 y 1912 que tratan acontecimientos de la historia de España desde 1805 hasta 1880, aproximadamente. Sus argumentos insertan vivencias de personajes ficticios en los acontecimientos históricos de la España del XIX como, por ejemplo, la guerra de la Independencia Española, un periodo que Galdós, aún niño, conoció a través de las narraciones de su padre, militar que había participado y combatido en ella.

Trafalgar es la primera novela de la primera serie de los "Episodios Nacionales". En ella se narra la historia del joven gaditano Gabriel de Araceli, que a los 14 años se ve envuelto en la batalla de Trafalgar como criado de un viejo oficial de la Armada en la reserva. Pueden leerla o descargarla en el enlace anterior en la versión de Enrique y Arturo Mélida existente en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante.  

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, en las islas Canarias, el 10 de mayo de 1843 y fallecido en Madrid el 4 de enero de 1920, Benito Pérez Galdós fue un novelista, dramaturgo, cronista y político español. Considerado como uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX y un un narrador esencial en la historia de la literatura en lengua española, hasta el punto de ser propuesto por diversos especialistas y estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes. Galdós transformó el panorama novelístico español de la época, apartándose de la corriente romántica en pos del realismo y aportando a la narrativa una gran expresividad y hondura psicológica. En palabras de Max Aub, Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con su intuición serena, profunda y total de la realidad, se lo devolvió, como Cervantes, rehecho, artísticamente transformado. De ahí, añade, que desde Lope ningún escritor fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes. Fue desde 1897 académico de la Real Academia Española y llegó a estar propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912.



La batalla de Trafalgar


Disfruten de la novela. Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt




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[Humor en cápsulas] Viernes,13 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

[Reedición] Filadelfia, Pensilvania. Hace 238 años...




"Independance Hall" (Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos de América)


"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

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El pasado día 4 de julio hizo 238 años que unos hombres audaces aprobaron y proclamaron en la ciudad de Filadelfia, en la colonia británica de Pensilvania, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América. Era la primera vez en la historia moderna que unos hombres que se consideraban libres a sí mismos se declaraban en rebeldía frente a la metrópoli y rompían los lazos políticos que a ella les unía defendiendo su derecho a vivir en libertad y bajo las leyes que ellos mismos se dieran.

En su libro Sobre la revolución (Alianza, Madrid, 1988), Hannah Arendt dice que la Revolución Americana de 1776, en contraposición a la Francesa de 1789, triunfó porque no pretendió en ningún momento cambiar el mundo ni a sus gentes, sino devolver la libertad política de decidir su destino como hombres libres y otorgarse sus propias normas a un pueblo y una sociedad. Nada más que eso, pero nada menos también. 

Esto fue lo que esos hombres, todos ellos hijos de la Ilustración, leyeron ese día con emoción contenida a las puertas del ayuntamiento de la ciudad de Filadelfia: 

"Cuando en el curso de los acontecimientos humanos se hace necesario para un pueblo disolver los vínculos políticos que lo han ligado a otro, y tomar entre las naciones de la tierra el puesto separado e igual al que las leyes de la naturaleza y del Dios de esa naturaleza le dan derecho, un justo respeto al juicio de la Humanidad exige que declare las causas que lo impulsan a la separación.

Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad. Que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres, los gobiernos derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla, o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad y su felicidad.

Tal ha sido el paciente sufrimiento de estas colonias; y tal es ahora la necesidad que las compele a alterar su antiguo sistema. La historia del presente Rey de la Gran-Bretaña, es una historia de repetidas injurias y usurpaciones, cuyo objeto principal es y ha sido el establecimiento de una absoluta tiranía sobre estos estados. Para probar esto, sometemos los hechos al juicio de un mundo imparcial.

Ha rehusado asentir a las leyes más convenientes y necesarias al bien público de estas colonias, prohibiendo a sus gobernadores sancionar aun aquellas que eran de inmediata y urgente necesidad a menos que se suspendiese su ejecución hasta obtener su consentimiento, y estando así suspensas las ha desatendido enteramente.

Ha reprobado las providencias dictadas para la repartición de distritos de los pueblos, exigiendo violentamente que estos renunciasen el derecho de representación en sus legislaturas, derecho inestimable para ellos, y formidable sólo para los tiranos.

Ha convocado cuerpos legislativos fuera de los lugares acostumbrados, y en sitos distantes del depósito de sus registros públicos con el único fin de molestarlos hasta obligarlos a convenir con sus medidas, y cuando estas violencias no han tenido el efecto que se esperaba, se han disuelto las salas de representantes por oponerse firme y valerosamente a las invocaciones proyectadas contra los derechos del pueblo, rehusando por largo tiempo después de desolación semejante a que se eligiesen otros, por lo que los poderes legislativos, incapaces de aniquilación, han recaído sobre el pueblo para su ejercicio, quedando el estado, entre tanto, expuesto a todo el peligro de una invasión exterior y de convulsiones internas.

Se ha esforzado en estorbar los progresos de la población en estos estados, obstruyendo a este fin las leyes para la naturalización de los extranjeros, rehusando sancionar otras para promover su establecimiento en ellos, y prohibiéndoles adquirir nuevas propiedades en estos países.

En el orden judicial, ha obstruido la administración de justicia, oponiéndose a las leyes necesarias para consolidar la autoridad de los tribunales, creando jueces que dependen solamente de su voluntad, por recibir de él el nombramiento de sus empleos y pagamento de sus sueldos, y mandando un enjambre de oficiales para oprimir a nuestro pueblo y empobrecerlo con sus estafas y rapiñas.

Ha atentado a la libertad civil de los ciudadanos, manteniendo en tiempo de paz entre nosotros tropas armadas, sin el consentimiento de nuestra legislatura: procurando hacer al militar independiente y superior al poder civil: combinando con nuestros vecinos, con plan despótico para sujetarnos a una jurisdicción extraña a nuestras leyes y no reconocida por nuestra constitución: destruyendo nuestro tráfico en todas las partes del mundo y poniendo contribuciones sin nuestro consentimiento: privándonos en muchos casos de las defensas que proporciona el juicio por jurados: transportándonos mas allá de los mares para ser juzgados por delitos supuestos: aboliendo el libre sistema de la ley inglesa en una provincia confinante: alterando fundamentalmente las formas de nuestros gobiernos y nuestras propias legislaturas y declarándose el mismo investido con el poder de dictar leyes para nosotros en todos los casos, cualesquiera que fuesen.

Ha abdicado el derecho que tenía para gobernarnos, declarándonos la guerra y poniéndonos fuera de su protección: haciendo el pillaje en nuestros mares; asolando nuestras costas; quitando la vida a nuestros conciudadanos y poniéndonos a merced de numerosos ejércitos extranjeros para completar la obra de muerte, desolación y tiranía comenzada y continuada con circunstancias de crueldad y perfidia totalmente indignas del jefe de una nación civilizada.

Ha compelido a nuestros conciudadanos hechos prisioneros en alta mar a llevar armas contra su patria, constituyéndose en verdugos de sus hermanos y amigos: excitando insurrecciones domésticas y procurando igualmente irritar contra nosotros a los habitantes de las fronteras, los indios bárbaros y feroces cuyo método conocido de hacer la guerra es la destrucción de todas las edades, sexos y condiciones.

A cada grado de estas opresiones hemos suplicado por la reforma en los términos más humildes; nuestras súplicas han sido contestadas con repetidas injurias. Un príncipe cuyo carácter está marcado por todos los actos que definen a un tirano, no es apto para ser el gobernador de un pueblo libre.

Tampoco hemos faltado a la consideración debida hacia nuestros hermanos los habitantes de la Gran Bretaña; les hemos advertido de tiempo en tiempo del atentado cometido por su legislatura en extender una ilegítima jurisdicción sobre las nuestras. Les hemos recordado las circunstancias de nuestra emigración y establecimiento en estos países; hemos apelado a su natural justicia y magnanimidad, conjurándolos por los vínculos de nuestro origen común a renunciar a esas usurpaciones que inevitablemente acabarían por interrumpir nuestra correspondencia y conexiones. También se han mostrado sordos a la voz de la justicia y consanguinidad. Debemos, por tanto, someternos a la necesidad que anuncia nuestra separación, y tratarlos como al resto del género humano: enemigos en la guerra y amigos en la paz .

Por tanto, Nosotros, los Representantes de los Estados Unidos, reunidos en Congreso General, apelando al Juez supremo del Universo, por la rectitud de nuestras intenciones, y en el nombre y con la autoridad del pueblo de estas colonias, publicamos y declaramos lo presente: que estas colonias son, y por derecho deben ser, estados libres e independientes; que están absueltas de toda obligación de fidelidad a la corona británica: que toda conexión política entre ellas y el estado de la Gran Bretaña, es y debe ser totalmente disuelta, y que como estados libres e independientes, tienen pleno poder para hacer la guerra, concluir la paz, contraer alianzas, establecer comercio y hacer todos los otros actos que los estados independientes pueden por derecho efectuar. Así que, para sostener esta declaración con una firme confianza en la protección divina, nosotros empeñamos mutuamente nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro sagrado honor.

Firmantes:

* Nueva Hampshire: Josiah Bartlett, William Whipple, Matthew Thornton
* Massachusetts: Samuel Adams, John Adams, John Hancock, Robert Treat Paine, Elbridge Gerry
* Rhode Island: Stephen Hopkins, William Ellery
* Connecticut: Roger Sherman, Samuel Huntington, William Williams, Oliver Wolcott
* Nueva York: William Floyd, Philip Livingston, Francis Lewis, Lewis Morris
* Nueva Jersey: Richard Stockton, John Witherspoon, Francis Hopkinson, John Hart, Abraham Clark
* Pensilvania: Robert Morris, Benjamin Rush, Benjamin Franklin, John Morton, George Clymer, James Smith, George Taylor, James Wilson, George Ross
* Delaware: George Read, Caesar Rodney, Thomas McKean
* Maryland: Samuel Chase, William Paca, Thomas Stone, Charles Carroll of Carrollton
* Virginia: George Wythe, Richard Henry Lee, Thomas Jefferson, Benjamin Harrison, Thomas Nelson, Jr., Francis Lightfoot Lee, Carter Braxton
* Carolina del Norte: William Hooper, Joseph Hewes, John Penn
* Carolina del Sur: Edward Rutledge, Thomas Heyward, Jr., Thomas Lynch, Jr., Arthur Middleton
* Georgia: Button Gwinnett, Lyman Hall, George Walton".

Si tienen oportunidad de hacerlo vean la serie de televisión "John Adams" (2008), que narra los hechos que conmemoramos y la vida del que fuera segundo presidente de los Estados Unidos de América. Protagonizada magistralmente por Paul Giameti y Laura Linney, está dirigida por Tom Hooper y producida, ¡cómo no!, por la cadena HBO. Imprescindible.

Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



Declaración de independencia de los Estados Unidos de América



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Pues tanto como saber me agrada dudar (Dante Alighieri)
Publicada originariamente el día 6 de julio de 2014

jueves, 12 de mayo de 2016

[Reedición] ¡Hasta los "mismísimos c..." me tienen!




Viñeta de Forges



"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

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A mis amigas y amigos tinerfeños

"Nota praevia": Esta entrada contiene expresiones y frases que van contra la imperante corrección política. No tienen "animus iniurandi", y menos aún, contra ninguna persona por su origen racial o territorial. Y ya que estoy de aforismos y latinajos termino con otro: "Excusatio non petita accusatio manifesta est". Vale, de acuerdo, lo acepto. Soy culpable. 

Lo sé, lo sé; siempre estoy con lo mismo, aunque prometo dejarlos en paz. Hasta los mismísimos [......] me tienen los políticos. Todos. Sin excepciones. Aunque como repito en cada ocasión propicia, unos más que otros. Hace unos años, y cito de memoria, la escritora y periodista Rosa María Artal escribió en su Blog animando a los españoles a que cambiáramos a los valencianos (creo que era a valencianos, pero da lo mismo, pueden ser madrileños, canarios, catalanes, andaluces, castellano-leoneses, o cualesquiera otros) por daneses y suecos (supongo que también sin ánimo excluyente) enumerando sin "animus iniurandi" las ventajas que obtendríamos con el cambio. Todos: los que se fueran y los que se quedaran. Yo he dicho muchas veces lo mismo sobre los tinerfeños (siempre en broma), isla, por cierto, en la que tengo numerosos y buenos amigos, y sobre todo amigas. Pero también las tengo en Galicia: De allí son Ana, Luisa, Dolores, Milagros, Pili y Syra, por ejemplo. No las veo hace mucho tiempo, y la verdad es que no me importaría intercambiar tinerfeños por gallegas, al menos durante una temporada. 

Bromas aparte. El panorama político nacional es desolador. El gobierno, ganando tiempo y oxígeno como sea; la oposición, en Babia o navegando entre la inconsistencia y el cinismo; y los nacionalistas, como siempre, a lo suyo. He vuelto a releer algunos pasajes de "Política, partidos y grupos de presión" (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 1962), el monumental libro del profesor estadounidense V.O. Key del que ya he escrito en otras ocasiones en el blog. En una misma página, la 30 de la edición citada, anoto estas perlas sobre la clase política: "El motivo primario del político no es hacer el bien a la humanidad o, incluso, a su propio país sino simplemente obtener el poder para sí". Poco más adelante añade: "Considerando a un político, la primera cuestión no es la de si se trata de una buena persona que usa de medios rectos, sino de si tuvo éxito para ganar el poder, y si lo conservó gobernando; en resumen, si fue habilidoso en su materia o, por el contrario, un chapucero". Y concluye al final de la página: "La confusión entre política y ética proviene en parte del hecho de que cada sector de la sociedad al procurar incrementar sus intereses, identifica sus propias ventajas con el bien público; por tanto, la discusión política se impregna de moral". De falsa moral, añadiría yo.

Pensarán ustedes que todo lo que dice el profesor Key ya lo dijo en el siglo XVI, con más elegancia y cinismo, el primer gran analista político de era moderna, el florentino Nicolás Maquiavelo. Aunque yo soy de los que piensan que después de Platón y Aristóteles sobre "política" no se ha escrito gran cosa que merezca la pena, tengo que darles la razón.

Los ciudadanos somos unos ingenuos: algunos lo sabemos, aunque nos apliquemos el refrán ese que dice "que sarna con gusto, no pica" (mentira, pica y mucho); la mayoría, lo ignora, y en algunos casos, voluntariamente. En algún momento esta situación debería cambiar para bien con necesarias reformas constitucionales de las que se ha hablado y escrito hasta el hastío. De momento, y asumiendo como propia la idea de Rosa María Artal, ¿por qué no intercambiamos clases políticas en conjunto? ¿Aunque sea temporalmente? Se admiten propuestas... Por ejemplo, la española por la danesa, la sueca o la finlandesa...

Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



El profesor V.O. Key



Entrada núm.  2092
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Publicada originariamente el día 7 de julio de 2014

[Humor en cápsulas] Jueves, 12 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos en los diarios Canarias7,  Morgan; La Provincia, Padylla y Montecruz, ambos de Las Palmas de Gran Canaria; y El País, Forges, Peridis, Ros y El Roto, en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.





Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt






HArendt




Entrada núm. 2723
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La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)

miércoles, 11 de mayo de 2016

[Humor en cápsulas] Miércoles, 11 de mayo de 2016





El Diccionario de la lengua española define humorismo como aquel modo que presenta, enjuicia o comenta la realidad, resaltando el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. Pero también como la actividad profesional que busca la diversión del público mediante chistes, imitaciones, parodias u otros medios.

Me quedo con la primera acepción, y a partir de hoy, siempre en la medida de lo posible, iré subiendo al blog cada día las viñetas de mis dibujantes favoritos, hoy, en los diarios Canarias7 (Morgan) y La Provincia (Padylla y Montecruz), de Las Palmas de Gran Canaria, El País (Forges, Peridis, Ros y El Roto) en su edición nacional. Espero que disfruten de las mismas.






Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt





HArendt




Entrada núm. 2722
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[Reedición] Sobre Cataluña y España




Monasterio de Poblet (Tarragona)



"Reedición" es una nueva sección del blog dedicada a reproducir antiguas entradas que tuvieron cierto predicamento en su momento entre los lectores de Desde el trópico de Cáncer. Estas entradas se publican diariamente, conservan su título, fecha y numeración original, y no cuentan en el cómputo general de entradas del blog. Disfrútenla de nuevo si lo desean. 

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Lo advierto con antelación para que nadie se llame a engaño y comience a leer esta entrada con una idea equivocada de por donde va... No estoy a favor de la secesión de Cataluña, no la apoyo. Sí estoy a favor de una reforma sustancial del título VIII de la Constitución de 1978, y de su preámbulo, que declare a España como una nación de naciones y le dé una estructura federal en la que todos los ciudadanos, pueblos y naciones de España puedan sentirse cómodos y orgullosos de estar unidos. "Muchos y uno", como dice el lema de los Estados Unidos de América.

Como he dicho en numerosas ocasiones con anterioridad los españoles (todos, hasta los que reniegan de serlo) tenemos propensión a mezclar churras con merinas. Por ejemplo, asimilando pueblos y naciones con partidos o gobiernos. Ni todos los israelíes son antipalestinos, ni todos los gallegos, vascos, catalanes y canarios son nacionalistas y antiespañoles.

A mi personalmente no me molestan lo más mínimo los españoles que dicen no sentirse españoles. Faltaría más que alguien estuviera obligado a "sentirse" español, canario, sueco o neozelandés. Uno "es" español, canario, sueco o neozelandés, y si no le gusta y puede, pues se cambia de nacionalidad o se va a vivir a otro lado. La nacionalidad de origen, por derecho territorial o de sangre, es algo que nos suele venir dado y no algo que podamos elegir, al menos en primera instancia.

Yo no me siento especialmente orgulloso de ser español: he nacido español por un accidente de la naturaleza, no por un designio divino. Pero tampoco me ofende, me molesta o me avergüenza. Soy español, y punto; y tampoco deseo ser otra cosa. Como todos los pueblos, los españoles, en conjunto, tenemos cosas malas, buenas y "mediopensionistas". Y lo mismo supongo, individualmente, pasa con gallegos, vascos, catalanes, madrileños, andaluces, extremeños, murcianos, canarios y demás gentes de mal vivir que conforman esto se que se llama España.

Tampoco me parece que debamos dar el mismo valor a las opiniones de un ciudadano particular que a las de un responsable político, social, económico o cultural, aunque todas sean igual de respetables o detestables según el caso.

Ahora que la rancia y casposa derecha-derecha española, clama contra Cataluña confundiendo a Cataluña con los que la gobiernan, y que defienden sus intereses, exactamente igual que lo hacen madrileños, valencianos, gallegos, vascos, andaluces o canarios, cada uno con la fuerza y la representación política que los votos les han otorgado, he recordado una de las pocas ocasiones en que me he sentido avergonzado de ser español. Y fue cuando hace unos años esa impresentable Margaret Tatcher a lo ultraliberal-carpetovetónico que es doña Esperanza Aguirre, clamó al cielo contra la posibilidad de que una empresa "extranjera", la catalana Gas Natural, se hiciera con el control de la "españolísima" Endesa,.. ¡Antes alemana que catalana!, clamaba... Y a boicotear el cava y la butifarra... En cualquier sociedad democrática normal, la habría fulminado su propio partido; pero ya se sabe, el PP no es un partido normal: es la quintaesencia de la españolidad más acrisolada. Así nos va.

Así pues, aunque Cataluña no necesite de mi concurso, un servidor de ustedes, que es antinacionalista visceral y confeso, se despide en esta ocasión con un ¡Visca Cataluña y Viva España! Y me da igual lo que me llamen. 

Ahora, por favor, sean felices. Y como decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt



Monasterio de El Escorial (Madrid)



Entrada  núm. 2094
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Publicada originariamente con fecha 8 de julio de 2014